Elegía para tHEcROW
La barca de Caronte cruza las orillas del Nilo...
Elegía para tHEcROW
He leído tu texto Entierro
tHEcROW
Ya recobré la capacidad de llorar
Y he llorado
Gracias por tus palabras
Amigo poeta en la distancia
Me has hecho recordar
Mi adorado poema de Walt Whitman:
¡Oh Capitán, mi Capitán! Terminó nuestro espantoso viaje, El navío ha salvado todos los escollos, Hemos ganado el codiciado premio, Ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas, ya el pueblo acude gozoso, Los ojos siguen la firme quilla del navío resuelto y audaz, Mas ¡oh corazón, corazón, corazón! ¡Oh rojas gotas sangrantes! Mirad, mi Capitán en la cubierta Yace muerto y frío.
Sí, un poema del final
Antes
Antes yo vivía a fondo
Vivía según otro poema de Whitman:
Yo soy aquel a quien atormenta el deseo amoroso, ¿No gravita la Tierra? ¿no atrae la materia, atormentada a la materia? Así mi cuerpo atrae a los cuerpos de todos aquellos a quienes encuentro o conozco.
Ahora paseo por los acantilados de la vida,
Ahora espero que nazca el sol
rojo encendido
En la lejanía del alba
Sí,
He leído tu texto Entierro
tHEcROW
Ya recobré la capacidad de llorar
Y he llorado
Gracias por tus palabras
Amigo poeta en la distancia
Y amo tus palabras,
Y sueño tus paisajes
del alma
Me dejo ir en sueños
pienso en tus ojos
y camino hacia lo desconocido,
Y, como si cada vez fuera la primera,
esta noche una nueva piel
acompaña mi inquietud
Unos labios desconocidos
acarician mis pechos
Y no puedo dormir
En la soledad de mi cama
Me acompaña un cuerpo
Encima de mi, dentro de mi
Sentir la fuente,
El correr de un río
Dejarse ir, aguas abajo,
Respirar y vivir
Recuerdo los besos de mi vida,
Y los ojos de aquellos que
me conocieron
y estuvieron tan profundamente
en mi
Yo era blanda
Y me hundía debajo de ellos
Espadas que entraban
en mi cuerpo y mi alma,
Y ahora soy trueno,
Tal vez dulce,
pero trueno
Sueño en mi cama
En la oscuridad que precede al alba,
silencio después del amor
Cualquier amor que sea dulce y tierno,
mientras subo de nuevo al mundo real,
y con mi mano recorro
la cálida geografía de su cuerpo
de cualquier olor, lengua, color
Su sudor
Su piel
Sus rasgos, a veces desconocidos
El horror de bajar al corazón de las tinieblas
Y el dolor y placer del amor sin riesgo
Y pongo mis labios en sus labios extraños
Y entre mis piernas se desliza un río, que antes era suyo
Mis muslos que les enloquecen, mientras entran en mi,
lloro y río, muero y vivo
Y estallan mil volcanes
Y se encienden millones de estrellas
Recuerdo de mi cuerpo dolorido
de hace una eternidad
Cuando entregué la sangre de mi flor
a mi viejo amigo del cóndor
Que tomó mi inocencia como arena de su playa
Yo era casi una niña, tendida junto al mar
Y me transformó en espuma de las olas de su sudor
Nunca le olvidé, hace poco ha muerto,
Vi a sus hijas y nietas llorarle con amor,
Adiós, mi viejo seductor,
Que en la otra orilla encuentres
cuerpos dorados y suaves
de muchachas como yo
En recuerdo de A.H. (I.A.) un viejo amigo peruano que ha desaparecido de esta orilla del mar de la vida. Que la nave de Caronte que le vino a buscar le lleve al paraíso de las huríes de la otra orilla.
Tatiana, Abril de 2007
(Cuadro de Guennadi Ulibin)