Ella engaño a mi mejor amigo... conmigo (5) final
buenos dias: mi dulce amor...
No paraba de escuchar mis canciones favoritas y como la mayoría son canciones tristes que hablan de amores que no tienes, tenía la carita empapada de tanto llorar, extrañaba a valentina, quería que fuera solo mía, pero ahora había alguien más a su lado.
Entró Juan al cuarto y pregunto si mientras salí había pasado algo, ¿porque estaba tan devastada? Respondí contándole que había visto a valentina con alguien mas, no vi las características de la otra nena porque simplemente solo podía ver como valen se reía con lo que la otra nena decía, Juan respondió que como no estábamos seguros de quien se trataba que no me pusiera mal pues quizás era un amiga mas de tantas que ella tenía; le dije que no importaba quien era, a fin de cuentas valen ya no seria para mí, yo ya había perdido la única oportunidad que tuve con ella, lo mire y le dije que por favor me dejara sola, necesitaba tratar de descansar. Se paró de la cama y salió del cuarto, puse un poco mas de volumen a mi música y otra vez mi mente trajo los recuerdos de valen entre mis brazos, los recuerdos de esa noche interminable donde me sentí tan bien, me sentí volar, esa noche que por mis tonterías ya nunca más se repetirá, quien iba a decir que mientras yo pensaba en que había traicionado a mi amigo, la traicionada era yo!
Toda la noche me la pase así, puedo decir que no dormí ni un segundo, miro hacia la ventana y para mi felicidad ya había amanecido, que noche tan interminable, me doy una ducha eterna, amo ver el agua cayendo por mi cuerpo; pasadas como dos horas siento que alguien entra a mi cuarto, era Juan que gritó desde el otro lado de la puerta del baño, maría sal rápido desayuna con nosotros, y sal arreglada de una vez, vamos a salir. Aunque yo no quería salir, con Juan era imposible negarme a algo, me conocía tan bien que sabía que algo haría para que me sintiera mejor y no sé como siempre lo lograba, así que estaba tan deprimida que decidí decirle que sí, que en un momento bajaba.
Salimos de casa y como en una hora llegamos a un centro comercial y vi a Paula medirse mil pares de zapatos, Juan reírse de las tonterías que hacia Paula mientras yo miraba a la gente pasar buscando algo que sabía que no iba a encontrar salimos del centro comercial y fuimos a almorzar, aun no sabía cuál era la secreteadera de Juan y Paula sabia que algo tramaban pero aun no sabía que era.
Luego fuimos a mi parque de diversiones favorito, ellos sabían que me encanta estar allí y no dudaron un segundo en llevarme, ellos se veían muy felices y me daba rabia conmigo misma el estar sola y el haber dejado ir a valen. Me subí a todos mis juegos preferidos, mientras veía como llegaba la noche, ya era tarde y salimos rumbo a la casa, agradecí a Juan por el lindo día y me respondió que de nada pero que aun el día no terminaba para mi, que subiera a mi cuarto y me pusiera linda para una noche de fiesta y como dije antes es imposible decirle que no, a la hora baje a la sala, y ya estaban Juan y Paula listos, salimos de mi casa rumbo a mi disco predilecta.
Llegamos y pedimos la mesa de siempre, no sabía porque la noche se veía inexplicablemente hermosa veo acercarse a mí la figura de una mujer, mejor dicho de una diosa, ya conocía esa figura pero no me atrevía a mirarle la cara, me sentía nerviosa y me dolería alzar la vista y que no fuera valen. Me arriesgue y mi mirada se encontró con la suya, me puse más nerviosa aun, era valen, no sabía ni que pensar o cómo reaccionar, se sentó a mi lado y me pregunto que como había estado, lo único que pude responder era que la extrañaba.
En ese momento llego Juan y me pregunto si me había gustado la sorpresa, que teníamos muchas cosas de que hablar y que él se iba con Paula a casa de él, que no llegaría a mi casa para no interrumpir la celebración.
lo mire con una sonrisa picara y al mismo tiempo de agradecimiento por ponerme a valen frente a mí de nuevo, se retiro de la mesa y nuevamente quedé en trance, los nervios no me dejaban pronunciar palabra, que momento tan incomodo, tenía en frente la mujer que quería para mi vida y no era capaz de hablar; me dijo que Juan le había contado que yo la había visto en el restaurante, que no tenía nada de qué preocuparme que si reía con la otra nena es porque esa nena era su hermana que había acabado de llegar al país y estaba muy contenta de verla. Me sentí como una tonta, nunca me imagine eso, que estúpida, no te trates así, me dijo. No me di cuenta que lo de estúpida lo había dicho en voz alta, mejor vamos a bailar volvió a decir. no respondí nada pero mientras la miraba ya me estaba parando de la mesa con su mano en la mía.
Me conto que estos últimos días habían sido difíciles, que no sabía porque necesitaba saber de mi, que me extraño demasiado y que el mundo le brillo la noche anterior cuando Juan la llamo a contarle todo lo sucedido. También me comento que no había sentido dolor por lo de Juan y Paula que en cambio había sentido alivio por no haberlo lastimado pues lo único que le dolió era habernos separado.
No dije nada a todo esto aunque me ponía muy feliz, mi única reacción fue darle un beso, un beso eterno. Terminó la canción y le dije en mitad de la pista que si quería ser mi novia, inmediatamente me abrazo y me dio otro beso, todos aplaudieron y no se imaginan lo roja que me puse, que vergüenza.
A media noche salimos del bar y nos dirigimos a mi casa, llegamos y la pasión nos inundo, no queríamos hablar más, solo queríamos recordar aquella noche interminable, esos profundos besos, esas tiernas caricias y mucho mas.
Subimos a mi cuarto envueltas en pasión, devorando nuestros labios, sin darnos cuenta de cómo, ya las dos estábamos completamente desnudas, me encantaba ver ese cuerpo, su textura; besé su cuello y soltó un leve gemido, seguí bajando hasta sus senos, los chupe, y jugué con ellos, seguí hacia su abdomen, baje mas y encontré su sexo, estaba húmedo, dejé que mi lengua jugara dentro de el, mientras que dirigía uno de los dedos dentro de ella, y la penetraba; sus gemidos cada vez se hacían más intensos, me volvía loca la manera como me gritaba que siguiera que no parara, pronto llegó a un orgasmo inmenso, lo sé porque llenó mi boca de sus jugos y yo sin reproches los trague me encanta como saben.
Subí hacia su rostro para besar de nuevo esos dulces labios, para probar la ternura de sus besos y un beso llevo a otro y me excite mucho mas, ella lo noto y comenzó a hacer lo mismo que yo a ella, cuando llego a mi sexo lo lamió un rato y me dijo que me parara de la cama, lo hice sin preguntar nada, me inspiraba confianza y seguridad esa mujer me ofrecía todo lo que siempre quise en mi vida. se sentó en el suelo y cruzo sus piernas me dijo que me sentara encima de ella, yo obedecía y mientras me sentaba sentía como su dedo me penetraba, empecé a gemir era un placer indescriptible, mientras seguía penetrándome besaba mis senos y eso me mata, me pone a mil, al notarlo subió la velocidad de la penetración y comenzó a mordisquear suavemente mis pezones, explote en un orgasmo genial. La bese mientras subíamos a la cama de nuevo para entrepiérnarnos y pasar así toda la noche entre besos y caricias.
Al otro día la luz me despertó y al mirar al otro lado de la cama la vi observándome, sonrió y dijo: buenos días mi dulce amor
Espero que les haya gustado la historia, muchas gracias a todos los que la siguieron y pidieron la continuación, pues como ven llego al final, pronto escribire otra historia, espero sus comentarios. Gracias por todo. Besos