El viudo enseña a la abuela a follar por atras.

Lo que era un reservado trio en la intimidad se conviertio en un cuarteto donde la inesperada abuela se solto la melena.

Tras dos días con escaramuzas con el abuelo y mi viudo pero por separado, decidí una tarde volver a repetir un encuentro con ambos a la vez, pues eran una pareja que me complementaban a las mis maravillas y ellos así también liberaban su bisexualidad de lo que yo también disfrutaba.

Dejo Manuel a su mujer durmiendo la siesta como habíamos pactado y sigilosamente se pasó a la habitación de al lado donde Emilio y una ya le esperábamos, el con los brazos y yo con mis bonitas piernas abiertas.

Resoplo el viejo cuando vio que una andaba ya sin nada de ropa en la cama mientras Emilio el viudo cerraba la puerta y se quitaba la camisa que era lo único que ya le quedaba en el cuerpo, pues ya su enorme rabo había sido levemente lubrificado por mi boca e iba recto delante de él desafiando las leyes de gravedad, pues semejante y gordo pollon era digno de ver como se balanceaba totalmente recto y mirando al frente mientras caminaba.

Recibió este también un cumplido de Manuel que cariñosamente se lo agarro alabando su dureza esa tarde, pero se dedicó rápidamente a desnudarse pues no quería quedarse atrás, y el inquilino que tenía entre las piernas le pedía ya a gritos respirar aire limpio, pues andaba aprisionado entre los slip que apenas ya podían contener aquel monstruo.

En segundos los tenía a los dos de rodillas sobre la cama ofreciéndome sus armas para que una las fuese afinando y calentando y como yo nos les quería hacer esperar y mi boca menos, comencé a succionar aquellas preciosas y gordas cabezas intercambiándolas con celeridad pues era imposible meter las dos a la vez y mira que ellos lo intentaban , pero a lo máximo que conseguían era ponerlas juntas en mis labios y mi lengua pasaba de una a otra relamiendo sus puntas, que hacía de ellos un coro de barítonos gimiendo.

El abuelo había sido más rápido que el viudo y mi coñito ya estaban siendo acariciados por sus expertos dedos que sin miramientos andaban dilatándolo como preparándolo para lo que le esperaba, pues Emilio fue a echar mano también y se encontró la de su cómplice de faena que ya andaba allí.

Le dijo riendo, joder con el abuelo que llega el ultimo y se pone primero, riendo ambos, por lo que este le dijo, tranquilo que ahora te lo dejo que mira como esta, …sacando los dedos mojados y poniéndoselos en la boca al viudo para que este se los chupara y saboreara mis calditos, cosa que este hizo no sin un mmmmmmmm de relamida que a una la puso aún más caliente.

A la vez le dijo, atiende esos pezones de Tere que mira como están desafiando y deseosos de ser pellizcados mientras yo también me recreo y le ayudo a Tere con tus gordas pelotas que parecen van a explotar.

Llevo su mano junto a una mía que efectivamente andaba sobando las pelotas de Emilio que como decía Manuel hoy parecían más gordas y enormes , colgando con un pequeño balanceo ante los movimientos de succión de mi boca cuando a su falo me dedicaba .

Fueron unos minutos gloriosos pero estos dos sementales querían guerra y una que le dispararan con sus fusiles, por lo que me incorporaron y ahora pase yo a ser pasto de sus bocas, dejándole Manuel al viudo mi conejito mientras el con su lengua relamía y perforaba levemente mi puerta trasera.

Sentir a los dos comiéndome mis dos agujeros al unísono, me hizo explotar en mi primer orgasmos que no fue nada silencioso , pues fue largo y fuerte , sin darnos cuenta los tres que estábamos ya montando un escándalo de gemidos.

El abuelo intercalaba su lengua con sus dedos dilatando mi contraído ano mientras Emilio se tumbó boca arriba y sujetando su mástil por la base con la mano, me invito a sentarme sobre él, a la vez que el abuelo le dijo, venga clávate , anda que ahora vas a ver lo que es bueno.

Una como estaba de caliente les hizo caso y con cuidado me fue dejando caer sobre aquel enorme pollon que al entrar parecía me iba abriendo en dos, siendo atraída hacia su pecho por sus fuertes brazos tumbándome cuando ya andaba ensartada, soltando estos rápidamente para ponerlos sobre mis posaderas que quedaban en pompa mirando a Manuel, a la vez que tiraba de ellas hacia los lados como abriendo el otro agujero para que el Viejo me penetrara por allí.

Hizo su ritual de poner saliva el viejo en aquel ya medio abierto estrecho agujerito, y poniendo su gorda punta en el untada también de la misma, la presiono fuertemente y la metió de una sola estocada.

Fue algo violento pues un grito medio desgarrador se me escapo ante la virulencia del viejo y su duro rabo a la vez que Emilio rápidamente me besaba tranquilizándome , pues también había notado el efecto de la embestida, ya que rabo se me clavo hasta los mismísimos huevos.

El viejo dándose cuenta me pidió rápidamente disculpas al oído diciéndome: lo siento nena pero el calor del momento no me hizo pensar en la estrechez del sitio y como eres tan caliente no me di cuenta, pero ahora disfruta que veras como te compenso, besándome seguidamente la nuca y mis orejas a las que mordía mientras no cejaba de meter y sacar su enorme y duro falo.

MI segundo orgasmo no se hizo esperar y fue aún más escandaloso y fuerte que el primero, siendo interrumpidos por unos fuertes golpes en la puerta y el timbre de la misma.

Nos quedamos los tres inmóviles, y más una emparedada por ambos, pensando cesarían, pero lejos de parar continuo con el timbre, volteándome Emilio sobre el viejo que no sacaba su rabo de mi trasero para quedar una sobre el aun ensartada mientras el sacaba el suyo y se iba desnudo a la puerta a ver quién era, pues suponíamos podría ser el recepcionista ante las quejas de alguien.

Emilio dijo,.- quién es? , y ante el asombro de todos la vieja con un tono desafiante, dijo abran, abran la puerta un momento.

Emilo dudanto por los gritos de esta, la medio abrió ocultando su desnudez tras ella, para calmarla , pero la vieja la empujo y paso unos metro dentro, a la vez que decía con tono airado y exaltada : Ustedes se creen que están en sus casas, follando a todas horas con un escándalo que a una no la dejan dormir ni la siesta ni por la noche, que mi marido y yo andamos ya artos de tanto grito y gemido, además , a la vez que miraba hacia la cama donde su marido seguía teniéndome clavada, volviendo a decir en tono amenazador, además una orgia , sin darse cuenta ni reconocer al momento a su marido pues la medio oscuridad de la habitación por tener la luz tenue, le hizo tardar en centrar su vista.

Pero esta rápidamente volvió en si cuando reconoció a su esposo que pálido como un muerto, me seguía teniendo empitonada pero con la boca abierta y sin saber dónde meterse, gritando sorprendida ¡M A N U E L LLLLLLLL!... se echó mano a la boca y se dejó caer sobre un butacón que había justo detrás de ella medio mareada.

Ahora sí que Manuel la saco de mi trasero y para ir a atender rápidamente a la vieja que parecía le había dado un soponcio, mientras Emilio cerró la puerta rápidamente y saco un poco de agua fría de la pequeña nevera de la habitación para espabilar a la abuela.

Su marido se agacho y comenzó a tocarle la cara para que reaccionara pues andaba un poco semi mareada, y yo igualmente fue a por uno toalla mojada para ponérsela en la frente, todo con una celeridad que ninguno nos tapamos.

Cuando al minuto reacciono, la situación era aún más cómica, pues su esposo con el rabo morcillon y Emilio otro tanto andaban a su lado mientras yo toda desnuda estaba enfrente de ella para calmarla.

Manuel rápidamente le dijo, tesoro, perdona pero los infortunados acontecimientos llevaron a esta situación y no sé cómo explicártela, ella rápidamente le dijo, vas a tener tiempo para meditarlo pues de una te vas a olvidar ya.

Yo que no sabía lo que decir, me eche las culpas, diciendo que todo había sido sin buscarlo y que la inesperada visita de su marido días atrás, para que no hiciéramos ruido había desencadenado todos los acontecimientos.

Ante la sorpresa de todos, ella afirmo tras unos minutos de calma mientras seguía su marido dando explicaciones, que como se sentiría el si ella le pusiera los cuernos, a lo que Emilio sabiamente le dijo, encantado pues ya sabes que siempre te propuse hacerlo entre parejas y como tú sabes, una vez lo hicimos delante de amigos aunque si intercambio, y el tiempo pasa cariño y estos cuerpos se van diluyendo y tenemos que aprovechar hasta el último suspiro.

Pues el tuyo no parecía diluirse con tu rabo dentro de ella, y su marido mirando, dijo la vieja..

Nos medió reímos los tres como des estresando la situación, mientras Emilio le dijo, no soy su marido, soy un reciente Viudo que esta buena amiga está consolando y el azar hizo que su marido se uniera a la fiesta.

El viejo se puso a su lado medio en rodillas desnudo aun, y besándola, le dijo, anda perdóname, mientras Emilio ayudando a su colega, le dijo, desinhíbase amiga de esas vendas que tanto nos ofusca y póngale a su marido los cuernos y vera como se libera usted y el.

La vieja quedo aturdida ahora y rodeada por tres personas desnudas, y fue hacer ademan de levantarse para irse, diciendo bueno me voy que aquí sobro por lo que veo.

Manuel sabiamente, la sujeto por los hombros y le dijo: no sobras cariño ya sabes que eres especial y comenzó a besarla, aunque ella al principio se resistió, pero al final medio acepto sus besos, retirándonos nosotros momentáneamente a la cama.

Mientras el viejo sabiamente fue acariciándola y besándola y diciéndole, recordemos viejos tiempos, después ajustas cuentas conmigo, pero ahora relájate cariño.

Le fue besando y bajo a su cuello mientras sus manos se introducían no sin un poco de trabas en sus piernas , subían buscando su sexo, acariciándolo muy bien pues ante la sorpresa la vieja ya cerraba los ojos del momentáneo placer, mientras el abuelo sobaba ya sus pechos que había dejado rápidamente al descubierto.

Emilio y yo andábamos medio contrariados por los rápidos y sorprendentes acontecimientos pero ante el cariz que aquello tomaba, decidimos seguir con la faena, por lo que me puse rápidamente a darle una soberana mamada que espabilara aquel monstruo que se había quedado medio dormido.

Nos pusimos en un bonito 69 para ir caldeando y recalentando motores sin dejar de mirar al butacón donde el avispado abuelo ya comía del manjar de su mujer, mientras esta se retorcía en el de gusto.

Se levantaron el la cogió de la mano y de la cintura y la llevo a nuestra cama, diciéndonos: ¿nos dejan sitio para estar más cómodos a Luisa y a mí?.

Claro respondí yo como pidiendo disculpas per la que había provocado todo aquello, mientras Emilio le lanzo un piropo diciéndole, que suerte tienes también amigo con una mujer tan atractiva, a lo que el respondió, ya vez y ella haciéndose la dura con los placeres de la vida.

Estuvimos así los cuatro sobre la cama pero cada uno con su pareja durante varios minutos hasta que Emilio volvió a penétrame mientras ellos seguían con besos y caricias y comidas de ciertas partes, observando que la vieja también la chupaba bien, recreándose mucho en los huevos de su marido a los que sobaba con maestría.

Entre revolcón y revolcón no quitaba tampoco ojo del estoque de Emilio que andaba entrando y saliendo de mi gruta lentamente, pues ahora este andaba follandome pausadamente como enseñando a sus homónimos a echar un buen polvo, a la vez conseguía que sus enormes pelotas se balanceaban con descaro, provocando a aquella abuela que las seguía con la mirada mientras su marido ahora le comía su conejo.

Le agarre la mano pues las tenía cerca y se la acerque a estas para que las tocara, mirándola con mirada cómplice aunque yo no paraba de suspirar por la sabia monta de la que ahora era mi pareja de cama.

La abuela las agarro fuertemente pues se ve que las apretó ya que mi pareja miro para ver quien le había agarrado los huevos de esa manera, riendo ambos a la vez que ella pedía disculpas por el apretón, mientras Emilio decía: no , no , .. Continúe, siga que me gusta eso, juegue con ellas, corroborando su marido a que continuará pues eran enormes, a la vez que le dijo, -veo que te gustan más que las mías ehh pillina .

Consiguió parece ser ruborizar a la abuela aunque yo no pude cerciorar eso ya que un enorme orgasmo me acaba de llegar , dejando a la vieja boquiabierta viendo el aguante del viudo y por supuesto su enorme pollon que sin desmerecer al del viejo lo superaba en grosor y longitud aunque por escasos centímetros.

El viejo fue a montar a la abuela, cuando esta nos volvió a sorprender a todos diciendo: No quieres Manuel que te ponga los cuernos ... y mirando a Emilio que sacaba su enorme falo dentro de mí para tomar otra postura, le dijo, ven aquí hermosura y pon celosos a este viejo.

Fue Emilio como un resorte a por ella riendo picaronamente y se lanzó a comerle el conejito bien mojado ya por la boca de su marido y los jugos derramados, cuando ella le dijo, no cariño quiero me la metas ya.

Dicho y hecho, en segundos recibió tal pollazo del viudo que le hizo desencajar la cara de gusto, y más cuando este ahora subía el ritmo con un aguante increíble sacándole a la vieja un orgasmo que mis gritos se quedaron cortos, pues la intensidad fue tan alta que sus uñas se clavaban en el sexy trasero del viudo como forzando a que siguiera metiéndosela.

Yo agarre con una mano la polla del abuelo y le dije, siga con la faena que antes dejo, que me tenía loca, resoplando este y dándome una vuelta a mi cuerpo puso mi culo en pompa picaronamente cerca de la cara desencajada de su mujer que seguía sufriendo los acosos gustosos del Viudo.

Dirigió su rabo una vez untada otra vez en saliva y hablando excitado, decía toma mi nena que esto es lo que realmente te gusta, recibir mi venosa polla en tu estrecho culete , que te voy a llenar de leche como tu deseas.

Me la volvió a meter fuertemente y aunque me hizo un poco de daño, el placer rápido recibido lo mitigo en segundos, dándome una follada de las que hacen época, pues se calentaban uno con otro viéndose follar y nosotras ahora al unisonó gritábamos de gozo por el premio que anidábamos recibiendo.

Emilio le dijo al oído pero para que todos lo escucharemos, ¿Tu marido ya te follo alguna vez por atrás a ti ?.. Respondiendo el viejo que andaba escuchando…no, no me dejo nunca la vieja esta, reiterando esto ella que a la vez le dijo, pero quiero que tú seas el primero.

Manuel medio celoso sin dejar de metérmela, le dijo, mira que la tiene más gorda y te va a romper, respondiendo ella rápidamente—quiero te haga hueco para luego metas fácil la tuya , provocando a ese abuelo que ahora alocadamente me follaba haciéndome llegar otro orgasmos que el sabiamente junto al suyo mientras llenaba aquel estrecho agujero de su rica leche.

La vieja estaba como loca viendo a su marido el buen polvo que me acaba de echar y le metió prisas a Emilio para que la desflorara por atrás, cosa que este hizo pausadamente pues la estrechez de aquella abertura lo demandaba, aunque una vez dentro el efecto fue el deseado pues le volvió a llegar otro orgasmo a la vieja que casi de desmaya , acelerando el viudo ahora las penetraciones , consiguiendo que sus huevos golpearan fuete en la vulva abierta de la vieja con los balanceos de los mismos, y provocando a este también en una copiosa corrida , pues anqué yo no la sentí, sí que vi derramarse cantidad al sacar aquel pollon del culete de la vieja.

Acerco la polla Emilio a la boca de la vieja y esta gustosamente la relamió sacándole las ultimas gotas, como dándole celos a su esposo, pero este lejos de amilanarse se acercó para ayudarle, diciendo ella.. Mira este que también disfruta chupando.

Una que andaba mirando , me dirigí hacia el rabo del abuelo y allí medio morcillon y con alguna gota en la punta paso este, nuevamente a mi boca a la vez que le dije para levantar y provocar un poco de calor en el ambiente.. · eres único follandome Manuel · respondiéndome el, y tu tesoro recupérate que voy pronto a darte el segundo con el permiso claro de mi esposa, riendo todos al unísono.

A la media hora estábamos todos retomando la faena , cuando ellos provocativamente , dijeron, ¿Por qué no nos animan y comienzan las dos a hacerse un 69 .. Mientras nosotros acicalamos las escopetas para ir de caza otra vez… y así comenzamos nosotras, yo comiendo aquel viejo conejo y ella el mío que por cierto lo hacía de maravilla, mientras ellos miraban a nuestro lado moviendo y animando sus rabos que ya tomaban forma otra vez para retomar una nueva sesión que nos dejó sin aliento.

Pero si quieren que se las cuente, déjenme algún grato comentario que me excite y anime a continuar relatando la segunda parte de aquella inesperada y placentera experiencia.