Elección correcta 2

Nubes negras se ciernen sobre nuestra pareja

Elección correcta 2

Carlos sacó a todos los matones que mando el exnovio de Erika y los dejo amontonados en el césped de este.

Mientras tanto puso la calefacción a tope de la furgoneta y saco ropa limpia que llevaba siempre por si acaso y una toalla limpia.

Erika se secó con la toalla y se puso la ropa que le entrego Carlos le quedaba grande, pero por lo menos estaba seca, dentro de la furgoneta poco a poco el color fue volviendo a sus mejillas.

Cuando llegaron a casa de Carlos este preparaba algo para cenar mientras Erika tomaba un baño, se preparó para que en cualquier momento la policía llamara a su puerta.

Eso no pasó, Carlos no sabía si sentirse aliviado o ponerse en guardia, seguro que el exnovio de Erika no se quedaría sin hacer nada, con lo humillado que se sentiría.

Mientras cenaban Erika no levantaba la cabeza del plato esto preocupo mucho a Carlos, entonces Erika dijo una casi inaudible gracias.

Carlos- Estás bien Erika me tienes muy preocupado.

Erika- Estoy avergonzada, ultrajada y muy herida.

Carlos- Deberías poner una denuncia a esos salvajes.

Erika le miro con una media sonrisa, Carlos sonrió y dijo.

Carlos- vale yo también he sido un salvaje, en mi defensa diré que se lo merecían.

Erika- Eso no lo voy a poner en duda.

Erika quedó pensativa y pregunto.

Erika- Que eran esos movimientos que vi sé que son de un arte marcial, pero no lo conozco.

Carlos- Se llama Silat es una arte marcial Indonesio que me enseño el señor Darma.

Erika- Me gustaría aprender, por lo menos lo suficiente para poder defenderme sola.

Carlos le dijo que al día siguiente hablarían con el señor Darma y la señora Bulan.

Después de cenar recogieron todo entre los dos y Erika se fue a dormir, habían sido muchas emociones y necesitaba descansar.

Carlos se tumbó en el sofá, no podía dejar de pensar porque no había tenido la visita de la policía, tenía un mal presentimiento.

A media noche Carlos oyó como Erika estaba llorando y se levantó para ver si podía, ayudarla, al entrar en la habitación se dio cuenta de que estaba hecha un ovillo llorando.

Carlos tomó la decisión en décimas de segundo, se metió en la cama y la abrazo desde la espalda, esta se arrebujó contra él y pareció calmarse poco a poco.

El cansancio pudo a los dos y se durmieron, al día siguiente se despertaron en la misma postura, Erika parecía más animada y después de desayunar fueron a ver a Darma y Bulan.

El señor Darma no puso ninguna pega, después de lo que la muchacha había pasado era normal que quisiera aprender a defenderse.

Durante el verano mientras Erika y Carlos seguían trabajando en la clínica veterinaria entrenaban Silat y decidían a que universidad irían, en otro lado de la ciudad se estaba gestando el plan que cambiaria la vida de Carlos para siempre.

Los padres de Erika y el exnovio ofrecieron dinero a los padres y hermano de Carlos si les ayudaban a deshacerse de este.

Padre de Carlos- Por mucho que odie a mi hijo no os ayudaré a matarlo.

Madre de Erika- No lo queremos muerto sino que acabe en prisión.

Hermano de Carlos- Yo sé cómo hacerlo, conozco unos cuantos que harán que mi hermanito tenga que emplearse a fondo si quiere salir bien parado de esa pelea.

Padre de Erika- ¿Cómo piensas hacerlo?

Hermano de Carlos- No se preocupe déjelo en mis manos, no saldrá barato.

Madre de Erika- El dinero no es problema.

La conversación quedó hay y el hermano y la familia recibiera suficiente dinero como para vivir muy bien durante una buena temporada.

Una de las tardes que estaban los dos en la clínica Carlos se dio cuenta de que un coche oscuro había pasado por delante de la tienda barias veces, le olió mal y mando a Erika hacer un recado con el señor Darma que les llevaría unas cuantas horas.

Si la cosa se complicaba ella estaría en la otra punta de la ciudad siendo cuidada por su maestro, Erika aprendía rápido, pero todavía no estaba preparada para un enfrentamiento como el que intuía que iba a suceder.

Levaba esperando este momento desde el momento que nunca recibió ninguna denuncia ni la policía paso por él para pedirle su declaración.

Cuando Erika se marchó Carlos fue a sacar la basura al callejón de atrás, era un callejón muy estrecho y tendrían que venir a por el de uno en uno eso le daría oportunidad de poder defenderse.

Los hombres se bajaron del coche y aunque llevaban pasamontañas, Carlos reconoció a uno de ellos por el tatuaje que llagaba en el brazo derecho. La pelea fue muy dura,

consiguió romperle un brazo a uno y una pierna a otro, pero el tercero saco un cuchillo con el que consiguió asestarle una herida muy fea entre las costillas.

No fue muy profunda, pero lo suficiente para entorpecer sus movimientos, en ese momento empezó a pensar que no saldría vivo de ese callejón, el conocido de su hermano al ver que después de la herida que le había asestado Carlos ya no podía moverse con soltura decidió saltarse las órdenes y acabar con él.

Carlos consiguió moverse lo suficiente para que la puñalada que le había asestado el sujeto no tocara ningún órgano vital, pero de forma instintiva viendo peligrar su vida, Carlos asesto un golpe fatal al conocido de su hermano, este murió al instante.

Carlos al ver lo que había hecho se hundió, había matado, aunque en su fuero interno sabía que había sido en defensa propia, ese hecho lo estaba matando en vida.

Con las fuerzas que le quedaban llamo a la policía y perdió el conocimiento.

Carlos despertó en una habitación de hospital esposado a la cama, no le dejaban recibir visitas.

Erika estaba histérica, le gritaba al policía que Carlos no era un asesino, este se apiadó de ella y la dejo pasar.

Erika- ¿Carlos que ha pasado que te han hecho?

Carlos- Era una trampa, mi familia esta implicada y me parece que la tuya también.

Erika- Tú no eres un asesino, solo te defendías.

Carlos- El cuchillo con el que me apuñalaron no aparece, alguien modifico la escena del crimen mientras me quede inconsciente y llegaba la policía.

Erika- ¡Algo se podrá hacer!

Carlos- El Juicio lo tenemos perdido, llama a este número es el de mi tía Isabel, ahora está en Bélgica llevando un caso importante, pero podrá estar aquí para la apelación.

Erika no podía dejar de llorar, llamo al teléfono que le dio Carlos y hablo con Isabel, esta redijo que no podría dejar el juicio en el que estaba a medias, pero que por su sobrino llegaría lo más pronto posible.

Dicen que la justicia es lenta, pero no cuando hay dinero de por medio y si es mucho se mueve a la velocidad de la luz.

El Juicio fue como vaticino Carlos, él tenía un abogado de oficio que izo lo que pudo la fiscal lo destrozo, todas las pruebas apuntaban a que Carlos empezó la pelea y quiso humillarles usando el arte marcial del Silat donde Carlos tenía una gran destreza.

Según la fiscal el muerto intento defenderse como pudo de un hombre emparedado por sus conocimientos marciales que no supo controlar su fuerza.

En definitiva Carlos perdió el juicio y le cayeron quince años de cárcel, Erika quedo devastada, si su familia había tenido algo que ver en esta encerrona lo averiguaría y los llevaría ante la justicia.

En ese momento tomo la decisión, estudiaría derecho para que en algún momento pudiera ayudar a Carlos, la pobre no podía dejar de llorar y fue Carlos la que la animo antes de que se lo llevaran esposado.

Después de pasar por todos los protocolos, a Carlos se le asignó un número y una celda y en ese momento ya se convirtió en un convicto.

La vida en la cárcel para Carlos se convirtió en muy monótona y eso le estaba matando así que decidió cursar la carrera de veterinaria desde la cárcel, no sería fácil pues no siempre tendría todo el material necesario, pero, ya que no tenía nada que perder.

Lo único que tenía claro era que Erika tenía que estar orgullosa de él, día tras día los paso en la biblioteca de la cárcel estudiando, tuvo algún que otro roce con otros presos, pero cuando vieron que sabía defenderse bien decidieron dejarlo en paz.

Diréis, ¿cómo lo consiguió?

Una de las veces que estaban en el patio se le acercó el mayor matón de la cárcel para que Carlos se convirtiera en su nueva putita, el maromo no salió muy bien parado y desde entonces decidieron que lo mejor era dejar tranquilo al nuevo.

Por fin llego Isabel, su juicio de Bélgica se había alargado más de la cuenta, pero venía con una victoria y todas las ganas de sacar a su sobrino de la cárcel, no venía sola la acompañaba otra mujer algo más joven, pero con facciones duras, las dos mujeres eran muy hermosas.

Erika- Hola soy Erika hablamos por teléfono.

Isabel- Hola esta es Susana mi mujer.

Erika se quedó algo parada, pero reacciono en seguida saludando amablemente a Susana.

Isabel- ¿Como esta mi sobrino?

Erika- dentro de lo que cabe bien, está intentando sacarse la carrera de veterinaria, eso lo mantiene centrado y le da ganas de seguir viviendo.

Isabel- Y tú también.

Erika- ¿Yo que?

Isabel- Que tú eres la que más fuerzas le está dando a mi sobrino para salir adelante.

Isabel- ¿Te sorprende?

Erika- No, siempre me decía que su tía Isabel era la única persona de la familia a la que respetaba y quería, pero nunca hablo nada más.

Isabel- Mi sobrino igual de hermético que siempre.

Isabel contó a Erika, como ellos dos eran las ovejas negras de la familia y los miembros más odiados, él por haber nacido y ella por sentirse atraída por otra mujer.

Isabel le contó que la madre de Carlos la odiaba con saña, siempre pensó que era una enferma que avergonzaba a la familia, que su propia hermana le dijera esas cosas no fueron un plato gustoso de tragar, decidió terminar la carrera en otra ciudad y solo volvió pare ver a su sobrino recién nacido, no le dejaron acercarse claro, pero sintió un cariño especial por él en cuanto lo vio.

Isabel empezó a llorar, Susana que no había abierto la boca hasta entonces la abrazo y fue cuando dijo.

Susana- Sabía que odiaban a Carlos, pero jamás pensé que conspirarían para que acabara en la cárcel.

Isabel- ¿Erika has empezado a estudiar derecho por el verdad?

Erika- Si, me gustaría ayudar en todo lo que pueda.

Las dos mujeres se rieron y abrazaron a Erika pues había empezado a llorar por ver al chico que amaba en la cárcel injustamente.

Erika explicó a Erika que Susana era la inspectora de un caso que llevaba ella y que allí se conocieron, en ese caso salieron a la luz que muchos de sus compañeros eran corruptos y desde ese momento Susana decidió dos cosas, casarse con Isabel y trabajar con ella como investigadora.

Empezaron a revisar las pruebas presentadas en el juicio y en seguida encontraron contradicciones, no entendía como ningún juez pudo haber aceptado esas pruebas, empezaban a pensar que no solo el juez si no el abogado de oficio también estaba metido en el ajo, sus errores fueron de primero de carrera.

Erika cada vez tenía más claro que su familia estaba metida en el ajo, probarlo sería algo mucho más difícil, si en algo eran buenos era en no dejar rastro de todo lo que hacían.

Les había visto salirse con la suya e impunes en demasiadas ocasiones.

Isabel miró a Erika y sonrió, y después le dijo.

Isabel- Tal vez tu familia sean como dices, pero te aseguro que la mía no, aunque no lo parezca el más espabilado es mi sobrino mayor, este habrá grabado conversaciones por si se la intentaban jugar.

Erika- ¿Estás segura?

Isabel- Si alguien sabe quien modifico el escenario del crimen ese es mi sobrino, estoy segura de que estaba allí y que lo tendrá grabado como garantía.

Erika- ¿Y como aremos para que colabore?

Isabel- A mi sobrino se le convence con el color del dinero o con dolor.

Susana levantó la cabeza de los papeles y mirando a las dos mujeres les dijo.

Susana- hay que encontrar el cuchillo, es lo único que puede demostrar que Carlos actuó en defensa propia.

Isabel- Si alguien sabe donde esta es mi sobrino, mi hermana y mi cuñado no se habrán preocupado más que de gastarse el dinero que cobraron por vender a su hijo.

Carlos pidió un vis a vis con Erika quería hablar con ella sin tener un cristal de por medio.

Le metieron en una habitación espartana, pero por lo menos olía a desinfectante, no moriría de tétanos o algo peor.

Erika le contó todo lo que estaban haciendo las tres y que creían que su hermano sabe mucho más de lo que contó en el juicio, eso a arlos no le extraño.

Sin darse cuenta se acercaban uno al otro mientras hablaban y para cuando se dieron cuenta se estaban besando, no era el sitio soñado para hacer el amor con Erika, pero los dos se dejaron llevar.

Erika se desnudó, cuando Carlos la vio, pensó que se le romperían los pantalones, Erika bajo el pantalón de Carlos y vio que tenía un buen tamaño y que iba a disfrutar de esa polla como una enana.

Le empezó a lamer desde el tronco hasta el glande, Carlos tuvo que agarrarse al cabecero de la cama para no correrse y hacer el ridículo, había follado con otras mujeres, pero lo que estaba sintiendo con Erika ni se le acercaba.

Cuando Erika se metió media polla de Carlos en la boca y la saboreo con gula el pobre no pudo aguantarlo y se corrió en la garganta de Erika que no le quedo más remedio que tragárselo, pues tal fue la cantidad que casi se ahoga.

Erika le miraba muy satisfecha, entonces Carlos la cogió y se metió entre sus piernas haciéndole una comida de coño como no le habían hecho nunca, tuvo que morderse la mano cuando se corrió para que media prisión no se enterara del orgasmo que Carlos le había sacado con la lengua.

Después Carlos la penetro no fue el mejor sexo del mundo el lugar y la situación no eran propicias para ello, pero ambos lo disfrutaron y lograron correrse a la vez.

Carlos miró a Erika y le dijo.

Carlos- Erika estoy enamorado de ti, cuando salga de aquí porque saldré, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.

Erika no podía contener las lágrimas llevaba mucho tiempo queriendo escucharla y para ella fueron música celestial.

Erika no podía hablar no le salían las palabras de las emociones que estaba sintiendo así que no le dijo nada se lo demostró, le beso intensamente y le izo entrega de un colgante.

En él había medio corazón y ella llevaba el colgante con el otro medio.

Erika- Pronto este colgante estará completo porque estarás a mi lado, trabajaré incansablemente para que eso ocurra.

Carlos- No te separes de tía Isabel, tía Susana y por supuesto del señor Darma y la señora Bulan, son de las únicas personas que te puedes fiar.

Erika- Así lo aré.

Los dos se besaron, Erika tubo que salir el tiempo del vis a vis se había agotado, esa tarde fue donde se pusieron los cimientos de una relación fuerte y duradera.

Mientras esto ocurría en prisión, Isabel y Susana le hicieron una visita al hermano de Carlos, tocaron el timbre y cuando este abrió, Isabel le empujo para adentro y le dijo.

Isabel- ¡Hola sobrino tenemos que hablar!

Continuará.