Elección correcta

¿Que elecciones tomaran Carlos Y Erika?

Elección correcta

Esta es la historia de Carlos y Erika, Los dos venían de mundos muy diferentes, Erika había crecido en el seno de una familia adinerada, siendo hija única sus padres intentaron mimarla en exceso, por suerte Erika siempre tubo los pies en el suelo.

Carlos fue el hijo no deseado de un matrimonio obrero, su hermano mayor era el que se llevaba todas las atenciones mientras él escuchaba un día si y otro también que había sido un error.

¿Por qué lo tuvieron?, fácil sus padres eran cristianos practicantes y estaban en contra del aborto, esa fue la razón ni más ni menos.

Erika siempre fue una muy buena estudiante, para ella labrarse un futuro era importante, sus padres le daban todos los caprichos, pero también empezó a darse cuenta de que esos caprichos tenían un precio.

Querían controlar en exceso su vida, con quien debía casarse, cuantos hijos tener y donde trabajar.

Erika tenía otros planes, ella quería ser veterinaria, amaba profundamente a los animales y sabía perfectamente que ese sería su trabajo ideal.

Los padres de Carlos le echaban en cara todos los días que no llegaban a final de mes porque tenían que alimentarle, tomo la decisión de buscarse un trabajo.

Un día salió del instituto y paso al lado de una clínica veterinaria que regentaba un vecino del barrio de origen Indonesio.

Entro y pregunto por el señor Darma salió su mujer que se llamaba Bulan, era una mujer muy agradable.

Carlos siempre pensó que ojalá su madre fuera así de amable con él, el señor Darma salió de la trastienda, siempre con una sonrisa, y pregunto.

Darma- ¿Qué se te ofrece joven?

Carlos- Quería saber si la oferta de trabajo seguía en pie.

Darma- Si, ¿te interesa?

Carlos- Mucho, pero no sé mucho de animales.

Darma- No te preocupes, lo importante son las ganas de aprender lo demás sale solo.

Carlos siempre le hablaba de tú a Darma, él siempre decía que cuando en el pasado le hablaba de usted le hacía sentirse viejo, después reía.

Carlos era feliz en las horas que pasaba junto a ese matrimonio y siempre se preguntaba como era posible que ese matrimonio le tratara con mucho más cariño que sus padres.

Una tarde que Carlos estaba en la trastienda ordenando los utensilios y Darma había salido hacer unas compras, unos hombres entraron en la tienda.

Exigían dinero porque por culpa de ellos gente honrada del barrio se había quedado sin trabajo mientras que ellos siendo extranjeros Vivían bien.

La señora Bulan se negó, aludiendo que ellos se ganaban cada céntimo con el sudor de su frente.

Los hombres se envalentonaron y empezaron a romper la tienda empujando a la señora Bulan que se dio un golpe en la cabeza, estaba sangrando mucho y Carlos se preocupó, viendo que los hombres no les dejarían salir para llevarla al hospital se enfrentó a ellos.

Le dieron una paliza enorme, dos costillas rotas, contusiones en todo el cuerpo y la autoestima por los suelos.

Carlos pensó que los matarían allí mismo, pero vio como el señor Darma dejo fuera de combate a los hombres con suma facilidad.

Este llamo a una ambulancia que los llevo a los dos al hospital, a la señora Bulas le dieron unos puntos en la cabeza, en la resonancia todo se veía normal ni coágulos ni ninguna parte hinchada así que todo quedo en un susto.

Carlos sin embargo tenía dos costillas rotas y un dolor que no le dejaba ni respirar,

Se alegró cuando vio al matrimonio entrar en su habitación y más cuando supo que la señora Bulan se encontraba bien.

Carlos no recibió ni una sola visita ni de sus padres ni de su hermano, no le extraño ni le preocupo, pero sí que le entristeció ese comportamiento que no se merecía.

Cuando salió del hospital de señor Darma le comunico que le enseñaría el arte marcial del Silat, era un barrio peligroso y así podría defenderse.

Día tras día Carlos fue aprendiendo ese arte marcial asta que se convirtió en un experto casi tan bueno como su maestro.

Erika cada día estaba más asqueada del control que ejercían sus padres sobre su vida, querían controlar cada minuto de este y ella ya no podía más.

Como Carlos estuvo de baja por lo de las costillas su puesto quedo bacante y un día por casualidades de la vida paso por allí Erika, cuando vio la nota en la que ponía que se necesitaba empleado/a, Erika empezó a saltar de lo entusiasmada que estaba y entro a preguntar.

Erika- ¿señor vengo a preguntar por el puesto de trabajo, Sigue en pie?

Darma- Sí, sería temporal para cubrir una baja, ¿si no te importa?

Erika- Claro que no señor aceptaré encantada.

Así es como Erika empezó a trabajar en ese trabajo que tanto le gustaba, pero el tiempo en que Carlos estuvo de baja acabo y volvió a la tienda, cuando vio a Erika pensó que era la mujer más hermosa que había visto en su vida.

Erika miró a Carlos y pensó que su estancia había acabado, se entristeció, pero comprendía que ya estaba avisada.

Carlos- ¿Cómo te llamas?, yo me llamo Carlos.

Erika- Erika, encantada.

Se dieron dos besos, en ese momento Erika percibió algo en Carlos que le gusto, pero no sabía lo que era.

Carlos- Darma que tal es Erika trabajando en la clínica.

Erika le miro con curiosidad, pero no dijo nada.

Darma- tan bueno como tú.

Carlos- Entonces no merece perder el empleo, yo ya me buscaré otra cosa.

Erika no se podía creer que sin conocerla estuviera dispuesto hacer semejante sacrificio.

La señora Bulan sonrió y les dijo que los dos trabajarían en la tienda de ahora en adelante que ella y su marido tenían que recuperar tiempo perdido, sacar adelante la clínica les costó muchos sacrificios y ahora quería pasar tiempo con su marido.

Erika dio un salto de alergia, Carlos se sintió muy contento al tener la oportunidad de trabajar al lado de semejante mujer que había demostrado ser tan bella por dentro como por fuera.

Erika empezó a pasar más tiempo en la clínica que en su propia casa, muchos días llevaba comida hecha por ella para los dos y se la comían en la misma clínica.

Carlos siguió su entrenamiento, pero se trasladaron a casa de Darma, Carlos no quería que Erika se enterara.

Darma pensó que ese chico tenía demasiados pájaros en la cabeza, pero atendió su petición.

Erika salía con la pandilla más popular del barrio, su novio era el chico más guapo del barrio y ella era lo que se llamaba la reina del baile.

Al conocer a Carlos esa visión que tenía de ella misma le empezó a parecer cada vez más superficial y cada día se gustaba cada vez menos.

Muchas veces ponía excusas a la pandilla para quedarse trabajando en la clínica su pasión y al lado de su amigo Carlos.

Carlos no era tan guapo como su novio, pero físicamente estaba muy bien, (si lo hubiera visto antes de empezar a aprender Silat con Darma no habría pensado igual).

Sin embargo era un buen conversador, le escuchaba con mucha atención y le aconsejaba si podía y si no le tendía una mano para ayudarla.

Erika empezó a sentir algo por Carlos, pero todavía no se había dado cuenta, Carlos sin embargo se había enamorado de Erika desde el primer momento que la vio, pero era malísimo expresando sentimientos, tendía a guardárselo todo.

Se me ha olvidado describir a Erica Pelo castaño rizado hasta media espalda unos pechos y un culo poderosos y una caderas anchas, su cuero parecía haber sido cincelado por el mismísimo Miguel Ángel.

Carlos media un metro ochenta con buen físico gracias al Silat y con una cara normal, pero que reflejaba cierta picardía, tenía el pelo moreno y ojos oscuros.

Los amigos de Erika no sabían que trabajaba en una clínica veterinaria, ella era de una familia rica como ellos estaban por encima de esa chusma currela.

Dio la casualidad que una de las amigas de Erika solía ir al barrio de Carlos a comprar la droga que luego se metían en sus fiestas y le pareció ver a Erika dentro de la clínica veterinaria.

Pensó que era un error y lo dejo correr, si hubiera esperado un poco más se habría dado cuenta de que esa chica que había visto en esa zarrapastrosa clínica era Erika.

La amiga de Erika fue al piso donde Erika vivía con su novio un hijo de papa que se lo habían dado todo echo en la vida e iba de macarra y malote por la vida, se pasaba todo el día metido en el gimnasio y fardando de lo bueno que estaba.

Nunca fue fiel a Erika, pero no se desprendía de ella porque era la que más buena estaba y era un gran trofeo para exhibir ante los demás.

Esa no che Erika salió pronto de casa pues era el cumpleaños de su madre y siempre solían cenar en familia.

Cuando Erika llego a su casa enseguida se dio cuenta de que algo no marchaba bien, sus padres estaban sentados en el sofá mirándola seriamente.

Madre- ¿No tienes algo que contarnos Erika?

Padre- ¿Seguro que no?

Erika- No, ¿a qué vienen tantas preguntas?

Madre- Te han visto trabajando en una clínica veterinaria zarrapastrosa, ¿o lo niegas’

Erika- No lo niego.

Padre- En que estás pensando Erika, ¿sabes en qué lugar nos deja eso?

Erika- Ni que trabajar sería malo.

Madre- Te vamos a quitar el dinero que tenías asignado así te darás cuenta del error que estás cometiendo.

Erika- Hacerlo, hace mucho que no toco ese dinero solo gasto el que me gano trabajando.

Los padres de Erika no pudieron soportar que su hija se hubiera rebajado tanto y le gritaron que ya no era su hija.

Erika salió llorando de la casa de sus padres, que te digan que ya no eres su hija no es un plato fácil de tragar.

Cogió el móvil y llamo a Carlos.

Erika- ¿Carlos puedo pasar la noche en tu casa?

Carlos- Si claro, ¿a pasado algo?

Erika le contó por encima lo que había ocurrido con sus padres y cogió el autobús que le dejaba cerca de donde Carlos había alquilado un pisito para él.

Era un piso pequeño, con una habitación, salón y baño pequeño y una cocina, pero para Carlos era suficiente.

Erika llegó a la casa de Carlos y este ya había preparado cena para los dos, estuvieron conversando mientras este abrazaba a una llorosa Erika, después de cenar recogieron todo y Erika se fue a dormir, al día siguiente tenía que madrugar.

Carlos durmió en el sofá le costó conciliar el sueño, Erika era la mujer más maravillosa que había conocido y no se atrevía a declararse, nunca había tenido miedo a nada y en este asunto estaba acojonado.

Se durmió con una sonrisa en el rostro pensando que algún día tendría el valor suficiente para decirle a Erika lo que sentía por ella.

Las semanas fueron pasando y se acercaba la selectividad, los dos se esforzaron mucho querían una nota alta para entrar a cursar la carrera de veterinaria.

Aprobaron los dos con unas calificaciones altísimas, lo eran tanto que podían haber optado a cualquier carrera que hubiesen querido.

Esa noche en vez de salir a celebrarlo, Erika puso una excusa a sus amigos y se fue con Carlos a la clínica veterinaria, había un animal que habían operado y querían estar hay para cuando despertara.

En esta ocasión fue Carlos quien llevo la cena y mientras cenaban la misma amiga de la otra vez paso para comprar droga para esa noche y esta vez se acercó para cerciorarse que era ella.

Una vez tuvo claro que era ella, fue corriendo a contárselo al novio de esta, este entro en cólera, él podía poner todos los cuernos que quisiera a Erika, pero ella ponérselos a él eso era impensable una afrenta imperdonable.

No se le ocurrió otra cosa que ir a hablar con los padres de Erika.

Novio- Erika me está engañando con ese tío que trabaja con ella en esa clínica por llamarlo algo.

Madre - Tienes razón es culpa de ese chico que le ha lavado la cabeza, va a llevar a Erika por mal camino.

Novio- ¿Qué podemos hacer?

Padre- Intentar convencerla y si no podemos, disuadirlo a él.

Novio- yo sé cómo disuadir a tíos como ese se va a cagar.

El novio de Erika quería vengarse de los dos primero empezaría con Carlos, sabía que ese día Erika tenía libre en la clínica y que Carlos estaría solo, mandaría a sus secuaces a hacerle entrar en razón a base de palos.

A Erika le haría ver lo que se perdería por haberlo traicionado, se iba a arrepentir.

Carlos tenía terminantemente prohibido pelear en la tienda a no ser que la vida de Erika y la suya propia estuvieran en peligro.

Si destrozaban la tienda, pero no les tocaba un pelo, tenía que dejarles hacer sin mover un dedo.

Los macarras entraron en la tienda empezando a destrozar todo llamando cobarde a Carlos, este no movió un dedo como había prometido a su maestro, mientras destrozaban el local, se reían y contaban lo que el novio tenía preparado para Erika.

Eso encendió a Carlos y estuvo a punto de romper la promesa que le izo a Darma.

Mientras tanto en la casa del novio de Erika a esta la tenían sujeta entre dos de sus amigas medio desnuda, le obligaban a mirar como su novio se estaba follando a la tía que la remplazaría como su hembra.

El novio tenía abierta de patas a la chica mirando hacia Erika para que esta viera como su polla entraba en el coño de esa chica y esta berreaba como si le estarían echando el polvo de su vida.

Cuando termino, el novio se acercó a Erika y se le corrió en la cara mientras reía, obligo a las amigas a desnudarla del todo y la echo sé su casa desnuda.

En la calle llovía y hacia frío y mientras Erika lloraba helada de frío pensando que había hecho ella para recibir semejante trato del hombre que decía amarla.

Entonces noto como le ponían una prenda por encima y como una persona pasaba por delante de ella caminando hacia la casa era Carlos, Erika no se lo podía creer.

Miro hacia atrás y vio la furgoneta de la clínica llena de los amigos de su novio todos inconscientes y vete a saber que más.

Carlos entró en la casa y de repente Erika empezó a oír gritos y cosas romperse, se temió lo peor que a Carlos le estuvieran dando una paliza de muerte.

Llorando aterrada por lo que le estaría pasando a Carlos, vio como este salía de la casa arrastrando el cuerpo inconsciente y muy magullado de su exnovio se acercaba a un container y metía a este de cabeza dentro.

Carlos se acercó a Erika y le tendió la mano.

Carlos- Nos vamos, vas a coger una pulmonía.

Erika- Sí.

Continuará.