Ella arruino mi vida 1

Primera entrega de una trilogia parcialmente basada en hechos reales

Fabian Ruiz habida dedicado su vida entera al comercio de articulos varios no era rico pero se podia decir que vivia comodo, tenia 50 años y la mitad de ellos los habia pasado al lado de su esposa Laura, eran 25 años juntos de felicidad en compañia de la mujer que amaba.

No era el tipo mas feliz del mundo pero tampoco se quejaba, su familia lo era todo, pero se divertia con putas cada Vez que podia, como todo viejo verde que se respetaba su predileccion eran las jovencitas.

Tenia dos hijos, Norma de 17 añitos y que cursaba el ultimo año de la secundaria y Fabian junior de 12 y que apenas empezaba la pubertad, los negocios del padre marchaban bastante bien, y por fin despues de estar por tantos años alquilando vivienda decidio que era el momento de arriesgarse, asi que se endeudo con un prestamo en el seguro social para poder comprar su propia casa, era una deuda de mas de 20 años y que terminarian pagando sus hijos, pero no le importaba, ya que su familia necesitaba su propio hogar.

A su mujer Laura no le gusto nada el sector en donde estaba ubicada la casa de los sueños, de hecho la casa era preciosa y justo como ellos siempre la habian soñado pero no era del gusto de su esposa.

Laura venia de una familia muy modesta, era una mujer en extremo muy cuidadosa de sus hijos y para Fabian era una madre intachable, pero al mismo tiempo era una celosa enfermiza, capaz de armar un escandalo en el lugar que fuese sin importarle nada las apariencias, y uno de sus defectos mas notorios era su terrible codicia.

Tanto era su ambicion que no le importaba que su marido trabaje jornadas incansables con tal de que a sus hijos no les faltase nada, su ropa era siempre de moda y su educacion en colegios muy caros para su delicada economia, pero sin embargo Laura siempre se salia con la suya, con la venia de su marido que poco o nada podia hacer.

Basicamente los celos de Laura no tenian ningun fundamento, y es que Fabian estaba muy lejos de ser un galan de cine, por no decir que era muy feo, media 1, 65, el cabello siempre lo tenia desaliñado, la piel trigueña con signos de claro desgaste y ademas era super delgado.

Pero muy a pesar de sus evidentes defectos fisicos Fabian tenia una gran labia para con las mujeres, desde muy joven habia ligado a chica muy atractivas, pero como de costumbre tuvo que hacerse cargo de una jovencita que embarazo sin querer.

Aquella joven y que se convirtio a regañadientes en su esposa no era nadie mas que Laura cuando conocio a su marido era una mujer muy atractiva, pero ese atractivo habia quedado en el pasado, era de aquellas mujeres criadas a la antigua y que una vez casadas consagraba su su cuerpo y alma a su marido y a su familia, de ahi que una vez que se caso con Fabian descuido para siempre su cuerpo, y eso empeoro cuando quedo embarazada por primera vez, en los mas de 20 años que llevaba de matrimonio habia subido mucho de peso, tanto que pocas prendas le quedaban.

A pesar de todo eran una familia feliz, habian criado a sus hijos con una solida educacion religiosa en valores, los chicos eran buenos estudiantes y de muy buenos modales, Fabiancito era identico a su padre, y Norma habia sacado lo mejor de las buenas epocas de su madre, la chica era preciosa, el cabello castaño hasta mas alla de los hombros, unos ojazos verdes penetrantes, los tetas eran muy llamativas debido a su perfeccion, no eran ni grandes ni muy chicas, simplemente tenian las dimensiones perfectas para enloquecer a cualquier hombre con un escote, a eso se le sumaban unos labios carnosos y con una forma muy sensual, un par de piernas esbeltas y bien torneadas y un culo paradito y respingon.

Por obvias razones Fabian era celoso en extremo con su hija mayor, era una belleza de aquellas, y a pedido de su mujer habia pasado toda la adolescencia en un colegio catolico exclusivo para mujeres para evitar que tenga contacto con el sexo opuesto.

Tanto Laura como Fabian tenian una idea muy distinta del futuro de su hija, para su padre era su niña consentida, el sueño de todo padre, su maximo orgullo, y le aterraba solo pensar de que tarde o temprano algun muchacho comenzara a pretenderla y luego se la llevaria de su lado.

En cambio Laura veia las cosas desde un angulo distinto, fiel a su estilo de vida, solo veia en el matrimonio la unica salida decente para una mujer y su hija no era la excepcion, sabiendo de la guapura que tenia por hija, el sueño de Laura era verla casada con un hombre de un nivel economico muy superior al de ellos, de ahi que desde muy chica como madre le enseño los tips necesarios para ser una buena madre en el futuro.

El barrio en el cual se habia mudado esta peculiar familia estaba lejos de ser perfecto, pero tampoco es que fuera tan horrible como pensaba Laura, la mayoria de familias eran de clase baja, pero poco dadas a la delincuencia, eran contadas las que tenian un nivel de vida mas alla del limite de pobreza, la casa de los Ruiz era una de las grandes y bonitas, pero a Laura no parecia agradarle mucho.

Habia prohibido radicalmente que sus hijos tuvieran contacto con los muchachos del sector porque suponia que serian mala influencia para ellos, como siempre Fabian nunca objeto nada al respecto.

De todas las familias del sector habia dos que llamaban bastante la atencion, el barrio a pesar de ser muy grande solo tenia una tienda de productos de consumo masivo que era propiedad de don Jose pero era mas conocido por todo el mundo por Cheo un vejete de 60 años que habia sido uno de los fundadores del sitio y uno de las personas mas queridas y respetadas del sitio, no solo por su edad sino por el hecho del bien que la traia a la comunidad con su negocio.

Por mas que refunfuñaba Laura no le quedaba otra que comprar todos los dias en la tienda de don Cheo, el viejo no le inspiraba nada de confianza y mas bien le cogio fastidio casi desde la primera vez que lo vio, pero no le quedaba otra ya que el supermercado quedaba muy lejos y sus precios no eran aptos para su precaria economia.

-Señora Laura que tenga usted muy buenos dias, un gusto verla por aqui- la saludaba muy amablemente Cheo a la mujer de Fabian que a pesar del gesto se comporto muy cortante y despota como de costumbre.

-ah si buenas, deme todo lo que esta en esta lista por favor-

El viejo viendo que su actitud amigable no servia para nada, se limito a leer la lista de comestibles y despacharla lo antes posible, pero grande fue su sorpresa cuando una linda chiquilla entro a su tienda y charlaba con la despotica mujer.

-Mami disculpa que sali de la casa sin permiso, es que ya me voy al colegio y necesito mis llaves, ¿tu sabes donde estan?- preguntaba la hermosa chica a su madre ante la atenta mirada del viejo Cheo.

Casi que la canasta de comida que estaba despachando para Laura se le cae al piso al vejete, no podia creer lo que estaba viendo, no estaba acostumbrado a ver semejante belleza dentro de su tienda ni mucho menos por el barrio, es mas ignoraba por completo que aquella mujer cascarrabia era madre de semejante obra de arte.

Y es que Norma vestida con su candido uniforme de colegiala se veia maravillosa, la falda era larga y decente por consejo de su madre y la blusa angosta, pero ni aun asi podia disimular las formas exquisitas de su cuerpecito.

-¿Señora Ruiz esta señorita tan guapa es su hija?- preguntaba Cheo aun sabiendo que era obvio, la pregunta del viejo hizo sonrojar a la muchacha

-Si don Cheo es mi hija y se llama Norma- respondia la vieja gorda a regañadientes, no habia nacido ayer y se habia dado cuenta de que Norma habia dejado muy impresionado al tendero.

Laura casi que le arrebato la canasta de los viveres al tendero muy indignada, agarro de la mano a su hija y se fueron lo mas rapido posible del lugar, pero antes la muchacha en agradecimiento del piropo se despidio del vejete.

-Que tenga buenas tardes señor mucho gusto- la voz dulce de la chica le alegro la tarde al viejo.

Una vez que salieron de la tienda y sabiendo que nadie la escuchaba Laura regaño a su hija.

-que sea la ultima vez que sales de la casa sin mi permiso me escuchaste muchachita del demonio-

-Mami perdoname por favor es que necesitaba mis llaves en serio, te prometo que no volvera a pasar, ademas toda la gente del barrio compra en esa tienda y ese señor se ve bien buena gente-

-Pero nada, tu sabes que solo le puedes dirigir la palabra en esta pocilga a la gente que yo apruebo y punto, no tienes que confiar en nadie y es mi ultima palabra-

Viendo que su madre estaba muy enojada Norma opto por no decir nada mas y camino hasta la casa para irse al colegio de una vez por todas.

Ya cuando su hija se habia marchado al colegio Laura habia caido en cuenta de como el viejo tendero habia mirado a su tierna hija, en solo segundos sentia como la desvestia con la mirada y eso la molestaba en extremo, pero sabia que le seria dificil controlar la situacion.

Con el paso de las semanas la rutina de la familia siguio como de costumbre, tal como quiso Laura el incidente con el tendero habia quedado en el olvido su hija nunca mas la habia desobedecido y no se habia vuelto a aparecer por la tienda de Cheo lo cual la tenia mas tranquila, en cambio el viejo solo se limitaba a ver la hermosa chica cuando su padre la llevaba al colegio.

Sin embargo la vida de la familia cambiaria para siempre y no por la disciplina perfecta que infringia Laura sino por su marido, Fabian era una persona muy distinta a su mujer, amable y amigable con todos y tarde o temprano termino por hacer migas con algunos vecinos a pesar de que su esposa no le agradaba.

En los pocos meses que llevaban de vivir en ese sitio Fabian habia hecho una bonita amistad con la famila Magallanes y en especial con el cabeza de familia Arturo Magallanes hombre que tenia su misma edad y era padre de 4 hijos, esta familia vivia apenas a unos cuantos metros de su casa, era mecanico de profesion y era de los miembros mas respetados del barrio, y junto con el viejo tendero eran practicamente los fundadores de ese sitio.

Aquella familia correspondia a la amabilidad y don de buena gente que tenia el padre de Norma, y en cuanto tenia algun momento libre que tenia Fabian iba a la casa de su nuevo amigo para charlar con el, tenian muchas cosas en comun y se lo pasaba en grande.

Por supuesto a Laura al principio no le gustaba nada esa nueva amistad de su marido y trato de boicotearla mas de una vez pero sin ningun resultado, decidio darle a esta familia una oportunidad y el tiempo parecio darle la razon.

Laura se dio cuenta de que eran una familia decente asi como a ella le gustaban eran muy religiosos, unidos, sus hijos muy educados y respetuosos, esto le causo una buena impresion a aquella mujer que era tan clasista y desconfiada, con el tiempo ella misma acompañaba a su marido a charlar con el matrimonio Magallanes.

Ser aprobados por Laura era algo que hacia inmensamente feliz a Fabian, sabia que si su mujer daba el visto bueno a esta amistad no tenia nada de que preocuparse, en cuestion de semanas ambos habian hecha una amistad muy solida con esta familia y ya les daban sus primeras satisfacciones.

Laura termino por ablandar su actitud, despues de todo su familia vivia muy lejos y casi no los veia nunca, de ahi que la amistad de los Magallanes les cayo como anillo al dedo a ambos, e incluso por peticion de sus nuevos amigos suavizo su trato con el viejo tendero, y hasta permitia que sus hijos fueran a su tienda, le habian contado que era una muy buena persona y que era completamente confiable.

Ademas se entero de su triste historia, Cheo habia venido del campo a la ciudad hace 30 años y se habia afincado en ese sitio, siempre son su negocio, se habia enamorado perdidamente de una muchacha del sector que era muy hermosa, esta nunca le pudo dar hijos y le habia sido infiel repetidas veces con varios hombres del sector, humillado y vilipendiado la habia corrido de su casa solo para que en venganza regresara con su amante a robarle todo obligandolo a empezar de cero.

Cheo habia quedado muy desilusionado de la vida y de las mujeres, y juro que nunca mas le verian la cara de tonto, renuncio a su sueño de ser padre, y se dedico en cuerpo y alma a su negocio, frecuentaba putas baratas y envejecidas cuando le daban ganas de estar con mujer, nunca fue agraciado en lo fisico y con el pasar de los años esto se hizo mas evidente.

Toda esta historia solo hizo que Laura y su familia sintieran una profunda lastima por el viejo y pobre tendero, lo llegaron a comprender y a tolerar en la medida de sus posibilidades.

Lamentablemente no todo podia salir a pedir de boca para esta familia, un buen dia su vida seria trastocada de una manera que nadie imagino, una de las cosas que tenian en comun Fabian y la familia Magallanes era que eran hinchas del mismo equipo de futbol, y no desaprovechaban la oportunidad de compartir esta pasion cada vez que podian, una mañana se jugaba un partido de futbol crucial por el campeonato y como ya se habia hecho costumbre Fabian corrio presuroso a ver el cotejo en la casa de su vecino favorito ya que este tenia una tv plasma gigante.

Ambos hombres bebian cerveza y almorzaban mientras debatian de futbol muy felices, cuando un evento cambiaria la hasta ahora vida tranquila y correcta de Fabian, el timbre de la residencia sono y la mujer de Arturo se apresuro el abrir la puerta principal de la casa, en ese momento Fabian vio a la cosa mas hermosa que sus ojos habian visto, una chiquilla preciosa (mas o menos de la edad de su hija) con su uniforme del colegio entraba por la puerta, se agacho un poco para saludar a Arturo con un dulce beso en la mejilla.

-Buenas tardes papi, buenas tardes señor Ruiz- decia la hermosa chica con un tono de educacion y dulzura, grande fue la sorpresa de Fabian al enterarse de que era hija de su mejor amigo y vecino.

-Buenas tardes mi princesa , ah por cierto Fabian disculpame que se me olvido presentarte a mi hija su nombre es Ana, es mi hija menor y la consentida de papa, no te la presente antes porque estaba de viaje de verano con sus abuelos-

Entre sorpendido y nervioso Fabian no paraba de mirar de reojo a la atractiva muchacha, habia quedado mas que sorpendido de conocerla, la hija del matrimonio Magallanes dejo la mochila tirada por doquier y se fue a cammbiar de ropa para disponerse a almorzar.

Ya Fabian no podia seguir viendo el futbol como antes, no podia concentrarse, ya ni escuchaba las opiniones de Arturo, sus 5 sentidos estaban concentrados en esa belleza que tenia su vecino de hija.

Ana ya habia dejado su uniforme olvidado en su recamara y salio a la sala para almorzar mientras los hombres seguian viendo el futbol, el uniforme de colegiala habia sido reemplazado por una blusita blanca algo trasnparente y un shortsito negro muy corto que dejaba ver unas portentosas piernas de infarto que solo provocaban que el pobre Fabian se pusiera mas nervioso de lo que ya estaba.

Su equipo de futbol perdio el partido pero esto poco o nada ya le importaba a Fabian, su vida se habia trastocado por completo, esa jovencita lo habia impresionado demasiado, mas de lo que podia imaginar.

Cuando fue joven las pocas muchachas bonitas que conocio jamas le hicieron caso, debido a su fealdad, y ese complejo habia crecido con el toda la vida, de ahi que al ver a la hija menor de su amigo y vecino, el pasado habia regresado de repente para torturarlo.

Nunca tuvo una novia en la juventud, y solo miraba de reojo a sus amigos que se paseaban con sus novias de la mano en los parques y centros comerciales, hasta penso que no merecia tal cosa, y ahora que que tenia 50 años y una familia a cuestas, siguia pensando igual que hace 30 años atras, conocer a esa muchacha lo habia trastocado por completo.

De vuelta en la casa de los Magallanes Ana hacia su tarea pero no dejaba de pensar en Fabian, sus padres habian hablado tanto de el en las ultimas semanas que hasta se sentia ansiosa por conocerlo, por obvias razones no le habia impresionado fisicamente, pero no era nada tonta y en los pocos minutos que estuvo en su casa se dio cuenta de que nunca la dejo de mirar.

Esa misma noche y despues de mucho tiempo Fabian se habia acordado de que tenia a una hembra en su cama, en plena madrugada se le vino a la mente el recuerdo de esa preciosa hija de su vecino con su uniforme de colegiala y la calentura de apodero de el, empeezo a besar y acariciar a su mujer, cosa que ningun hombre en sus cabales se atreveria, pero de nuevo choco contra la cruel realidad.

-¿Pero que diablos te pasa?- le dijo furiosa Laura a su marido indignada

-pero mujer hace tiempo que no tenemos nada, comprende que soy hombre y tengo mis necesidades, anda no seas malita, solo un ratito y ya-

-pero nada, tengo dolor de cabeza y tu pensando en cochinadas, ya duermete de una buena vez-

Con una visible cara de decepcion Fabian opto por dormirse, aunque en realidad no tenia deseos de hacer el amor con su mujer, solo la queria para con los ojos cerrados imaginar que la hija de su vecino estaba en 4 patas solo para el.

Pero el cabeza de familia debia de enfrentarse a la realidad, que era mas dura de lo que el pensaba, al bañarse se habia masturbado despues de mucho tiempo pensando en esa muchacha, hasta ahi nada fuera de lo normal, que un hombre mayor sueñe con una jovencita no era nada del otro mundo, el gran problema de todo esto era que esa muchacha era mada menos que la hija menor de su mejor amigo en esos momentos.

Sabia perfectamente que debido a su amistad con su padre, tendria muchas ocasiones para poder verla, si se alejaba de su amigo tendria que inventarse una buena excusa, cosa para lo cual nunca fue bueno, pero por otro lado solo saber que esa belleza vivia en esa casa lo excitaba con solo pensarlo.

Al terminar de dejar en el colegio a sus hijos, pudo ver a lo lejos como Ana esperaba el bus, sus padres no tenian auto y la jovencita cogia todos los dias el bus publico, a Fabian le dio unas locas ganas de ofrecerse para llevarla al colegio pero no tuvo valor para hacerlo.

Solo se limito a verla de lejos, la examinaba cm por cm, es que en realidad la muchacha era lo mas cercano a la perfeccion, tenia el cabello largo castaño claro, los ojos verdes preciosos grandes y voluminosos, las tetas de un tamaño considerable, una cintura finita casi perfecta, unas piernas de ensueño, largas bien torneadas dotadas de unos muslos que invitaban a cualquier macho a estar entre ellos, y ni hablar de sus nalgas, eran perfectas, redondas, curvilineas y lucian tan antojables que cualquier hombre daria lo que sea por tenerla en posicion perrito.

Fueron pasando los dias, y Fabian hacia todo lo posible para evitar ir a casa de los Magallanes, sabia que su amigo no era estupido y que se daria cuenta de la forma en la que veia a su hija, inventaba cualquier excusa como que se iba de compras con su familia o que tenia mucho trabajo.

Esa misma semama el perturbado hombre vio algo que lo dejo peor de lo que estaba, cuando regresaba del trabajo al mediodia para almorzar en su casa, vio con mucha sorpresa que Ana la muchacha que lo traia loco estaba dentro de la tienda del viejo Cheo conversando muy animadamente con el viejo tendero.

Ambos reian y charlaban, Ana tenia una sonrisa hermosa que se podia apreciar aun desde la lejania desde donde Fabian veia todo, el uniforme del colegio le hacia dar un aire de inocencia y virginidad que la hacia aun mas hermosa ante sus ojos.

En ese momento Fabian maldijo su caracter, no habia tenido los cojones de dirigirle la palabra, pero en cambio el viejo tendero parecia su mejor amigo, se moria de ganas de saber de que estaban hablando.

Con el paso del tiempo Fabian tomo una decision de una vez todas , tenia que acercarse a Ana a cualquier costo, ya no le importaba que era la hijta menor de su vecino ni que el tuviera a una iracunda mujer como esposa, le gustaba demasiado y eso no podia negarlo, ademas si el viejo tendero era muy amigo de la chica, ¿que tenia de malo en que el tuviera una amistad con ella?.

Un buen dia la vida de este infortunado sujeto daria un cambio que el no espero que sea tan brusco, no se aguanto mas y una mañana que se dirigia al trabajo como de costumbre vio como la hermosa chica se disponia coger el bus que la dejaria en el colegio, siempre tuvo ganas de ofrecerse a llevarla, pero no habia tenido valor, y esa precisa mañana eso tenia que acabar, viendo que ningun curioso lo viera estaciono enfrente de Ana.

-buenos dias Ana, ¿quieres que te lleve al colegio?, mira que queda de camino al trabajo-

La chica que aquella mañana se veia mas hermosa que de costumbre, demoro en contestar, no sin antes pensar en que no se veia nada bien que una chica como ella se subiera en el auto de un extraño, pero ya se le hebia hecho muy tarde, asi que opto por aceptar tan generosa oferta.

-ah buenos dias don Fabian, espero que no sea mucha molestia para usted- decia la preciosa jovencita mientras cruzaba las piernas al sentarse en el copiloto.

Fabian sabia que tenia que ganarse su confianza de alguna manera y trato de ser lo mas caballeroso posible con ella, si don Cheo podia el tambien.

-me he dado cuenta de que mi papa y usted se han vuelto muy amigos- decia Ana que era la primera en romper el hielo

-si ,tu papa es un tipo fabuloso, me ha ofrecido a mi y a mi familia su mas sincera amistad-

-se que usted tiene hijos pero casi nunca se dejan ver- expresaba la chica quien habia salido mas curiosa de lo que el creia

-si, tengo dos hijos, un varon de 12 años, y una mujercita mas o menos de tu edad, y por cierto que edad tienes tu?

-17, en unos meses ya me graduare del colegio, vaya no sabia que usted tenia una hija de mi edad, me gustaria conocerla, aqui en este barrio no tengo amigas y solo tengo hermanos hombres como usted ya pudo ver-

Aquella peticion de la chica dejo muy contento a Fabian, sabia que lograba que las dos chicas se vuelvan amigas, tendria la posibilidad de ver a Ana todo el tiempo en su casa.

-si, si claro como no, es mas hoy mismo te la presento-.

Al lado de esa belleza, el camino al colegio se le hizo muy rapido, la muchacha agradecio muy amable y se bajo del auto, el viejo no dejaba de mirarla, y podia adivinar el cuerpazo que escondia ese uniforme colegial.

Inclusive en la oficina todos sus compañeros de dieron cuenta de que le pasaba algo, tenia un semblante de felicidad que hace años que no lo tenia, los que lo conocian de siempre sabian que no era precisamente feliz con su mujer, pero nadie se atrevio a adivinar a que se debia todo esto.

Es que haber tenido en su viejo y destartalado auto a semejante especimen de belleza juvenil le podria subir la autoestima a cualquiera y mucho mas con aquel hombre que hacia años que se habia olvidado de la palabra belleza en su casa.

Antes de cumplir con la promesa que le habia hecho a la hija del vecino, como de costumbre Fabian pidio opinion de su mujer

-sabes mi amor creo que seria buena idea que Norma se haga amiguita de Ana, la hija menor de Arturo ¿que opinas tu?-

-pues estoy de acuerdo, a Normita le haria tener una amiga de su edad en el barrio, y se ve una buena chica-

Para su gran sorpresa su mujer parecia estar de acuerdo en su propuesta, dentro de si Fabian moria de la felicidad, ya que si las cosas salian como esperaba esa muchachita que lo traia loco estaria muy pronto como el queria.

Esa misma noche todo salio a pedir de boca para el viejo verde, Ana fue invitada a un comida para que se haga amiga de su hija Norma, la quimica entre las chicas fue inmediata, aparte de ser de la misma edad y ser tan atractivas tenian muchas cosas en comun y en poco tiempo hasta parecian que habian sido amigas toda la vida.

Ana se habia presentado a la velada nocturna vestida con unos jeans ajustados que hacian ver su silueta mas que antojable, y una blusa blanca que dejaba ver claramente que no traia sosten.

Por mas que les dio privacidad para que conversaran, Fabian no le quito la mirada en ningun momento, se la comia, la desvestia, es mas ya ni le importaba que la arpia de su mujer estuviera presente, en las pocas semanas de conocerla se habia convertido en una obesion para el.

Pero era en especial en las madrugadas cuando mas los mas pervertidos pensamientos lo atormentaban, se la imaginaba desnuda en 4 patas ofreciendole ese maravilloso culo que se gastaba, o vestida de colegiala seduciendolo mientras le hacia un lap dance.

Siempre habia sido un pervetido que no le gustaban los limites en el acto sexual, todo esto fue truncado al casarse con una mujer tan religiosa y conservadora como su esposa, y aunque se saciaba con prostitutas cada vez que se le antojaba, nunca era suficiente.

Es por eso que la existencia de la hija de su vecino lo habia perturbado por completo, ademas de ser hermosa su cuerpo cercano a la perfeccion era una invitacion al pecado constante, esas piernas, ese culo tan perfecto, y todo condimentado con ese rostro angelical y puro.

Ademas cuando salia de su obesion lujuriosa se ponia a pensar en lo obvio, semejante belleza tenia que tener un novio o por lo menos muchos admiradores, y solo de pensarlo lo ponia de mal humor, pero eran solo conjeturas, desde que la conocia no le habia visto nada por el estilo.

Con el transcurso de las semanas las cosas para el viejo morboso de Fabian habian salido muy bien, la amistad entre su hija y Ana era cada dia mas fuerte, pasaban mucho tiempo la una con la otra y era ya muy comun ver a una en la casa de la otra, cosa que lo tenia muy feliz, lo que ignoraba es que muy cerca de alli otro viejo tambien se habia obsesionado con una frondosa jovencita del sector, y era su propia hija.

Efectivamente el viejo Cheo el famoso tendero del barrio le tenia unas locas ganas a la hija de Fabian, desde que la conocio aquella mañana se habia convertido en la nueva musa de sus pajas, por supuesto que su padre no se dio cuenta pues solo vivia pensando en como poder culearse a Ana.

Es que Cheo era un tipo de temer, lejos de la imagen del hombre mayor, comerciante y buen vecino, se escondia un vejete pervertido que aprovechaba cualquier oportunidad de morbosear a las chiquillas del sector, siempre Ana fue su preferida por obvias razones, pero desde la llegada de Fabian y su familia habia cambiado de opinion.

Norma no tenia nada que envidiarle a Ana, era hermosa a su manera y desde que su madre le dio luz verde a que hiciera amistad con Ana su vida habia cambiado, se vestia algo mas atrevida, habia cambiado sus gustos y pasaba casi todo su tiempo libre con su nueva amiga.

Un dia al llegar a comer a su casa Fabian se dio cuenta que aquella amistad de ambas muchachas ya comenzaba a molestar a su mujer.

-Fabian debo hablar contigo-

-¿de que se trata mujer?-

-pues que ya no me esta gustando que nuestra hija se amiga de esa muchachita Ana-

Muy contrariado Fabian trato de interceder.

-que cosas dices mujer, mi hija se ve muy feliz con su amistad, por dios es la hija menor de nuestros amigos, ¿porque siempre tienes que verle lo negativo a todo?-

-lo que pasa es que tu nunca te das cuenta de nada, desde que son amigas Norma ha cambiado mucho, ahora se quire vestir mas provocativa, escucha otro tipo de musica, ademas esa chica Ana nunca me termino de gustar-

Ya Fabian estaba empezando a enojarse, viendo como sus planes se iban a la basura

-MALDITA SEA, TU SIEMPRE CON TUS IDIOTECES, SIEMPRE LE QUIERES ENCONTRAR EL DEFECTO A TODO, QUE TIENE DE MALO ESA CHICA, VIENE DE UN HOGAR DECENTE Y ES HIJA DE NUESTROS VECINOS ¿QUE MAS QUIERES?-

a Laura la sorpendia la ira de su marido, y ya empezaba a sospechar que escondia algo.

-pues diras lo quer quieras pero no me gusta a mi hija cerca de esa chica, solo fijate en como se viste, anda casi desnuda y muy maquillada, ademas Norma me conto que le va muy mal en el colegio, tiene pesimas notas, no quiero esa influencia para mi hija-

La discusion se estaba poniendo mas violenta y Fabian opto por tranqulizarse, se dio cuenta de que esto solo empeoraba las cosas, su mujer era cualquier cosa menos estupida y tarde o temprano se daria cuenta de la forma en la que miraba a la hija de los vecinos.

Justo cuando discutian sobre ellas las dos chicas hicieron acto de presencia, en ese instante Fabian le dio la razon a su mujer, en apenas semanas la personalidad de Norma habia cambiado bastante, se sorprendio de verla con una falda bastante corta, cosa que antes era incapaz de hacer pero no era nada comparado con Ana.

La falda que usaba Ana aquella tarde era aun mas corta que la de su hija, casi llegaba al nacimiento de las nalgas, la blusa dejaba ver casi la totalidad de su estomago, y su maquillaje tal como lo habia señalado su mujer era muy exagerado, tanto asi que ya en la calle seguro cualquiera las confundiria con aquellas prostitutas juveniles que merodeaban por el centro.

Solo de verla la verga se le puso dura y casi le rompia el pantalon, pero por otro lado no le gustaba nada la idea de ver a su hijita vestida como una zorra.

-buenas tardes don Fabian, ya le vine a dejar a Norma-

-¿y se puede saber donde estaban?- preguntaba el viejo haciendose el preocupado

-papi solo fuimos al centro comercial, no tienes de que preocuparte- intercedia Norma.

-jeje bueno...bueno vete a cambiar porque vamos a cenar, si quieres puedes quedarte a acompañarnos Anita-

Aquel tono de confianza irritaba a Laura quien a cada minuto que pasaba le caia mas antipatica

En la cena la cosa empeoro el viejo verde bromio y converso con ambas chicas como si fuera un jovencito, las risas fuertes no se hicieron esperar, cosa que tenia a su esposa al borde de un colapso.

Pero ya a esas alturas el viejo Fabian no podia disimular que le tenia ganas a la mejor amiga de su hija, y ya Laura se comenzaba a dar cuenta, mientras bromeaba con ambas su marido no le quitaba el ojo del muy pronunciado escote que llevaba Ana, bueno, ambas chicas vestian casi igual a Norma casi se le salian las tetas de su apretada blusa, en cambio las de Ana era pequeñas en comparacion pero se veian muy apetitosas con ese escote.

Toda esta situacion la tenia muy intranquila a Laura, era por naturaleza una mujer muy insegura y con muchos prejuicios y la presencia de Ana le habia a llegado a incomodar demasiado, primero habia influenciado de manera negativa a su hija y luego se habia ganado la voluntad de su marido.

Se veia en el espejo y no le gustaba nada de lo que veia, estaba muy obesa, el rostro lleno de arrugas y lo peor de todo con un caracter que hacia que su propia familia le tuviera miedo, pensaba en Ana y le venia sentimientos de envidia profunda.

Cuando tenia su edad era el vivo retrato de Norma, solo que su hija era una version mejorada, pero eso no le quitaba el atractivo que solia tener en la juventud, le daba orgullo que su hija fuera tan hermosa, ´pero cuando se cuando se comparaba con Ana se sentia muy mal.

La hija de sus vecinos era demasiado hermosa, y sentia como si esa belleza juvenil le escupia en la cara cada vez que la veia, hasta ahi era solo nostalgia de sus buenos tiempos, pero cuando pensaba en su marido se ponia de mal humor.

No podia concebir que su marido la viera de esa forma, a pesar de que tenia la misma edad que su hija, se la comia con la mirada, pero no le decia nada por miedo a que diga que era una celosa exagerada ya que habia tenido muchos problemas por ese motivo

Al siguiente dia mientras compraba sus provisiones de costumbre en la tienda del viejo Cheo, con una cara de angustia que no se le borraba lo cual inquieto al viejo

-¿que le pasa señora Laura? vamos digame que le pasa la veo muy contrariada-

A pesar de que aun no confiaba plenamente en el, necesitaba a gritos sacar todo lo que tenia dentro asi que se sincero

-ay don Cheo si usted supiera, mo me gusta la amistad de esa muchachita Ana con mi Norma, mi hija ya no es la misma ha cambiado mucho y ya no se que hacer-

El viejo escuchaba atentamente el relato de la desesperada mujer, aunque el era uno de los mas felices con esa amistad, desde que las chicas andaban juntas agasajaba la vista por dos, cosa que lo traia mas cachondo, la pobre Laura ni sospechaba que el viejo marrano se jalaba la verga pensando en su hija.

-pero no haga corajes doña, no tiene de que preocuparse son dos chicas jovenes y refinadas y en este sitio no hay buenas compañias, ademas seguro se les pasa pronto, se ve que se llevan bien- decia el vejete buscando tranquilizar a la mujer.

-es que usted no comprende ¿no ha visto como se viste esa chica? es muy provocariva y sus padres se ve que no le dicen nada, y ya le ha pegado esas mañas a mi hijita-

El viejo solo de escuchar eso se le paraba la verga y para sus adentros pensaba algo muy distinto

-"JAJAJ VIEJA ESTUPIDA NO SABES COMO ME ALEGRO QUE LA PUTILLA DE ANA ESTE VOLVIENDO ZORRA A TU HIJITA"-

-buenos..las jovencitas se visten asi en estos tiempos,ya no es como en los nuestros jejej-

-si don Cheo pero usted sabe con tanto patan en la calle las pueden confundir con una cualquiera o decirles alguna goseria, y yo no quiero que a mi hija la traten asi-

-bueno señora Laura yo no tengo hijos pero la comprendo perfectamente-

Laura se sentio comprendida por le viejo tendero, ya lo consideraba un portento de sabiduria y de bondad.

El domingo de esa misma semana eran las elecciones presidenciales, un dia poco comun y que volvia mas aburrido de lo que era el domingo, la mayoria de gente aprovechaba para hacer vida social o hacer cualquier actividad recreativa.

A esas alturas a Fabian se le habia hecho una costumbre dejar y recoger a Ana en el colegio, por supuesto a escondidas de su mujer y de los padres de la chica, con el pasar del tiempo iba tomando mas confianza con ella.

Pero aquel domingo con tintes politicos pasaria algo que terminaria por enloquecerlo de lujuria mas de lo que estaba por la muchacha , para matar el aburrimiento el padre de Ana en union de otros vecinos decidieron ponerse a jugar futbol en una pequeña cancha de tierra que quedaba en el barrio.

A Fabian no les gusto mucho la idea, pero ya que su hijo menor era un apasionado del futbol decidio ir, ademas la arpia de su mujer habia aprovechado el dia para ir a visitar a su madre y se habia llevado a Norma con ella, asi que opto por acompañar a su hijo y asi tenia un pretexto para salir de casa en un dia tan aburrido y en el cual ni siquiera habia nada que ver en la tv mas que politicos insultandose mutuamente.

El viejo verde iba de mala gana pero grande fue su sorpresa cuando vi a toda la familia Magallanes reunida para esa tarde deportiva incluyendo al objeto de sus mas bajas perversiones la hermosa Ana.

Sobra decir que aquella tarde Ana se veia irresistible, tenia una blusa blanca muy ligerita y una faldita azul bastante corta similare a las que usaban las porristas , eran de aquellas que parecian que el viento se la llevaria.

Ana como toda la gente queria escapar de la rutina, ademas todos sus hermanos iban a jugar y ella les hacia barra junto con otras chicas del sector.

A eso de las 3 de la tarde empezo el partido de futbol entre los miembros del vecindario, era una tarde deliciosa con mucho viento, pero con los rayos del sol ausentes, en pocas palabras el tiempo perfecto para hacer deporte.

El viejo Fabian no parecia estar muy interesado con el futbol, a ratos veia de reojo a su hijo, toda su atencion estaba concentrada en Ana que reia y conversaba muy a gusto con otras chicas del sector sentada en las gradas.

Fabian la contemplaba y aun no podia creer lo perfecta que era, a pesar de que ya tenia mas confianza no se acerco a charlar con ella debido a la presencia de su familia, pero eso no le quitaba que podia admirarla a lo lejos.

El vejete estaba ubicado justo detras de uno de los arcos, saco el periodico y se puso a leerlo sin mostrar el menor interes en lo que ocurria a su alrededor, el primer tiempo del partido acabo y uno de los hermanos de Ana que fungia de portero salio lastimado, buscaron un reemplazo de inmediato pero parecia que nadie estaba interesado.

Ante la sorpresa de todo el mundo Ana hablo con su padre al oido pidiendole que la deje reemplazar a su hermano lesionado, no era un lugar idoneo para una chica pero no les quedaba de otra.

A diferencia de Norma Ana era muy distinta, vivia mas al limite, corria mas riesgos y esto le representaba un reto que le gustaba mucho, despues de todo se habia criado entre puros hombres y era algo ruda.

Una vez que la muchacha tomo su lugar en la porteria, el viejo depravado se concentro completamente en ella, para dismular hacia como que leia su periodico pero era solo pantalla para sus verdaderas intenciones era husmear todo lo que hacia y da la casualidad que la porteria estaba en frente de sus narices apenas a unos metros.

Aparte de sentirse hechizado por ella en todos los sentidos, le excitaba mas que nada el hecho de verla tan desenvuelta, tan natural, tan arriesgada, virtudes que por ejemplo nuca podria ver en su hija, pero la lujuria se le subio a la cabeza una vez mas.

La madre de Ana se acerco a ella para decirle algo, a pesar de que le hablo en voz baja el viejo degenerado pudo escuchar todo con claridad, el asunto era mas que obvio, con una falda tan corta y con el fuerte viento que hacia era muy probable que la preciosa chica termine por enseñar algo de mas, encarecidamente la señora Magallanes le pidio a su hija que no podia ponerse a hacer deporte vestida de esa manera y que corra a casa a ponerse un pantalon o algo por el estilo, pero la chica simplemente le hizo caso omiso a esa advertencia, ya sea por rebeldia, comodidad o por "otras razones" se quedo como estaba.

El viejo Fabian no perdia detalle de nada y seguia haciendode el disimulado, mientras cruzaba los dedos rogando que Ana se quede asi con esa faldita tan ligera, y solo le quedaba esperar que el viento le juegue una mala pasada y asi poderle ver "el paraiso"

Hasta Fabiancito Jr que pasaba por alli se daba vueltas a cada instante a donde estaba la frivola muchacha comom esperando al igual que su papa que tenga algun descuido con su ropa.

Pero la muchachita no era estupida cuido la porteria y no se descuido jamas, no le dio el gusto al viejo morboso ni tampoco a la jauria de curiosos que se habian acercado a la cancha solo para verla, y se fueron con la frustracion.

Pero no era necesario para Fabian, el la desnudaba con la mirada desde que la conocio, y verla ahi jugando con esa falda tan corta lo calentaba demasiado, no le pudo ver los calzones pero no le importaba, ya podia adivinar que delicada lenceria cubria esa rajita virgen.

Terminado el partido el papa de Ana organizo una parrillada en su casa para agasajar a los vecinos, como era de esperarse Fabian y su hijo fueron los primeros en asistir, para su fortuna la jovencita no se cambio de ropa, conversaba con sus vecinas en la sala de la casa con las piernas cruzadas muy coquetamente cosa que ponia a mil por hora al viejo, la falda era tan corta que sentada se podian ver sus preciosas piernas casi en su totalidad.

Cuando Ana se ponia de pie el viejo morboso se daba cuenta de que a cada instante se acomodaba la falda, al vejete se la paro la verga de inmediato, ya que eso solo significaba una cosa, la hermosa chica traia hilo dental y se le metia en esas portentosas nalgas que poseia.

Aquella noche el viejo se hizo una paja monumental en nombre de esa belleza que era Ana, quedo seco, y cuando su mujer se durmio se hizo otra en el baño, la obsesion por ella era inmensa y ya no podia controlar.

Al siguiente dia nuevamente Fabian veria su dia mal logrado al ver nuevamente a Ana conversando con el tendero, ya esa situacion lo tenia fastidiado no comprendia que hacia una chica preciosa como ella teniendo una amistad como ese vejestorio que era mas feo que el, pero lo que vio esa mañana era aun mas sospechoso.

A pesar de la distancia se notaba que estaban discutiendo, el viejo mañoso la tomaba del brazo con violencia, sujetandola del sueter del colegio, a Fabian le dieron impulsos de ir a poner en su puesto al viejo atrevido, pero como siempre no se atrevio, y sabia que esos dos se traian algo.

Como siempre y a escondidas de su mujer y de los padres de la chica, el viejo verde continuo con sus maleficos planes, se la queria culear a toda costa, tomar su virginidad como un trofeo y al mismo tiempo darse el mayor banquete sexual de su vida.

Uno de los tantos dias en los cuales la llevaba al colegio Ana se extraño de verlo tan triste.

-¿Que le sucede don Fabian, lo veo algo triste cuenteme que le pasa?-

El viejo como buscando que le den el oscar por mejor actor mintio para que la hermosa chica se compadezca de el

-ah Anita si tu supieras lo miserable que es mi vida-

-¿a que se refiere?- preguntaba la irresistible muchacha mirandolo fijamente con sus preciosos ojos verdes

-aunque lo parezca, nunca he sido feliz, me case con mi mujer tu sabes por la tipica "quedo embarazada", ella nunco me ha hecho feliz, solo le importa que le de dinero, pero no le importa ni lo que pienso, ni lo que siento-

-pero ¿y sus hijos?-

-son mi vida, los adoro, y tu ya te has dado cuenta de eso, pero como hombre nunca me realize, estoy frustrado, Laura es una buena mujer, pero no ha sabido hacerme feliz, sabes cuando tenia tu edad estaba lleno de ilusiones con respecto al matrimonio-

-¿y porque no se divorcia y busca otra pareja? usted merece ser feliz-

-no es tan facil Anita, mis hijos serian los mas perjudicados con eso, y a estas alturas el divorcio no seria una buena idea, tendre que seguir con este calvario-

El viejo mentiroso ponia cara de una profunda tristeza, lo cual enternecia a Ana.

-ay don Fabian pero no se ponga asi, ¿debe de haber positivo en su vida verdad?- preguntaba la ingenua muchacha sin saber que lo unico "positivo" en la vida de aquel hombre era justamente ella.

-ohh Anita mejor olvidalo, que hace una chica tan bonita y joven como tu escuchando los problemas de este viejo feo-

-ay no diga eso, estoy dispuesta a escucharlo cuando quiera, hagalo con confianza-

Las cosas le habian salido a pedir de boca al vejete, cuando la chica abanono el auto se despdio de el con una mirada de lastima y de simpatia al mismo tiempo, una vez que arranco del lugar no podia ocultar su felicidad de saber que de a poco se ganaba su voluntad y confianza.

Muy rapido pasaron 6 meses desde que Fabian conocio a la irresistible hija de su vecino, las cosas seguian como de costumbre, el riñiendo con su mujer casi a diario por cualquier cosa, y las dos muchachas continuaban con su amistad, el viejo Cheo que a escondidas de todo el mundo tambhian habia comenzado su propia cazeria por las suculentas carnes de Norma y Fabiancito jr que desde aquel juego de futbol se habia enamorado profundamente de Ana.

Nuevamente el padre de Ana acostumbrado a dar festines de leyenda en el barrio, se encontraba organizando una gran fiesta por fin de año en su casa, como era de esperarse los primeros invitados fueron Fabian y su familia, que ya estaban impacientes por que llegara el dia.

La relacion entre el viejo y la chica se habia tornado mas intima y amistosa que de costumbre, ya no solo se contentaba con llevar a la joven al colegio, sino que de repente tambien la invitaba a comer helado o al centro comercial, la gente que los veia por obvias razones los confundia como padre e hija.

Finalmente llego el ansiado dia, el 31 de diciembre se cerraba para Fabian un año magnifico, habia comprado su propia casa, y habia conocido a la chica mas hermosa que habia visto en su vida, claro que no todo era bueno, y los pleitos con su mujer se habian incrementado mucho, pero solo el desero de culearse a la hija de su vecino le daban ganas de seguir viviendo.

Como de costumbre mientras se preparaban para despedir el año tuvo una fuerte pelea con su esposa, a Laura no le gustaba nada la idea de pasar un fin de año en compañia de sus vecinos borrachosos y menos que sus dos hijos vieran todo, pero para no quedarse sola en casa y no ver a sus hijos tristes, decidio ir.

A esos de las 11 de la noche tocaron la puerta de la familia Magallanes, estos como anfitriones los recibieron con toda la amabilidad posible y los hicieron sentirse como en casa, hasta el viejo Cheo habia sido invitado pero no le gustaba socializar mucho, y habia preferido quedarse en casa a pajearse con su vasta coleccion de porno de jovencitas.

Fabian olvido la pelea con su mujer y trato de relajarse conversando y bebiendo cerveza con sus vecinos, Laura estaba algo cohibida pero trataba de disimular con los demas invitados.

Para el vejete la fiesta importaba muy poco, el unico motivo para estar alli era unicamente por esa preciosidad que era Ana, ya tenia casi una hora en ese lugar y aun no lo habia visto, por obvias razones no podia preguntarle a nadie de su paradero.

Faltando escasos 15 minutos para que suene las doce campanadas que indicaban que habia comenzado un nuevo año, el viejo se dio cuenta de que pasaba algo raro en la residencia, de repente todas las miradas masculinas y algunas femeninas se dirigian hacia las escaleras, el motivo era uno que el conocia muy bien, ahi lentamente se encontraba bajando los escalones Ana, sobra decir que lucia increiblemente hermosa, mas de lo que lucia de rutina.

Siendo su familia anfitriona de la fiesta la muchacha no habia escatimado esfuerzos en embellecerse todo lo que podia, sencillamemnte estaba que ardia, cargaba su hermosos cabello castaño bien peinado y suelto, rimel bien oscuro le daba a sus preciosos ojos verdes un aire de sensualidad no apta para cardiacos, sus labios rojos ardientesle daba a su ya perfecto rostro un tono de inocencia combinado con erotismo.

Del cuello para abajo era muy dificil describrirlo en terminos humanos, Ana aquella noche usaba un vestido blanco ajustadisimo que casi parecia que se iba a romper a cada paso que daba, ademas era muy corto mas arriba de la rodilla, sus pequeños senos se transparentaban a traves del sosten y de la fina tela blanca.

Ana se gastaba un buen trasero, pero con ese vestido tan matador se le veia un culazo de locura, las nalgas anchas y bien paradas parecian que en cualquier momento iba a romper ese vestido tan corto y apretado, tanto asi que no habia invitado que pudiera quitar la vista de esa maravilla.

Como de costumbre la chica con toda la educacion del mundo saludo uno por uno a todos los invitados, cuando se acerco a Fabian este trago saliva muy palido, le dio la mano y le regalo un beso tierno y calido en la mejilla al vejete que no podia creer lo hermosa que se veia.

Mientras Ana saludaba a su mujer dandole la espalda, el viejo verde se acariciaba la verga disimuladamente, encima de lo corto y ajustado, el vestido era algo traslucido y a simple vista se podia apreciar un hilo dental del mismo color del vestido que casi que habia desaparecido en el frondosos culo de la chica.

Sonaron las doce campanadas y todos buscaron a sus seres queridos para felicitarse y enviarse buenos deseos por el nuevo año, mientras le daba un abrazo frio a su mujer intercambio una mirada con la irresistible jovencita que se encontraba abrazando a su papa, esta le guiño un ojo y le regalo una hermosa sonrisa que hizo un corto circuito en toda su piel.

No muy lejos de alli, en una oscura habitacion el viejo Cheo se estaba haciendo una paja monumental, pero no con su coleccion de porno acostumbrada sino con unas fotos de Norma la hija de Fabian que se encontraban en un pen drive que Ana le habia facilitado.

En la casa de los Magallanes estallo una fiesta epica, buena musica y comida empezaron a hacer la delicia de todos los invitados, Ana se encontraba bailando con su hermano mayor mientras Fabian lo hacia con su hija que a diferencia de Ana estaba vestida de una forma muy recatada por consejo de su madre.

Casi todos los machos de la fiesta hacian cola para poder bailar con esa chica que esa noche estaba cerca de la perfeccion, en esa fila se encontraba Fabian con la verga dura e ilusionado como si fuera un quinceañero...

CONTINUARA