Ella fantasía, Tú una realidad 17

Perdón por la tardanza, espero lo disfruten, ya es la recta final

Contra reloj….

Da lo mismo si se trata de arena bajando rápidamente por las sinuosas paredes del vidrio, si las manecillas avanzan rápidamente matándole segundos a los días, o si son las hojas del calendario las que transcurren velozmente en la vida apresurándonos, de cualquier forma es inevitable estar atados al tiempo, y éste puede ser un gran aliado cuando esta de tu parte o un implacable enemigo, es la sombra que nos acompaña a dondequiera que vamos, lo que nos impulsa o nos presiona para conseguir lo que buscamos y nos recuerda perfectamente que tan lejos o cerca andamos… así era mi situación,  prácticamente restaba menos de una semana para la boda de Rebeca, lo que significaba, que me quedaba el mismo tiempo en que podría estar conviviendo de cerca contigo, después de que pasara esa fecha sólo podría prolongar mi estancia ahí mismo un par de días cuando mucho, pero de otra forma era imposible que siguiera albergándome en tu hogar cuando ya no había una razón suficientemente fuerte para hacerlo, y si me mudaba a mi propio espacio de igual forma tenía que resolver urgentemente que es lo que haría después del fin de año, el periodo vacacional muy largo que me permití tomar se terminaba y era momento de tomar decisiones, iba a regresar o a quedarme, no había más opciones y el cronómetro me apuraba (tic-toc, tic-toc :) jaja).

Después de navidad todo se convirtió en caos, los últimos preparativos traían vuelto locos a todos que corrían de un lado a otro… y en mi cabeza sucedía algo similar mientras iba y venía, un montón de sensaciones, ideas y emociones rondaban por mi mente, no paraba de pensar en que de alguna forma el tiempo junto a ti se me acababa y aunque ya nos acercábamos bastante y había conseguido momentos significativos contigo aún no lograba ver tus sentimientos verdaderos, no te decidías a mostrarme lo que en verdad querías y eso comenzó a frustrarme bastante y a asustarme mucho también, los minutos pasaban y era momento de tomar decisiones importantes, pero esta vez, tal y como había dicho, no solo dependía de mí, esta vez necesitaba una respuesta tuya para saber que hacer después conmigo y para empezar necesitaba el valor suficiente para arriesgarme a preguntarte lo que pensabas y averiguar lo que sentías, estaba aterrada y creo que por lo mismo muy molesta, el ambiente de estrés me presionaba aún más y tu esporádica indiferencia me irritaba aún más aunque hasta ahora te portabas conmigo lo más agradable que había visto desde que había regresado, ya eras casi la chica linda, dulce y divertida que había conocido hace muchos años pero me seguías manteniendo a raya, sólo seguías en posición de amiga, de muy buena amiga, pero solo eso y cada vez que insistía para avanzar a ti algo salía mal o simplemente no era el momento indicado, aunque claro que si lo dejaba pasar para darnos más tiempo, esos momentos tampoco regresaban ni los volvías a mencionar, era desesperante.

Muchas veces antes me pasó que por culpa de la ansiedad y el enojo terminaba haciendo grandes estupideces que me complicaban aún más mi miserable vida, hace tiempo platicar contigo en estas circunstancias, el simple hecho de que escucharas lo que pensaba me habría servido para evitar hacer más idioteces o al menos para distraerme riendo de mis tonterías y tomándolo de buen modo, pero ahora a pesar de que también podía tratarte como amiga, como antes solíamos ser, yo estaba bien segura de que no sólo quería eso de ti y desahogar las frustraciones que causabas con tus dudas a mis sentimientos más profundos, precisamente contigo era aún más idiota de mi parte, por eso no lo hice, y comenzaste a notarme aparentemente sin razón alguna para ti cada vez más irritable o cada vez más desesperada porque tu silencio me enloquecía, mi cobardía me enfermaba y tu indecisión me estaba matando al no saber si me querías o no como yo a ti… y aunque deseaba y necesitaba estar cerca de ti, sin querer me aparté de ti poco más de la cuenta unos días antes de la boda de Rebeca sólo porque ya no soportaba más mi locura, pero sin planearlo ese fue uno de los puntos clave en continuar con mi propósito, pasó por casualidad pero muchas veces ese tipo de cosas imprevistas son las que te enseñan bastante.

Aquel día por la mañana todos se fueron a lo que sea que tuvieran que ir, excepto  tú ya que tenías que ir a trabajar más tarde, el hecho de estar prácticamente a solas contigo buena parte de la mañana por alguna razón me puso mucho más inestable, pero en vez de irte a atosigar suplicando por tu atención con mis ocurrencias preferí encerrarme en mi cuarto a revisar unos documentos y escribir un reporte pero curiosamente no me podía concentrar ni dejar de pensar en ti (el amor sí que jode tu vida a veces ¬¬ jaja), así que salí muy molesta a dar vueltas al patio trasero, luego deambulé un ratito por ahí en busca de mis ideas y de mi equilibrio mental, pero cuando miré hacia arriba rogando al cielo por un poco de calma o sólo para tomar un gran respiro, mis ojos inevitablemente se dirigieron a las persianas de tu habitación que estaban entreabiertas y en un segundo se me borró de golpe lo poco coherente que traía ya en el pensamiento, alcé la mirada y vi que estabas semidesnuda cambiándote para ir al hospital, al verte así con tu blanca piel expuesta y las pequeñas piezas violetas de tela que cubrían tus impactantes curvas sentí como mi pulso comenzó a agitarse como loco, me quedé un minuto observándote a lo lejos, babeando de la impresión y enloqueciéndome con comprobar que mis primeras impresiones después de ver de nuevo ese delicioso cuerpo que tenías estaban pero súper equivocadas, estabas más que hecha un bomboncito, definitivamente los años te sentaron de maravilla, pero desvié rápidamente la mirada y traté de huir apresuradamente a donde fuera en cuanto giraste de pronto hacia afuera ignorando lo que me pasaba, me dirigí a la caballería pues no quería que si me notabas con mi cara de tonta abajo mirándote pensaras que te estaba espiando o algo así (que no era mala idea ;) jaja), caminé a paso rápido manteniendo esa imagen en mi mente y descomponiéndolas en otras mucho más fabulosas, pero de los nervios se me cayeron de las manos los papeles que llevaba antes de entrar, me agaché para levantarlos justo a tiempo para que el pesado herraje de la puerta que alguien abrió me diera la bienvenida de lleno en la cabeza.

Esa parte me la perdí, solo sentí un mega golpazo en la parte derecha de la frente, mis oídos zumbaron y dejaron palpitando horriblemente a mi cabeza, comencé a ver un montón de estrellitas (también creo que hasta pajaritos dándome vueltas jajaja XD) y lo siguiente que vi después de la puerta de madera acercándose a mí fue el cielo junto con la cara borrosa de alguien, me pareció que gritaba algo bastante perturbado pero ya no lo escuché y luego todo se volvió oscuridad; cuando abrí los ojos de nuevo, lo que miré inmediatamente fuiste tú justo a mi lado, de alguna forma estaba recostada en el sofá de tu despacho, la luz blanca que colgaba del techo me cegó un instante, traté de enfocar mejor y reincorporarme rápidamente por instinto pero como estabas sentada a la orilla delicadamente me sostuviste así, sentí una de tus suaves manos apartar mi cabello mientras ponías algo contra mi frente, tus dedos se movían precisos y tu mirada era fija, pero tu dulce voz quitó un poco de dolor cuando me dijiste que me calmara y me quedara quieta unos minutos, en lo que terminaste de curarme me hiciste un par de preguntas para comprobar que no me había quedado más tonta de lo que era (ufff!! que suerte que no… aunque todavía tengo mis dudas :D jaja), yo estaba admirando lo linda que te veías así, por un segundo me sentí tan bien cuando tomaste mi rostro entre tu mano y me apuntaste a los ojos con una lámpara de bolsillo preguntando con voz algo angustiada si de verdad estaba bien, traté de mirarte fijamente y asentir a tu pregunta, te me quedaste mirando unos segundos tiernamente después de apagar la lámpara pero luego te levantaste para tirar los desperdicios de lo que habías usado, mientras decías de manera entre relajada y cerebral: que alegría que estés bien, no sé cómo pasó todo esto pero que bueno que el corte no fue más grande sino habría tenido que suturarte aquí mismo…- mientras revolvías inquieta los cajones de tu escritorio, continuaste dándome tu reporte médico: bueno, te desvaneciste un momento por el fuerte golpe, pero pude contener la hemorragia y la inflamación ya va cediendo, sólo déjame darte algo para el dolor…- no sé porque pero escucharte tan tranquila decir eso me molestó bastante, tal vez porque quería que me dijeras algo más que eso, o que no me trataras a mí con ese aire formal, frío e impersonal de los médicos, quería saber que te importaba tanto o igual que tú a mí… se suponía que sí debías actuar así porque tenías que permanecer tranquila y competente ante tus pacientes para hacerlos sentir que estarían bien, pero yo en ese momento quería que me hicieras saber de alguna forma que era diferente para ti.

De hecho fue tanto mi coraje que incluso con mi fuerte dolor me levanté de golpe diciendo secamente un “no, gracias” antes de que te voltearas con lo que sería una sonrisa reconfortante en tu rostro a seguir dándome instrucciones; en cuanto te diste cuenta de que me había parado de mi asiento, te giraste rápidamente preguntando sorprendida qué diablos trataba de hacer, me ordenaste que me sentara de nuevo y dijiste que aun tenías que darme algo para el dolor, pero entonces te contesté ya bastante molesta: ya te dije que no, además que más da si duele o no??!!, no fue nada grave ok??… solo un estúpido accidente que les pasa a las personas igual de estúpidas como yo - entonces me contestaste con ese tono calmado e intelectual que por favor me tranquilizara, que sólo me darías un par de cápsulas, que te dejara terminar de hacer bien tu trabajo y ya luego podría irme; aquello terminó por enfurecerme aún más, no necesitaba que me trataras de convencer como a una niña pequeña de visitar al doctor, ya me sentía bastante idiota con lo que me había pasado como para que ayudaras a incrementar la sensación con tu lógica, así que ignorándote camine hacia la puerta y te dije sarcásticamente: ya hizo suficiente por mí doctora, esto no va a arruinar su perfecto historial… así que vaya tranquila a salvar más vidas o a hacer algo más importante, a mi déjame en paz- y me salí de ahí, dejándote con media frase al aire y tratando de alcanzarme antes de que te cerrara la puerta casi en la cara.

Después de echarte pleito y salirme enojadísima de tu despacho, pasé por mi cuarto sin mirar atrás, rápidamente tomé la primera camisa limpia que encontré y antes de que fueras tras de mi a buscarme, tomé mis cosas y me subí a la camioneta, al alejarme lo suficiente de la casa principal, me detuve un momento a un lado del camino para cambiarme la playera que estaba algo manchada de sangre y luego conduje hasta la ciudad, durante el camino inspeccione por el espejo retrovisor la herida que llevaba en la frente, estaba perfectamente cubierta pero por las huellas en mi ropa y el maldito dolor en la cabeza que iba creciendo creo que no fue sólo un raspón pequeño como dije, al notar las marcas de las perfectas maniobras que me practicaste mientras estaba inconsciente me dieron ganas de arrancarme la gasa del puro coraje (pero dolió bastante U.U así que mejor lo dejé jaja); calmé un poco el terrible dolor que tenía y el creciente mareo concentrándome en manejar, paré en una gasolinera y en lo que llenaban el tanque me dirigí al baño para limpiar los restos de sangre, afortunadamente la parte de mi cabello que cruzaba la frente cubría casi por completo mi herida por lo que no se notaba tanto, a no ser por el pin%$%# dolor que ya sentía; como no quería regresar al rancho ni pasarme el día entero vagando decidí aprovechar para ir a uno de los grandes centros comerciales que había en la ciudad para escoger el regalo de bodas de mis amigos (sí, lo dejé al último momento ¬¬ jaja).

Anduve recorriendo por los pasillos y vitrinas del lugar los distintos almacenes buscando una idea para regalar que no estuviera ya en la lista sin terminar de quebrarme la cabeza en el intento, decidí entrar a uno de ellos y estuve observando objetos de cada departamento, me detuve un momento porque el maldito mareo me estaba matando, en ese momento noté como una mujer me observaba desde lejos, cuando voltee hacia ella me sonrió atractivamente pero lo dejé pasar girándome de lado concentrándome solo en no desmayarme o algo por el estilo, anduve otro rato por ahí eligiendo posibles opciones y luego cuando pasé por el área gourmet y de alta cocina me detuve en cuanto encontré una botella de vino que se me hizo muy familiar de mi tiempo en Europa, mientras me quedé estudiando la etiqueta y leyendo la descripción de la placa, fue ahí que volví a toparme con ella, con aquella mujer que me miró sugestivamente hace un momento, en cuanto me vio ella volvió a sonreír así diciendo que al parecer me estaba siguiendo sin planearlo, ésta vez le correspondí un poco el gesto, cuando notó lo que llevaba en las manos comentó algo de mi buen gusto y me dijo su nombre, no recuerdo bien (me había golpeado muy fuerte la cabeza antes XD jajaja) pero creo que era Ana Sofía o algo así, yo igual me presenté con ella por cortesía, le di algo cortante las gracias y le dije que sólo me acerqué a ver porque me era conocida esa cosecha, mi enojo aun no pasaba y mi dolor tampoco por eso era más tajante (ok ¬¬ debí tomar las mugres pastillas jaja) pero ella siguió tratando de hacerme platica mientras avanzamos comentando de vinos, traté de cortarla lo más amable posible pero eso no evitó que me propusiera ir a tomar una copa con ella para seguir compartiendo conocimientos, la rechacé poniendo de pretexto que todavía tenía que hacer unas compras, que quizá en otro momento pero en lo que negué con la cabeza ella notó la herida que llevaba, me detuvo y exclamó sorprendida preguntando que me había pasado ahí, le contesté que solo había sido un pequeño accidente pero trató de acercar su mano por curiosidad y como yo me alejé instintivamente rápido, me preguntó algo alarmada que si todavía me dolía, cuando le contesté que sí, ella me dijo que sí se veía algo inflamado a pesar de ya estar cubierto y me ofreció sinceramente pedir una bolsa de hielo ahí mismo en el pequeño bistró del lugar para ponérmelo en la frente.

Le dije que no era necesario pero que de cualquier manera le agradecía la intención, ella volvió a insistir ésta vez lanzando un sutil coqueteo diciendo: por favor, insisto, no me vas a dejar dormir hoy pensando en ti… quiero decir, que no me voy a sentir bien si te dejo así sabiendo que pude hacer algo por ti y para ésa linda cara- eso me arrancó una tímida sonrisa, no me esperaba algo así a pesar de que noté como me miraba esa mujer, para empezar se me hacía raro que una mujer así estuviera prestándome atención, no era modelo ni algo parecido pero sí era medianamente  atractiva, un poco más mayor que yo, de imagen bastante elegante que incluso parecía la reencarnación de la mismísima Coco Chanel, las ondas sutiles de su cabello medio corto le daban ese toque extra de refinamiento y su acentuada voz segura junto con su penetrante mirada azul resultaba seductor, además tenía un cuerpo agradable, no era completamente delgada pero su silueta agradecía a sus curvas marcadas, se veía del tipo de mujer acaudalada y algo sobrada que no trataba con nadie que no fuera como ella, pero ya había tratado con gente así antes y sabía que muchos de los malos prejuicios que se tienen acerca de ese tipo de personas no siempre son correctos (bueno en algunas personas :D jaja) y el hecho de sus gestos amables conmigo lo confirmaba, así que sólo le dije que de verdad no era necesario, que lo olvidara y que mientras no me saliera un tercer ojo yo estaba agradecida, ella se rió por mi comentario tonto pero volvió a invitarme a tomar algo para que al menos se me pasara el dolor, le dije que tal vez sí me gustaría aceptarla pero no podía en ese momento porque aún no elegía un regalo de bodas para mis amigos, ella entonces se ofreció a ayudarme con eso si quería ya que tenía experiencia en eso del protocolo y reglas sociales, así que podría darme una idea.

Mientras me acompañó a elegir un regalo adecuado, estuvimos platicando un buen rato de gustos, lugares visitados y esas cosas banales, gracias a sus sugerencias no tardé en elegir algo que me pareció apropiado para la ocasión y arreglar lo referente a la entrega, luego bajamos al área de restaurantes y pedimos algo para comer, obviamente también pedí algo sin alcohol para que no me hiciera daño, no paró sus flirteos con sus miradas y sus palabras algo descaradas mientras estuvimos allí, al principio traté de ignorarlos pero no voy a negar que me agradaba esa sensación, había estado completamente ocupada rogando por un poquito de tu atención que ahora que tenía completamente la de ella sin esforzarme en lo mínimo me parecía grandioso, tal vez fue por eso que acepté salir con ella y aunque no estaba muy segura terminamos por ir a su casa ese día al atardecer (por favor no me odies aún :/ jaja), realmente no sé porque lo hice, tal vez fue por la estupidez momentánea que me dejó el golpazo que me metí temprano (más de la normal XD jajaja), quizá simplemente por la atención que me ponía y por dejarme llevar con su fino encanto, tal vez por el maldito coraje y la frustración que había soportado últimamente al no poder estar contigo, tal vez para comprobar que lo que tenía por ti no era una obsesión y podía fijarme en alguien más, quizá sólo fue para probarme a mí misma que aún era libre en mis convicciones y que no te pertenecía por entero porque si no estaría perdida, no sé cuáles fueron los motivos para terminar por seguirla a su residencia, pero así sucedió.

En cuanto me hizo pasar, improvisó una escena levemente sugerente poniendo música de fondo, mientras estábamos sentadas en el sofá seguimos hablando, vi como sus manos no paraban de buscarme despistadamente y ella no paraba de acercarse, en eso se aproximó lo suficiente mientras yo estaba hablando de quien sabe que, para rozar sus labios con los míos, eso me hizo tomarla y acercarla a mí para prolongar un tanto el beso (en serio no me odies todavía ¬¬ jaja), sentí sus manos subir hasta mi rostro mientras seguía besándola, la giré de frente a mi mientras mis dedos bajaban por su cintura y comenzaban a abrir los botones de su saco, ella me ayudó a sacárselo y puso una de mis manos sobre sus pechos, luego hundió suavemente mi cara a la curva de su cuello, pero al sentir el roce y el aroma de su piel tan distinto me detuve instantáneamente, todo lo que se pudo haber encendido en mí se congeló por completo, me aparté de ella y me levanté dejándola confundida y a medio vestir allí sentada en el sillón, me quedé de espaldas un segundo pasándome una mano tensa varias veces por el pelo en señal de frustración y hablé en voz alta parte de todo lo que estaba pensando, dije que algo iba muy mal, que no me sentía bien así; advertí como ella se paró, me abrazó por detrás dándome un besito en el cuello preguntando que si me sentía mal haciendo referencia a mi lesión, entonces me voltee apartándome más para contestarle: noooo, no es por eso, es sólo que… no puedo, perdón no quiero ofenderte ni nada… eres una mujer muy agradable, atractiva y te agradezco tu ayuda pero… es sólo que yoooo… no sé ni siquiera por qué vine aquí, no debería de haberlo hecho- entonces ella comenzó a vestirse de nuevo diciendo que entendía perfectamente y que no había problema mientras lo único que pasaba por mi cabeza en ese instante era tu imagen que me llegaba directo al alma resurgiendo todos esos sentimientos que guardaba sólo para ti.

Al escucharla también comencé a tomar mis cosas y a tartamudear diciendo que era mejor que me fuera, pero ella me paró tomándome del brazo diciendo que no era necesario, me pidió que me quedara al menos a seguir hablando, me ofreció un vaso de agua para que me relajara y luego me preguntó mientras me lo servía: y… cómo se llama??, es bonita?? - yo aún estaba confundida por su reacción tan amable ante mi rotundo rechazo y por lo que estaba pensando respecto a ti, por eso le contesté distraída que de quien hablaba, ella se rio brevemente de buen modo y me dijo: ayyy cómo de quién??, pues la mujer que tienes guardada en el corazón, la única con la quieres estar y en la que estás pensando ahora mismo- entonces resignada aceptando patéticamente que era completamente cierto todo lo que decía le contesté antes de tomar un sorbo de agua: se llama Marcela, Marce, y sí, es bonita… noooo miento, es muy hermosa en verdad, muy linda en todos aspectos - ella entonces se volvió a sentar a mi lado, y lo siguiente que preguntó fue que si la amaba tanto como se veía porque entonces no estábamos juntas, sintiendo el golpe de realidad sólo le contesté que era una larga y complicada historia, me dijo que no tenía prisa así que podía contarle; cuando terminé de narrarle resumidamente todo me dijo sorprendida: wooow, es una historia algo triste pero muy linda… espero que todo salga bien entre ustedes, te lo mereces y esa chica tiene suerte de tenerte, ojalá y lo vea- yo no sentía las cosas exactamente de la misma manera que ella pero también esperaba que al final lograra recuperarte.

Nos despedimos esa noche después de seguir hablando un buen rato (sólo hablando ok?? :D jaja) y luego manejé de vuelta al rancho, mientras recorría el camino iba pensando en todo lo que platicamos acerca de ti, de alguna forma ya me sentía mucho mejor (también ya no me dolía tanto la cabeza XD jajaja), comprendí bien que era lo que había pasado para frenarme justo a tiempo y no hacer algo muuuy estúpido con ella, supe que todo había sido una tonta reacción por mi coraje mal dirigido y mi desesperación, me di cuenta que el motivo principal de mi inestabilidad emocional en ese momento era algo muy tonto porque si quería obtener algo de tu parte tenía que tener también el valor para arriesgarme hasta las últimas consecuencias, sino era injusto y muy idiota de mi parte molestarme contigo sin darte una razón, era guardar silencio y mantener el orgullo intacto exactamente igual que tu hacías conmigo y si ya había llegado hasta éste punto siendo paciente y esperando a ir quitando cada una de tus capas con calma entonces ya no había marcha atrás, era tonto retirarme a estas alturas del juego sólo porque se iba agotando el tiempo y aun no ganaba, los últimos momentos también cuentan y a veces haber hecho un buen papel antes se ve reflejado en cómo se desarrolla el juego aunque no siempre en el marcador, aprendí que cuando quieres a alguien tienes que vencer tus miedos y olvidar tu orgullo, que buscar salidas falsas no resuelven en nada tus dudas; cuando llegué a la finca ya era algo tarde, pasé por la estancia saludando a quien me encontré de tu familia, no te vi allí pero tu mamá y tu hermana me preguntaron preocupadas acerca del accidente que se habían enterado que tuve esa mañana, las tranquilicé diciendo que ya todo estaba bien solo que estaba cansada y prefería irme a acostar, luego me robé un sándwich de la cocina y me fui a mi cuarto a leer.

Se me pasó el tiempo rapidísimo y fue casi hasta después de media noche cuando alguien tocó la puerta, me levanté a abrir creyendo que muy posiblemente era Rebeca para ofrecerme algo más de cenar por instrucciones de Doña Helena o a verificar si no me había explotado ya la cabeza pero en cuanto abrí la puerta te vi parada enfrente y mi corazón comenzó a palpitar inquieto como casi siempre que te miraba, me preguntaste cómo seguía, te contesté simplemente que estaba bien mientras seguía recargada en la puerta, me pediste que si podías pasar y me hice a un lado para dejarte entrar en la habitación, me senté en la cama tratando de ocupar mi mente en otra cosa que no fuera lo linda que te veías en ese pijama de franela, también tomaste asiento junto a mí, al notar que aún no había hablado nada fuiste tú quien comenzó a decirme: lamento si me porté como idiota en la mañana después de lo que pasó, no sé porque te enojaste tanto conmigo porque últimamente has estado rara y casi no dices nada… pero si fue por ponerme tan seria después del accidente, por favor perdóname Andy, no era mi intensión, no tienes idea de lo que en realidad me costó tranquilizarme cuando me llamaron para atenderte - luego te acercaste más a donde estaba sentada, tomaste mi mano y pasaste la otra acariciando suavemente mi cabello que estaba cerca de la herida mientras la inspeccionabas y continuaste : sabía que no era algo muy grave en cuanto te vi… pero se trataba de ti yyy… ahhhh bueno, por eso tuve que fingir que estaba tranquila y normal en cuanto despertaste, no quise hacerte sentir como si no importaras… de hecho todo el día estuve preocupadísima por ti después que te fuiste así, te llamé un montón de veces pero siempre me mandó a buzón de voz… como sea me alegro mucho de que estés bien y no sólo porque sea mi trabajo… te dejo descansar, buenas noches y cualquier cosa avísame- luego me diste un besito algo cerca de la comisura de los labios y rápidamente te dirigiste algo apenada a la puerta, pero antes de que salieras te hablé, tú volteaste y sólo pude darte las gracias por todo, luego saliste con esa sonrisa bonita apareciendo en tu cara y me quedé deleitándome con el dulce aroma que dejaste en mi habitación, ya estaba de más decir que estaba completamente atrapada y perdida ante ti.

Durante los últimos dos días antes de la boda de Beks, mi humor mejoró bastante y traté de recuperar el terreno perdido con mis arranques de ira, volví a ser alegre y agradable cuando te hablaba, estuve ahí para soportar los enormes nervios de mi amiga y reírme un poco de ellos contigo; el día del enlace ayudé y anduve corriendo como loca por cualquier cosa que se ofreció, casi ni te vi durante todo el día porque anduve aburriéndome horriblemente mientras arreglaban a la novia, aunque el resultado fue espectacular, pensé que seguro Héctor se iba a ir de espaldas en cuanto la viera así, yo también me tuve que arreglar y vestir formal por ser una especie de dama de honor (o como se diga eso que me pidió Rebeca que fuera :D jaja), aunque elegí un vestido azul largo bastante práctico igual que todos los accesorios y esas cosas, acompañé a Beks junto con Don Fabián hasta llegar al lugar de la propiedad que habían elegido para todo el evento, al llegar allí saludé a los que conocía, antes de que comenzara todo fui con Héctor, que se veía bastante guapetón con ese smoking, para calmar sus ansias (también medio la hice de padrino ¬¬ jajaja), le di ánimos para que no se desmayara frente a todos y tomé un lugar cerca de Fanny, fue justo ahí, cuando iba a dar comienzo la ceremonia que te vi entrar junto con Doña Helena, en ese momento mi mundo se paró y creí que quien iba a hacer el ridículo cayéndose de espaldas iba a ser yo, te veías IMPRESIONANTE, era como verte y no poder evitar pensar wooooooooww!! (sí, fue lo único que se me ocurrió XD jaja), me quedé con una expresión tonta admirándote mientras recorrías contenta el lugar saludando a tus familiares junto a tu madre.

Juro que en cuanto volteaste sonriendo y me viste al otro lado casi me da un ataque, apresure a mi cabeza a salir del shook y empezar a grabar en mi memoria tu imagen, guardé cada detalle que aprecié en ti de pies a cabeza, memoricé la forma en que el color verde esmeralda de tu vestido hacía resaltar tu piel, se suponía que el corte cómodo estaba diseñado precisamente para que no llamara mucho la atención pero en ti surtía un efecto contrario (al menos en mí, así pasaba ;) jaja), era una pieza no tan larga y un tanto ajustada que remarcaba perfectamente tus caderas y tu lindísimo trasero, además la forma de bata griega atrevidamente escotada con mangas a la altura de los codos hacían destacar tus formidables pechos, la delicadeza de la curva de tu cuello y lo estilizado de tu figura, e inexplicadamente la manera en que te recogiste el pelo te hacía ver mucho más sexy de lo que supongo pensaste; no pude dejar de verte durante casi todo el tiempo que estuvimos allí, en una de esas veces lo notaste y sonriente dibujaste desde lejos con tus labios que pusiera atención haciéndome voltear al momento cumbre en que mis amigos aceptaron su mutuo compromiso para disfrute de todos los románticos y sentimentales, al terminar la ceremonia por fin pude acercarme a ti para saludarte y decirte lo extraordinaria que te veías, tú también me dijiste algo similar mientras vi cómo me estudiaste coquetamente con la mirada inquietándome todos los sentidos en el proceso.

Durante el banquete, yo como mejor amiga de la pareja me encargué de dar un gracioso y emotivo discurso de felicitación a los novios para el brindis, extrañamente recordando algunas de nuestras vivencias logre que Don Fabián se conmoviera y Doña Helena se partiera de risa (se suponía que debía ser al contrario :D jaja) pero de cualquier forma me lo agradecieron todos los invitados cuando terminé y claro que también la pareja, desafortunadamente no me tocó sentarme junto a ti mientras cenamos pero igual me la pasé muy bien, cuando fue el momento de que mis amigos bailaran juntos me quedé pensando en aquella primera vez que los vi así, me acordé de que esa fue la noche en que por primera vez hablé contigo, nunca supe porque acudiste a ayudarme cuando sentía que me inundaba el coraje y la desesperación pero que suerte de que hubieras decidido hablar conmigo, que bien que hayas aparecido como una apacible luz en mi vida y que aun después de todo este tiempo tuviera la oportunidad de evitar que te extinguieras en ella; con esa idea en la mente me salí a tomar un poco de aire frio y seguir pensando en todo en cuanto el baile de ellos terminó, estuve un rato afuera viendo la decoración de las lámparas colgando de los árboles, sintiendo la frescura del viento y apreciando la noche, tú eras lo que mantenía también ocupados mis pensamientos, y de pronto como si te hubiera invocado con la mente, te vi aparecer por el pasillo y te acercaste hasta donde estaba yo, el verte ahí llegando hacia a mí en medio de la noche, con las luces del fondo justo como la primera vez que nos encontramos me hizo sonreír guardando esa imagen en mi memoria perfectamente.

Cuando te acercaste a mí, comentaste que habías salido por tu abrigo cuando en eso me viste a solas, y por eso me preguntaste que hacía allí o si todo estaba bien, te contesté que sí, solo que estaba pasando el tiempo, te quedaste un ratito platicando conmigo acerca de la boda y lo gracioso de mi discurso, pero yo no paraba de admirar lo bien que te veías, ni de hacértelo saber, en lo que te reías de mis comentarios (y te sonrojabas un poco ;) jaja), una idea algo loca cruzó por mi cabeza y de la nada te interrumpí cuando hablabas (tampoco te estaba poniendo mucha atención :D), te dije fuerte y claro que bailaras conmigo; tú completamente sacada de onda me hiciste las clásicas preguntas del qué, ahora, aquí??, y luego de que te reté con un “porque no”, me dijiste riendo que estaba loca, te contesté mientras me paraba entre los arboles iluminados por las lámparas colgantes y extendía mi mano hacia ti: anda ven, baila conmigo, no me digas que no porque no sabes bailar, mira que ya descubrí hace poco que sí sabes ;) jajaja... por fa, ya en serio, no puedo verte así de linda y desaprovechar esta oportunidad- repetiste que era una locura ya que ni siquiera había música ahí mismo pero terminaste por tomar mi mano al tiempo que te decía que eso no importaba pues se escuchaba la de la fiesta pero que si querías podría ponerme a cantar; todo comenzó como un juego, un baile dramático, teatral y divertido, de giros, pasos y vueltas amplias o exageradas, te llevé siguiendo esos movimientos mientras la alegre música pop que se escuchaba algo lejos al fondo nos acompañó, nos estábamos carcajeando de lo ridícula que era la situación pero en la última pirueta extendí completamente mi brazo junto contigo para luego hacerte volver girando hasta mí.

Al quedarte así envuelta en mis brazos y verte tan hermosa con esa sonrisa dibujada, no pude evitar acercar mis labios para tomar tu boca, fue un roce deliciosamente cálido, esta vez sentí como me correspondiste completamente al pegarte más a mi cuerpo, acariciar mi mejilla con tu manos sin dejar de besarme y aferrarte fuertemente con la otra, bebí gustosa el delicioso néctar de tus labios, y te entregue hasta el alma cuando abrí paso a que exploraras lentamente mi boca, años de deseo contenido o guardado se tradujeron en ese largo beso apasionado, suave y profundo… cuando por fin nos pudimos separar un poco tras ese mágico momento manteniendo aun nuestros cuerpos cerca, vi esa chispa en tu mirada que tanto había buscado pero que tu parte cerebral trataba de ocultar desesperadamente como medio de defensa y antes de que comenzaras a poner una excusa o dar una disculpa, te dije : por favor, no digas nada que sepas no es verdad, no mientas acerca de lo que sientes en este instante, al menos regálame este momento que necesitaba igual que tú, solo por hoy déjame soñar con recuperar esto - me diste a cambio una mirada larga y una muy breve sonrisa sin palabras, te apartaste un poco después de pasar rozando tu pulgar cerca de mis labios y antes de soltar mi mano después de unos segundos me pediste que mejor entráramos pues ya hacia bastante frío, te seguí despacio de regreso y estuve disfrutando la fiesta igual que tu pero, tal y como aseguré, no dejé de soñar con ese momento durante el resto de la noche ni cuando estuve en mi cama, pasara lo que el destino quisiera después para mí, aquel instante me lo dejaría grabado.


Gracias y perdón por esperar tanto para subir esta parte, tuve problemas con mi compu y sin querer perdí el documento pero bueno aunque me tardé lo recuperé, ésta ya es la parte semifinal de la historia, espero les guste y dejen sus opiniones como siempre, por cierto muchas gracias por los comentarios anteriores y todo lo que opinan de mí, trataré de no quedarles a deber para la siguiente part en cuanto a calidad, estilo y tiempo, agradezco a los que me siguen desde el principio y a quien apenas se interese, de cualquier forma para mi es un honor, les mando saludos a todos, un abrazo grande y un beso.