El, yo y alguien más
Hace ya unos meses que me enteré que mi hija y mi esposo mantienen una relación y las condiciones las imponen ellos.
Hola, me llamo Ana P y hace ya unos meses descubrí que mi hija y mi esposo mantienen una relación íntima, sin embargo, para mi es aún difícil saber qué papel juego en todo esto, me he dedicado a seguir la corriente, no mirar atrás, no cuestinarme tanto. Desde mi descubrimiento, me he acostrumbrado a verlos besarse, salir, coger, etc. Peo hoy ha sido un día especial. Había amanecido un poco frustrada, ya que ayer me había estado masturbando escuchándolos follar pero no conseguí el orgasmo así que hoy desperté muy caliente y con ganas de sexo duro pero, tenía que llegar al trabajo así que me levanté, me alisté y corrí a la cocina para ver si ellos habían preparado algo de desayuno. La escena fue épica, María sentada en la mesa con un plato de huevos revueltos enfrente y la verga de su papá bien metida en su boca, no di ni dos pasos cuando Rubén terminó masturbándose sobre el plato de María y el que adiviné sería el mío. Estaba excitadísima, fuera de mi, en todos nuestros años de casados, Rubén jamás había hecho eso y ahora me extendía un plato de huevos revueltos bañados en semen y una taza de café. Terminé de desayunar como pude, mi vagina escurría y así trasncurrió el resto de la mañana, moría de ganas de coger, o mejor dicho que me cogieran, que me arrancaran la ropa y me metieron los dedos o la mano entera. No pude más, aún no era hr del almuerzo pero le mandé un mensaje a Rubén:
A: podemos coger?
R: jajaja te dejó caliente el desayuno??? al rato llega temprano
A: no!! AHORITA!! ven a la oficina!!!
R: no puedo, estoy ocupado
A: es en serio??? yo voy por ti
R: te urge, no? Hotel P a la 1, yo estaré ahí antes así que pide en recepción la 2a llave, yo aviso
A: te veo ahí
R: un "te quiero"?? nada???
A: ashhh!!! te quiero, lo sabes
A las 12:30 yo ya estaba en el hotel, ese lugar nos había visto ir y venir cantidad de veces entresemana, aún de casados de tanto en tanto nos escapábamos ahí. Pasé por la llave y ya en el elevador mi vagina palpitaba... quería verga, no me importaba cuántas veces esa verga llenaba de mecos la vagina de mi hija, la quería ya y para mi. Al llegar a la habitación dudé un poco antes de abrir ya que escuchaba gemidos, seguramente Ruben veía algo de porno.
No, Rubén no veía porno, yo podía verlo a él con María en cuatro recargada en un taburete, más abierta no podía estar, sus tetas estaban prisionadas contra un espejo que estaba ahí, R la taladraba con furia. se sorprendieron un poco con mi presencia, (supongo que por algo me había citado a la 1 y no a las 12:30) pero Ruben actuó como si yo no estuviera ahí y siguió con lo suyo, le sacó la verga de la panocha y se la acomodó en la entrada del ano. María se volteó a verme y me extendió la mano en una actitud infantilizada
M: no, por el culo no, mami, dile que no
Tomé su mano instintivamente mientras Rubén trataba de penetrarla una y otra vez pero ella arquaba la espalda y gritaba de dolor.
M: por el culo no, papi, no!!! por el culo, no!!!! me duele!!!
Volteé a ver a Rubén con la mirada suplicante de que dejara de lastimarla y entonces me dijo: -dile cómo acomodarse para que no le duela...
Era el límite (de los tantos que ya había cruzado) si yo en ese momento obedecía a Ruben y "acomodaba" a mi hija para que pudiera él cogersela, sería todo, estaría completamente a su merced... no sé, no sé! ¿qué pasaría si yo lo hacía, o no... y dejaba el cuarto, dejaba mi casa, dejaba toda esta locura y solo huía?
Ni siquiera me dio tiempo de contestarme, la llevé a la orilla de la cama, le dije que se recargara con los codos, que abriera bien las piernas, que parara el culo lo más que pudiera, le dije que la masturbaría un poco para que se relajara. A mi nunca me han gustado las mujeres, solo la tocaba de modo que sabía que se excitaría, yo no sentía nada pero al parecer ella reaccionaba a mi tacto, se contorneaba. Rubén entró en acción, le tocaba los senos, los pellizcaba y cuando nuestra nena nos dijo que estaba a punto de venirse, dejé de masturbarla para que no terminara, entonces Rubén se acomodó por atrás, primero le metió un dedo, luego dos, ella jadeaba y mi vagina también palpitaba. R lo intentó una vez, le abrió bien el culo, le acercó la verga y le ensartó casi la mitad de un solo golpe, ella reaccionó pero le dije que se relajara, que bajara el pecho y parara las nalgas, ltambién a comencé a masturbar de nuevo para que su cuerpo se aflojara; poco a poco el pene de mi marido entraba cada vez más y más pronto que otra cosa empezó el mete y saca, primero lento y suave pero luego tomaron un ritmo bestial. Rubén la partia en dos con cada embestida, ella ya no gritaba de dolor, sino de placer, estaba como poseída, ella misma se masturbaba, con una mano, se pelizcaba los pezones, él le daba con fuerza. Yo estaba fascinada viéndolos, mis jugos resbalaban por mis piernas, me empecé a meter los dedos pero R alcanzó a decirme que no me masturbara que ahorita que terminaran me iba a coger a mi. No pude hacerle caso, me tocaba mientras veía la carita de mi niña, ella estaba entre el dolor y el placer, me agarró de una mano, le temblaban las piernas, un liquido trasparente resbalaba de su vagina, sus ojos se pusieron en blanco una fracción de segundo, yo sé lo que pasaba, estaba teniendo un orgasmo anal. Pocas veces yo lo había experiementado y no con mi marido, pero si que lo había sentido. Rubén sonreía con cara de satisfacción, me preguntó si me gustaba verlos y le dije que si, Me tomó de la otra mano y me jaló hacia él, me besó en la boca, yo sentía, aún con los ojos cerrados el vaiven de las caderas de mi nena, en un momento él soltó a M y me tomó de ambas tetas, me ordenó que dejara de masturbarme, al tiempo que apretó tantos mis pezones que pensé que me lastimaría. En ese momento tuve mi anhelado orgasmo, me convulsione y tiré en la cama aún agarrada de la mano de María. Yo miraba a R extasiada, a su edad, haciendo gozar como loca a una jovencita que no sabía ya donde estaba ni el no. de orgasmos que había tenido. Unos minutos después él también se vació en ella, gimió bastante, fue un orgasmo fuerte y prolongado pero aún le quedó fuerza para masturbarla hasta hacerla terminar una última vez.
Me quedé completamente dormida, tan pronto como desperté, la vi a ella cabalgándolo de nuevo mientras las manos de mi marido sostenían y apretaban sus tetas hermosas.
M: -Estábamos tratando de no hacer ruido para no despertarte, mami
P: -Está bien, ya tengo que irme
R:- No sin antes una cosa
Rubén paró el movimiento, bajo a María de su cuerpo y la hincó de modo que sus nalgas quedaron muy paradas
R: - el complemento del desayuno, amor
M: -la proteína, mamá y se abrió las nalgas con la mano que le quedaba libre.
Al ver la mezcla de semen y mierda que le escurría por las nalgas y los muslos comprendí a qué se referían los dos. Me acerqué a lamerlo todo, me dio mucho asco, olía mucho a caca pero me lo tragué todo.
Me paré a vomitar al baño, me enjuagué la cara y la boca, acomodé mi ropa y tan pronto salí vi a Ruben ahora entre sus piernas.
R: -nos vemos mañana, amor , yo creo que hoy nos quedamos aquí
M: -nos vemos, mami y gracias, ahora si, oficialmente podemos decir que mi papi me ha roto el culo
R: - luego te decimos cómo limpiarte bien para que cuando tu mami te limpie no tenga que ir a vomitar al baño, verdad, amor?
Solo alcancé a decir que si, estaba muy apenada. Salí del hotel y escribo esto en mi oficina, aún me palpita la vagina y tal vez quisiera verlos de nuevo esta noche.