Ella
Mi primera amante Verónica.
Todo se definía en una llamada....
-Buenas tardes, como estas Verónica?
-Muy bien, y tú?
-Bien también, te he estado pensando y me decidido ha llamarte, para ese café tan esperado.
-Perfecto!! Donde quieres que nos veamos?
-Te parece bien el centro comercial que hay cerca de tu trabajo.
-Si es un buen lugar, arriba hay una cafetería que tiene una zona muy tranquila y fuera de las vistas inoportunas.
-A las tres y media estaré allí, besos.
-Besos y hasta dentro un rato.
Era la primera vez que nos íbamos a encontrar, mi mente volaba y pensaba en esas curvas llenas de erotismo, en todas las palabras leídas durante ese largo periodo de tiempo que nos estuvimos escribiendo, en la química que hizo crecer en mi mente y las fotografías eroticas que a menudo nos hacíamos llegar el uno al otro.....
Llegue antes que Verónica, me senté en la zona que ella me había dicho y pedí un café con hielo, a los pocos minutos llegó ella...
Traía unas bolsas en la mano, me imaginé que aprovechó para comprar el vestido rojo que llevaba bien ceñido a su cuerpo, resaltando esas preciosas curvas que la hacían tan apetecible y exigente al mismo tiempo.( Nunca ella antes me había enviado fotos desde su trabajo con esa vestimenta).
Me levante de la silla para recibirla y darle dos besos en la mejilla, pero sucedió lo que los dos ansiábamos desde que empezamos hablar en aquella página, dejó las bolsas en la silla vacía y nos dimos nuestro primer beso, nuestras lenguas se enlazaron haciéndose una, me cogio por la nuca con su mano apretándome hacia su boca, nuestras salivas se volvían una, nuestro deseo crecía a cada momento, puse mi mano en su cintura y empecé a bajarla hacia las curvas perfectas de su precioso culo, fue ahí donde me percaté de que no llevaba ropa interior, se acordó de todo detalle de nuestra última conversación, sabía perfectamente lo que me gustaba y me lo quería dar todo en aquella primera cita.
Nos detuvimos por un momento y nuestras miradas se clavaron llegando a lo más profundo de nuestro ser..... Sus únicas palabras fueron, te acabaste el café y yo solo respondí que si, pague y me llevo de su mano hacia los baños de minusválidos que había en la solitaria planta de arriba.
Entramos en el, puso el cerrojo y dejó las bolsas que llevaba en el suelo, nos abalanzamos el uno contra el otro, besándonos y quitándome la camiseta, pasado unos minutos nos separamos y me dio la espalda, sobraban las palabras.... Quería que le desabrochara la cremallera dejando caer el vestido rojo que tanto la favorecía y resaltaba su hermoso cuerpo, baje la cremallera dejando caer el vestido a sus pies, el cual saco y dejándolo en el suelo.
Se giró y allí estaba ella, mi preciosa morena de pelo corto, desnuda ante mí y con su cuerpo esbelto, deseoso de caricias y pasión, se acercó a mí desabrochandome el cinturón y dejando caer mis jeans al suelo, besándome como solo ella sabe hacer, no me dejo que la rozara en ningún momento, solo ella me besaba, solo ella era la dueña de la situación, recorriendo mi cuerpo y bajando hacia el centro de mi cuerpo haciéndome suyo con sus besos y caricias....
Llego a mi pelvis donde parecía una fiera insaciable, besándome, tocándome y a la vez engullendo mi aparato y sus huevos, parecía una diosa con cuatro brazos y dos lenguas, allí estuvo ella por media hora hasta que logró lo que ella más ansiaba, hacerme suyo con su boca, explotando todo mi ser en ella sin dejar ni una gota de mi esperma en mi interior.
Se levanto y nos besamos como nunca, notando mi sabor en su boca, la senté en el baño y empecé a besarla, desde el cuello y bajando lentamente hacia sus pechos que sabía que eso a ella le encantaba, era su zona mas erógena después de su clitoris, las palabras que me había escrito eran ciertas, solo con saber tocarlas besarla ya le venía su primer orgasmo..... Ella era multiorgasmica, sus flujos emanaban como si de una fuente se tratara, no tarde en bajar a disfrutar de ese elixir que nos gusta tanto disfrutar a los hombres, ( Por lo menos a mi, me gusta pasar bastantes momentos durante el acto. Qué delicia de sabor!! )
Recorrí su barriga con besos y caricias hasta llegar a su lugar más preciado por mi, saboreando con mi lengua y acariciando con mis dedos, en ese mismo instante sus manos se apoyaron en mi cabeza haciendo fuerza hacia ella misma, cada beso, cada mordisco, cada caricia era un gemido nuevo y complaciente para ella...
No tarde en jugar con mis dedos con sus labios, penetrándola sin ninguna dificultad ya que de ella emanaba un sinfín de flujos con un sabor delicioso, ella era mi perdición y ella lo sabía muy bien, con sus flujos empecé ha jugar con su ano el cual no se resistió en ningún momento de ser penetrado por la lubricación de mis dedos sacada de sus maravillosa fuente y por el deseo que nos teníamos el uno por el otro.
Estuvimos jugando por un buen rato, hasta que ella me levanto cogiéndome por los pelos y subiéndome hacia su boca, ahora era ella quien probaba su sabor en mi boca, nos besamos como nunca nadie nos había besado, eran besos de pasión, química y mucho deseo, no tardó en bajar su mano y coger mi aparato, para introducirlo de un golpe dentro de ella, mis manos cogieron sus piernas, levantándola para poder penetrarla hasta el más profundo de su ser, nuestros gemidos eran fuertes, ajenos a lo que pasaba detrás de esa puerta que estaba el centro comercial.
Me sentó en el water para ponerse ella encima mío a horcajadas y cabalgarme como si fuera el último encuentro que íbamos a a tener, nuestras miradas se clavaban, nuestras lenguas se cruzaban, besos, mordiscos, caricias y alguna buena cacheteada en esas hermosas nalgas que estaban a punto de ser penetradas por mi...... Solo le dije Verónica mi química, levántate que estoy a punto de acabar y me encantaría hacerlo donde nuestras fantasías acababan, simplemente ella se levanto me dio la espalda y se ensarto mi aparato hasta al fondo sin ninguna complicación por lo bien lubricada que estaba por sus flujos, besaba su espalda, acariciaba sus pechos, mordisqueaba su cuello al mismo tiempo que acariciaba su clitoris, mi cuerpo ya no aguantaba más necesitaba explotar y se lo hice saber, sus palabras fueron va ha ser mutuo.... Los dos explotamos en un extasís de emociones y placeres, quedándonos quietos ella encima mío y yo debajo, besándonos.
Nos recompusimos y nos vestimos, nos besamos como si de una despedida se tratara, ella abrió la puerta y se perdió entre la gente del centro comercial.
Deseoso de otro encuentra con ella.