Elijah y Dom

Al acabar el rodaje de la trilogía, El Señor De Los Anillos, Frodo Y Merry deciden confesarse su prohibido y loco amor...

El texto esta extraído de Internet y me pareció demasiado bueno como para que no estuviese publicado.

Los días de rodaje habían pasado volando. Los dos años en Nueva Zelanda habían finalizado. Los días alegres y los no tan alegres, los días de trabajo duro, los días de celebraciones, los días de entrevistas, los días de juerga con los amigos.

Elijah Wood no podía parar de pensar en todo esto mientras hacia el equipaje en la habitación del hotel. Ya casi medio reparto y equipo de trabajo habían vuelto a sus hogares o a empezar nuevos proyectos. Pero aún quedaban allí muchos amigos de Elijah, entre ellos su gran amigo Dominic.

Desde el primer día que le conoció, Elijah se dio cuenta de que Dom no era como los demás, o al menos no para él. Dom siempre era muy abierto con él, le contaba todas sus cosas, nunca le mentía y siempre estaba dispuesto para él, para acompañarlo, para escucharlo, para apoyarlo.

Elijah no podía soportar la idea de que ahora Dom volviera a su casa. No podía parar de lamentar todo esto. Y Allí estaba, con la maleta abierta sobre la cama, con la agenda en las manos mirando lo único que se llevaría de sus amigos: sus direcciones, sus e-mails, sus números de teléfono. Pero esto no era suficiente para Elijah, al menos con respecto a Dom.

Elijah ojeó la agenda y apareció una foto que se había hecho con Dom en la playa, cuando surfeaban juntos un día. Dom le abrazaba y sonreía cariñosamente.

Elijah ya sabía desde hacía varios meses que sus sentimientos hacia Dom no eran simplemente amistad, al menos no era eso lo que le decía su corazón que se aceleraba descontroladamente cada vez que Dom le daba juguetonamente un beso en la mejilla, incluso en la boca, o cada vez que le rozaba sus manos.

Sí, sabía que le amaba, y sabía que nunca podría contárselo porque ello significaría el fin de su amistad, que era lo único que tenía de él.

Elijah miró el reloj. Ya eran las 6:30 p.m. Quedó con los chicos a las 9:30 p.m. para cenar por última vez juntos y despedirse. Mañana cada uno partiría por su camino.

Pero Elijah no podía soportar ni un segundo más en la habitación, sentía que se ahogaba. Tiró la agenda en la maleta, la cerró, cogió las llaves y el móvil y salió corriendo de la habitación. Llegó al ascensor y se dio cuenta de que no sabía muy bien a donde dirigirse. Finalmente optó por ir al bar a tomarse una copa. Pero incluso allí sentado no podía olvidar el futuro incierto que le esperaba sin su gran amigo. Bebía sorbo a sorbo de su copa y no podía parar de pensar en él.

-"Dom, cuanta falta me haces, y lo que es peor, cuanta falta me harás, Dom…"- pensaba Elijah cuando le sonó el móvil. Miró el teléfono pero no sabía quien era.

-Sí, quién es- contesta Elijah.

-Hola Lij- dice una voz masculina extrañamente muy cálida.

-Quién eres- vuelve a preguntar Elijah.

-Dímelo tú.

-Orlando ¿eres tú?, déjate ya de coñas, vale- contesta Elijah enfadado, que no tenía ganas de juego.

-No soy Orlando.

-Oye, imbécil, ya estoy harto, vete a la

-Ven a la piscina cubierta esta noche, a las 12:00.

-¡Qué! Tus ganas cerdo, adioooosss.

-Te esperaré Lij, no me falles.

La voz desconocida colgó y Elijah se quedó hecho un lío. Quién podía ser, cómo un extraño podía tener su número. No, no iba a ir de ningún modo.

Elijah volvió a su habitación, puso el despertador y se recostó. A las 9:30 p.m. suena el despertador y Elijah se despierta sobresaltado. Rápidamente coge la chaqueta, se echa perfume y baja rápidamente al salón-comedor. Al llegar a la puerta se detiene tratando de divisar en que mesa están los chicos. Y allí están, allí está su adorable Dom, hablando con Billy, Billy desternillándose de risa por algún comentario del encantador Dom, su tierno e imposible Dom. Dom le ve y le saluda con la mano mientras le sonríe. Elijah va deprisa hacia la mesa y se sienta junto a él.

-Siento llegar tarde chicos, ya sabéis que aún no estoy recuperado del todo, por lo del anillo, que todo esto ha dejado huellas dolorosas en mí- dice Elijah mientras trata de no reír.

-Yo sí que voy a dejar huellas en ti, Frodo querido- le dice Dom mientras se acerca y le muerde una oreja.

-¡Suelta, socorro!- grita Elijah riendo a carcajadas mientras Dom le sigue mordiendo y los demás no paran de reír.

Al rato empiezan a comer y mientras van hablando de sus nuevos proyectos. Orlando lamenta que ninguno coincida en ninguna nueva película, pero insiste en que deben volver a reunirse los cuatro, que son sus mejores amigos.

Tras la cena van hasta el ascensor y se despiden allí. Al despedirse de Dom, Elijah lo abraza profundamente, sin importarle la mirada de Billy y Orlando que empiezan a notar algo raro en él, y por ello deciden apartarse un poco y hablar de otras cosas, haciéndose los que no saben nada.

-Dom, llámame cuando llegues, vale.

-Tranquilo, mírame- le dice dulcemente Dom mientras le agarra la cabeza haciéndole que lo mire.

-Nos veremos pronto, ya verás- le dice Dom mientras le besa la mejilla y lo vuelve a abrazar.

Dom llega a su piso y baja del ascensor. Elijah está confundido. Qué quería decir Dom. No entendía nada.

Al llegar a la habitación Elijah cae desplomado sobre la cama. Mira hacia la ventana y ve que hay luna llena.

-Vaya nochecita- pensaba Elijah mientras se volteaba y veía sin querer el reloj.

-Las 11:30, aquel tipo me dijo a las 12:00, ¡pero que estoy pensando!, no puedo ir, esto es absurdo.

Elijah trató de dormir pero no podía, no podía sacarse de la cabeza aquella voz. Se levantó y se armó de valor.

-¿A qué temo?, no soy un cobarde. Iré- dice mientras se pone la chaqueta y sale por la puerta.

Por los pasillos no se veía a nadie. Aquella situación causaba un poco de miedo. Al llegar a la piscina cubierta vio que todo estaba muy oscuro, apenas se veía nada. Trató de buscar las luces pero no las encontraba. De pronto empezó a sonar una canción que decía "be the one". Elijah al principio se asustó, pero al rato la canción empezó a gustarle. Las luces alrededor de la piscina se encendieron, y entre la música que no paraba de sonar y la luz tenue se había creado allí un lugar muy acogedor y romántico. Elijah miraba para todos lados y no veía a nadie. Pensó que se trataba de una pesada broma de alguien y decidió marcharse. Pero justo cuando iba hacia la puerta oyó una voz que lo llamaba.

-¡Lij, no te vayas!.

Elijah se dio la vuelta y no podía creer lo que veían sus ojos, era Dom, su adorable Dom.

-¡Dom! ¿qué significa todo esto?- le pregunta extrañado Elijah.

-No me preguntes nada, no digas nada. Sólo baila conmigo- le dice Dom mientras le ofrece sus manos.

Y allí estaba Elijah que no se lo creía. Su Dom le ofrecía sus brazos, cómo decirle que no. Elijah tomó sus manos, Dom le abrazó y empezaron a bailar al ritmo de aquella romántica canción. Elijah apoyó su cabeza en el hombro de Dom y cerró los ojos. Aquello era como un sueño para él, un sueño irrealizable, pero allí estaba él. Por fin Dom se atrevió a hablarle, pero sus palabras no eran las ansiadas por Elijah.

-Lij.

-Dime Dom- le contesta dulcemente Elijah.

-El agua está caliente.

-¿Qué?

-¿Te apetece un baño?- le pregunta Dom.

-¿Un baño?, pues no sé, a esta hora

-Venga tío, no seas un rajado.

-Bueno, está bien- le contesta Elijah. Pero en qué estaría pensando Dom. Me lleva hasta aquí para que nos demos un baño en la piscina, como si eso fuera una gran aventura, qué decepción más grande joder- pensaba Elijah.

Pero Elijah también pensó que mejor era poco que nada. Dom se empezó a desvestir y se metió en la piscina sólo con los slips. Se tiró de cabeza a la piscina y empezó a salpicar a Elijah con el agua.

-¡Venga tío! Mira que eres lento. Tírate con ropa coño.

-Pero qué dices animal, ya voy- le dice Elijah, hasta que termina y se mete también en la piscina. -Joder pues tenías razón, está calentita, que buena- le dice Elijah mientras mete y saca la cabeza bajo el agua.

-¿De verás no me reconociste?- le pregunta Dom.

-No, y casi no vengo.

-Me imagino, con lo nenaza que eres- le dijo Dom burlonamente, mientras nadaba lejos.

-Serás cabrón, espera que como te coja te vas a enterar.

Dom llegó a una esquina de la piscina y ya no podía más. Elijah lo acorraló allí y lo agarró entre sus brazos.

-Repite lo que me dijistes- le dice Elijah con voz amenazadora.

-Joder, nadando siempre me ganas, qué comes tío.

-No te desvíes del tema Dom, que eres un experto en ello.

-Joder, que era broma, lo de … nenaza, ja ja- le dice Dom riendo a carcajadas.

Elijah no puede aguantar más y comienza también a reír. Al rato paran de reír y se quedan muy serios, mirándose a los ojos. Dom rompe el hielo y le acaricia la mejilla sonrosada a Elijah. Éste le corresponde acariciando su mano.

-Me he dado cuenta Lij- le dice Dom.

-¿De qué?

-De que sientes algo por mí, y que no solo es amistad.

-Es cierto, y me imagino que tú no.

-¿Qué yo no qué?

-Que no sientes nada de nada por mí- le dice tristemente Elijah.

-Yo he intentado evitar todo esto, pero es imposible. Es imposible mirarte a los ojos y decirte que te apartes de mí.

Elijah agachó la cabeza, pero Dom se la levantó.

-Me gustas Lij, y mucho, me gustan tus ojos cristalinos, me gustan tus comentarios, me gusta tu sonrisa, me gusta tu sinceridad y tu bondad, me gusta tu blanca piel de terciopelo, me gusta tu valentía y honradez, me gusta tu sexo, me gusta… me gusta… me gustaría follarte aquí mismo- le dice Dom mientras pega su boca fuertemente a la de Elijah y le besa furiosamente, intentando recuperar todo el tiempo perdido. Elijah no puede evitar sentirse maravillado ante las palabras de Dom, y ante los actos que demuestran la verdad de sus palabras. Pero tiene que pararlo.

-¡Dom, tío, para!

-¿Qué pasa? ¿no te gusta?

-Sí que me gusta joder, pero aquí no, en el agua no. Vamos a los vestuarios.

-¿En los vestuarios? Y allí cómo

-Allí en las taquillas hay buenos bancos, ya sabes- le dice pícaramente Elijah.

Pues dicho y hecho, van a toda prisa hacia los vestuarios, agarrados de la mano. Elijah sostiene con su otra mano su paquete y Dom lo nota y se ríe.

-No te rías cabrón- le dice Elijah enfadado.

-Pero tesoro, si yo estoy igual que tú- le dice Dom.

Entonces Elijah le mira su slips y ve lo hinchada que la tiene. Esto le excita aún más.

-¡Dom, no puedo más! ¡que me corro todo tío!.

Por fin llegan a las taquillas del vestuario y Dom tumba a Elijah sobre un banco mientras le baja el slip. Sin más comienza a chupársela y Elijah empieza a gritar de placer por la locura que le está proporcionando su amante. Pronto se corre en la boca de Dom y éste prueba ese nuevo sabor prohibido.

-Joder, coño, lo que nos hemos perdido, soy un gilipolla- le dice Dom.

-Calla tonto y fóllame ya- le dice Elijah mientras abre las piernas y las inclina sobre su pecho.

Dom se queda un poco paralizado sin saber como actuar.

-Lij, yo… no quiero hacerte daño tesoro.

-Mójatela un poco primero y métemela ya joder, fóllame, mátame a polvos Doooommm- grita desesperadamente Elijah.

Todo esto excitó aún más a Dom, que hizo lo que Elijah le había dicho y se la metió de golpe. Pronto la sangre empezó a fluir y los gritos de Elijah y Dom eran ensordecedores, pero rápidamente el dolor se convirtió en placer, en placer inacabable para ambos. Dom se corrió dentro de Elijah mientras le besaba. Besos salvajes, boca con boca, lengua con lengua, mordiscos en los labios, mordiscos en el cuello. Al rato se cambiaron los papeles y Elijah penetró a Dom.

Tras una hora de intenso placer sexual, ambos estaban más que agotados. Empezaron a vestirse. Dom acompañó a Elijah hasta su habitación. Una vez en la puerta Elijah decidió que sería mejor despedirse allí, para no hacer la situación más difícil.

-Voy a comprar una casita en Nueva Zelanda, ya tengo todo medio arreglado. Quería que fuera una sorpresa pero ahora todo es distinto.

-¿Qué quieres decir?- le pregunta Dom.

-Que sólo quiero que lo sepas tú, será para ti y para mí, si tú quieres claro.

-Como no voy a querer tesoro- le dice Dom mientras le sonríe- Un nidito de amor, joder, ya me empiezo a poner otra vez

-Mira a ver, que yo ya no puedo más- le dice Elijah sonriendo. -Oye, en serio, ¿crees que la distancia nos traicionará?

-Pero qué dices Lij, lo de esta noche no se olvida fácilmente, y estos dos años aquí mucho menos. Te llamaré todas las noches, te escribiré, no te podrás deshacer de mí, ya verás.

-Quédate conmigo esta noche, por favor Dom.

-No sé tío, y mañana cuando venga Billy a buscarme y no me encuentre.

-Dile la verdad, es un buen tío, lo comprenderá- le dice Elijah con ojos que inspiraban lástima.

-Joder como decirte que no. Ay madre mía cuando el pobre Billy se entere- le dice Dom mientras le rodeaba la cintura con su brazo y cerraban la puerta de la habitación tras de sí.