El Virus VR

Un virus, una pandemia y algun superviviente.

Hola, no sé si alguien llegara a leer este cuaderno, la situación es bastante critica y va empeorando cada día pues me estoy quedando sin comida, tendré que salir a buscar provisiones y enfrentarme a “ellos” de nuevo, el problema es que me siento más débil que antes, el tiempo no pasa en balde y ya soy dos años más viejo que cuando empezó todo, la última vez que me aventure fuera de mi casa fue hace tres meses.

Pero que os voy a contar, si habéis sobrevivido es que ya sabéis todo lo que debíais saber acerca de la devastación actual, sabéis lo del virus “VR” que volvió rabiosa a gran parte de la población mundial, todos sabéis ya que lo desarrollaron los americanos.

Al igual que sabéis lo del atentado nuclear de los islamistas, que hicieron volar la ciudad de nueva york con un artefacto cedido por Irán, también sabéis que la semana siguiente a aquel atentado y ante las amenazas yanquis, los iraníes se cabrearon y lanzaron un misil de cabezas múltiples sobre territorio estadounidense, las ocho cabezas que transportaba detonaron sobre poblados núcleos urbanos de la costa este de aquel país, pero aquellas cabezas no llevaban carga nuclear, eran “bombas sucias” liberaron una considerable cantidad de radiación contaminante y altamente radioactiva sobre los núcleos urbanos, matando lentamente a varios millones de personas y animales, además de saturar de radiaciones letales tanto los edificios como el terreno que dichas ciudades ocupaban, el viento arrastro aquella radiación durante millas y millas, también fueron culpables los supervivientes que escapando en sus vehículos contaminados, evacuaron las ciudades y se diseminaron por el país, contribuyendo a contaminar los campos y los cultivos por donde pasaban, así como los animales de granja de los buena parte de aquella zona del pais se alimentaba.

Los americanos decidieron entonces joder a quien les jodía y liberaron aquel virus en Irán, así como en los de la zonas próximas que poseían núcleos mas radicales del islamismo exacerbado, la operación ”VR” (Venganza Rabiosa) fue liberada treinta días después por los satanes americanos, varias bombas de tipo aerosol fueron lanzadas por los infieles sobre objetivos en África, Asia y sobre buena parte de Oriente medio, entretanto los especialistas de la CIA contaminaron 52 depósitos de agua en otras tantas ciudades y pueblos hostiles, al mismo tiempo y con dicho virus.

Naturalmente en poco tiempo escuchamos por la radio noticias alarmantes de aquellas zonas, mas tarde vimos escenas sobrecogedoras en la televisión, diez días después nuestro país tuvo sus primeros casos de rabia humana y algunos supimos que el fin estaba cerca.

El Virus VR.

¿Qué hace el VR? Os lo explicare como si vinieseis de Marte y no supierais nada de lo ocurrido ¿vale? Pos fale ahí va, ¿habéis visto esas pelis de zombis de toda la vida? Pues es parecido solo que los afectados no están muertos, están vivos y locos de rabia, solo viven para morder y comerse todo lo que pillan, dado que se huelen unos a otros no se suelen atacar entre sí salvo cuando están realmente hambrientos, buscan y muerden a los “normales” propagando así su infección y pasan de una víctima a la siguiente, sus mordiscos propagan unas bacterias que transforman a cualquier persona normal en uno de ellos en 24 horas, al principio solo devoraban a estas victimas si tenían mucha hambre, ahora y dado que siempre tienen hambre es su modus operandi habitual, el virus solo se contagia de esa manera, si no hay contacto físico por un corte o herida con su saliva o sangre estas a salvo, a no ser que alguno de sus fluidos se meta en tu boca, pues algunos hasta escupen como supe cuando a un vecino mío que estaba mofándose de ellos a través de la verja de su casa le escupieron varios, algún lapo le entro en la boca y al día siguiente él era uno más del grupo de los infectados.

Las similitudes con una peli de zombis acaban ahí, estos no se levantan al morir, se quedan muertos y sirven de buffet libre a los que pasan cerca de ellos, su cerebro sigue activo aunque son muy tontos ya que solo piensan en comer y buscar presas (se orinan y defecan encima) digamos que entre cinco reunirían la mitad del cerebro de un tonto del culo, pero no os engañéis pues si os ven intentaran agarraros y morderos, pues recuerdan algunas cosas como lo que es correr, también saltan si es necesario así como trepar por las vallas y usar palos, piedras o herramientas para romper cristales o puertas, había que tener cuidado con los policías o soldados armados que se transformaban, algunos usaron sus armas aunque dado su estado acertaban una vez de cada cinco y al acabarse la munición te tiraban el arma a la cara, como francotirador que soy mi misión preferente era eliminar a estos individuos antes que a ningún otro.

Su cerebro se deteriora con el tiempo pero muy lentamente, si entran en una casa saben lo que es una nevera y como abrirla para devorar su contenido, pero las latas se les resisten y son incapaces de abrirlas (para ellos es como el algebra, saben que existe pero no para que se usa) generalmente las revientan a base me morder los envases metálicos para comerse su contenido, recuerdan para que son los grifos y los abren para beber pero no los cierran al acabar, con lo que el problema del agua potable es como comprenderéis tremendo.

Sus cuerpos se debilitan por falta de comida y al cabo de un tiempo mueren, siendo rápidamente canibalizados por los demás, últimamente ya no se encuentra mucha comida y los he visto hacer de todo, si no hay “normales” u otros afectados a los que morder y comer se comen la hierba, vi a uno podar un árbol a bocados pues comenzó mordisqueando la corteza del tronco y siguió masticando hasta que se le cayó el árbol encima apastándolo, también he visto a varios comerse un coche desde los asientos a las ruedas, un día me partía de risa cuando un grupo de ellos entro en la gasolinera y se zamparon todo lo que encontraron, incluidas las latas y botellas  de plástico con anticongelante y aceites diversos, pues salir de aquel suelo resbaladizo fue una ardua tarea para ellos.

Pero perdonad mi torpeza pues no me he presentado, me llamo Antonio pero mis amigos cuando vivían me llamaban Toni, era buena persona y trabajaba de Policía, en realidad mi puesto era francotirador de los GEOS, ahora soy un cabronazo con suerte, maña y buena puntería, como atestiguan los casi 300 esqueletos que tengo a cien metros de mi “domicilio” en este antiguo cuartelillo de la guardia civil, es parecido a un torreón y está en un pueblo no muy lejos de donde vivía, cuando todo se descontroló salí de mi ciudad sabiendo que aquella antigua torre que ya conocía de antes, me serviría como un buen punto de defensa contra los infectados, cargue mi coche con todo lo que pude de municiones comida, bebida etc. Prácticamente huyendo me fui de allí aquella madrugada para salvar mi vida.

Al llegar a la torre aquella mañana saque mi pistola Glock de la sobaquera, le pegue un tiro al agente Peláez entre los ojos cuando este salió corriendo del cuartelillo hacia mí, gritando con la camisa y la cara rebozada de sangre seca y dispuesto a que yo fuera su desayuno, en el patio no había ningún vehículo así que deduje que alguna patrulla no había vuelto, dentro de la torre estaban los restos del menú del día anterior compuesto por el sargento Bravo y los guardias Pérez y Macias, como rezaban las tirillas de tela en sus chaquetas de uniforme, tanto el sargento como el primero de ellos habían sido mordidos y medio devorados por todo el cuerpo, Macias era una mujer joven y descubrí horrorizado que el cabrón de Peláez la había literalmente comido el coño hasta la pelvis donde contrastando con la sangre de alrededor blanqueaba el hueso.

El tiro había alertado a toda la población de afectados del lugar y estos comenzaban a llegar a la torre, metí mi todo terreno cargado hasta los topes en el recinto amurallado y cerré el portalón de doble hoja de recias maderas, retrocediendo seguidamente con el vehículo y apoyando su trasera contra las grandes y pesadas puertas para asegurarme de que no se abriesen a pesar de los empujones de los de fuera, recorrí toda la muralla viendo como la población entera se hacinaba contra las murallas de piedra de algo más de tres metros que rodeaban el torreón.

Pase por mi coche y recogí mi rifle Remington de mira telescópica y algo de munición, seguidamente subí a lo más alto del torreón y me hice cargo de la situación, casi 200 personas venían por tres lados gritando y rugiendo hacia mí, dispare 20 tiros y volé otras tantas cabezas, mis objetivos no estaban junto a las murallas sino más lejos, no quería que sus cuerpos sirviesen de rampas para que los demás trepasen dicha muralla exterior y entrasen en el torreón, el ímpetu de los atacantes se desmoronó a los pocos minutos y regresaron al pueblo, donde aun debían quedar algunos “sanos” menos belicosos, algunos de los que se retiraban se pararon  junto a los que había liquidado a tomar un tentempié.

Aproveche aquella pausa para recorrer el torreón y hacer un inventario de lo que había en el lugar, habitaciones, literas, armeros etc. Descubrí un cetme viejo del 7´62 y casi 200 proyectiles para él, el resto eran tres cetmes modernos del 5´56 y casi 1000 proyectiles en un cajón, cuatro pistolas y un revolver con abundante munición para ellas, en el almacén de decomisos encontré varias escopetas de caza y algunos cartuchos, también había decomisado  dos rifles de caza mayor con munición y algún silenciador, en la entreplanta estaba el almacén de comida, ristras de embutidos y un jamón entero junto con latas y mas latas de fabada y cocido barato, unas 50 latas de atún, anchoas y algo más lejos vi sacos de arroz, lentejas y una caja llena de paquetes de espaguetis, en un rincón había una caja de latas de comida para gatos.

En el piso bajo vi el grupo electrógeno y varios barriles de combustible, además yo había visto la gasolinera a la entrada del pueblo según venia, bajé al sótano y encontré las celdas eran tres y todas estaban ocupadas.

Un viejo, un gañan de unos 30 años y una tía de unas 20 eran los huéspedes de las celdas, los tres estaban infectados y al verme se abalanzaron contra los barrotes para cogerme y morder lo que pudieran, saque mi pistola Glock del 9 parabellum y de un tiro le saque la dentadura postiza por la nuca al viejo, el gañan descubrió tras mi siguiente disparo que si se te junta el puente de la nariz por la coronilla te mueres, me quede apuntando a la chica pero no me decidí a matarla, aquellos ojos fieros y el ovalo de su cara me recordaban a mi ex, ella tenía en la camisa manchas de sangre y pensé que sería la que mordió a Peláez, decidí que esta no merecía un final tan rápido.

Subí a la planta principal donde tras registrar los cuerpos de los tres guardias muertos quitándoles documentos y armas los saque al patio, pase por mi coche y recogí mi porra eléctrica que era una de las cosas que si que funcionaban para atontar a los afectados, como descubrimos en la ciudad cuando nos atacaban en masa y las porras normales solo les hacían cosquillas, baje a las celdas y le di una buena sacudida a la chica, cuando cayó al suelo inconsciente abrí las otras celdas, encontré en el suelo de la del gañan al gato del cuartel muerto y prácticamente devorado, lo eche fuera de la celda y saque los cuerpos del viejo y del gañan al patio, comprobé desde la muralla que no había nadie cerca del torreón, pero se escuchaba algo de barullo en el pueblo a unos 500 metros, rápidamente le di un entierro digno al gato tirándolo bien lejos fuera de la muralla, bajé y aparte el coche abriendo una de las grandes y pesadas puertas, seguidamente cogí el cuerpo del sargento y cargándomelo a cuestas lo lleve cerca del de Peláez, allí lo deje caer y recogí el arma y la munición de este volviendo rápidamente al torreón, repetí mis viajes sacando a todos los difuntos del lugar pues no quería correr el riesgo de infectarme ni pretendía oler a cadáver el resto de mi vida.

Volví a pegar mi coche al portalón poniéndole un calzo bajo las ruedas como precaucion adicional, enseguida me dedique a descargar mis cosas y almacenarlas debidamente, tenia mas munición para el rifle y la pistola así  mi botiquín con ¿condones…? Bastantes antigripales, pastillas y fármacos diversos, así como bastante comida más o menos fresca, huevos y frutas, también tenia raciones del ejercito y paquetes de comida china deshidratada de esa que solo has de calentarla y añadirle agua, al no tener fecha de caducidad decidí dejarlas al fondo para ser las ultimas raciones en comer.

Recogiendo todo aquel desorden y fregando el lugar limpiándolo de sangre y restos me dieron la hora de comer, me lave a conciencia y cambie de ropa, comí con avidez pues el ejercicio me había abierto el apetito, al terminar decidí ver como estaba mi amiga la de la celda y llevarla los restos de mi comida en un plato de plástico, cogí también el botiquín de emergencia y bajé cuando me vio salto hacia mi furiosa dándose contra los barrotes.

La di otra generosa ración de corriente con la porra eléctrica por cuenta de la casa y cuando cayó al suelo entre en su celda, había quedado bien dormida y procedí a dejarla el plato dentro, mire su cuerpo inspeccionándola sin delicadezas hasta que encontré el lugar donde la habían mordido, era en la pantorrilla y por el radio y el tamaño de la herida había debido de ser un niño el causante, por si se despertaba la sujete con unas esposas las muñecas entre los barrotes de la celda, mis ojos la recorrieron de arriba abajo deleitándome en cada curva de su cuerpo, llevaba algún tiempo sin pareja y la naturaleza… se me irguió, estaba buena la condenada si pasamos por alto el tono pálido de su piel y su propensión a morder, descarte la idea de tener nada con ella al recordar que el virus se transmitía por sangre o fluidos, me senté a su lado y seguidamente procedí a limpiar y desinfectar su herida para posteriormente inyectarla un antibiótico, pues no necesitaba para nada a una huésped con una herida gangrenándosele en mi celda, hasta no encontrar a nadie vivo este era el único chochete de reserva disponible y… me recordaba tanto a mi puta ex.

¿Continuara…?

Bueno lectores, este relato es consecuencia de haber leído los libros de Manuel Loureiro (recomiendo su lectura) titulados “Apocalipsis Z” y “Los días oscuros.” No seáis gorrones (como yo) y compradlos en una librería, mi agradecimiento también a anonimus3 que con su relato:” Uno de… ¿ zombies?”  me ha despertado la imaginación para perpetrar este relato.

Como habréis imaginado, el Toni tontea con la idea de tirarse a alguien… ¿comol…? No es zoofilia pues es un ser humano, no es necrofilia pues está viva, creo que lo podemos poner en: no consentido, pero repito la pregunta ¿comol…? Sabiendo lo de los fluidos y la sangre, no digamos si te escupe en la boca y además con un hándicap, que a Toni le encanta hacer y sobre todo recibir sexo oral.

Se aceptan ideas.