Eliana la amiga intima de mamá y mi cumpleaños

Procede bien con Eliana y obedece en todo, aunque a ti no te guste, lo que ella mande, obedece…, no sabía el pobre lo que ella solicitaría.

Eliana la amiga intima de mamá y mi cumpleaños.

No sé como se entero de la fecha de mi cumpleaños, me imagino que mamá se la dijo; pero que fue mi mejor regalo, eso ni dudarlo.

Llega un jueves al anochecer a casa, después de dos meses, con la excusa que tiene control médico al día siguiente, ese día estoy de cumpleaños, ella se hace la sorprendida de esa casualidad, solicita a mi papá permiso para que yo no asista al colegio y pueda acompañarla al médico, mi padre que la admira no tiene voluntad para negarse.

Al día siguiente, mi cumpleaños a pesar que lo celebraré con mis amigos el sábado, mis padres me felicitan y me regalonean con sus regalos, un MP-4 y un DVD personal, contento con mis regalos se despiden y van a sus trabajos, papá me dice procede bien con Eliana y obedece en todo, aunque a ti no te guste, lo que ella mande, obedece…, no sabía el pobre lo que ella solicitaría.

Aún mi padre no se sube a su auto cuando ella me dice falta mi regalo y sacándose su bata de levantar se muestra lujuriosa, manceba, desnuda ante mis ojos, nada la cubre excepto el porta liga, las medias y los zapatos tacones alto que logran mejorar esas par de columnas llamadas piernas. Se ve maravillosa y se observa que esta anhelante de ser poseída.

Sé mi macho, me dice, hace un mes estuve con mi marido, pero mejor no tomarlo en cuenta, no me logró sacar ni un orgasmo, mas encima eyaculó como a los diez minutos, estoy trastornada por sexo, te necesito así como la vez pasada. Cójeme.

Por supuesto sigo las ordenes de mi padre y la obedezco, comienzo a besar ese glorioso cuerpo, succiono sus pechos sobre todo sus pezones, menos mal que estamos solos, grita de placer y me abraza mi cabeza contra sus pechos que casi me sofoca, mis manos se duplican tocando sexo, culo, nalgas, espalda, bajo mi cabeza y succiono, como mis amigos decían, su sexo, llora de placer y de calenturas se agita, nos vamos al dormitorio de mis padres y sobre la cama la disfruto, la penetro y Eliana pone la experiencia mientras yo pongo el vigor, mi pene ultraja su vagina con un formidable acoplamiento de por lo menos quince minutos, obteniendo de ella agonizantes gritos al tiempo que mueve su cabeza y con gran devoción me entrega a mí, su joven amante, mis manos se metían bajo su falda. Primero recorriendo su culo, y luego tocando su mojada pelvis. Con su vagina a merced de mi verga la mecía y la introduje entre sus piernas, la apretaba dulcemente, la movía con mis duras embestidas sobre su vagina. Yo estaba agotado con la lucha que llevábamos, y ella se movía, me decía, dame mas, más, ¡métemelo hasta el fondo!, luego entregó sus fluidos sexuales, casi gritaba de placer, se encontraba al borde del clímax. Ella gemía mientras su cuerpo experimentaba un tremendo e insospechado orgasmo, su cuerpo se retorcía con grandes convulsiones, al tiempo que recibía una tórrida corriente de líquido viscoso descargados en lo mas recóndito de su matriz por mi miembro que la satisfacía llenando de espermios su útero, ahí recién ella recuerda que está en los días crítico y dice asustada, te vaciaste adentro y estoy en el período mas fértil, Dios he quedado embarazada…, vas hacer el papá de mi bebé, se asusta.

Luego nos dedicamos a reparar el desorden del dormitorio y ella me invita a salir llevándome a almorzar a fuera, en unión de mamá, quien luego tiene que volver al trabajo y Eliana se despide porque vuelve a su casa, recojo mis cosas que están en tu casa y me voy dice a mamá.

La acompañe a casa, ahí solicité nuevamente sus favores, ella me dice que tiene que irse, pero insisto, tirando sus ropas, subí su falda por arriba de su cintura, la moví hacia un sofá, la agaché y levanté su culo. Puse mis piernas enredadas con la de ella, acercaba su cuerpo hacia mí, seguía mis sexuales movimientos, inmediatamente mis manos se apoderaron de sus tetas, recorría su culito y vagina, las acaricio suave, un apretón, tiembla, se inicia una serie de besos por parte de cada uno, alternando las atenciones que terminan, inevitable, en los turgentes y macizos muslos y al final su caverna, que exige ser saboreada, solo deseaba calmarla y ser calmado... tenerle mi pene bien adentro, sentirla llena, colmada, La rutina se repite una y otra vez, hundiendo, sacando, hacer desaparecer en ella mi pene, entraba y salía cada vez más rápido y fuerte, mis huevos hacían ruido contra su culo en cada embestida que hacía, pocas veces había sentido tanto gusto en mi cuerpo, mientras ella temblaba, gemía y abría más las piernas, comenzó el dulce y placentero vaivén, lento, fuerte, arriba, abajo... deteniéndome para proporcionarle esa incertidumbre y desesperación de cual será el momento que se lo pondré bien adentro... llegando hasta el ovario, sentía como la cubría entera y tocaba el fondo... quería sentirla toda, quería más, yo misma me sorprendí cuando grito pidiendo más… más, jugaba con su sexo, la estaba penetrándola y cogiéndola, en cuatro patas, apoyadas en el sofá, agitaba su cuerpo mientras sus tetas chocaban entre sí como una masa suave con mis arremetidas, gritaba de pasión, se estremecía y vibraba ante el miembro que tan deliciosamente la seducía, hasta que acabé adentro de ella, excitándole otro imperioso orgasmo, abrió su boca buscó una bocanada de aire y cayó inerte de placer. Nos acariciamos unos momentos, luego se apartó y arreglo sus ropas y fue al baño donde se lavó.

Le ayude a recoger sus cosas y luego se fue…., no supe de ella hasta un año después que vino a visitarnos con una bebita en brazos, mamá estaba feliz de saber que era madre.

Cuando tuvo la oportunidad de decirme algo me comunicó…, esta es tu hija. ¿Recuerdas tu cumpleaños?. Casi me desmayo de susto

Tomo onces, conversó con mamá, al cabo de una media hora, acercándose a mi persona me besó como despedida y solicitó a papá la llevarla al terminal donde en un bus se fue a su ciudad, nunca mas la he visto, me gustaría saber de ella, pero a solas.