Elisele cap. 3

Me tarde demasiado :$ me disculpo con la gente que lea la historia u.u eh estado ocupada sin mas el capitulo 3.

Pasaban los días y  los meses, una cita tras otra, constantemente éramos golpeadas por la sociedad, y mentir a mi familia, no me facilito las cosas. Habíamos cumplido 3 meses cuando perdí mi paciencia, le conté todo a mi madre.

Para mi sorpresa, ella no se inmuto ni un poco, me vio con su mirada de crees que engañas a tu madre y después, me dijo que llevaba tiempo sabiéndolo y que mantuvo una apuesta con mi hermana para ver en qué momento lo diría.

No sabía que pensar, por una parte me dolía que apostaran a mis espaldas pero, lo mejor de todo es que a ella realmente no le molesto por lo que sería capaz de invitarla y presentarla a mi familia, estaba tan entusiasmada.

Corrí a su casa, la hice salir a prisa y le conté lo sucedido ella se veía feliz por mí, pero algo muy profundo en sus ojos me revelaba una tristeza que no comprendía, después de un mes mi madre insistía en conocerla así que ese sábado nos vimos, me vestí lo mejor que pude, hice lo que jamás, limpie la casa y en especial arregle mi cuarto, cosas que jamás habían pasado en la vida, mi madre se puso a cocinar desde temprano, ella ama la cocina y más aun le gusta dar una buena impresión y que otros le alaben por su cocina.

Ella conocía perfectamente bien donde vivía, aun así ese día no evite ir por ella hasta su casa y acompañarla, estaba nerviosa, siempre me gusta tener mis mundos aparte, amigos, familia y relaciones por lo que jamás creí que llegaría el día, ese día en que mi familia conocería a mi novia, pero de todas las anteriores sé muy bien que la única que mereció ser presentada fue ella…

Comimos, charlamos y reímos, fue bastante increíble,  un día que valía la pena recordar, cuando termino la comida, me hicieron lavar los trastes, termine lo antes posible y me acerque a mi princesa, ella veía la tele en el sillón pues es lo más interesante que hacer en mi casa, me acerque, me senté a su lado y me recosté sobre sus piernas, mientras la tele sonaba al fondo, ella y yo charlábamos y en ocasiones me daba un dulce beso, ese día fue de lo mas estupendo.

Por desgracia, todo lo bueno llega a su fin...