Elena la ex mujer de Jacinto II
Continuamos el fin de semana y vamos haciendonos confesiones.
Un segundo después de quedarme dormido pareció que llegaba la hora despertar. Elena parecía que empezaba ansiosa la mañana.
Ver a aquella belleza de mujer a mi lado me hizo empezar el dia con ganas mientras veía como ella se encaminaba a la ducha. Ese dia tenía planeado hacer con ella una marcha y llegar a una pared de piedra a escalar. Se lo comente a ella, pero me dijo que hacía demasiado calor como para hacer una marcha y decidimos quedarnos en el bungalow y ya por la tarde ir a escalar.
Sabía que algo rondaba la cabeza de Elena, pero no me percate de que, hasta que ella llamo a la recepción y pidió que nos trajeran el desayuno. Elena estaba preparada ya duchada y continuando desnuda espero a que esta apareciese mientras me pedía que yo me duchase.
En ese momento la chica trans fue la que apareció con el desayuno. Con una bici con carrito llego a la puerta del bungalow y parando en la misma llamo a la puerta muy educadamente. Elena le abrió la puerta lo más natural que supo y la invito a pasar. Mientras ella pasaba me veía a mi como me estaba duchando a través de la pared de cristal del baño. Sentí como la mirada de las dos se clavaban en mi cuerpo y más concretamente en mi miembro que disfrutaba del agua fresca que salía de la ducha. – Desde luego es usted preciosa – le susurro la chica mientras ya había dejado las dos bandejas del desayuno en la mesa del salón. – Tu también eres muy bonita – le dijo Elena mientras se acercaba a ella y quedaba en frente de ella. La chica pareció quedarse cortada y Elena levantando el mentón de ella con su mano izquierda la invito a que esta la mirase.
Elena por un segundo más la miro y nuevamente le dijo – Eres un ángel – mientras llevaba la mano de ella a su pecho. – Yo me llamo Mireia – le susurro la chica. – Y yo Elena la que se muere de ganas de provocarte para que me poseas – le susurro Elena. En ese momento vimos como a Mireia se le empezaba a levantar la polla. – Mira que preciosidad – susurro Elena mientras su mano se apoderaba de su polla y girando la muñeca dejando el envés de su mano en la zona baja de su glande empezaba a masturbarle. – Mireia, ¿me dejas que te haga una pajita? – le susurro Elena. – Por supuesto que si – le susurro esta mientras yo desde la ducha veía como ahora las dos mujeres empezaban a besarse.
Mientras el agua caía por mi cara empecé a ver como la mano de Mireia se posaba en la cadera de Elena y como bajando por la nalga de esta por detrás llegaba a hacer contacto con los labios vaginales de Elena. Yo desde la ducha seguía observando como aquellas dos mujeres se empezaban a amar y de repente sentí como una boca se apoderaba de mi glande. En ese momento saque la cabeza de la ducha y cuando el agua dejo de inundar mi cara vi que, a mis pies, la pareja de Mireia estaba empezando a chupar mi polla. – Hola buenos días yo soy Maria – me susurro en un tono muy educado aquella hermosa chica mientras de nuevo desnuda se había metido mi polla en la boca. – Maria eres preciosa pero este fin de semana quiero dedicarme por completo a Elena así que quiero, si no te importa, ver como entre tu novia y tú la hacéis disfrutar – le dije mientras sacaba mi polla de su boca. – Sera un placer cumplir una petición tan maravillosa – me dijo mientras se levantaba del suelo y caminando hacia el salón se ponía a la espalda de Elena y le decía – Tu amante me ha pedido que me centre en ti, que sepas que es lo más bonito que puede pedirme alguien – le susurro a Elena en su hombro.
Las manos de Maria fueron directamente a cubrir los pechos de Elena que seguía besándose con Mireia mientras esta introducía dos dedos en su vagina y se moría de gusto sintiendo como la mano de Elena le daba placer mientras pajeaba su polla.
Mireia dejo de besar por un momento a Elena y unió sus labios a través del hombro izquierdo de Elena con los de su novia. – Esta muy abierta – le dijo Mireia a Maria. – Si su culo también está muy dilatado – le respondió Maria que ahora había bajado sus manos desde los pechos de Elena hasta su ano rozando sus manos con las de Mireia. – Anoche esta preciosidad recibió una buena ración de polla por todos sus agujeros – le dijo Mireia. – Si ya he chupado la polla que la follo y me ha pedido a pesar de ponerse de nuevo dura que viniese a ayudarte a dar placer a esta hermosura – le respondió de igual manera Maria. – Llevo diez años abandonada – susurro Elena uniéndose a la conversación. – Anoche os vimos follar a los dos con la pareja de al lado y me puse tan cachonda que acabé entregando la virginidad de mi culo a ese hermoso macho que veis en la ducha – les confeso Elena. – Él me ha follado con una exquisita paciencia y me ha hecho alcanzar tantos orgasmos que he perdido la cuenta, es un amante muy generoso y aparte de lo bien dotado que esta ha sabido colmarme de placer hasta que yo misma le he ido pidiendo que me poseyese por cada uno de mis huecos – susurro Elena. – Claro que si cariño es que con estas pollas tan grandes o saben excitarnos o de pajas y poco mas no pasan – le susurro Maria. – A mi, Mireia me folla por todos lados, pero antes tiene que saber excitarme porque si no, es incapaz ni de meterme la punta – le gimió Maria que ahora estaba siendo masturbada por la mano libre que le quedaba a Elena.
Poco a poco se fueron acercando al sofá y Elena cayo vencida por aquellas dos hermosuras. Elena quedo sentada en medio del sofá mientras cada una de ellas se sentaba a cada lado de Elena. Entre las tres se besaban y se tocaban por todo su cuerpo. En ese momento Mireia se colocó entre sus piernas y empezó a darle placer oral a Elena que mientras ahora se besaba con Maria se deshacía de placer. – Que bien come tu novia – susurro Elena mientras veía como la mano izquierda de Mireia iba directa a cubrir la vagina de Maria. – Los dos sois muy guapos y nos excitáis – susurro Mireia mientras con dos dedos empezaba a penetrar a Maria. – Mira como tengo la polla – dijo Mireia apareciendo su enorme polla entre las piernas de Elena.
Elena se quedó congelada mientras veía como la enorme polla de Mireia emergía entre sus piernas y Mireia acercando su cadera a la de Elena la dejaba apoyada sobre su abdomen. – Así la sentía anoche clavada en la boca del estómago – susurro Elena mientras veía como el glande de Mireia quedaba apoyado casi en el canalillo de Elena. – Si viendo su polla anoche tuviste que disfrutarla hasta lo más profundo de tu cuerpo – le dijo Mireia mientras me miraba a mí que me había ido acercando a ellos. – Tiene una polla muy hermosa – le dijo a Elena mientras se unía con las dos y sin dejar hablar a Elena las besaba a ambas haciendo que los labios de las tres se uniesen.
Me senté en la mesa en frente de los sofás y vi como las dos chicas femeninas a mas no poder se turnaban para devorar el cuerpo de Elena.
Tras un par de orgasmos tanto de Elena como de Maria esta última vino a sentarse a mi lado. – Se nota que hace mucho que no la follan – me dijo. – En cuanto un dedo la penetra más de la cuenta se siente dolorida – me susurro Maria. – Es preciosa, pero está muy abandonada y su coño no está acostumbrado a algo tan grande – me susurro mientras clavaba su mirada de nuevo en mi polla.
Mire hacia ellos y ahora Mireia de nuevo estaba chupando y lamiendo el clítoris de Elena mientras esta se retorcía de placer. Y a su vez Mireia se pajeaba. – Me encantaría que te corrieses sobre mi – le dijo Elena a Mireia. – Nunca había visto una mujer tan preciosa como tu – le susurro Elena mientras me miraba. En ese momento Mireia se puso de pie delante de ella y sacudiendo su polla mientras veía como Elena se frotaba las tetas y retorcía sus pezones delante de ella al poco rato Mireia se empezó a correr sobre Elena cubriendo con su corrida su cara, sus manos sobre sus tetas y sus pezones.
En ese momento Mireia se lanzó a besar a Elena y de la cara de esta empezó a lamer su propia corrida mientras Maria se incorporaba a ellos y besando a Elena veía como Mireia continuaba bajando y devorando las tetas de Elena absorbía su propia corrida limpiando el cuerpo de Elena y de nuevo se incorporaba a a altura de las bocas de estas y besándose los tres compartían la corrida de Mireia.
Ahora fue Maria la que se sentó en el sofá y Mireia la que se lanzó a comerse su coño mientras aún tenía semen de su propia corrida en el mentón. Elena acompañaba a Mireia en darle placer oral a Maria y de igual manera ascendía a ratos para chupar los pezones de esta y besar sus labios.
Maria presa del placer provocado por aquellas dos bocas se retorcía sobre el sofá mientras buscaba hueco para poder observar mi polla. – Me parece lo más bonito que quieras reservarte para satisfacerla a ella – me dijo mientras cerraba los ojos presa del placer. – Eres como yo una mujer muy afortunada – le dijo en ese momento Maria clavando su mirada en la de Elena. – Lo sé – le respondió esta. – Aunque por lo que se, se folla a otras cuantas a parte de mi – le susurro Elena. – Una polla así conlleva una vigorosidad que es imposible tener en exclusiva para una sola – le susurro Maria. – Ella cada dia es capaz de follar con cuatro o cinco mujeres y aun así a mí me pega unos polvos que no te puedes imaginar – le respondió Maria mientras en ese momento sentía como la polla de Mireia la empezaba a penetrar y la respuesta de Maria en ese momento era regarla con una hermosa corrida por parte de Maria. – Ves hace nada te acaba de follar a ti y ya está preparada para follarme a mí – le susurro Maria mientras sentía como Mireia sacaba su polla empapada de sus jugos del coño de Maria y ahora empezaba a penetrar su culo. – Mírala ahora va follarme el culo – susurro Maria mientras sentía como sin ningún problema el recto de esta recibía más de la mitad de su polla. – Mira lo que conseguirás cuando te lleve un tiempo follando – gimió Maria mientras sentía como Mireia en la tercera estocada se clavaba por completo dentro de ella. – Disfruta de su polla todo lo que puedas y date por satisfecha sintiendo como te desea – le susurro Maria mientras ahora a una velocidad endiablada Mireia se clavaba dentro de Maria.
Elena en ese momento se puso detrás de Mireia y pidiéndole permiso dejo a la vista los pechos de esta. – Mireia tienes unos pechos preciosos – le dijo Elena mientras lamia sus pezones. – Pero ahora siento que necesito la polla de él dentro de mi – dijo ella mientras se levantaba y venia para hacer que yo me sentase en el sofá al lado de Maria.
Esta que estaba recibiendo a Mireia de cara ella mientras profanaba su culo puso toda su atención en ver como Elena se sentaba a horcajadas sobre mí y como poco a poco se empezaba a introducir mi polla dentro de ella. En ese momento Mireia se quedó clavada dentro de Maria y con aquella voz tan dulce que tenía le dijo a Elena. – Me encantaría clavarme de nuevo en ti, me recuerdas tanto a mi madre que no puedo resistir el deseo que siento por ti – le susurro mientras su mano ya estaba posada en el culo de Elena y sus dedos corazón y anular ya estaban dentro del culo de Elena. – Sigue – susurro Elena mientras sacando la mitad de mi miembro ya duro a mas no poder Elena dejaba caer saliva desde su boca a la cabeza de mi glande y de nuevo se volvía a penetrar con mi miembro.
Mireia saco de un bolsito que llevaba un preservativo y crema lubricante y se dedicó a dilatar el ano de Elena. Cuando este estuvo lo suficientemente dilatado Mireia saco su polla de la boca de Maria que ahora estaba de rodillas a los pies del sofá y enfundo la polla de Mireia que llenándolo de lubricante ayudo a que Mireia se clavase en lo más profundo de Elena. Esta al sentirse tan llena de polla por ambos lados se corrió con un conjunto de orgasmo anal y vaginal que la dejo derruida sobre nosotros. – Fóllatelos tu – le dijo Elena a Maria al ser incapaz de terminar ella.
En ese momento Maria salto sobre mí y me dijo – Esto para mi es un sueño desde hace mucho – susurro mientras ahora era ella la que me la chupaba como poseída y me preparaba para ponerme un condón. – No sabes cómo voy a disfrutarlo – me dijo Maria mientras sentía como su coñito cálido rodeaba y apretaba mi polla dentro de ella. – Joder es como la tuya Mireia – susurro Maria cuando clavándose mi polla en lo más hondo de ella mi glande profanaba por completo su útero y Maria se corría para mí. – Me abre como la tuya cariño – gimió Maria mientras sentía como la polla de Mireia entraba por el ano de Maria y por la estrechez de aquella delgada mujer tanto Mireia como yo sentíamos como la polla del otro profanaba el cuerpo de Maria. – Joder esto es un gustazooooooooooooooooo – gimió Maria mientras se corría de nuevo. Maria nos pidió a los dos que dejásemos de movernos. Ahora mientras permanecíamos quietos ella era la que se administraba su propia ración de cada uno de nosotros. – Es un auténtico placer recibiros a los dos – gimió Maria. – Me tenéis colmada – susurro mientras en ese momento sentía como Mireia saliéndose del culo de Maria caminaba rápidamente hasta Elena que permanecía tirada en el otro sofá y sobre las tetas de ella se volvía a correr de nuevo. – Mami aquí tienes lo tuyo – gimió Mireia mientras se corría sobre el cuerpo de Elena. Maria se corrió de nuevo mientras me pedía que quería que yo al correrme lo hiciese sobre ella.
Y cuando llego el momento así fue como sucedió. Llego el momento en el que ya pleno de comerme los pezones de Maria, de ver como Mireia masturbaba a Elena que aún estaba completamente pringada de su corrida llego el momento de que yo me corriese sobre el cuerpo de Maria. Esta se tumbó en el sofá delante de mí y completamente excitada yo me derrame sobre ella. Para después dejarme caer yo en el sofá.
Maria se quedó tumbada en el sofá durante unos cinco minutos y en ese momento vi como Elena se levantaba y se posicionaba encima de Maria para besando su cuerpo recoger mi corrida del cuerpo de Maria y besándose con Mireia compartir mi corrida con ella a su vez que Mireia se lanzaba besar a Maria para compartir mi simiente con ella y terminar ellas dos a continuación limpiando el cuerpo de Elena de la corrida de Mireia.
En ese momento las dos nos dijeron riéndose que menos mal que era su dia libre porque si no la madre de Maria ya habría venido a buscarlas y Maria se habría quedado sin saber lo que era alojar en su pequeño cuerpo dos miembros tan grandes y que le habían provocado tanto placer.
Maria en ese momento mirando a Mireia le dijo – Sabes que te amo más que a mi vida y de igual manera, sabes, que me encanta ver cómo te follas a otras mujeres, se perfectamente que te encanta ser como a mí me encanta que seas y sabes que nunca me entrego a nadie más de una vez – le susurro Mireia antes de besarla. – Pero hoy necesito saber, como es, que me folles como hombre y si él quiere (dijo refiriéndose a mi) y ella no tiene inconveniente (dijo referiendose a Elena), quiero que me folle ahora a mi sola – le confeso Maria. Elena nos miró a ambos y dijo – Por mí no hay problema –. – Cariño tu felicidad es la mía y si él quiere follarte por mí no hay problema – le susurro Mireia mientras poniéndose al lado de Elena nos invitaba a continuar si era lo que yo deseaba. – Quiero que como hombre al cien por cien tomes posesión de mi cuerpo – me confeso Maria. – Si tú quieres para mi será un placer – me confeso Maria.
Yo en ese momento le tendí la mano y mientras invitaba a Mireia y a Elena a sentarse en el sofá me llevé a Maria a la ducha. – No sabes lo que es sentir para una mujer que la misma polla entra por su vagina y por su culo a la vez – me susurro Maria mientras entraba en la ducha conmigo. – Pues ahora vas a saber cómo es que yo te folle solo – le susurre mientras la invitaba a ponerse debajo de la ducha y a limpiarse para mí. – Tu putita está muy, muy sucia – me dijo mientras delante de mí se encargaba de limpiar todo su cuerpo.
Una vez que termino, tomándome ella a mí de la mano empezó a lavarme la cabeza y poco a poco fue descendiendo por mi cuerpo mientras veía como tanto Elena como Mireia no nos quitaban la vista de encima. Vi como Mireia de nuevo se estaba volviendo a empalmar y ahora Elena de nuevo bajaba su cabeza para alojar lo que pudiese del miembro de Mireia en su boca.
Maria apagando el agua se puso de rodillas delante de mí y yo llevando su boca a mi glande la invita a empezar a chupar. Se notaba que aquella chica tenía experiencia en mamar ya que su lengua sabia tocar exactamente los puntos para hacer que mi polla se pusiese cada vez más dura mientras sus manos se volvían locas tocando mi culo, mis pectorales y mis abdominales. – Dios que viril eres – me susurro ella mientras ahora cogiendo la toalla apenas me secaba y me invitaba a llevarla a la cama a tomar posesión de ella.
Maria callo en la cama boca arriba y separando sus piernas me invito a que yo me colocase entre ellas para empezar a puntear su vagina. Me escapé por un lado para quedar tumbado a su lado y mientras la besaba empecé a dedear su vagina mientras sentía como las manos de Mireia se apoderaban de mi polla y chupándola con el mayor de los cuidados me enfundaba la polla en un preservativo. – Joder que gusto – gemía ella mientras de nuevo ahora me invitaba a colocarme encima de ella y agarrando mi polla la guiaba para que por fin pudiese entrar dentro de ella. Me clavé en ella hasta el fondo en la primera estocada y sentí como su útero se abría para mí. – Mireia que gusto sentirteeeeeeeeeeeee – ahogo ella su gemido cuando sintió como profanaba lo más profundo de su ser. Tras cinco minutos follando su vagina sentí como de nuevo Maria se corría para mí y esta vez sentía como sus piernas anudadas en mi cadera eran acompañadas por sus uñas que se clavaban en mi espalda.
En ese momento Maria paro mi follada sobre su coño y sacando mi polla de ella me invito a profanar su culo. – Que sea como siempre lo he imaginado – no la deje acabar y me clave hasta el fondo poco a poco dentro de ella. – Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah – exhalo ella mientras yo llegaba a lo más profundo de su recto y en ese momento sentía como Maria se corría en un maravilloso orgasmo.
Maria fue muy dadivosa conmigo y a pesar de que ya estaba colmada de orgasmos me dejo que continuase tomando posesión de su cuerpo durante el tiempo suficiente para sentir que mi corrida estaba cercana. – Ahora quiero que te corras en mi boca Mireia – me dijo mientras a través del espejo al lado de la cama sentía como Maria clavaba su mirada en la mía. – Esta vez no compartiré tu corrida con nadie – me susurro. – Esta vez toda tu corrida va a ir directa a mi estómago y así siempre formaras parte mi – me susurro ella.
En ese momento Maria se puso a cuatro patas y yo detrás de ella empecé a clavarme en su culo mientras cada vez me sentía más excitado. Cuando sentí que llegaba al punto de no retorno me salí de ella y a la vez que yo me quitaba el preservativo el culo de Maria era sustituido por su boca y ella misma se introducía mi polla simulando la continuación de la follada. Mientras empezaba a derramarme dentro de la boca de Maria está muy suavemente se siguió moviendo mientras yo me vaciaba en su boca. – Uuuuuuuum tu semen es delicioso – me dijo ella cuando después de mostrarme en su boca toda mi corrida ella cerraba la boca y me mostraba como se tragaba toda mi corrida. – A partir de ahora siempre formaras parte de mi – me susurro ella mientras veíamos en ese momento como Mireia explotaba en una tremenda corrida que llegaba hasta su cara. – Maria que buena puta eres como me gusta ver como disfrutas de otra polla como la mía – había gemido esta mientras al lado de Elena se corría sin parar.
Esta vez todos estábamos agotados por lo que Mireia se tuvo que limpiar así misma. – Gracias por la mejor corrida de mi vida – me susurro esta desde el sofá al lado de Elena que derrengada no nos habíamos enterado cuando se había corrido a nuestro lado.
En ese momento el cielo entero trono. Una tormenta se acercaba e indicaba que era el momento de que tanto Mireia como Maria se despidiesen de nosotros y fuesen a refugiarse a su casa. – muchas gracias por todo nos dijeron ambas mientras se vestían. – Me ha encantado ver como tomabas posesión de Maria – me susurro Mireia antes de salir por la puerta del bungalow.
A los diez minutos de salir aquellos dos ángeles por la puerta en cielo empezó a descargar un tremendo aguacero. La temperatura bajo sensiblemente y refresco el ambiente al principio luego al elevarse del suelo el calor propio del verano después de tantos días hizo que el bochorno aumentase de manera palpable.
Tanto Elena como yo decidimos seguir desnudos y nos sentamos en el sofá a disfrutar del desayuno, aunque fuese ya la una y media de la tarde. – No me puedo creer que hayamos estado jodiendo más de tres horas – me dijo Elena cuando se percató de la hora que era. – Lo que reamente me fastidia es tardar tanto en recuperarme – me confeso ella mientras se intentaba masturbar y tuvo que parar al sentirse molesta en su interior. – Con las ganas que tengo que recibirte en mi interior – me dijo apenada. – No te preocupes – le dije. – Después de diez años de sequía tienes que volver a acostumbrarte – le dije mientras la calmaba y la hacía cambiar el tercio.
Elena comenzó a desayunar mientras yo perdía mi mirada por su cuerpo desnudo. – No sabes cómo me molesta, pero como me mojo al pensar en mi sobrino clavándose entre mis piernas – me confeso Elena que no podía dejar de pensar en sexo. – Solo de pensar que mientras me está follando tú vas a estar nuestro lado enterrando tu polla en mi hermana me hace mojarme – me susurro Elena.
En ese momento Elena se levantó del sofá y cogiendo su móvil me empezó a pasar fotos de su hermana vía WhatsApp. Evidentemente la primera que me paso fue la de ella haciendo topless en un barco en la playa y luego otra en la que las dos aparecían desnudas en una playa. – Esto, fue este año a principios de verano en Menorca – me conto ella. – Nos fuimos las dos solas y al final de la noche acabamos haciendo una “tijera” juntas – me contaba Elena mientras yo a su lado viendo las fotos escuchaba la narración de Elena. – Esa noche mientras frotábamos nuestros coñitos antes de corrernos le confesé a mi hermana que deseaba follarme a su hijo – me confeso ella. – ¿En serio? – le pregunte. – Si ella lo acepto y después de llegar al orgasmo juntas me dijo que pensaba que sería algo bueno para su hijo ya que después del divorcio de sus padres se había vuelto un chico muy retraído y nunca salía de su casa casi hasta costarle ir a las comidas familiares y después de la muerte de su padre había desaparecido por completo de la vida social – me confeso.
En ese momento Elena vio que de nuevo mi polla estaba dura y en ese momento se grabó un video en el que empezaba con la mayor parte de mi boca dentro de su boca y mientras grababa un plano fijo se la iba sacando y dejando a la vista toda mi extensión. Elena termino el video poniendo su cara al lado de mi polla y dejando que la persona que viese el video tomase consciencia de mi polla, que llegaba desde la barbilla de Elena hasta pasar unos centímetros la frente de Elena. – Si no te importa se lo voy a mandar a mi hermana y como por despiste a mi sobrino – me confeso Elena. – Por mi encantado, y si no te importa me lo mandas a mí también – le dije mientras ella cargaba el video en WhatsApp para enviarlo. – A mi sobrino también alguna vez haciéndome la despistada le he mandado fotos mías en tetas – me confeso Elena. – Puff a mí me manda mi tía una foto en tetas y me voy volando a su casa – le respondí a Elena. – A mí me encantaría que él lo hiciese – me confeso Elena. – Y desde luego tu tía Laura tiene un cuerpazo al que nadie podría resistirse – me confeso ella.
Ambos en ese momento seguimos hablando que hasta el dia de hoy al estar casada con Jacinto para Elena aquello no había más que un sueño recurrente para poder masturbarse y darse placer. Pero que gracias al fin de semana que habíamos pasado en Marbella para ella había sido el aliciente necesario para por fin pedirle a Jacinto el divorcio. – No sabes la cantidad de videos que tengo grabados de Jacinto – me confeso Elena. – Pero creo que ya la charla y el mini polvo contigo en el Beach club fue el empujón para enseñarle a Jacinto copia de todo el material que tenía y por fin acabar con esa vida – me conto Elena. – Y desde ese mismo momento pensé en que había llegado el momento de hacer realidad mis sueños más calenturientos – sentencio.
Elena me conto que de igual manera su hermana estaba muy cohibida por la vida antes del divorcio y que de igual manera la vida marital para ella había sido un suplicio y después de divorciarse de su marido esta había sentido la enorme necesidad de mantener las formas y el respeto a su marido y después de fallecer este de un infarto en un famoso puticlub para ella fue una vergüenza cuando la policía la llamo para informarle que habían encontrado el cuerpo de su marido por que oficialmente no se habían divorciado.
Elena me estaba contando toda su vida y como tanto su hermana como ella lo habían pasado fatal al haberse casado con dos capuyos. – Dos “medio hombres” le respondí yo y ella se rio. – La verdad es que si, pero a ellos les hemos dado toda nuestra vida – me confeso apenada Elena. – Pero aun te queda mucha vida por vivir – le susurre antes de mordisquear su cuello. – Ya te digo y a mi hermana mucho más ella es diez años menor que yo – me confeso en ese momento mientras su móvil vibraba y recibía respuesta de su hermana. – Que envidia me das – le respondió ella. – Le he enseñado fotos tuyas y dice que eres guapísima – le respondió Elena. – Ja, ja, ja, ja, ja, ja – fue la respuesta de ella.
Después de un rato le escribió de nuevo y le puso – enséñale las de la playa “tita incestuosa” – le puso esta. – Si me das permiso se las enseño – le puso Elena de nuevo mientras ella escribía yo la había empezado a masturbar. – Ahora mismo me está haciendo un dedo – le respondió de nuevo Elena. – Pues enséñaselas y disfruta de tu dedo – le respondió la hermana. – ¿Su polla es la del video? – le escribió la hermana. – Si – respondió ella escuetamente. – Pues ten cuidado no se le vaya a bajar la empalmada cuando vea las fotos de una vieja – le respondió la hermana. – Ves a esto me refiero – me dijo Elena mientras dejaba el móvil sobre el brazo del sofá y se disponía a disfrutar de la pajilla que le estaba haciendo. – Si quieres mañana por la tarde nos vemos cuando llegues y me pones los dientes largos – le respondió la hermana cuando Elena empezaba a sentir los primeros latigazos del orgasmo. – Si es que aun puedes andar – le volvió a escribir esta.
En ese momento Elena cogió el móvil y grabando una nota de voz le puso – Espera que me esta dedeado el coño y estoy a punto de correrme – le dijo mientras terminaba la nota voz y esta se mandaba automáticamente. – Por cierto, el mismo video se lo he mandado a tu hijo – susurro Elena mientras empezaba a calentarse más y más. – Quien sabe a lo mejor ahora mismo se está haciendo una buena paja – susurro Elena mientras el móvil estaba a su lado. – Si quieres grábalo y le envías como te corres – le sugerí yo. – Que vea bien como el coño de su tía se derrama mientras susurras su nombre – le dije en el oído. En ese momento Elena como un rayo cogió el móvil y grabándose las tetas y mi mano entorno a su coño empezó a gemir – Suso, Suuso, Susoooooooooo – gimió mientras se corría y un chorrito de flujos salía disparado de su coño hacia delante.
Por un momento dudé, pero después de correrse vi como Elena mandaba el video vía WhatsApp tanto a su hermana, como a su sobrino y a mí. – Que bueno, que morboso y que locura – me susurro Elena mientras veía como en su móvil aparecía el doble check azul de que su sobrino estaba viendo el video. – Pensaras que soy una cerda y una pervertida – me susurro Elena.
En ese momento la miré y le dije – Júrame que sabrás guardarme el secreto – le dije. – Por supuesto – me dijo ella mientras me miraba expectante. Yo me levanté y fui a buscar mi móvil para enseñarle a Elena el grupo que tenía con “mis mujeres” y le empecé a enseñar videos en los que había grabaciones mías con mis primas Isa, Raquel y Gema, con mi tía Laura, con Maina, y con Magda y con Carmina mi hermana política. Y de igual manera algunos que sin nadie darse cuenta me habían mandado Maria y Mireia que mientras alguna de ellas había estado follándose a Elena yo había grabado. – ¿Vas a mandar los míos también? – me pregunto ella en ese momento. – Por supuesto que si – le respondí. – Mira los voy a enviar ahora – le dije mientras los adjuntaba al grupo y daba a enviar.
Elena cuando termino de ver algunos de los videos nuevos que me habían mandado ellas durante mi ausencia en casa este fin de semana, se deleitó viendo las fotos y cuando lo considero suficiente dejo el móvil y me llevo a la ducha. En ese momento abrió el agua de la misma y mientras me invitaba a entrar con ella en la ducha se dio cuenta de que Maria se había dejado el bote de lubricante.
Vaya, vaya no dejas de sorprenderme – me susurro Elena mientras debajo de la ducha empezaba a besarme. – Me encanta saber de tu experiencia para poder ayudarme – me susurro Elena. En ese momento Elena se puso de cara a la ducha y dejo que mi polla pasase entre sus piernas. – Te ayudare en lo que haga falta – le susurre. – No me cabe la menor duda – me susurro Elena mientras sentía como mi polla empezaba a crecer entre sus piernas de nuevo. – Me encanta saber que mantienes relaciones con tu tía y dos primas tuyas – gimió Elena mientras sentía como su mano se colaba entre sus piernas y mi polla y para mi empezaba a masturbarse.
Elena gemía y se contraía mientras sentía como su entre pierna recorría el tallo de mi polla. – Es una autentica delicia sentirte – le susurre mientras Elena se contraía y de nuevo se volvía a correr para mí.
Una vez terminada la ducha nos secamos mutuamente y nos dispusimos a irnos a la cama. – Esta noche seremos nosotros los que daremos el espectáculo a los caminantes – me susurro ella mientras me hacía tumbarme en la cama boca arriba. – He vuelto a llamar a Mireia – me susurro ella mientras poco a poco Elena empezaba a clavarse mi polla en su vagina y detrás de ella veía como se abría la puerta y Mireia completamente desnuda entraba en el bungalow. Al ser todo abierto vi como aquella preciosidad de mujer se acercaba a Elena por su grupa y como se sentaba al lado de nuestra cama. – No sabes lo cachonda que me pone pensar que me mire como a su madre – me susurro Elena mientras hacía que su cuerpo reptase hacia los pies de la cama y ahora la polla dura de Mireia quedaba justo en su cadera mientras la boca de Elena descansaba a la altura de mi miembro. – Quiero que lo grabes todo – me susurro mientras veía el móvil apoyado en la lamparita que había al lado de la mesita de noche de la cama.
En ese momento Elena me pidió que le diese al botón de grabar y así lo hice mientras volvía a retomar mi posición. En ese momento Mireia ya se había enfundado un preservativo y estaba repartiendo crema lubricante tanto por la vagina de Elena como por su ano. – Mami voy a tomar posesión de todo tu cuerpo – le susurro Mireia incorporándose a su espalda mientras veía como la boca de Elena se tragaba más de la mitad de mi miembro. – Que delicia tienes ahí mami – le susurro mientras la mirada de Mireia se clavaba en la mía. – ¿Quieres compartirla? – le pregunto Elena. – No, muchas gracias madre, me encanta tragarme las corridas, pero lo de mamar pollas gigantes prefiero dejártelo a ti – le susurro Mireia mientras incorporándose empezaba a profanar la vagina de Elena que a duras penas ahogaba los gemidos mientras no paraba de chupar mi polla.
De manera pausada y tranquilla poco a poco Mireia se fue hundiendo por completo dentro de Elena y cuando por fin su pene hizo tope por completo dentro de Elena esta se corrió con el miembro de Mireia hundido en lo más profundo de su ser.
De igual manera que Elena termino su orgasmo Mireia volvió a cabalgarla suavemente. – Ahora estas más abierta – susurro Mireia mientras seguía cabalgando a Elena. – Ahora tu coñito me acoge mucho mejor – le susurro esta mientras agarrándose del hombro de Elena empezaba a hacer que sus acometidas fuesen más pausadas y profundas. Ahora Mireia podía ver como la vagina de Elena se quedaba abierta cuando esta sacaba su miembro de ella y de nuevo como lo volvía a introducir. En ese momento la cabeza de Elena dejo de chupar mi miembro y se quedó apoyada en mi cadera mientras su lengua lamia mi glande que reposaba a lo largo de mi abdomen.
Elena apoyada en mi cadera viendo mi polla decía – Menuda follada le estas dando a mami – susurro lo suficientemente alto para que Mireia lo oyese. – Por ti lo que sea – susurro esta mientras sin dejarla de penetrar se acercaba a su oído. – Si sigues dándome tanto placer no creo que aguante mucho hijo – le susurro Elena mientras se sentía colmada de placer. – Pues debes reservarte para mi hermano que mira como la tiene – le dijo Mireia haciendo que en ese momento Elena abriese los ojos y justo delante de ella viese mi polla. Aquello para ella fue el acicate que necesitaba y en ese momento Elena por segunda vez se corrió mientras la boca de Mireia recogía su corrida y está la depositaba sobre su ano a la vez que penetraba el culo de Elena con su lengua.
Yo mientras observaba a Elena mientras veía como por detrás de ella la cabeza de Mireia se concentraba en dilatar el culo de Elena a la vez que lo follaba con la punta de su lengua. – Que bueno es esto – susurro Elena que por tercera vez se corría gracias a que su propia mano le estaba dando placer a sí misma. De nuevo Mireia se incorporó y cambiando de condón a uno más rugoso y lubricado se preparó para follarse a Elena por su hermoso culo. – Mami voy a follarme tu culo ahora – le susurro Mireia. – Pero debes reservar parte de ti para mi hermano ya que él también quieres disfrutarte – le susurro ella mientras mirándome me guiñaba un ojo. – Por supuesto a tu hermano le debo todo – susurro Elena mientras intentaba retomar la mamada que me había empezado a dar.
Elena en ese momento sintió como su culo se abría para recibir el miembro de Mireia y como este iba penetrando por completo poco a poco en su interior. Una vez que Elena se sintió colmada dejándose llevar noto como su recto preso del placer le daba un nuevo orgasmo más demoledor que ninguno otro y quedaba de nuevo tendida sobre mi mientras Mireia no paraba de profanarla. Elena se irguió y ahora quedando a cuatro patas fue ella la que entre mis piernas tomo el control de la situación se empezó a sodomizar con la polla de Mireia. – Que bueno, que bueno – decía esta mientras sentía como Elena se cargaba el peso del orgasmo que estaba a punto de provocarle.
Poco después Mireia empezó a sentir los espasmos previos del orgasmo y mientras Elena intentaba moverse atrás y adelante para sentirlo Mireia se clavó en lo más profundo de ella y mientras Elena intentaba moverse Mireia lanzo un alarido que sonó en todo el complejo mientras se corría en lo más profundo de Elena.
Mireia se dejó vencer sobre Elena que mirándome me indico como mientras sentía los trallazos de semen dentro de su cuerpo este le provocaba un nuevo orgasmo haciendo que ambos se derramasen sobre mí.
Cuando Mireia hubo terminado su orgasmo se incorporó y de igual manera que había aparecido se fue por la puerta diciendo – Siempre será un placer recibirte, lástima que mañana os vayáis – cerrando la puerta tras de sí.
En ese momento Elena recuperada del orgasmo trepo sobre mi cuerpo y apuntando mi pene a su ano se enterró mi polla dentro de ella mientras empezaba a moverse arriba abajo sobre mí. – Mireia no tiene el privilegio, pero tu si – me susurro Elena. – ¿Que privilegio? – le pregunte yo. Ella por un momento me miro y sabiendo que me daba morbo escucharla me susurro – El de correrte dentro de mi – me susurro mientras de nuevo sentía como Elena se corría al estar en la posición en la que su clítoris no paraba de rozarse con mi pubis. – Cuando me corra clavare mi polla en lo más hondo de tu culo – le susurre. En ese momento sentí como de nuevo el ano de Elena se contraía y esta sentía un nuevo orgasmo anal. – Me encanta encadenar corridas por mi coño y por mi culo – aulló Elena mientras evitaba caer sobre mí. – Quiero que riegues ya mis intestinos con tu corridaaaaaaaaaaaa – aulló Elena mientras no paraba de cabalgar sobre mí.
Hice girar a Elena y quedando ahora debajo de la cama me empecé a hundir yo sobre ella. Si, si, si, que gusto sentirte no sabes el placer que me das – me decía Elena mientras sentía como me clavaba hasta la mitad de mi polla dentro de ella. – Me encanta sentirte – me decía ella mientras sentía su mano derecha en mi cadera y está bajando hasta arañar mi nalga. – Sigue, sigue – me susurraba Elena a no pararme mientras sentía como mi corrida estaba a punto de caramelo.
En ese momento Elena me empujo suavemente hasta hacerme caer de culo en la cama con las piernas separadas mientras aún seguía hundido dentro de ella. En ese momento Elena se irguió y a la vez que pegaba su espalda a mi pecho sentía como su culo se pegaba a mi cadera y como este haciendo pleno contacto a la vez que Elena enterraba sus tobillos debajo de mis muslos tomaba la posición plena para empezar de nuevo ella a clavarse mi polla a la vez que se sobaba ella misma sus pechos y se estimulaba para mí. Aquella posición era una gozada y la que de verdad la empezó a gozar fue Elena ya que desde la misma ahora podíamos observar tres parejas y un trio que desde el mirador nos observaban y veían como Elena daba sentadas en mi polla mientras esta entraba en lo más profundo de su recto. – Mira todo el semen que vamos a hacer que se derrame esta noche por nosotros – me susurro mientras una de sus manos bajaba en dirección a su coño mientras la otra mano se ocupaba de estimular sus pezones.
Intente aguantar todo lo posible, pero en esa posición era muy erótico ver como sentado Elena de espaldas a mí se clavaba la mitad de mi miembro dentro de ella. En el momento en el que sentí que me corría no solo clave la mitad de mi miembro dentro de ella si no que me hundí por completo y a mi corrida la acompaño Elena en otro desgarrador orgasmo anal mientras sentía como me vertía por completo dentro de ella.