Elizabeth

Despues de no ver a una ex novia de la infancia por dos años, nos pusimos a recordar...

ELIZABETH

Elizabeth es una amiga que conozco desde que íbamos a la primaria, juntos.

Con el paso del tiempo fui testigo mudo del desarrollo de su cuerpo y de su modo de pensar, que se hizo más liberal de lo que me hubiera esperado.

Nuestras familias convivían muy seguido, lo cual provocaba que nos viéramos casi diario o mínimo los fines de semana.

Pasaron los años y ella se convirtió en una excitante joven con unas nalgas paraditas y muy bien formadas que le gustaba presumir con pantaloncitos que se le pegaban de más, dejando a veces la marca de sus labios vaginales en el frente; y unos senos redonditos con unos pezones rosas que se levantaban a la menor provocación, lo cual me fascinaba.

Fuimos novios de esos de manita sudada, pero cuando paso el tiempo fuimos descubriendo lo agradable que era acariciarnos y besarnos a escondidas y sin ropa, nos encantaba y lo hacíamos cada que había oportunidad.

Nos dejamos de ver por casi dos años, ella anduvo con un péndelo que me cagaba las bolas solo con verlo y yo andaba con una chavita que estudiaba con ella y que no le era tan desagradable.

Un día, por casualidad, nos encontramos en el centro de la ciudad. Nos saludamos, comentamos los planes de cada uno para el día, con nuestras respectivas parejas y reímos un poco.

La suerte quiso que a los dos nos plantaran y decidimos pasar el día juntos.

Nos fuimos a desayunar a un cafecito y comenzamos a platicar

-"¿Te acuerdas?" me dijo con una sonrisa traviesa mientras pasaba su mano por mi pierna, "si, como no acordarme, fueron muy buenos tiempos"-

-"¿Por qué nunca hicimos el amor?"-

-"No se" -le conteste.

-¿Te hubiera gustado hacerlo conmigo?"- ahora fui yo quien hizo la pregunta, con las sospecha de que la platica no pararía aquí

-"Hubiera sido bonito hacerlo con alguien que conozco de toda la vida…y que me conoce toda"- cuando dijo eso, inclino su cuerpo hacia delante y cerro los brazos en frente de ella, como solo las mujeres saben hacerlo para que nuestra atención se vaya directamente a sus senos.

Me embobe mirando aquellas gomas que hacia ya casi dos años que no tocaba. Levanto mi rostro poniendo su mano en mi barbilla y me dio un beso. Puedo jurar que ella tiene los labios igual de carnosos que los de Angelina Jolie. Fue un beso largo y rico, jugamos con nuestras bocas y nuestras lenguas alrededor de 5 minutos, hasta que una pareja que estaba detrás de nosotros comenzó a hacer ruidos con la garganta.

-"Vamos al cine"- me dijo y se levanto de la silla. Me acompaño a pagar en la caja y nos dirigimos a mi carro.

-"A esta hora no creo que haya nada de gente en el cine" le dije.

-"Ese es el chiste….estar solos"

En el camino ella empezó acariciarme el pene por encima del pantalón. "No vayas tan rápido…no llevamos prisa" me dijo mientras bajaba mi cierre y hacia aun lado el boxer para sacar mi pene que ya estaba muy duro.

Vi como se mojo los labios, los acerco a mi falo y lo beso muy tiernamente, esboce una sonrisa,

-"¿de que te ríes?" – me pregunto algo enfadada –"¿no te gusta?"

-"Al contrario, me encanta solo que nunca imagine verte haciéndolo"

Me sonrió y continúo. Primero lo beso todo, hasta la base, después abrió la boca y empezó con una mamada muy buena, lo hacia despacio, de arriba abajo. Pase mi mano por debajo de su pantalón y note que no traía ropa interior, le acaricie el culo un momento y busque acercarme a su vagina. Cuando sentí su bello púbico con mi dedo le acaricie toda la raja hasta dar con ese botoncito precioso que enloquece a las mujeres cuando se los rozas, el clítoris y no le quite mi dedo de encima hasta que ella sujeto mi pene muy duro y grito…. "aaahhhhhhhh".

Llegamos al cine. No recuerdo que película íbamos a ver, lo que si recuerdo es que la sala estaba vacía.

Nos sentamos junto a las escaleras en un rincón que hace la pared de hasta atrás con un pequeño muro que sirve de pasamanos, los que han ido a cinepolis sabrán de que rincón les hablo.

Empezaba la película, Elizabeth retomo la tarea que había empezado en el carro, yo continué acariciándole el culo.

Después de 5 o 6 minutos de un gran placer, me vine y le llene la boca de mi leche, me quiso besar pero le pedí que tomara primero un poco de refresco

-"A mi no me va a dar asco que me beses depuse de habérmela mamado" dijo esto y se levanto, se paro en frente de mi y se bajo el pantalón hasta las rodillas.

Aun con la poca luz del cine pude notar que Elizabeth se depilaba el coño de un modo muy coqueto, un triangulito en la parte superior del pubis, lo cual me encanto; se sentó y dijo que me incara frente a ella. Lo hice. Note primeramente su fuerte olor a hembra, ese olor dulzor pero intenso que hipnotiza los sentidos. Comencé mi trabajo. Lamí hasta el último rincón de esa cuevita disfrutando de cada milímetro su olor, su sabor, su suavidad, y las sensaciones que en ella provocaba que yo pasara por hay mi lengua. Se corrió en mi boca llenándome de jugos vaginales, me levanto y me beso, lamiendo mi cara para tomar de sus propios jugos

-"Lo haces muy bien"- me dijo -"pero ahora quiero que me penetres…siéntate en el sillón y déjame hacerlo a mi"

Tome mi lugar. Ella tomo mi pene, lo acomodo de modo que se pudiera sentar, pero cuando creí que se sentaría de frente a mí con sus piernas a mis costados, se dio media vuelta, se ensarto de un solo golpe mi pene, se sentó dándome la espalda y subió los pies a los asientos de adelante.

Ella se empujaba con las piernas hacia mí y me restregaba todo su culo por mi abdomen y su rajita se comía mi falo de un modo agresivo.

Después de unas cuantas embestidas se detuvo, se agarro de mis piernas hasta encajarme las uñas en los muslos, se empujo con más fuerza que en ninguna de sus cabalgadas y estuvo así por casi 20 segundos.

Pasado ese tiempo comenzó de nuevo la cabalgata pero ahora puso los pies en le piso y se sujeto con las manos de los asientos, dejándome ver toda su espalda y el ojete de su culo por donde metí un dedo. Siguió su movimiento hasta que la atraje hacia mí de la cintura dejando su espalda sobre mi pecho, la presione contra mí hasta que me corrí dentro de ella.

Continuamos viendo la película y salimos del cine con rumbo de su casa. Al llegar la estaba esperando su novio, me baje, le abrí la puerta y fui a saludar a su mama, ellos se fueron y me quede platicando con su mama por unos segundos mas.

Quien diría que dos años después de ver a alguien tendría una muy buena sesión de sexo y que ese día comenzaría una relación con una madurita (su madre) con la que también pude cumplir un par de fantasías…pero esa es otra historia.