Ella es una depravada, y a mi me encanta...
Continuación de "El mejor día, Solo con Ella", por mucho les adelanto que es lo mas depravado, morboso y sádico que he escrito, pero tiene rosas? claro que si!
Es difícil describir las cosas que pueden pasar por la mente de una pareja que va camino a practicar el BDSM, ambas sabíamos a que íbamos cuando agarramos el autobús para mi residencia, ambas sabíamos que independientemente de nuestro amor, hoy, solo por hoy, el placer más primitivo era lo que nos movía y nos hacia respirar entrecortadamente.
Jamás me había visto a mi misma como una Dominante, pero hay estaba yo, guiando a mi novia, Ella, mi Sumisa, la persona de mis sueños y la dueña de mi corazón, y porque no decirlo, de mi placer, porque si algo la caracteriza a Ella por encima de cualquier persona, que solo sus ojos y un simple toque de sus manos podían encender mis pantis de una manera descomunal.
Tengo que decir algo de forma responsable, practicar el BDSM no es cualquier cosa, no es ni cerca parecido a lo que se lee en las novelas eróticas, y por más que quiera implantar la realidad más cruda en mis relatos nunca podre describir el dolor de un azote, además, no cualquier persona soporta uno siquiera.
Sin dejar de mencionar la confianza que debes tener con la persona con quien lo practicas, ponte a pensar un segundo, llegara el momento que tu pareja quiera amarrarte, vas a estar indefensa, tú crees que esa persona merece y puede controlar esa responsabilidad? Serias capaz de dar esa confianza?
Lo que quiero decir con este paréntesis, que hoy por hoy el BDSM es algo que está de moda, pero yo llevo casi 8 años practicándolo y no sé ni la mitad de las cosas, si quieren practicar, por favor lean mucho, busquen información, comuníquense con su pareja todo lo que puedan, y no tomen las cosas a la ligera.
Y de verdad perdónenme el paréntesis, pero me siento responsable de lo que escribo y puedo decir con propiedad que existen muchas personas que han salido heridas por tomar el BDSM a la ligera, por todo lo demás, es una experiencia única, y más aun si lo practicas con alguien que de verdad lo merece y aprecias.
Era curioso ver que era Ella quien estaba más apurada en llegar a mi residencia, cuando abrí la puerta pude ver que mis compañeras se habían ido a sus hogares, me alegre porque ese fin de semana tendría la casa completamente para mi, entramos y nada Ella se adelanto un poco a mi le di un fuerte azote sobre el vestido.
-¿Y eso por qué? Yo no me he portado mal… todavía. La mire con cara de molestia, y con una fuerza que solo la excitación puede darme agarre su mano y voltee de nuevo su cuerpo para propinarle otro azote un poco más fuerte, pero esta vez levantando su vestido hasta su cintura.
Sus glúteos estaban al rojo vivo, calientes, le conteste. –Porque quiero, así de simple, todavía te faltan unos cuantos azotes para pagarme los celos de anoche. Ver como bajaba la cabeza y con una sonrisa casi imperceptible solo asintió con su cabeza y se recostó en pompa sobre uno de los muebles quitándose el vestido, solo quedándose con sus hilos negros.
Me coloque justo frente a sus glúteos, verla entregada de esa forma, jadeante, y sobre todo expectante, hizo que yo misma temblara de la excitación, sobe suavemente sus glúteos, acerque mi rostro y lo bese, abrí un poco sus glúteos y pase mi lengua alrededor de su ano, todo su cuerpo se estremeció, Ella levanto su rostro y me miro con cara de viciosa mientras yo seguía con mi lengua explorando su bello culo, concentrado mi lengua en su esfinger.
Metí mis dedos entre sus piernas y quedaron empapados por los jugos que salían de su vagina, era impresionante la temperatura que tenia, parecía que Ella no tenia limites para su placer, metí un par de dedos que entraron como mantequilla, al poco tiempo su cuerpo empezó a estremecerse, estaba muy cerca su orgasmo, en ese momento metí un dedo en su ano, por mi trabajo con mi lengua entro con relativa facilidad, empecé a masturbarla de esa forma, con ambas manos en sus dos partes más privadas he intimas.
Ella ya no podía más, estaba justo al borde del clímax cuando detuve todo y busque entre las compras las esposas, se las puse con sus manos hacia atrás, no sin antes preguntar con la mirada su aceptación, el consolador con arnés podía esperar.
La voltee y empecé a trabajar en sus pezones, los mordía, los pellizcaba, los besaba, mientras con una mano acariciaba los alrededores de su entre pierna, podía ver como Ella intentaba quitarse las esposas para obligarme tocarla, pero no me importaba, solo quería hacerla sufrir de la forma mas placentera posible.
-Por favor, TOCAME! Me rogaba, casi en lagrimas, en ese momento quise hacerla acabar de la mejor forma que se, metí mi rostro entre sus piernas y casi al instante que puse mi lengua en su clítoris Ella llego a un orgasmo tan intenso que sus jugos prácticamente llenaron todo mi rostro.
Ella estaba agotada, física y mentalmente, le quite las esposas con cuidado y la incorpore, nos metimos en la ducha solo abrazadas por lo menso una hora, nos acostamos y dormimos hasta que oscureció.
Ahora es que queda fin de semana, así que prepárense, que acabamos de empezar….