Ella arruino mi vida 4

Relato enfocado especialmente en Normita

La noche para Ana era insoportable, le era imposible conciliar el sueño, aun estaba en mente las amenazas y el chantaje del que habia sido victima en la tarde a manos del despreciable vejete de don Cheo, ese tierno viejecito que la habia visto crecer, que siempre le guardaba una sonrisa que a ella le hacia olvidar lo horrendo que era, su decepcion habia sido muy grande, no era mas que otro viejo verde de esos que tantas veces le habian gritado vulgaridades irrepetibles en la calle, en pocas palabras alguien que solo la veia como un pedazo de carne.

Lo habia pensado muy bien, y por mas asquerosa y vil que era el chantaje del viejo no veia otra salida, sus padres nunca le perdonarian que le haya entregado su preciada virginidad a Fabian en un arranque de calentura, y peor aun que haya pasado por su cabeza la idea de matar a esa pobre criatura haciendose un aborto, su familia era humilde pero muy decente y jamas se les ocurriria algo semejante.

El tiempo apremiaba, ya tenia casi un mes de gestacion y sabia que el aborto se debia realizar de inmediato de lo contrario las cosas se complicarian aun mas y de paso hasta su vida correria peligro, necesitaba como minimo 300$ para realizar aquel ilegal proceso y ella una simple colegiala no tenia ni un centavo.

Ana hubiera preferido mil veces que Cheo le hubiera pedido que se acostara con el a cambio del necesario dinero, pero no, no era su semana de suerte y el vejete solicitaba a su amiga Norma, esta era la parte en la cual ella entraba en panico, pues no sabia como lidiar con una situacion tan delicada, ella estimaba a Norma aun cuando desde que se revolcaba con su padre le dio cargo de conciencia y marco cierta distancia con ella, ¿como podria pedirle semejante cosa? solo le quedaba el engaño.

Al sigiuiente dia Ana fue al colegio como de costumbre, aunque sin muchas ganas ya que los estragos del embarazo eran mas notorios, a lo que regreso Cheo le hizo una seña que signficaba que le urgia hablar con ella.

La muchacha entro nerviosa a la tienda de Cheo que la esperaba muy impaciente.

-¿y que diablos estas esperando pedazo de idiota? quiero a tu amiguita en 4 patas aqui en mi casa lo antes posible o ya sabes que te pasara y te jodes la vida, tu decides-

-Pero don Cheo, lo que usted me pide es una locura Norma nunca aceptaria venir hasta aqui, ademas no se como convencerla, por lo menos deme mas tiempo-   decia Ana ya con sus lindos ojitos verdes humedecidos y la voz entrecortada.

-No me vengas con pendejadas, yo tengo todo el tiempo del mundo, la que no tienes tiempo eres tu preciosa, que no te das cuenta de que muy pronto todos en el vecindario notaran tu pancita y cuando eso suceda ya no podras abortar y tu vida se ira al tacho de la basura, asi que aprovecha que aun controlas tu destino-

-Esta bien, yo vere como me arreglo para traer a Ana hasta aqui, pero siempre y cuando usted me acompañe hasta la clinica donde hacen los abortos hoy mismo -   el viejo se impresiono de la astucia de la muchachita, no queria cooperar con ella pero si queria tener en 4 patas a Normita, tenia que cumplir con parte de su trato.

-jaja zorrita del demonio, no pues si de tonta no tienes un pelo, esta bien y solo porque necesitas hacerse ese aborto lo mas pronto posible, te hare compañia jeje pero escuchame muy bien ramera de cuarta, si en 3 dias tu amiguita no esta en mi cama le cuento la verdad a todo el mundo incluyendo a tus papacitos y sabes que con la estima que me tienen me creerian todo lo que les diga, asi que estas advertida-

Sin ser vistos la inusual pareja comparada conformada por el asqueroso viejo Cheo y la preciosa Anita se encaminaron hacia la clinica que en forma clandestina realizaba abortos, el personal de la misma daban por sentado que el viejo y la chica eran abuelo-nieta y no se hicieron muchas preguntas al respecto.

Temblando de miedo Ana entro a una rustica habitacion mientras Cheo pagaba y hacia los tramites correspondientes con los encargados de la clinica, la pobre estaba que se moria de miedo, solo ahí habia llegado a hacer conciencia de todas las estupideces que habia hecho por culpa de la calentura y de sus estupidos impulsos, pero ya no habia marcha atrás, o era eso o su vida se iria por el caño, el proceso no duro ni una hora y Ana se habia liberado de aquella criatura inocente que si bien no habia pedido venir al mundo, su existencia solo destruiria la vida de su joven e inmadura madre, ya que el tipo que lo engendro no era mas que un viejo pervertido que no media las consecuencias de sus actos.

Cheo mientras tanto jugaba candy crush en su celular, (cosa que le habia enseñado Ana en sus ratos libres) para hacer tiempo hasta que Ana salga del improvisado quirofano, la muchacha salio caminando muy despacio y con una expresion de dolor en su bello rostro, realmente daba lastima hasta donde habia llegado la pobre con sus mentiras pero realmente se lo merecía.

En el camino de regreso Ana lloro todo el tiempo, se sentia pesimo no solo en su fisico sino en su conciencia, no podia llevar ese crimen que habia cometido, no estaba criada para hacer algo asi, pero ya era tarde para arrepentirse.

-ey que paso,¿ hasta que hora vas a llorar? No seas tonta Anita, te acabas delibrar de una carga enorme en tu vida, deberias de estar contenta jejje-

-callese, usted no sabe como me siento en este momento, acabo de asesinar a mi hijo, me quiero morir, ¿se imagina que pasaria si mis padres se enteran de lo que he hecho?-

-jajaj no seas boba preciosa, no tienen porque enterarse de nada de esto, sera nuestro secretito, ademas tu no podias hacerte cargo de ese bebe, mirate eras una niña, claro que si te sentiste grande para abrir las piernas para ese degenerado jeje pero el asunto es una chica de tu edad no debe de ser madre en ninguna circunstancia y menos en las tuyas, asi que dejate de llorar antes de que tu familia se de cuenta-

El taxi los dejo varias calles lejos del barrio donde ambos vivian para no despertar sospechas, el viejo se despidio de la muchacha no sin antes advertirle que debia pagarle ese favor

-bueno ya sabes Anita, esta misma semana espero a Normita en mi tienda, no se como te la vas a arreglar pero quiero esa cosita rica en mi cama jeje, y acuerdate si no cumples te ira muy mal, ademas recuerda de que el padre de tu amiguita te hizo mucho daño, mira como te ha dejado, arruinada, embarazada y abandonada, deberias de odiarlo a el y a su maldita familia ¿no crees?, es una buena forma de vengarte de todo lo que te hizo-

Ana no le respondio nada solo agacho la cabeza, tal parecia que sus problemas estaban muy lejos de solucionarse.

El tiempo apremiaba y Ana lo sabia muy bien, tenia que hacer algo y tenia que hacerlo rapido, aquella misma noche tenia que ponerse en contacto con Norma si queria que las cosas salgan bien, se sentia asquerosa con toda esa situacion pero es que no tenia de otra, o era eso o su familia se enteraria de todas las tonterias que habia hecho en los ultimos meses, estaba a punto de hacer algo igual o mas horrendo que el aborto, estaba a punto de entregar a su amiga a un viejo asqueroso que Dios sabe que cosas le haria.

A unas pocas cuadras de la casa de la imprudente Ana, Norma se sentia mas contenta que de costumbre, sus padres ya casi no peleaban y su distancia con Ana le habia permitido explorar mas su belleza y su entorno ,sin tenerla a un lado y que alguien le diga todo lo que tenia que hacer, Norma no era estupida, se miraba al espejo y se daba cuenta de que era hermosa, pero siempre sintio que le faltaba mas confianza o mas malicia, y eso era precisamente lo que habia ganado al conocer a la coqueta Ana.

En los casi 12 meses en los cuales su familia se habia mudado a ese nuevo vecindario, Normita habia visto que su vida habia cambiado para bien, la amistad con Ana la hacia feliz, ella era mucho mas despierta, mas coqueta, se maquillaba mejor, y sobretodo se vestia de tal modo que todos los hombres sin distincion de edad se quedaban babeando cada vez que la veian pasar, ella era mas timida, pero en el fondo se moria de ganas de ser un poquito como Ana.

Lo que no ignoraba la pobre chica era que la presencia de Ana en su vida no era porque ella le caia simpatica, sino por un motivo que ni el mas atrevido lo hubiera adivinado, esa sensual y traviesa chiquilla se sentia atraida por su padre, un viejo verde que estaba muy lejos de ser un galan, cosa que su madre una vieja loba de mar ya habia comenzado a percibir, motivo por el cual la presencia de Ana en la casa se habia reducido casi a nada.

Pero como no hay mal que por bien no venga, esa extraña ausencia de Ana en su vida le habia dado a Norma el tiempo suficiente para probar las clases que le habia dado su curiosa amiga en los tiempos en los cuales eran inseparables.

Uno de los consejos mas valiosos que le habia dado Ana era que cambie de ropa, la ropa que usaba Norma casi siempre era escogida por su madre, era demasiada conservadora, faldas  mas alla de la rodilla, pantalones muy holgados, y un maquillaje muy tenua casi inexistente, casi no recibia piropos a pesar de lo bella que era ya que casi siempre iba acompañada por su mama a todas partes y su vida social era muy nula, pero la paranoia de su madre que tenia fuertes sospechas de que su marido tenia una aventura la tenian demasiada ocupada como para fijarse en las cosas que hacia su hija, ademas su hermanito Fabiancito jr se encontraba atravezando por una terrible depresion al ver como su diosa Ana simplemente habia desaparecido de su vida, el pobre puberto habia regresado a ver porno como antes como una manera de paliar en algo con el dolor de no ver a la hermosa Anita.

En pocas palabras Norma por primera vez en sus 16 añitos de vida se sentia libre e independiente de vestir y de hacer lo que le diera en gana.

Lo primero que hizo fue cambiar casi por completo todo su armario, adios a esas ropas tan feas y de viejas frustradas que su madre la obligaba a ponerse, trato de comprarse con sus ahorros ropas algo mas atrevidas y que se parecian en algo a las que usaba Ana, claro que el resultado no era el mismo ya que ambas muchachas eras muy bellas pero a su manera, mientras Ana era sensualidad innata, de la cintura para abajo no tenia rival, tenia las medidas perfectas, en cambio Norma era unos cm mas alta, mas delgada y tenia un porte mas elegante, eso si ambas por cosas del destino poseian unos ojos verdes hermosos, pero los de Norma eran mas lindos ya que eran enormes.

Tal como se lo habia prometido a don Cheo Ana con el corazon destrozado marco el numero de celular de Norma, lo que estaba por hacer cambiaria para siempre la vida de ambas.

-hola Norma ¿como estas amiga?-   el corazon de Normita se sintio muy contento ya que eran varias semanas que por una extraña razon Ana se habia ausentado de su vida casi desapareciendo, por lo cual esa llamada le habia devuelto el alma al cuerpo.

-ay amiga yo estoy muy bien y tu? No sabes como me muero por verte-      Ana trataba de responder pero su voz llorosa y el terrible cargo de conciencia no la dejaba, pero sabia que no tenia de otra asi que se armo de valor y le conto otra de sus mentiras.

-si…si yo tambien tengo muchas ganas de verte amiga, tengo tantas cosas que contarte que ni te imaginas, tenemos que vernos de inmediato, que dices del domingo-   Ana le decia esto a proposito ya que ese dia era el unico que el despreciable de don Cheo cerraba su negocio y asi podria hacer lo que quisiera con Norma.

-¿y porque no podemos vernos antes ?-

-es que la verdad es que estoy castigada amiga, y recien mis papas me levantan el castigo el domingo, es que saque malas notas en el colegio-

-ah bueno no te preocupes,¿ el domingo donde nos encontramos?-

Era en ese momento cuando Ana llevo a su cabo su malevolo plan, ella no lo hacia por maldad, pero es que estaba desesperada de que su secreto estuviera a salvo.

Ambas muchachas quedaron de acuerdo en la hora y lugar, el domingo a las 3 de la tarde se verian en la tienda del vejete pervertido de don Cheo, todo estaba arreglado, Ana jamas asistiria a la cita, sino que la ocasión seria aprovechada por Cheo para abusar de la hermosa Norma, era un plan miserable y siniestro, pero las cartas estaban echadas, ahora solo quedaba esperar.

Aquella misma tarde en la cual las chicas se habian puesto de acuerdo para reiniciar su amistad, el ambiente en casa de Norma era muy calmado, Fabian llegaba a casa despues de un extenuado dia de trabajo, se púso de mal humor apenas entro a su casa ya que su mujer se habia ido al banco a hacer un tramite para que le den un nuevo prestamo para agrandar la casa, lo que significaba una deuda mas que a el no le hacia mucha gracia pagar, pero despues de aquella fantastica aventura que habia tenido con su sensual vecinita, cualquier cosa se le hacia poco, y de nuevo le daria gusto a su mujer.

Aparentamente la casa estaba sola y el viejo puso sus gordas posaderas sobre el sofa de la sala dispuesto a ver la tv, sin embargo escucho una curioso sonidito que provenia del cuarto de su hija mayor, Norma se encontraba escuchando musica a todo volumen por sus auriculares, con la puerta entreabierta ignorando que su padre ya habia llegado a casa, normalmente no habia nada raro en eso y Fabian se hubiese retirado de la escena para seguir viendo la tv en su sofa, pero habia algo que en definitiva capto toda su atencion.

Norma se encontraba boca abajo ojeando una revista completamente aislada del mundo, pero su padre no noto aquello sino que se perdia en la inquietante figura de esa hermosura que tenia por hija, ya desde varios meses a Fabian no le hacia mucha gracia que Norma se haga amiga de Ana porque sabia que terminaria por contaminar su inocente personalidad, pero viendo ese escenario quizas muy en el fondo agradecia a los cielos que esa chiquilla haya aparecido en sus vidas ya que parecia que todos habian salido beneficiados.

La muchacha usaba unos pantalones leggins negros que resaltaban estupendamente esas par de hermosas y bien torneadas piernas que se cargaba, y ni hablar de su culo que se veia simplemente alucinante en ese traje tan ajustado, Fabian sabia que era su hija pero no podia sacarle los ojos de encima, en esos momentos no sentia como su padre sino como todo un macho excitado que se le caian las babas al ver a semejante mujeron en que se habia convertido la tierna Norma, o mas bien no se habia convertido sino que recien habia aprendido a querese a si misma y ser mas provocativa.

Sin poder contenerse la verga dentro de su pantalon empezo a crecer hasta ponerse dura y lista como para entrar dentro de una vagina fresca y humeda, en ese entonces recordo todas las veces en las cuales se culeo cuanto quiso a Ana, y le daba muchos celos de solo pensar en que algun jovenzuelo o viejo verde como el tendria las mas pervertidas fantasias con esa imponente hembra que era su hija Normita.

Lo que no sabia el miserable de Fabian era que efectivamente un viejo aun mas feo y mas asqueroso que el estaba detrás de las carnes frescas de Normita y estaba muy cerca de lograrlo.

Llego el domingo y Ana se moria de los nervios, su plan estaba a punto de hacerse realidad, ni siquiera habia podido dormir bien los dias previos, ya que el cargo de conciencia la mtaba por dentro, pero no podia arrepentirse de nada a esas alturas, eran las 3 de la tarde, la hora indicada en que las hermosas jovencitas de encontrarian para charlar y seguir con su amistad, Ana no se presentaria a la cita y apagaria su celular para que Norma no la pudiera encontrar, luego como era su costumbre ya se inventaria una excusa para no quedar mal, total que ya se habia convertido en una mentirosa profesional.

Por su lado Norma estaba muy ilusionada de verse con su amiga otra vez, al mismo tiempo queria que Ana sea la primera en enterarse de que ya tenia novio.

En efecto un muchacho que si bien no era muy bien parecido de nombre Carlos estaba pretendiendo ala hermosa hija de Fabian desde hace ya varias semanas, su padre por pensar en Ana no se habia dado cuenta de nada, su madre por andar detrás del marido tampoco, aun no era nada serio, el chico tenia su misma edad y trabajaba de ayudante del chofer del bus que hacia de su expreso y la iba a recoger al colegio todos los dias.

Era la primera relacion para Norma, y eso la tenia muy contenta, claro que su madre se enteraba seguro se lo prohibia, pero la muchacha se aprovechaba de los problemas de sus papas para dar rienda suelta a todo ese fuego de pubertad que habia dentro de ella.

La relacion evolucionaba de forma lenta, total que aquel humilde muchacho ya se sentia realizado de pasearse de la mano con ese bellezon que era Norma, que sabia que estaban muy pero muy lejos de su alcance, de besos y caricias sencillas no pasaban y aunque Carlos se moria de ganas de ser el primero en poder tenerla con las piernas abiertas, no queria presionarla.

Pero habia alguien que tenia las mismas ganas que el que estaba muy cerca de tenerla a su disposicion, en efecto, ya el reloj marcaba las 3 en punto, Norma se habia presentado de forma muy puntual a su cita, tenia tantas cosas que contarle a su amiga que ni siquiera sabia como empezar, habia acudido a la misma vestida de forma muy sencilla y nada pretenciosa ya que madre estaba en casa, un vestido amarillo con bolitas azules hasta la rodilla, algo ajustado de la cintura para arriba que a pesar de lo discreto que era marcaba perfecto la figura de la lindisima jovencita.

Sus ojos estaban maquillados de forma sencilla, pero por consejo de Ana Normita habia empezado a sacar mas provecho de ese tremendo par de ojazos verdes que con ayuda del rimel se veian bellisimos y con aire de sensualidad criminal, sus labios que eran muchos mas carnosos y definidos que los de su amiga resaltaban magnificamente gracias a los colores fuertes a los cuales se habia acostumbrado a usar en las ultimas semanas.

A pesar de habia hecho mucho por cambiar de actitud con su vestuario, Norma aun era algo timida a la hora de comprar ropa interior, cuando fue de compras sola al centro comercial le dio vergüenza solo de ver esos diminutos hilos y tangas que promocionaban en las diferentes tiendas de ropa, aun no se sentia capaz de usar algo asi, sabia que Ana si las usaba desde los 13 años porque le habia visto en su casa cambiandose de ropa, pero ella todavia no se sentia lista para usar algo de ese estilo, solo se puso los tipicos calzones grandes que usaban las niñas y que su  madre se los habia comprado.

-MAMITA PERO QUE RICA ESTAS, COMO PARA DARTE POR TODOS ESOS AGUJEROS QUE TIENES-

-DARIA LO QUE FUERA POR VER LO QUE TRAES AHÍ DEBAJO DE ESE VESTIDITO-

En las pocas cuadras que separaban de su casa a la tienda de don Cheo Norma fue victima de mas de un grosero que le dijo mas de una leperada, ella no comprendia como era que podia despertar esas cosas en los hombres si para evitarlo usaba ropa muy discreta, pero era muy ingenua todavia y no se daba cuenta de lo que provocaba en el sexo opuesto, esos piropos la ponian de mal humor, ella no era como Ana, que siempre parecia segura de si misma y hasta le sonreia a esos majaderos, hasta parecia que solo se vestia asi para llamar la atencion.

EL camino a la tienda de don Cheo que si bien no era extenso se le hizo larguisimo, era la primera vez que andaba sola por las calles de ese vecindario de mala muerte ya que siempre salia con su mama o con Ana que se llevaba toda la atencion, hasta un grupo de jovencitos que eran amigios de su hermano menor se le quedaban viendo fijamente el culo, Norma se daba cuenta de ello y caminaba lo mas rapido posible.

Finalmente la muchacha llego a su destino, el corazon le latia muy a prisa ya que no le gustaba nada que esos desconocidos le dijeran esas groserias, ella ingenuamente creia que solo los jovenzuelos pensaban esas cochinadas con ella, sin saber de toda la aventura lujuriosa que su padre habia tenido con Ana, hasta ahi Norma creia ciegamente en que los señores de la edad de su papa eran incapaces de decir o de pensar cosas asi de feas de una jovencita como ella.

Pero la pobre Norma muy tarde se daria cuenta de su error, una vez que llego su destino miraba nerviosamente su reloj que su papa le habia comprado para sus 15 años, a las 3 y 10 empezo a marcar el telefono de Ana con la esperanza de que le contestara y le dijera que ya estaba en camino, la tienda de son cheo era solo un punto de partida para que las muchachas se vayan a otro sitio, concretamente un centro comercial que estaba muy cerca.

La tienda del viejo pervertido de Cheo siempre estaba repleta de gente de todas las edades ya que era la unica tienda de viveres del sector, Norma casi siempre iba a con su mama a hacer las compras de su casa, jamas iba sola, no porque le tuviera miedo a Cheo que a ella le parecia muy “tierno” sino que justamente queria evitar las groserias de los babosos que se ponian a jugar futbol en la cancha aledaña a la tienda del vejete.

Su madre solo le habia dado permiso hasta las 5, asi que le urgia hablar con su amiga, el tiempo seguia pasando y ella desesperaba, los domingos en las tardes el viejo cerraba su negocio y se dedicaba a su pasatiempo favorito que era ver porno mientras bebia cerveza, el lugar parecia desierto ya que hasta los campeonatos de futbol se suspendian hasta los lunes.

Norma seguia marcando el numero de Ana sin resultados, en ese momento penso en que talvez antes de cerrar su negocio Cheo habia visto a su amiga y pudiera decirle algo de su paradero, asi que en contra de su voluntad toco el timbre de su casa.

Al vejete se le paro la verga de inmediato al escuchar el sonido del timbre, es que ya sabia que solo podia tratarse de una sola persona y que ademas era la inspiracion de sus mas bajas pasiones

El viejo se quedo perplejo al ver semejante bellezon vestida de forma tan inocente, eso lo ponia a mil por hora, no le importaba ir preso, realmente valia la pena el esfuerzo de estar entre los delicados muslos de tan prodigiosa hembra, trato de ordenar rapidamente todo ese desbarajuste que tenia en la sala de su casa, y se apresto a abrir la puerta.

-oh pero que sorpresa Normita, ¿que te trae por aquí?-

-es que… quede en verme con mi amiga Ana la de la casa de enfrente, pero ya es tarde y no ha llegado aun, y me siento preocupada, talvez pense  que usted la habria visto-

-bueno jeje  la verdad es que si la vio hace un rato pero te dejo plantada para irse con su novio-

Norma se quedo boquiabierta de escuchar semejante cosa, según ella Ana no tenia ningun novio formal, miles de pretendientes pero novio a fin de cuentas no, asi que le entro el bicho de la curiosidad y le pregunto mas cosas a Cheo.

-ah pues yo no sabia que tenia un novio me ha cogido por sorpresa esa noticia, y ¿lo conozco? si se puede saber-    el viejo se moria de la risa internamente al ver como sus planes funcionaban a la perfeccion desorientando a la muchacha con sus cosas.

-pues te pondre al dia en los chismes, jejej preciosa pero no te quedes alli, pasa estas en tu casa no seas timida te ofrezco una deliciosa limomada bien helada, te vendra bien en este calor-   Norma no sabia ni que contestar pasar a la casa de un desconocido iba muy en contra de las reglas que le habia inculcado su madre, pero la tremenda curiosidad que sentia por saber quien era el afortunado novio de Ana, hizo que aceptara la propuesta.

-Esta bien, pero solo un ratito-   el viejo se le paro la verga solo de pensar en que sus planes estaban resultando mejor de lo esperado, hizo pasar a la chica hasta la sala de su casa y la puso comoda.

Como toda una señorita de bien Norma se sento en uno de los muebles, muy comoda y relajada esperaba que el viejo la pusiera al dia de los chismes de Ana, cosa que a ella le interesaba demasiado.

En efecto unos segundos despues Cheo aparecio con un enorme vaso de limonada natural que el mismo habia hecho para darselo a Norma, la muchacha se lo bebio de un solo sorbo, el calor era asfixiante a esas horas de la tarde y no estaba como para rechazarlo.

-y bueno digame como es eso de usted ya conoce al novio de Ana, ande digame como es-

-pues si preciosa, la verdad es que yo no qusiera andar de vieja chsimosa pero me preocupa Anita, yo la quiero como si fuera mi hija y no me gusta nada ese noviecito que se carga-

-¿ah si?    ¿Y que tiene de malo en su opinion?-

-Pues espero tu completa discresion Anita, pero anda con un viejo que podria ser su padre o abuelo-  Norma se quedo perpleja ante lo que escucho, no lo podia creer, ¿como era que su amiga tan bonita y tan deseada podia andar desperdiciandose con un viejo?, claro que la pobre ignoraba era que ese viejo era su padre.

-¿Pero esta seguro de eso? porque no si creerle-

-Yo tampoco, pero es la triste verdad, es su novio, los vi besandose en el carro del tipo, yo tambien me preguntaba los mismo que tu, que decepcion de chica, seguro que lo hace por dinero, ya que sus padres no le pueden comprar lo que ella qusiera-

Norma seguia impactada por lo que habia escuchado, estaba tan decepcionada que se aprestaba a retirarse de la casa del vejete cuando se sintio mareada y muy indispuesta, no podia mantenerse en pie, al principio creyo que era de la impresión de la noticia que recibio de Ana, pero no, era algo distinto, no pudo mas y sintio que su cuerpo no le respondia.

-ay no se…que me pasa, me siento muy mal don cheo ayudeme porfa…-    el viejo permanecia impavido ante las palabras de la muchacha que se termino por desmayarse casi que en sus brazos.

Por su parte Ana ya no podia con su cargo de conciencia, lo que habia hecho algo que era monstruoso solo pensaba en las terribles consecuencias de sus actos, ya habia decepcionado a sus padres y ahora habia entregado a su unica amiga verdadera a un viejo sadico que quien sabe que cochinadas pensaba hacerle.

Habian pasado unos 15 minutos y Norma empezo a recobrar el sentido, se dio cuenta de que seguia en la casa de don cheo, pero ahora estaba en una dependencia distinta, se sentia muy cansada, como si le hubieran dado algo para dormir, y sentia un terrible dolor de cabeza que no la dejaba tranquila, pero su sorpresa no terminaba alli ya que palidecio de inmediato al darse cuenta de que sus muñecas estaban amarradas a la cama.

Todo parecia sallido de esas peliculas de terror que acostumbraba a ver con su hermano menor hasta altas horas de la madrugada, no era una pesadilla lo estaba viviendo en la vida real, mas miedo sintio cuando se dio cuenta de que su celular ya no lo tenia en el bolsillo de su vestido sino que se encontraba en la mesita de noche del dormitorio de cheo, pero ella en ese estado se le hacia imposible alcanzarlo.

-¿Qué paso preciosa ya termino su sueño jajaj?-   el horrendo viejo panzon hacia su acto de presencia para añadirle mas terror a la situacion, ya se habia quitado la ropa y solo se hayaba en unos boxers grises que parecia que no los habia lavado en años.

-digame que es una broma por favor,¿ que me va a hacer? Se lo suplico no haga una tonteria, sacame estas cuerdas de las manos-

-sabes que muñeca, deberias de estar agradecida con la vida que sea yo el primer macho que te rompa la panocha, porque despues de darle una ojeada a tu celular y de ver esas fotos de ramera que tienes, la verdad es que estas pidiendo verga a gritos, y para que te violen en masa algunos pandilleros de por aquí, pues mejor que sea yo el que te haga el favorcito jejej-

Norma empezo a llorar a raudales, ahora si que estaba aterrada, la cara de viejecito amable de cheo habia desaparecido para dar paso a una de lujuria incontenible.

-y no te molestes en gritar ya que nadie te escuchara, este cuarto esta muy retirado jajaj ademas no te quejes que soy tan buena gente que no te meti la verga mientras estabas sedada por lo que te puse en la limonada, sabes por que, porque quiero que dsifrutes como lo buena hembra que eres de todas las cosas que pienso hacerte jajaj-

Acto seguido cheo se inclino para darle unos masajes a los pies de la muchacha, ella seguia llorando aterrada pero se sentia muy extraña de las cosas que se le ocurrian a cheo, pero mas se sintio incomodada al sentir como el despreciable viejo violador se llevaba los dedos de sus pies a su asquerosa boca.

Las sensaciones eran bastante placenteras para la chica, quien sentia como esas cosquillas que sentia al principio se transformaban en un placer algo extraño pero placer al fin.

-¿Qué me esta haciendo, por favor no sea asi pare por favor?-   el viejo sin responderle seguia chupando como un loco esos pies perfectos que poseia, tal parecia que era un fetiche que tenia.

-no sabes las ganas que tenia de chuaparte esos deditos jejej seguro que lo pasate bien zorrona, y deja que te haga lo mismo en tu conchita y tu solita pediras verga ya veras-   el terror se volvia a apoderar de la jovencita que se habia olvidado de esas placenteras sensaciones que habia tenido con las chupadas que habia recibido en sus pies, pero no podia evitar ese trago amargo,m cheo se le iba a culear y tal parecia que nada lo detendria.

-uff que deliciosas piernas que tienes zorra de mierda, no sabes cuantas pajas te dedique a este par de piernotas jajaj, ahora vamos aver que esconden en medio-   Norma ya no decia nada, la vergüenza y la humillacion la tenian en estado de shock y sumado a los efectos del sedante que le habia puesto cheo la tenian en un estado lamentable, nuevamente los ojos se le cerraban, estaba a punto de perder el conocimiento al darse cuenta de que el vejete ya se encontraba levantando su vestido amarillo.

El vestido de Norma ya estaba casi por el ombligo, un calzon blanco de tamaño normal era el unico obstaculo para que cheo vea ese paraiso que tenia norma entre esas divinas piernas, a pesar de su estado de somnolencia el cuerpo de la muchacha habia respondido ante los estimulos, y habia empapado su calzon hasta el punto de encharcarlo, cosa que enardecio al viejo.

-jajaj pero mira nada mas, ya estas mojadita , y eso que ni siquiera te meto la verga, esto sera mas facil de lo que pense-    el viejo le daba suaves masajes a la panocha de Norma, quian habia caido en un estado casi que de inconciencia, sentia las cosas que le viejo le hacia, pero no tenia ya fuerzas ni para quejarse.

-jajaj esto lo dejamos para mas tarde, ahora voy a hacer realidad uno de mis mayores fantasias jaja-   el viejo se arrodillo cerca de la muchacha para desabrochar los botones de la parte superior de su vestido, hizo a un lado el sosten y dos hermosos senos de un tamaño perfecto quedaron enteramente a su disposicion.

-pero que ricas tetas que tienes puta de mierda, ni se te notaba con esa ropas de pendeja que siempre traes-

A diferencia de Ana las tetas de Norma lucian exquiistas, ni muy grandes ni muy chicas sino del tamaño que todo hombre le gustaba, el viejo no desperdicio la oportunidad de hacerse una rusa con ellas.

Cheo junto ambos senos para meter su verga que ya estaba bien erecta, a duras penas entraba para deslizarte en esas deliciosas tetas que se cargaba la muchacha.

Ya veras preciosa lo bien que lo vamos a pasar.

Un silencio sepulcral dominaba aquel domingo mientras un viejo despreciable estaba a punto de tomar una damisela ingenua pero muy encamable…

CONTINUARA...