Elena

El como una noche conquistá a una compañera de la facultad.

Elena.(I)

Elena era una compañera de facultad que conocí en 1º. Fue la 1º persona que conocí cuando entré en clase, y todo de casualidad, ya que, como siempre, llegué tarde y el único asiento discreto que había era a su lado.Ella es una chica de 1,65, rubia con el pelo largo, unos pechos de una talla 90, y un culito que quitaba el hipo.

Durante el 1º año, solo fuimos amigos, quedábamos y tal, pero nunca pasó nada mas allá de inocentes juegos o de algún que otro roce bailando. Fue cuando estábamos en 2º, haciendo un proyecto para una asignatura, el cual teníamos que entregar un lunes, de una fría noche de diciembre, (pero en el piso donde vivía tenia calefacción y había que ir en manga corta,) y decidimos encerrarnos en mi piso de estudiantes desde el viernes por la tarde hasta que lo acabáramos. Para ello compramos comida, chucherias, y una botella de Ron.

El viernes por la noche, a eso de las 12, decidimos hacer un alto y tomarnos una copa. Empezó a hablarme de su novio, de que lo quería mucho pero que no le prestaba la atención suficiente, (que estúpido era el pobre). Yo empecé a contarles mis experiencias por aquella época. Pero decidimos parar a tiempo y reanudar el proyecto. Aunque tras mi pantalón deportivo se notaba claro que estaba con ganas de guerra.

Al sentarme al lado de ella para poder ir contrastando la información, y ayudarla a pasar datos al ordenador, me fije en sus pezones, y empezaba mi polla a ponerse dura. Tuve salir de la habitación un momento y pegarle un trago al ron. Llegué con 2 copas, la suya mucho mas cargada que la mía, e hicimos otro alto. Empezamos a hablar otra vez, pero sin que faltaran insinuaciones por mi parte. Elena empezó de estar a la defensiva a seguirme el juego a medida que pasaba la noche. Yo me fijé, en un momento dado, como sus pezones comenzaban a ponerse duros, y decidí que era el momento de atacar. Hice que siguiéramos un rato mas pasando datos al ordenador, y ella se sentó delante del teclado. Yo me puse a su espalda, y con mi polla como un mástil, le iba rozando la espalda. Ella veía que se arrimaba hacia mí, y notaba como se iban poniendo sus pezones duros a través de la camiseta que llevaba puesta. La 3º vez que me arrimé a ella, vi. que se pegaba demasiado. Le dic la vuelta a la silla, y sin pensarlo, la besé. Ella no me rechazó, y el primer beso tímido fue poco a poco haciéndose mas apasionado. Nuestras lenguas estaban una lucha continua.

La puse de pié y mientras no besábamos, nos íbamos desnudando. Le pude el precioso conjunto de lencería que llevaba, se nota que tiene estilo. Una vez estábamos desnudos, y besándonos lentamente, me tumbó en la cama y comenzó a recorrerme lentamente con su lengua mi cuerpo.Comenzando en mi boca, bajando lentamente y con mucha pasión hasta que llegó a mi polla dura. Empezó a darle besitos y a lamerla hasta que se la metió en la boca. Se notaba que no era la primera vez que lo hacia. Ella seguía comiendo y comiendo, esperando a que estuviera a punto. Cuando vio que la polla estaba en el punto que ella quería, se subió encima y empezó a cabalgar lentamente al principio, pero cada vez iba más rápido. Después de unas cabalgadas, le avisé que me iba a correr, y ella me tapó la boca y me dijo que lo quería dentro ella. Le dejé el chochito inundado con mi semen.

Al terminar la cabalgada, acabamos abrazados besándonos lentamente, hasta que me puse otra vez a tono. Pero ahora me tocaba a mí jugar con la lengua, y fui recorriendo su cuerpo, deteniéndome en sus pezones un poco, y después bajando hasta su coñito: Estaba en su coñito restos de mi semen y sus flujos, y esa mezcla tenía un sabor peculiar pero no desagradable. Le comí el coñito y notaba como ella lubricaba cada vez más, y con mi lengua con tanto jugo la estuve besando. Fue un beso lento, que al parecer le gustó. Cuando estaba otra vez listo, allí tumbados en la cama, comencé a penetrarla lentamente, y esta vez lo hice con mucha pasión y dulzura, lentamente disfrutando de ver su cara de viciosa y pensando en los cuernos que tiene su novio.

Estuve bombeando dentro de ella, hasta que me volví a correr dentro de ella. (Las ventajas de la píldora anticonceptiva). Allí acabamos los dos abrazados en la cama, desnudos, y con la sensación de haber tenido un buen polvo.

A partir de ahí, mi relación con Elena cambió para mejor, ya que tuve alguna morbosa aventura con ella.