Ella. La amante, su vida VII

Ahí horriblemente seductora con los labios carnosos pintados, con una fragancia desconocida para mi olfato con un cabello tan exquisito, parada en el umbral de mi puerta -No me deseas acaso? -Antes eras como una diosa imposible inalcanzable, pero ya no,ahora solo me pareces UNA MAS

cuando nuestras pelvis se rozaron me sentí electrizada el movimiento de caderas comenzó, estábamos ahí teniendo un placer mayor prolongado, quería aguantar demasiado tiempo quería soportar aquello por muchos minutos, no supe en que momento metió dos dedos en mi sentía como los sacaba hasta la punta y volvía a introducirlos lenta y deliciosamente

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hola a todos por motivos muy ajenos a mi deje se escribir una largatemporada pero he vuelto esta es la 7º parte del relato espero les guste saludos

Casi  llegaba al clímax sentía como mis músculos se contraían ella bajos su cara para besarme  las convulsiones y espasmos comenzaron hasta terminar con su boca en mi boca. Sentía como sacaba los dedos, sonriente satisfecha por haberme brindado placer; la mañana estaba en puerta

Sonó su celular, y si era rodrigo estaban a punto de llegar, en seguida se levanto debía irse

-debo irme ya! Disculpa por no desayunar contigo están cerca de casa.

Era la primera vez que sentía un sentimiento diferente por su partida, la vi. Alejarse de casa. Doblar en la esquina y perderse seguramente en el tráfico. Me metí a la ducha e instantáneamente comencé a pensar en lo que posiblemente estaría haciendo ahora. Preparando desayunos repartiendo besos a sus niños… a el también. Era horrible pensar en que el la tocaba la besaba la desnudaba le decía cosas al oído, disfrutaba de su cuerpo. Salí del baño y me vestí quería salir de casa para pensar despejadamente llamaría a sandia, si ella será perfecta para salir ahora.

-bueno

-Bueno, hola sandi  te invito a desayunar

-pau son las 9am que te ocurre

-voy a platicarte una cosa amiga

-pau. Nos vemos   las 10?

-si te veo en el lugar de siempre.- era un pequeño restaurante agradable cómodo y servían almuerzos de buen gusto. Me cambie de ropa me maquille y Salí al encuentro con sandi.  Pero debía contarle acerca de milena? El sonido de mi celular me saco de mi interrogativa era un número desconocido no acostumbraba a tomar esas llamadas pero me causo tanta curiosidad que conteste:

-Bueno

-Hola pauli como estas? Perdona que te llame hasta ahora y muy temprano pero estuve de gira en argentina y he vuelto apenas ayer, solo que tenía ganas de visitarte y saber que ha sido de tu vida he pensado mucho en ti. Te parece si nos vemos para almorzar?

-Hola sam sabes he quedado con una amiga para almorzar-si, era buena excusa para postergar mi platica con sandy y al mismo tiempo no estar a solas con samanta- si quieres puedes alcanzarnos.

-no será problema que asista yo también pauli?

-no claro que no.

-bien dame la dirección.

Así lo hice. Di la vuelta  y volví a  casa a cambiarme de ropa. Por unos pantalones ajustados de mezclilla oscura deje mis tenis deportivos por  unos botines camel una blusa blanca y una chaqueta del color de los botines que hacían juego con el cinturón, mi cabello planchado. Me veía perfecta para la visita de samanta. Me sentía excitada de verla nuevamente como me miraría? Me deseaba? Cual era su objetivo? Mi corazón empezó a latir aceleradamente trate de contenerme pues por la agitación  podría perder la tranquilidad. Al llegar al  sitio Sandra estaba ahí esperándome agito su mano para que la mirase

-hola amiga disculpa el retraso- dije sonriente

-Hola pau que guapa te ves no te preocupes, como tardabas he ordenado ya, pero enseguida pedimos la carta. Por que vienes tan presentable? Acaso vienes a declararme tu amor? Jaja

-jaja lo que pasa es que….- deje de hablar al mirar a samanta entrando por la recepción siempre tan elegante y moderna con esa sonrisa que me derretía y su andar sofisticado, su atuendo sexy  sin ser vulgar y esos pantalones de vestir grises sus zapatillas rosa palo que hacían juego con su cinturón y accesorios y su camisa ceñida color hueso.

-ah ya veo-dijo sandy al contemplarla con cierto recelo

-Hola sam-dije cuando estaba cerca de la mesa

-Hola pauli- en su voz pude percibir sensualidad.

-hola- se dirigió a sandy.

-Hola- dijo mi amiga sin mucho gusto.

-sam ella es Sandra mi amiga en alguna ocasión te la presente

-Ah si recuerdo-dijo la exquisita samanta sin mucho interés.

Se nos fue una hora en pláticas irrelevantes, sandy enfadada por su presencia, samanta seductora tratando de hacerme desvariar logrando hacer que la deseara con todas mis fuerzas, y también pensando en milena.

-Bueno pau quede de verme con ale a las 12 debo marcharme para llegar puntual, nos vemos en otra ocasión amiga. Hasta luego-se dirigió nuevamente a samanta que contesto con un hasta luego.

Pasamos alrededor de otra hora ahí hablando con esas miradas sensuales que nos hacían acariciarnos la pierna por “descuido” o tocarnos la mejilla con el pretexto de acomodar el cabello. Me contó sobre su gira, sobre como salio del closet que estuvo a punto de casarse con Iván su ex. Como conoció a chio su primer mujer y de cómo no olvido nunca el beso que le di en la preparatoria. Me estaba envolviendo de una manera sorprendente así que la interrumpí preguntando si pedíamos la cuenta y salimos de ahí ya no podía seguir junto a ella o me lanzaría y la besaría la acariciaría y le propondría que lo hiciéramos pero alto ahí yo estaba con milena, aunque ella estuviera con alguien mas.

-bueno sam debo atender unos negocios –estábamos afuera de su auto

-esta bien pauli fue un placer charlar contigo espero que pronto lo hagamos.

-yo también samy-le dije cariñosamente.

-bueno te llamare pronto pauli- y me dio un beso a media boca.

Subió a su auto y me dedico una sonrisa perversa antes de marcharse. No no no esto no estaba pasando me negaba a creerlo, llegue a casa y le llame a sandy para tratar de explicar la situación no respondió, supongo que estaba ocupada o muy molesta conmigo, no podía llamarle a milena, hice quehaceres de mi casa acomode mi alacena mis trastes mi habitación, y al final  me puse a mirar televisión para apartar mi incertidumbre. Eran las 7:30 cuando sonó el timbre, aun lo recuerdo

Ahí horriblemente seductora con los labios carnosos pintados con una fragancia desconocida para mi olfato con un cabello tan exquisito, parada en el umbral de mi puerta

-Hola-dijo con esa voz que me hechizo.

-Hola sam que haces aquí?

-Puedo pasar

Basile un instante, caray ya no era una quinceañera

-Adelante

-Vives sola?

-Si.- La conversación era tan superficial tan calculadora y fría como ella

-Tienes pareja?

-Digamos que si y tu?

-Nada serio

-sabes por que estoy aquí Paula

-Quizás. Pero se que quieres que te lo pregunte, porque estas aquí samanta?

-Porque te deseo, así de simple- dijo acomodándose en el sillón de mi milena

-Bien.-dije de pie junto a la puerta- y que prosigue?

-que hagamos el amor. Que tengamos sexo como quieras llamarle

-así de sencillo?

-si, así debió ser desde hace años

No me moví ni un centímetro así que llego hasta mí

-No me deseas acaso?

-Antes  eras como una diosa imposible inalcanzable, pero ya no, he estado con varias y ahora solo me pareces una mas, guapa pero tan común  como cualquier otra.

-pero me deseas? Yo te deseo mas que antes Paula

  • samanta, es mejor q t vayas-se acerco tanto a mi y me beso no me negué, sus besos salvajes violentos encendieron el coraje la rabia la pasión que llevaba dentro, nada parecido a la ternura o al amor  el deseo que creí extinto se activo la apreté a mi y nuestros besos estaban tan llenos de control de mandato de sensualidad  que comenzaron a dolerme  me separe y sus ojos eran llamas era un incendio tan perversos tan oscuros y rió complacida como quien sabe con certeza que ha vencido.

-me deseas Paula lo se

-claro eres tan atractiva que mucha gente te desea-no terminaría la frase porque eso seria como coronarla de reina no diría y mas de la mitad te ha tenido

Traía una camisa rayada azul con blanco tan ceñida en el busto que su forma se apreciaba desde lejos

Me acerque a ella y comencé a besarla nuevamente moría por tocar sus senos y sentir como sus pezones se ponían erectos bajo la tela y así lo hice, ella respondía muy bien a mis caricias, no cabía duda había mejorado aunque jamás creí que la tendría de esa forma tan superficial tan deseosa tan sexual nada mas, me besaba me acariciaba el cabello me mordía los labios y comencé a bajar la mano hasta su entrepierna y le pregunte rozando mis labios con los suyos, turbando su concentración con mi mano

-por que estas aquí samanta?- y así como era de astuta me respondió

-porque es lo que mas deseas desde hace años niña

Reí con descaro, ahora sabía ya cuales eran nuestros papeles, nada de enamoradas, sino 2 mujeres adultas que solamente quieren pasar una noche con lo que alguna vez fue su fantasía más ilusa.

-no voy a contradecirte Sami, aunque ambas sabemos que mueres de ganas por tenerme por eso has venido a mí casa.

y así  le arranque la blusa sin ningún cuidado, ella se puso delante de mi le hice el cabello a un lado y comencé a besar su nuca acariciando sus senos ella me acariciaba las piernas, le quite la camiseta y trace unos besos por toda su espalda volví a subir con una línea de mi lengua por su piel  tersa, ella inconscientemente gimió no aun no debía quitarle el sostén, podía sentí sus pezones como pequeños botones duros, y al mismo tiempos suaves y tibios así que aun enfrente de mi desabroche su pantalón y metí mi mano hasta rozar su sexo era perfecta por lo que podía sentir y comencé a acariciarla embistiéndola suavemente, supongo que ya sentía mucho control sobre ella así que violentamente saco mi mano y dio la vuelta comenzó a besarme apretándome de la cintura haciendo que nuestros cuerpos se rozaran bajo por mi cuello  subió mordisqueando mis orejas me acaricio los senos y metió su mano bajo mi sostén y sintió mis pezones. Inmediatamente me quite la ropa ella los miro y pareció sorprendida

-son perfectos, hermosos. Quiero sentirlos pegados a los míos dijo haciendo un ademán para quitarse el sostén.

-espera yo te lo quito- dije juguetona acercándome a ella, ese olor su olor era el mismo me erizo la piel ya ya no quería esperar mas quería tocarla sentir su humedad.- ven sígueme