Ella baila entre las llamas

Autoerotismo

Ella baila entre las llamas Hoy, este día, esta tarde, esta noche, este momento en este preciso lugar: un cuarto mal habitado, he tenido ganas de escapar. Lejos de vecinos hipócritas y sonrisas falsas. Siento la profundísima necesidad de independizarme. Pero no…estoy encerrada en un cuarto, donde muy cerca hay dos personas que charlotean de cosas que ni evocan en mí. Escuchar a mi madre se me hace aburrido, repetidor. Me imagino en mi mente que estoy en otro lugar. Ahora estoy en ”mi casa”, vivo sola, es tarde. La noche esta apenas fresca y yo abro la puerta con el ruido cruaaaack que hace siempre. Dejo mi abrigo sobre el sillón que esta a la derecha al entrar. Me pongo cómoda en mi lugar, en mi sitio, en mi vida…las paredes me observan, ellas sonríen y callan. Me siento, me saco las botas, la camisa, el pantalón, el maquillaje que pintan mi rostro. Mi pelo ya no es un moño, sino una melena revuelta. Me levanto y respiro hondo…y descalza en ropa interior me dirijo a la cocina. Abro la heladera, que para costumbre esta algo vacía, solo contiene frutas, arroz blanco, y jugo. Bebo el jugo que esta concentrado con cantidad de pulpa y azúcar. Miro hacia la ventana y refleja mi silueta, creo que se ve hasta mi aura. Si miro el vidrio, me veo con una pequeña tela que cubre el genital, agarrado con un hilo y una flor. Se ve armoniosa, dulce, fatal. Si miro bien hacia la ventana, veo chispas, rayos, ondas con miedos y tempestades. Luces de todos colores, puedo distinguir el celeste y el rosado. Estoy rodeada de luz, las luces predominan. El disco de Santana comienza a sonar, pero no arranca con la primera canción, es Samba PA Ti. Todo es tan extraño! Me digo. Los hilos invisibles son extraños, las señales que nos unen los son, la realidad también lo es, ya no se lo que es real y lo que no. La guitarra de Santana me dice que no, que no debo vivir como un duro, que debo mover cada parte de mi cuerpo para que no pierda su armonía. Así como estoy…bailo. Me muevo sin pensar como y porque. Cuando abro los ojos me doy cuenta que no estoy mas en mi casa, que estoy en una plataforma aérea donde solo me encuentro yo, y todas ellas mis estrellas. Por momento soy un ángel, por otros un león, por otros una simple molécula de átomo que esta en plena erupción. Las velas arden, mi cuerpo también. Puedo estar en el infierno, o ser un ángel en el edén.