Ella ¿es mía?
Segunda parte de mi relato, Por primera vez Ella, es uno de los momentos mas bellos de mi vida y quiero compartirlo, que lo disfruten... esta vez... si esperen rosas...
Ella… ¿es mía?
No puedo ni imaginar que hubiera pasado en mi vida si Ella no fuera llegado a mí en ese momento justo, sin esas palabras tan dulces esa noche cuando me respondió “era tuya desde el primer momento que te vi”, sonara como el cliché mas cursi de todos, pero sencillamente me enamore en una sola noche, con una simple mirada y no me da ninguna vergüenza reconocerlo.
Esa noche cuando Ella se quedo conmigo por primera vez dormí como nunca había dormido, sentía una calidez y una tranquilidad intoxicante, desperté como a las 11 de la mañana con algo de resaca, pero sentir el cálido aliento de Ella junto a mi cuello hizo valer la pena cada trago, verla dormir fue una sensación casi indescriptible para mí, no sé cuánto tiempo exactamente paso, pero más de media hora dure solo viendo su bello rostro, detallando la piel de hermoso muslo desarropado y sobre mi cuerpo, estaba en una nube y el problema era que no sabía qué hacer, si me paraba podía despertarla.
Estaba famélica y pensé que ella estaría igual, como una gata me acorruque y Salí de su abrazo con mucho cuidado, logre ir a la cocina y no pude evitar las bromas de mi mejor amiga que estaba en la cocina, con el rostro aun rojo prepare un par de arepas y serví un par de vasos de coca cola (si lo sé soy toda una chef profesional) y me fui directo al cuarto para despertarla, cuando entre la desperté con un tierno beso en la mejilla, Ella casi de inmediato me agarro el rostro y me dio un beso con fuerza que casi me hacen caer sobre ella, me separe y no puedo evitar suspirar mientras escribo estas líneas al recordar su rostro recién levantada y con una sonrisa picara que sabia solo era para mí, casi no hablamos, ella solo me agradeció la comida y me regalo otro beso esta vez mucho más suave y delicado, con mucho valor le propuse quedarnos ese día solo para ver películas, pero ella me dijo que tenía que estudiar para un parcial importante y de verdad tenía que estudiar o saldría mal, realmente me sentí un poco mal por su respuesta pero realmente la entendí, luego me miro fijamente y me dijo. –Pero antes de irme me quiero bañar… pero contigo.
Cuando entramos al baño que gracias a dios tengo en mi habitación ya estábamos besándonos desenfrenadamente, todavía me dolían los labios de la noche anterior pero poco me importaba sufrir por gusto si era por Ella, entramos a duras penas al baño juntas, a estas alturas ya no sentía el tacto del agua, solo el de sus manos y de sus besos, nunca antes había sentido tanta pasión en unas caricias, sus manos recorrían todo mi cuerpo, sin durar demasiado tiempo en una sola parte, me apretaba los senos, acariciaba mi espalda, mis caderas, apretaba mis glúteos de una manera que me volvía loca, mi entre pierna ya vibraba y derramaba sus jugos y todavía no la había tocado, yo mientras tantos estaba aferrada a sus besos, con mis manos agarraba su rostro como para impedir que se separar de mi, en un momento ya no aguante mas y le pedí, bueno, casi le grite que me tocara, no pude evitar derretirme con su sonrisa y derretirme aun mas cuando con su mano toco los pliegues de mi entre pierna y me hizo recostar mi rostro contra las paredes del baño, Ella empezó a masajear mi clítoris y con su otra mano estaba aferrada a mis glúteos buscando con la entrada de mi vagina, devorando mi cuello, estaba casi llegando a un orgasmo cuando se puso en cuclillas y poso su lengua en mí, no podría expresar con palabras las sensaciones que el agua de la regadera y ella en mi entre piernas me hicieron llegar al clímax mas fuerte que había sentido hasta ese momento, me sentí mareada y casi caigo del puro gusto ella se incorporo y me abrazo, estuvimos unos minutos solo acariciando nuestras espaldas cuando con fuerzas que salieron mi parte más primitiva, agarre fuertemente de sus brazos y la voltee, esta vez me coloque detrás de ella y con mi lengua recorrí toda su espalda, con mis manos iba dibujando su figura y metí mi rostro entre sus glúteos, me deje llevar por mi instinto y recorrí con mi lengua su esfínter, ella se aferro de la pared ya que sus rodillas parecían no sostenerla, metí mi mano entre sus piernas y con mis dedos masajee su clítoris mientras mi lengua estaba concentrada en darle placer, su orgasmo fue aun más fuerte que el mío, no pude evitar apretarle los glúteos mientras ella llegaba dejándole marca, para mi sorpresa no se quejo y cuando le pedí perdón se volteo y me dio otro de sus besos duros y llenos de pasión, cuando salimos del baño nos vestimos en silencio, en realidad no sabía si la volvería a ver, porque ni su número de teléfono tenia.
Cuando ella se estaba despidiendo de mí me volvió a besar, esta vez delante de mis compañeras de residencia. -Soy tuya, pero también tú eres solo mía, yo no comparto y tú no lo harás. Me dio su número y se despidió, mis amigas estaban un poco impactadas, pero alegres por mí, cuando entre a mi cuarto todavía olía a su Versace Black de hombre y no pude evitar preguntarme… Ella…. ¿Es mía? O yo soy de ella.