Ella fantasía, Tú una realidad 15

Bien les dejo la conti, disfrútenla y espero les guste.

Y empiezan las batallas…

Un dicho muy popular dice que en el amor y la guerra todo se vale, personalmente no consideraba que esa fuera una afirmación muy digna, pero ahora creo que siempre y cuando lo hagas por las razones correctas y compitiendo lealmente no es tan mala idea. Si iba a ganar la carrera que me llevara directo a tu corazón tenía que darme prisa, para empezar nada de perder tiempo protestando o lamentándome, esas viejas costumbres se tenían que ir al diablo si realmente me quería apurar, mientras comía comencé analizando por lo que había visto en esos breves momentos, cuál era el grado de profundidad o que tan estrecha era la relación sentimental que llevabas con tu colega, pude darme cuenta detrás de la rabia que me provocó repasar mentalmente la imagen que vi en aquel cuarto que no parecía ser súper emotivo su trato: para empezar apenas si te había notado al entrar, el contacto había sido automático, breve y algo frío, sus palabras igualmente secas a pesar del enunciado cariñoso que te dedicó… y tú tampoco habías correspondido del todo emocionada más bien solo lo aceptaste y te pasmaste sabiendo que yo estaba ahí, de hecho estuviste mucho más al pendiente de mi reacción que de lo que decía Paula ¬¬, no vi ningún brillo en tu mirada ante ese beso, ni una sonrisa ni nada que me indicara que llevabas una relación totalmente emotiva y súper estable con ella, nada y no eran solo ideas mías (ok 8/ también tenía que darme ánimos jaja).

En el camino de regreso a la finca no evité que mis celos y mi ego me llevaran a compararme con ella, y la verdad desde un punto de vista objetivo yo no era una mala oponente, teníamos estilos distintos y físicamente nos veíamos diferentes pero yo no estaba tan mal, de hecho podría decirse que estaba mejor que ella (ahhh maldita vanidad :D jaja), sí, la chica tenía su gracia y era algo simpática pero a mi gusto era bastante insípida, muy simple… aunque criticarla y glorificarme mentalmente no haría que tu volvieras a mí, así que comencé a pensar mejor mi estrategia; tenía la ventaja de poder estar muy cerca de ti, de que tú y yo ya habíamos coincidido y de las muy fuertes emociones que algunas vez nos unieron, recordé todas aquellas conversaciones en las que alguna vez me mencionaste como amigas que era lo que más te agradaba de las personas o que te gustaba de mi forma de ser, puede que hubieras cambiado un poco con los años pero tu esencia no iba a desaparecer completamente después de este tiempo, hice un examen para comprobar cuál de todas las virtudes que alguna vez me dijiste que buscabas en la gente yo tenía o en cuales podía mejorar; estuve pensando en las actitudes que tuve contigo desde que había llegado al país y cuales habían sido las que mejores resultados me dieron para acercarme poco a poco a ti, me di cuenta que aunque lo negaras seguíamos siendo muy parecidas en cuanto a gustos y personalidad, así que según yo los nombres de las categorías en las cuales una chica te gustaba debían ser: divertida, tierna, inteligente y linda (justo como yo XD jajaja), bueno creo que podía serlo, tenía que serlo, más bien iba a ser esa persona para ti.

Tracé también un infalible plan de conquista, como había dicho no haría nada estúpido ni me dejaría llevar por mis celos o mis arrebatos, debía mantener la cabeza fría (aunque el cuerpo no ;) jaja) cada vez que estuviera a tu lado y hacer algo lindo por ti en cualquier oportunidad que tuviera. Durante ese fin de semana me dediqué a organizar todos los planes para la fiesta que le organizaría a Beks para unos próximos días y a darle a ella y a Héctor mi ayuda en todo lo referente a su boda que se acercaba, debía permanecer ocupada para no estar pensando en que durante horas estarías en el mismo lugar que esa chica, la que podía abrazarte, besarte, estar contigo cuando quisiera… no basta ya, yo ya buscaría mi oportunidad para desquitarme del estúpido cupido. En cuanto volviste al anochecer noté como me viste un poco incomoda por lo que había pasado la última vez que nos vimos, de alguna forma querías explicarme las cosas o buscar un momento para decirme algo pero al ver que no te reclame ni dije nada al respecto dejándolo pasar te relajaste y seguiste entonces tratándome según nuestro acuerdo, mis intentos de acercarme a ti y los detalles que te daba a diario como cada noche o cada mañana dejaron de pronto de ser tan sutiles, vi complacida como tú los aceptaste mucho mejor ese día y me encantó cuando llegaste a corresponderlos con tu mirada o con tu sonrisa antes de irte al día siguiente; aun tenía casi dos semanas del tiempo que pasaría en el rancho y justo a principio de esa semana el destino por fin me presentó la ocasión para recuperarme después de la caída en los ánimos que me dio verte con alguien más.

Ese inicio de semana mi plan por fin rindió frutos, después de que fuiste a la escuela y al hospital tu familia me contó que llegaste en la tarde cansada, estresada y muy molesta aunque no supe porque; como yo llegué después de la ciudad, comí con toda tu familia y me divertí en su plática pero tú estabas encerrada en tu estudio, después de pasar un rato con tus padres fui a tu despacho porque quería verte y comentarte como pretexto alguna trivialidad referente a la fiesta que organizábamos; al entrar te vi sentada en tu escritorio trabajando frente a tu portátil me pediste inmediatamente que cerrara la puerta, yo lo hice y te pedí robarte unos minutos mientras me sentaba para preguntarte algo pero me dijiste bastante irritada que no podías en ese momento que mejor regresara luego, yo iba a pararme pero me detuve cuando en un ataque de frustración golpeaste la mesa a cada lado con ambas manos, dijiste en alto una grosería (bueno fueron varias XD jaja) y cerraste de golpe tu compu, te pregunté qué pasaba y si podía ayudar, me explicaste aun molesta que tenías mucho trabajo y debías mandar unos archivos muy importantes antes del anochecer pero a tu estúpida maquina se le había ocurrido descomponerse y no lograba avanzar, no podías tener acceso a tus carpetas y el sistema se trabó, me di la vuelta y te pedí que me dejaras revisarla, tú bastante estresada me diste espacio para hacerlo, después de unos segundos te dije: pues sí, te tengo malas noticias: se trata de una infección algo grave, es un virus muy común que se oculta en las carpetas y traba el sistema cuando quieres abrir un documento y por eso no puedes hacerlo… - antes de que me asesinaras diciendo que eso era bastante obvio , te interrumpí diciendo sonriente: pero… tranquila que se arregla fácil, un amigo en Inglaterra me enseñó que puedes accesar a todos tus archivos desde otro sistema operativo, rastrear el virus y eliminarlo de toda tú maquina; si me dejas puedo hacerlo, voy por mi equipo para que puedas trabajar desde él y mientras te arreglo tu compu, te parece?? – tú asentiste lentamente en parte sorprendida, agradecida pero aun tensa por el trabajo.

Regresé con todo lo necesario para arreglar el problemita, en unos minutos conecté tu equipo al mío, corrí el nuevo sistema y te indique que te sentaras en tu lugar a trabajar poniendo mi computadora frente a ti, te explique que sería como trabajar en el tuyo y que todo estaría donde tú lo guardabas, me agradeciste y te pusiste a trabajar en silencio frente a mí; mientras arreglaba tu máquina no podía dejar de mirarte, te veías tremendamente sensual disgustada, con tus lentes brillando y ese aire intelectual totalmente concentrada trabajando, no podía dejar de imaginar la escena donde tirara todo del mueble, te arrastrara por sorpresa, te arrancara la ropa y te hiciera el amor salvajemente en ese mismo momento y en ese mismo lugar, las imágenes en mi cabeza eran tan increíblemente reales que comenzaron a excitarme demasiado, mi pulso se puso como loco, las manos me temblaban cada vez que las ponía en el teclado imaginando que lo que tocaba era tu cuerpo, un puño de deseo me atormentaba y mi húmedo sexo estaba palpitando desesperado; fue un milagro que pudiera concentrarme en terminar de arreglar tu portátil con esas imágenes rondando mi cabeza y tu presencia tan cerca, después de un buen rato ambas terminamos de trabajar (bueno yo terminé antes pero no quería dejarte sola ;) jaja), tú me agradeciste lo que había hecho sincera pero muy tajantemente, luego diste una profunda respiración, te cubriste el rostro con las manos y trataste de calmar con tus dedos el dolor de cabeza que tenías; al verte así te pregunté si ya habías acabado todo tu trabajo, cuando respondiste que por hoy sí pero que te sentías aún muy tensa porque habías tenido un día muy pesado te ofrecí amablemente, pero en tono de broma para no molestarte más, darte un masaje, rogaba porque dijeras que sí pero sólo me pediste que dejara mis bromas, que me agradecías mucho mi ayuda pero que sólo querías un momento para relajarte.

Haciendo a un lado otra vez mis deseos y controlando lo que mi cuerpo exigía decidí darte muestras de lo mucho que te quería, me levanté, te extendí la mano  y te dije: ven conmigo, vamos a caminar, te hará bien para relajarte, solo… vamos, lo necesitas (también yo lo necesitaba para calmar mis ansias ;) jaja)- protestaste un poco diciendo que estabas cansada y que además no estabas vestida para hacer ejercicio, te estudie y te dije que sólo te quitaras la bata blanca, llevabas unos jeans blancos y zapatos bajos así que sería perfecto, además si te cansabas te podría traer de vuelta cargando, tu entrecerraste los ojos, te reíste pero terminaste tomando mi mano aceptando seguirme. Salimos caminando todo el sendero que rodeaba la casa, traté de permanecer a una distancia aceptable porque no confiaba en mí pero tampoco sin alejarme de ti, el atardecer iba cayendo y te invité a que me contaras el porqué de tu día malo, me diste un breve resumen y yo te escuché, de alguna forma fue como cuando antes platicábamos, yo disfruté plenamente de ver brillar tu cabello y tus ojos con los pocos rayos de luz y de estar escuchando tu dulce voz, te calmé un poco con algunas de mis palabras, continuamos platicando de cualquier cosa y terminamos llegando al cercano riachuelo que bajaba de la montaña, las luces del fondo que había por toda la propiedad comenzaron a encenderse, te ayudé a subir a la roca que estaba a orillas y desde ahí nos sentamos donde se veía el laguito que se formaba más a lo lejos.

El aire frío de invierno comenzó a soplar, el cielo oscureciendo con los últimos tintes naranjas por donde se ocultaba el sol, las primeras estrellas saliendo y las potentes luces blancas que se colaban por las rendijas que dejaban los altos árboles, era un escenario perfecto y muy relajante, nos quedamos apreciándolo un buen rato, te conté que había descubierto ese maravilloso lugar la primera vez que había visitado tu casa, omití decir el detalle de que había sido para despejar los pensamientos que tenía en ese momento por Rebeca porque no quería arruinarlo todo, me confesaste que a pesar de todos los años que llevabas viviendo allí y de que conocías todos los límites de la propiedad no habías visto nunca ese sitio, nos quedamos en silencio mirando el cielo estrellado y la media luna cubierta de una ligera neblina, recordé que hace años había deseado compartir una vista similar con alguien especial, quien iba a decir en ese tiempo que tu serías esa compañía mucho tiempo después, eras un verdadero regalo de la vida. Te conté una divertida historia de cuando una vez visité un acantilado en Escocia, te describí el paisaje ya que me había parecido increíble igual que éste y te conté de la extraña pareja galesa que ahí conocí cuando se quedó atrapada estudiando un mapa en su auto mientras cientos de cabras pasaban el puente del acantilado, soltaste esa risa espontánea como la que me dedicabas antes, vi la luna brillar en tus ojos de miel y almendras, y noté como mi corazón brincaba gustoso.

Luego por simple manía saqué y encendí un cigarrillo, me miraste algo molesta diciendo que creías que en todo este tiempo al menos ya se me había quitado ese mal y poco saludable hábito, te contesté dándole una inhalada que ya casi no lo hacía, sólo cuando estaba nerviosa, me preguntaste porqué estaría nerviosa estando en un lugar como ese y entonces girando hacia ti y viéndote fijamente te contesté: pues porque estoy contigo… cómo no estar nerviosa cuando tienes atrás el escenario perfecto, enfrente a una chica tan linda como tú, con una increíble mirada como la tuya y aguantando las enormes ganas de hacer algo más que mirarla­- vi cómo te callaste, bajaste nerviosamente la mirada y te sonrojaste, apagué el cigarrillo, guardé la colilla en la bolsa de mi pantalón (no hay que contaminar :D), tomé tu rostro con la palma de mi mano alzándola hacia mí que no hiciste nada ante mis movimientos, me moría por besarte pero la imagen de esa chica contigo cruzó mi cabeza lo que me hizo frenarme mientras acercaba mi boca hacia ti, entonces sólo sonreí y acaricié tu pelo con mis dedos, me quité la chamarra y te dije que mejor regresáramos antes de que hiciera más frío y de que comenzara a fumar como loca, te coloqué mi abrigo en los hombros, me deleité cuando suspiraste algo nerviosa mientras me veías profundamente y te acurrucabas ligeramente en aquella prenda, me levanté y te ofrecí la mano para ayudarte a bajar, regresamos platicando de cualquier cosa que nos distrajera bastante, de música, grupos, pelis y libros, lo que fuera (aunque me costó mucho trabajo ¬¬), al llegar a la puerta de la casa principal me entregaste mi chamarra, me diste un besito en la mejilla dándome las gracias por todo, entramos y Doña Helena te llamó para que fueras a cenar ya que no habías querido comer, yo le dije que ya no tenía hambre y que mejor me iba a descansar, me fui a encerrar a la cabaña en la que estaba viviendo y al cerrar la puerta apreté contra mí la prenda que tenía en mis manos, aspiré el dulce aroma que tu cabello le había dejado y me tiré a la cama pensando en el extraordinario momento que había pasado a tu lado y en porqué me había frenado antes de besarte si sabía que no te resistirías y deseaba tanto hacerlo, viendo al techo imaginando las estrellas del cielo que había fuera llegué a la conclusión de que no sólo quería apagar mi deseo contigo, no quería conformarme sabiendo que tu igual me ansiabas como parecían indicar tus leves señales, quería más, quería tenerte para mí, quería recuperar tu amor.

Durante los días siguientes seguí portándome tan encantadoramente como podía cada vez que estabas cerca, consentía y calmaba a tu hermana frente a ti para que los nervios antes de la boda no se la tragaran y tu agradecieras al menos contar con un poco de paz, ayudaba a tus padres agradeciendo sus consideraciones y convenciéndolos con mi personalidad, los divertía con mis bromas cuando había tiempo y permanecía al pendiente si necesitaras mi ayuda; ese viernes para compensar el que no habías podido ayudar a Beks con los últimos detalles de su boda o a mí con lo referente a su despedida de soltera, te ofreciste a pasar antes de ir a la uni a depositar el cheque con el pago del servicio de banquete y adornos que los novios habían contratado, sin embargo cuando regresé de mis ejercicios diarios y después de tomar un baño, bajé a desayunar mientras veía la tele, no había nadie porque Doña Helena y Don Fabián habían viajado a la capital desde la noche anterior para ir de compras antes de la boda y de que las fechas decembrinas vaciaran los almacenes así que  regresarían al otro día (yeaah!! casa sola XD jaja), mientras disfrutaba comiendo cereal y lo poco de comida que quedó en el refri la tarde anterior además de estar viendo un programa de música que pasaban a esa hora noté que había una nota en el librero donde estaba la pantalla, me paré y fui a tomarla, era la letra de Rebeca, la conocía bien de tantas veces que la había visto y decía que te agradecía que fueras a pagar en la mañana, porque ella estaría ocupada en las últimas pruebas de su vestido y cerraban el banco a las 3 de la tarde así que si no pagaba hoy no iban a poder respetar el convenio pues se cruzaban las fechas navideñas, me fijé que detrás de la nota estaba el cheque con la cantidad, se te había olvidado llevártelo por la mañana antes de salir temprano de tan distraída y ocupada que andabas.

Terminé de desayunar, subí a la camioneta y fui a la ciudad para ir al banco, era bastante temprano por lo que me daría tiempo de pagar y luego ir a entregar el comprobante al servicio para que así no hubiera ningún problema, después de esperar la desesperante fila en el banco, llegué con la encargada, le entregué el cheque, iba a hacer la transferencia de pago desde mi cuenta, pero al recordar que si veían mi número de cuenta y no el que Beks te había dado podría darse cuenta de tu descuido y enojarse horriblemente contigo, entonces le pedí a la señorita que primero retirara la cantidad de mi tarjeta y luego hiciera el pago en efectivo para que no hubiera ningún dato que pudiera comprometerte, después de pagar fui a la dirección que indicaba el recibo para entregar el comprobante; al llegar me hicieron pasar y en cuanto recibieron el talón de pago, confirmaron la fecha, me dieron instrucciones y me pidieron el nombre de quien entregaba así que di tu nombre para evitar que me descubrieran (woow había mejorado mucho como detective :D jajaja), luego me fui a vagar por la ciudad, por primera desde que regresé sentí el impulso de ir primeramente a mi antigua casa, en la que había vivido con mis padres, entré y una extraña sensación me invadió, era la alegría de volver a estar en casa pero la tristeza de que estuviera tan sola, los muebles y las decoraciones no hacían que el espacio vacío disminuyera, apenas unos días antes de regresar, papá me habló y me comentó que estaba deshabitada, luego me envió por mensajería las llaves por si decidía vivir allí durante el tiempo que estaría, y ahora que estaba allí no sabía si me quedaría o regresaría, quería volver pero no sólo dependía de mí.

Al salir de allí pasé a la universidad, me bajé a recorrer los viejos pasillos y aulas donde hace años había estudiado, cierto que había cambiado un poco la fachada, la pintura y la habían modernizado pero seguía tal cual la recordaba, ya ninguna de las caras de los alumnos se me hizo conocida pero me entretuve platicando con un par de académicos que me reconocieron y a los que llegué a apreciar, la nostalgia me invadía un poco cuando pasé a lo que aún era por ese último periodo tu facultad (todavía no te graduabas XD jaja) sabía que no te encontraría pues ya estarías en el hospital haciendo tu servicio, las imágenes “flashback” pasaban por mi cabeza, recordé todas las veces que estuve en ésa escuela, me acordé de cuando recién ingresé, cómo conocí a mis amigos, cuando tú ingresaste, de las veces que pasamos platicando por sus pasillos después de los entrenamientos de Héctor, de cada vez que me escuchaste y me ayudaste con mis broncas emocionales, obviamente me acordé de aquella vez que vine a buscarte antes de terminar pasando la noche contigo en mi departamento, de mi búsqueda desesperada por ti antes de mi despedida… naturalmente todas esas memorias me llevaron a pasar en la camioneta frente a departamento que había sido de Rebeca y después el tuyo, me paré y me acordé de todas las veces que había estado allí, de la última vez que entré y estuve esperándote rogando porque aparecieras, luego fui hasta el complejo donde se encontraba lo que fue mi depa, obviamente ya estaba ocupado por alguien más pero me quedé observando desde dentro del auto, y entonces todas las memorias que se habían agitado visitando aquellos lugares salieron en forma de lágrimas incontenibles, lloré de alegría por lo que había ganado, lloré de tristeza por lo que había perdido, lloré de nostalgia por lo que se había ido y lloré de esperanza por lo que podría venir a mi vida; sin duda pasado y presente se juntaban con la ilusión de un futuro diferente, había pasado por mucho y quería cambiar lo que hice mal para tener algo mejor.

Cuando volví al rancho después de pasar toda la tarde recordando (y vagando también XDjaja), Beks se estaba arreglando antes de que Héctor pasara a buscarla para ir a cenar, mientras se arreglaba en su habitación le conté por dónde había pasado, estuvimos platicando y riéndonos de nuestras memorias, me pidió ayuda con el broche de su vestido y pensé en cuanto tiempo y cuantas cosas habían pasado para que un gesto así ya no produjera nada en mí, luego llegaste y al verte saludarnos con esa bonita sonrisa, eso sí que produjo algo en mí; Rebeca te preguntó si habías echo el pago y si no te habían dicho nada, en cuanto te lo dijo enmudeciste, se te fue el color y comenzaste a querer disculparte, ella se dirigió hacia ti y empezaba a reclamarte cuando la interrumpí diciendo con una sonrisa: ahhh por cierto, se me olvidó decirles eso jaja, en la mañana “hablaron por teléfono” del servicio de banquetes buscándote Marce, dijeron que cómo le entregaste el comprobante al asistente se le olvidó decirte que cuando tú gustes Beks pueden ir a la prueba de menú… así que todo está bien junto con lo del arreglo- Rebeca me sonrió, te dijo algo acerca de ya se había asustado y de que mala memoria tenía yo, que casi por eso te iba a regañar sin razón, luego Héctor llamó a su cel para que supiera que ya había llegado y estaba esperando abajo, Beks tomó su abrigo, se despidió de nosotros, a ti te dio un gran abrazo diciéndote gracias y salió apresuradamente, pero tú te quedaste aún pasmada de la sorpresa y del susto.

En cuanto Beks salió y pudiste recuperar el habla, suspiraste y me dijiste: ahhyy muchas, muchas, muchas gracias… te juro que se me olvidó en la mañana, no sé qué iba a tener que hacer si no hubieras estado aquí- al escuchar eso me sentí tan importante que por eso te sonreí y te dije que no había sido nada, pero pensando mejor las cosas continué: aunque… creo que me merezco un premio, no crees??, una pequeña recompensa…- cuando te me quedaste mirando seriamente esperando que no te pidiera nada muy personal te dije: mmm que te parece si vienes a cenar conmigo??- me viste fijamente adivinando algo por mi mirada, pero antes de asustarte o molestarte te expliqué: veeenga, sólo te estoy pidiendo una cena… claro que si quieres algo más después de eso no me negaré ;) jaja… anda ven conmigo, mira que tengo bastante hambre y no tengo ganas de cocinar nada ya que Doña Helena nos abandonó y me dejó sin uno de sus ricos platillos… no me digas que ustedes los médicos no cenan o que los entrenan para soportar el hambre- tú te reíste por mis comentarios y luego me dijiste: pues sí algo hay de eso en la carrera pero no sé si es una buena idea… - entonces poniendo mi cara de cachorro adorable di mi último argumento para convencerte: ooooyee, creo que una cena vale el haberte salvado del ataque de una novia y hermana psicópata con los nervios locos antes de su boda, además en serio no hay nada preparado y no vas a querer que destruya tu cocina o sí??- tú no tuviste más remedio que aceptar que sí lo merecía, que tampoco tenías ganas de prepararte nada de cenar y que sí tenías un poco de hambre así que irías conmigo, me pediste que te esperara en lo que ibas a cambiarte pero como te dije que no era nada formal y que así estabas perfecta (no quería que te arrepintieras :/), entonces sólo llamaste al administrador y fuiste a cambiarte el uniforme y ponerte algo igual de cómodo.

No importaba que no estuvieras en ropa de alta costura tú te veías grandiosa en jeans y la blusa larga medio hippie verde con blanco que te pusiste, siempre tu estilo fresco y rocker te hacía ver de maravilla, te pusiste una chamarra negra de piel y salimos, te dije que fuéramos en la camioneta que había dejado enfrente ya que yo te había invitado, además me gustaba estar acostumbrándome a conducir por el otro lado del volante, tú comenzaste un debate acerca de cuál era el lado correcto para conducir que seguimos durante el trayecto y que completé con mis anécdotas de cómo aprendí a manejar,  nos íbamos riendo como antes, averiguaste cómo es que había hecho el depósito y te conté de mi ingenioso plan para que no se descubriera mi mentirita, al llegar a la ciudad te pregunté donde querías cenar, me dijiste que yo decidiera y entonces te comenté que desde que había regresado lo único que se me antojaba era comida típica y nacional, me felicitaste por mi elección y me indicaste un buen lugar donde comer. Al llegar tomamos asiento, la chica que nos serviría de camarera se presentó amablemente con nosotros, me explicó la carta y esperó a tomarnos la orden, estaba simpática pero demasiado joven, aun así para picarte un poco a ver si te daban celos no dejé de sonreírle y mostrarme de lo más agradable con ella cuando le hablaba que de buena gana respondía a mi gesto, en cuanto se fue a darle la orden al cocinero me viste un poco seria, cuando yo pregunté sonriente haciéndome la tonta que te pasaba contestaste: no se te hace un poco grosero dedicarte a coquetear con la camarera cuando invitaste y estas frente a alguien más??- yo entonces disfrutando tu reacción y evitando a toda costa reírme te contesté con mirada inocente: pero si no estoy coqueteando con ella, solo estoy siendo amable… no puedo ver a alguien más cuando te tengo enfrente, aunque si te dan celos o te molesta ahorita mismo pido que nos cambien de mesero- entonces me dijiste muy segura que no eran celos pero hice la seña de que me levantaría de mi asiento para buscar alguien más que nos atendiera aunque tú me tomaste de la mano para devolverme inmediatamente a mi lugar.

Al parecer mi juego de darte celos había funcionado, eso era genial porque significaba que aun te importaba aunque no quisieras decírmelo, te molestaba que le prestara atención a alguien más aparte de ti, y eso lo volví a ver en cuanto la chica nos trajo la cena, luego nos preguntó que si se nos ofrecía algo más le avisáramos y nos deseó buen provecho a lo que le respondí con una gran sonrisa y estudiándola con una traviesa mirada por detrás un segundo cuando ella se dio la vuelta sólo para seguir la broma (aunque no estaba nada mal ;) jaja) pero para aligerar tu tensión y demostrar que estaba jugando te dije: sólo bromeo pero de verdad, si quieres pido que nos cambien a la camarera, por… no sé, que te parece el señor gordito de allá, el que camina como pato y que asiente sin parar cuando le hablas, o no mejor no, es demasiado sexy y no voy a poder controlarme jaja- tú al darte cuenta de los gestos del personal que te señalé, soltaste una carcajada alegre y me dijiste: caray Andy!!! Jaja tú no cambias, te sigues divirtiendo criticando y haciendo bromas de todo y de todos verdad??- entonces al darme cuenta de lo que acababas de decir me quedé mirándote fijamente con una sonrisa idiota, cuando lo notaste me preguntaste porque te veía así entonces te dije: Por fin me volviste a llamar “Andy” - antes de que empezaras a tratar de corregirlo te corté diciendo: noo, déjalo, no me molesta, me agrada… sabes que me gusta más que las personas me llamen así, es más familiar y más práctico… tiene menos letras jaja- entonces sonreíste cálidamente y me dijiste dulcemente: está bien, Andy… buen provecho- y comenzaste a probar tu plato.

Durante la cena te entretuve platicando de algunas anécdotas que me preguntaste de mi viaje y de mi vida en Europa, te conté costumbres y demás curiosidades, por fin platicabas conmigo de todo lo que había pasado en tu vida, después la chica se acercó ofreciéndote otra cerveza que aceptaste y cuando fue por ella me preguntaste si yo no iba a pedir otra entonces alegremente te dije: oooyye no!!, ni creas que me vas a embriagar para aprovecharte de mí, quien crees que soy, no soy tan fácil como piensas- tú te reíste y contestaste sarcásticamente con un “sí, claaaaaaro”, aunque me terminé rindiendo con muy poco trabajo y pedí otra (y luego una más XD), me divirtió mucho el hecho de observar tus manías para comer, nunca me gustó salir con las chicas que estaban obsesionadas con sus 20,000 dietas indiscutibles y que se la pasaban toda la noche mordisqueando una maldita zanahoria, pero caramba!!!!, tú a pesar de tu bella complexión estilizada podías comerte una vaca entera y seguir con apetito, y eso que dijiste antes de salir que no tenías mucha hambre (bendito metabolismo que tenías :D), caray en serio que pensé en el mismo momento en que con tus finos modales usabas los cubiertos para seguir tomando los bocados de tu plato: diablos, adoro a ésta mujer!!!!, eras perfecta, no te importaba si la comida era tan picante que te hacía llorar, era genial verte así y muy divertido, simplemente estar contigo era maravilloso, nos la pasamos fenomenal cenando y bebiendo, antes de terminar hice el comentario que desde que había regresado seguro aumentaría como 5 tallas si seguía comiendo a ese ritmo y pude ver cómo me estudiaste con la mirada, sonreíste coquetamente y me dijiste que tú veías que estaba en estupenda forma, entonces te agradecí el comentario diciéndote igualmente de forma traviesa: pues tú igual estás muuuuy bien, te ves increíble - entonces fijé mi mirada por todo tu cuerpo , estudiándote, recordándote, deseándote, amándote.

Al salir de allí fuimos a dar un breve paseo por la ciudad que iluminaba la oscuridad de la noche con sus luces neón, los establecimientos abiertos, las luces de lámparas y avenidas, los autos que circulaban por ahí… luego pasando con el auto te mostré por dónde estaba mi antigua casa, en la que debería estar alojándome (aunque estar viviendo cerca de ti era mucho mejor opción ;) jaja), vimos el espectáculo nocturno de unas fuentes danzantes que había cerca de un parque y regresamos al rancho. Cuando llegamos ya algo tarde no me di cuenta que sólo las luces del cuarto de Rebeca estaban encendidas, la estancia estaba casi a oscuras y entonces antes de que te escaparas a tu habitación, te tomé de la mano, te atrapé por la cadera muy cerca de la puerta, jugué con tu cabello y te dije en casi un susurro: gracias por la cena, me la pasé muy bien… aunque sólo faltaría algo más para que fuera perfecta la noche- al ver el ligero brillo de deseo en tus ojos que mis palabras provocaban en ti, te acerqué más a mi cuerpo, acaricié delicadamente tu rostro y continué diciéndote: No sabes lo difícil que es estar cerca de ti después de tanto tiempo y no poder tocarte otra vez, sé que prometí respetarte pero me muero de ganas de romper mi promesa…- entonces vi cómo te acercaste un poco más a mi esperando a que te besara, noté como dejabas descansar tu mano a un lado de mi cintura, bajé mis labios lentamente hacia los tuyos pero entonces la voz de Rebeca que nos llamaba desde lo alto cortó la inspiración del momento (maldición!!!! que miserable suerte tenía ¬¬), me separé inmediatamente de ti mientras que tú nerviosamente encendías las luces como si nada cuando Beks bajó las escaleras preguntando amigablemente y con una sonrisa dónde habíamos estado sin darse cuenta de nada, juro que el cariño tan grande que le tenía a mi amiga me hizo casi no odiarla por interrumpir, tú le contaste calmando tu voz que habíamos ido a cenar y preguntaste por Héctor, ella nos explicó que tenía que ir con sus hermanos a un juego de futbol al amanecer y por eso ella lo dejó ir a casa temprano, además hizo una broma de que así no tendría la tentación de tener la casa sola con él (que era justo lo que yo quería contigo ¬¬), luego nos sugirió desvelarnos viendo una peli y tu aun con los nervios inestables aceptaste, yo no tuve más remedio que aceptar sonriente también el plan.


Gracias por continuar leyendo y por sus comentarios, lamento si me tardo mas de lo que quieren o si hago sentir mal a alguien por como va la historia pero en serio prometo que hare todo lo posible por  que al final queden contentos mis fans jajaja, por lo mientras espero les guste esta parte y saben que recibo encantada sus comentarios, un beso