El Virus VR (55)

Entrada en el torreón, vistazo a los demás personajes, Cecilia ultrajada, sexo oral y anal.

Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.


Finales de febrero, la vuelta a casa.

Sentado en la linde del bosque miraba la silueta de mi hogar, veía el torreón ya casi milenario con sus murallas almenadas rodeándolo, mi corazón se estremecía por la fuerza de los recuerdos que volvían a mi como el lento reflujo de la marea, cerraba los ojos frecuentemente y me venían a la mente imágenes y caras conocidas, pero una en especial dominaba a las demás, Cecilia con su bonito rostro y sus preciosos ojos, su cabello largo rubio brillando a contraluz, recordaba sus labios hablándome o simplemente sonriendo, así como sus expresiones faciales cuando hablábamos reíamos o hacíamos el amor, deseaba estar con ella de nuevo para sentirla entre mis brazos.

Mi cuerpo se reponía, comía poco pero regularmente aunque mis presas no pasaban de ardillas o liebres e incluso vegetales, pero mi cabeza se despejaba y pensaba más fluidamente, tras unos días de contemplación y de vagar por la zona decidí entrar en el torreón, me acerque con cautela a las murallas pues aunque el deshielo había comenzado y el tiempo mejoraba aún quedaba algo de nieve, recordaba algo acerca de trampas, clavos, lazos y un foso sin dejar de lado la misma altura de dichas murallas, así que avancé lentamente fijándome en donde ponía los pies, esquive los cadáveres del último ataque justo antes de nuestra marcha, estaban medio podridos ya que quedaban al descubierto tras deshelarse parcialmente la nieve que los tapaba, los cuerpos estaban tirados de cualquier modo salpicados aquí y allá por las cercanías de la muralla, incluso descubrí dos cuerpos en el foso que rodeaba toda la fortificación, el cual se encontraba lleno de agua helada con una pequeña capa de hielo en la superficie, observé atentamente aquel obstáculo de metro y medio de ancho por casi dos de profundo, gracias a que la arena sacada de su interior había sido colocada en sus bordes para darle más profundidad, en cuyo fondo se distinguían alambradas de espino rizadas con puntas amenazadoras, así que lo evité pues mi mente me avisó que de caer en el seria mi muerte lenta pero segura, podría quedar enganchado en el fondo quedando atrapado y con medio cuerpo sumergido en agua helada, el frio haría el resto.

Pero debía entrar así que agudice el poco ingenio que tenía, volví al pueblo y recolecté sabanas y cuerdas en las casas abandonadas, con ellas volví al bosque donde me entretuve buscando ramas y troncos atándolos entre sí para hacer un paso en el foso, reunía diez ramas de tamaño grueso y más o menos un metro de largo, atándolas juntas por ambos extremos formando hatillos de madera, hacer una docena de estos me llevo toda una tarde y agotó tanto la cuerda como casi todas las sabanas que había conseguido, volví al pueblo donde encontré un par de pallets de madera cerca de los bloques, los arrastre de vuelta al pinar y agotado por el trabajo me dormí.

Aquella noche llovió, fue una lluvia helada y suave de las que se meten por todas partes fastidiándote las articulaciones, como si la misma mano de la muerte te diera un apretón de aviso, al amanecer todo mi cuerpo temblaba aterido de frio y las manos no me servían de mucho pues seguían su propio ritmo, para colmo se puso a soplar viento norte con bastante fuerza, me di cuenta de que no aguantaría ese vendaval  mojado como estaba, así que corrí de vuelta al pueblo entrando en una casa y busque un rincón resguardado del viento, allí me desnudé tapándome con una funda de tresillo mientras mi ropa se secaba; permanecí allí hasta mediodía temblando como una hoja, ahora que podía pensar lo pasaba peor que antes, en mi época de infectado no me hubiera detenido por la lluvia ni el viento, si el líder avanzaba le seguíamos como un rebaño de ovejas al pastor, ahora en cambio me preocupaba por todo al saberme solo, me preocupaba enfermar, mojarme y sufrir accidentes o ataques de mas infectados, en mi torturada mente desee volver a ser uno más de la manada, ¡cualquier manada!

Tras vestirme salí de la casa de vuelta al pinar, por el camino hallé un árbol caído de unos cinco metros de alto y no demasiado grueso, arrastrándolo lo lleve conmigo y fui donde había dejado los hatillos de madera, usé los últimos restos de sabana y mi camiseta en atar unas ramas al tronco formando una pequeña escala de travesaños, reuní los ánimos necesarios y lleve todo junto al foso en varios viajes, primero tiré los hatillos al foso de casi dos metros de ancho formando un pasillo, sobre estos coloque cuidadosamente los pallets en línea formando un puente, el conjunto flotaba bien aunque dejaba huecos entre ellos, pero me dio confianza para cruzar cargado con la improvisada escalera, la cual coloque ante la muralla hasta tocar las almenas en la reducida franja de tierra que quedaba, subí por ella con infinitas precauciones no tardando en llegar arriba y de un salto superé el parapeto, estaba de nuevo en casa.

Rodee el patio caminando por las almenas, mil imágenes de recuerdos se agolpaban en mi mente, por fin bajé y me dirigí a la puerta del torreón encontrándola cerrada, mis recuerdos volvieron mostrándome a mí mismo guardando unas llaves dentro de una maceta en el cobertizo de atrás pegado a la muralla, fui al lugar y tras hurgar un poco las encontré consiguiendo por fin entrar en el torreón, mas recuerdos volvieron según recorría su interior, todo era contradictorio, nuevas imágenes y viejos recuerdos se mezclaban, olores y perfumes conocidos me asaltaban al abrir puertas, hasta que encontré la habitación y la silueta de mi chica marcada en las sabanas, volvieron los sentimientos y las lágrimas por mi amor perdido.

Aquella noche pude por fin dormir a cubierto, previamente volví a la muralla y empujé la escala hacia afuera para evitar sustos, luego entré y tras cerrar por dentro la puerta del torreón me puse a explorarlo, pero la noche llego pronto y la falta de luz me obligo a tumbarme en el sofá, tras taparme con una manta hallada en un armario conseguí dormir, aquella noche soñé con Ceci.

Pero en aquellos tres meses habían pasado cosas, ¿Cómo les irían las cosas a los evacuados de Villalta? algunas serian posteriormente conocidas por Toni pero otras no, estas quedan fuera del diario de nuestro protagonista pero ocurrieron , démosles una breve ojeada.


Los integrantes del convoy llegaron a Llo… donde se unieron a las fuerzas que defendían el lugar, los animales y comida que portaban ayudaron bastante al mantenimiento del lugar durante aquel invierno; por lo demás tanto el capitán Lillo como los demás “renacidos” dejaron de ser considerados presos, en vez de eso fueron sometidos por parte del personal médico y educativo a un complejo sistema audiovisual de reeducación y condicionamiento, el proceso se había simplificado bastante con lo que al finalizar su primer mes ya sabían leer y escribir de forma pasable, durante su segundo mes se les dio educación militar pues serían destinados en su mayoría a tropas de choque para capturar a mas desinfectados, Jonás Lillo fue degradado de capitán a sargento por culpa de la orden ministerial que impedía a los renacidos alcanzar el cargo de oficial, pero este seguía teniendo dotes para el mando, así como un manejo fuera de lo común en el manejo del cuchillo y lucha cuerpo a cuerpo, por lo que no se descartaba que pudiera alcanzar un cargo más alto en el futuro; Mara no acudía a las clases con su pareja y tampoco se permitían los matrimonios mixtos hasta pasados seis meses del cambio de infectado a renacido, pero su tozudez al no querer separarse de su pareja fue aceptada por el comandante González, el cual usó su influencia ante los médicos para conseguirles un departamento de uso personal, a todos los efectos eran una pareja totalmente normal.

Lucy junto con Dani y tres milicianos más se unieron al grupo de GOES del teniente Torres en calidad de refuerzo, pues el grupo necesitaba dicho personal para misiones de rescate de renacidos, en efecto el número de estos aumentaba según las imágenes de los UAV, su misión era localizarlos y traerlos a Llo… para su reeducación antes de que fueran mordidos de nuevo, precisamente en esa fase estaba Nina la hermana de Ceci, según los educadores la chica hacia grandes progresos.

La mayoría de los no combatientes como mujeres, niños y ancianos, fueron enviados a “Punto seguro 4” en el litoral, todos vivían en un pequeño barrio en las afueras pero dentro de la zona amurallada y protegida, entre estos estaban Julián el alcalde y su mujer, ellos cuidaban a Ceci que vivía en un apartamento contiguo respetando así la última promesa que le hicieron a Toni, la joven viuda superaba como podía su perdida pero sonreía poco, recordemos que Toni había sido dado por muerto a todos los efectos.

Pero las fotos de la boda ya habían sido publicadas, junto con un amplio articulo donde se narraba la historia de la joven pareja, (ocultando la defunción de Toni, pues se intentaba dar un final feliz a la historia) dichas revistas fueron distribuidas por todos los puntos seguros del mundo, millones de supervivientes se enteraron así de que los renacidos podían salvarse y llevar una vida normal, aquello dio esperanzas a todos y las autoridades mundiales tras meditar y conversar redoblaron sus esfuerzos, esta vez más orientados en recuperar gente que en exterminarlos, podríamos decir que nuestra protagonista salvo a miles de personas.

Pero no todo era perfecto, dice el dicho que en cada paraíso hay una serpiente, en este caso dicho animal se llamaba Víctor “Vic” Arenas, de profesión fotógrafo profesional, este individuo de metro setenta con incipiente calvicie a sus casi 50 años y algo gordito, había sido asignado por el director de la revista de mayor difusión para hacer una serie de reportajes sobre la atractiva rubia, nadie mencionó que aquella sugerencia venia directamente del CSID a su director, solo recibió una instrucción: no podía mencionar que la chica era viuda, a todos los efectos su marido seguía vivo y luchando.

Tres días después “Vic” recibió de forma anónima una “sugerencia” de cierta agencia farmacéutica, le llegaron instrucciones en un sobre con bastante dinero, acompañado de un generoso taco de vales para raciones de comida que podría usar o canjear, las instrucciones eran simples debía denigrar, corromper o enviciar a Ceci con lo que pudiera con objeto de provocar un sonoro escándalo, de esta manera la renacida y por extensión los demás como ella, podrían ser tratados en la prensa y medios afines como unos animales siempre propensos a vicios y desmanes, es decir personas poco fiables; se le prometían sobres iguales una vez al mes si conseguía su propósito.

“Vic” a estas alturas de su vida y con todo lo que había pasado, se había convertido en alguien a quien solo le importaban las ganancias, los escrúpulos profesionales habían pasado hacía tiempo a un segundo plano, vio la posibilidad del negocio y la aprovechó, aquella joven era guapa, seguramente las había pasado putas pero sus problemas no le importaban, gracias a ella solucionaría su vida con una buena inyección de capital e influencias, el fotógrafo planeó lo que hacer y cómo lograrlo.

No podía drogarla, pues era dificilísimo y muy caro conseguir las pocas drogas que aun circulaban por ahí, pero lo que si abundaban eran los somníferos ya que a muchas personas les costaba dormir, consiguió unas pastillas potentes que dormirían a un caballo y se dispuso a usarlas para fotografiar a la chica desnuda y en poses claramente obscenas; Ceci ajena a estos manejos acudía una vez a la semana al apartamento del fotógrafo, allí  “Vic” le hacía fotos entre posters de bebidas, yogures o productos diversos que saldrían en folletos publicitarios, pues la cara de la joven era un reclamo perfecto por su juventud y belleza.

Cecilia estaba muy bien pues era pronto para que notase su embarazo, la ropa para los anuncios era sexi pero sin pasarse de ciertos límites, ella se colocaba de la forma que pedía el fotógrafo y sonreía, un flash o dos y cambiaba de pose, tiraban unas 30 fotos y después volvía a casa con unos vales de comida, todo era normal hasta que un día “Vic” la llamo la atención porque no posaba bien, la joven cometía errores continuos según el fotógrafo, así que la dio una bebida para que tomase mientras se sentaban en un sofá a charlar, diez minutos después Ceci estaba dormida.

El fotógrafo situó una cámara ante el sofá con mando a distancia y volvió a sentarse bajándose la bragueta y sacando su miembro medio erecto, metió las manos por el escote de la joven palpando vicioso sus pechos hasta excitarse del todo, luego hizo bajar la cabeza rubia hasta casi alojar el miembro en la boca de la rubia, disparo allí primera foto en un primer plano de la cabeza ante su verga anónima, las fotos se fueron sucediendo mientras el metía la verga en aquella boca caliente, coloco una mano de Ceci en sus pelotas para que pareciese que la chica le masturbaba, realmente era el hombre quien en movimientos cada vez más rápidos de pelvis se hundía en aquella boca caliente, con la mano izquierda acariciaba el cabello de la rubia y hacia botar la cabeza sobre la verga que impulsaba hasta su tráquea, las pelotas quedaban en cada movimiento a pocos centímetros de los labios, aquella garganta profunda fue demasiado para el fotógrafo el cual no tardó en correrse eyaculando una gran dosis de leche que bajo por el mástil tras llenar la boca de Ceci, chorretes blancos salieron de la boca mojando totalmente las pelotas de “Vic” que en pleno orgasmo no cesaba de dar al botón de disparo, la cámara disparo unas sesenta fotos de aquella mamada.

Antes de que Ceci se despertara, el hombre la había cambiado de postura y tras levantarla la falda había retirado hacia un lado la braga, sacando una serie de tres fotos en primerísimo plano de su vagina entreabierta, en una de ellas situó los dedos de la rubia como si ella misma separase los labios, la cambio varia veces de pose cada vez más insinuante y disparó otra docena de fotos, finalmente estimó que pare el primer día había estado bien y tras vestirla y limpiarla procedió a despertarla con suavidad; Ceci estaba confusa y con mal sabor de boca, él lo achacó al refresco y la dio un poco de vino de una botella ya abierta.

Algo parecido ocurrió durante las siguientes cuatro semanas, pues la chica acudía una vez por semana a casa del fotógrafo, durante ese tiempo “Vic” la ponía en poses diversas y con ropa cada vez más excitante, luego invariablemente ella dormía con la excusa de probar batidos, yogures o lo que fueran a anunciar, el fotógrafo procedía entonces a situarla en poses obscenas y follarla  en distintas posturas por todas partes, siempre en primeros planos y evitando sus ojos cerrados, el morbo de la ropa a medio quitar daba un extra de vicio, al terminar siempre lavaba el sexo de la chica, asi como salpicaduras y todas las huellas delatoras cuidadosamente; todo le iba de perlas a “Vic” tenía dinero y comida en abundancia, en aquellas semanas había sacado casi mil fotos que había enviado junto con las correspondientes tarjetas de memoria a una dirección: “Secure Point 57 Usa” a nombre de Mr Phillips 1845 Av, 2A.

Ceci por su parte notaba algo raro, antes nunca se dormía cuando la sacaban fotos, además volvía mucho más relajada de las sesiones, su cuerpo antes recalentado por la ausencia de su amado, ya no reclamaba las largas sesiones de masturbación pensando en Toni, lo cierto era que aunque dormía profundamente durante las sesiones, su cuerpo reaccionaba de forma automática a las caricias y penetraciones, Ceci se corría una media de entre una y dos veces por sesión sin ser consciente de ello, en especial cuando “Vic” la comía el chochete, un día inocentemente comentó lo de dormirse y despertarse muy relajada con Juana la esposa de Julián, esta era muy desconfiada y el fotógrafo no le agradaba así que se lo dijo a su marido, Julián no la hizo caso pues sabia como era Juana pero decidió indagar un poco, por aquella época era la cuarta vez que Ceci seria usada en casa del fotógrafo, así que sin ella saberlo Julián la espió llegando al apartamento de “Vic” cuando la joven ya estaba dentro, el alcalde se sentía ridículo espiando a través de la puerta escuchando frases como:

-      Muy bien rubia ponte así.

-      Sí…

-      Ahora cambia, levanta la pierna gira, mírame, sonríe.

-      Vale bien ¿así?

-      Eso es prenda lo bordas de pura guapa, ahora inclínate hacia mi…

-      ¡No! que se verán las…

-      No se ven, eso solo es erotismo y vende, tranquila que no te verán nada, a ver sonríe… eso es.

Pero al poco escucho que dejaban de hablar, siguió un buen rato de voces más lejanas y finalmente oyó al tio diciendo algo y cambiando las cámaras y trípodes, después escuchó:

-      ¡Por fin te dormiste golfa! con ese atuendo naranja de tirantitos me tenías a cien hija de p… anda que te lo voy a bajar un poquito y ¿sabes cerda? se te van a ver bien las tetas… así otra foto de este lado y vale, ahora los bajos, te pongo así y estiro esta pierna levantando la otra en ángulo, manita en pecho y la otra como bajando la braguita, estas bien si… foto, ahora primer plano de pecho y otro de la chirla entre velada por la braga pero marcando grieta.

Julián estaba cabreado, deseaba entrar y moler a palos a aquel cabrón, que abusaba de Cecilia pero algo le dijo que esperase pues aunque abusara de ella no la maltrataba, no quería dar nada por supuesto y tal vez la reacción del tío al ser descubierto fuera hacer daño a la rubia, asi que esperaría a que ella saliera y se pusiera a salvo, siguió escuchando un buen rato mientras dentro sonaban apagados los flashes, hasta que oyó:

-      Vale tía ya está bien o me correré en los pantalones, ¿te apetece un polvito? si… supongo que sí, ya sabes que quien calla otorga so guarra, a ver así… con el culo en pompa que te lo voy a petar bien a fondo, un poquito de crema y ¡chimpón! p´a… dentro.

Ceci estaba de rodillas con el pecho apoyado en el asiento, el fotógrafo tras humedecer con crema su verga la acercaba al también lubricado ano de la joven, pese a estar su dueña dormida y relajada el anillo ofrecía una pequeña resistencia, aquello agradó al violador según proyectaba el prepucio en aquel prieto canal sintiendo placer, sus manos aferraron los cachetes del culo para coger impulso, comenzó el bamboleo entrando y saliendo del delicioso ojete que lo aprisionaba masajeando la longitud del miembro en cada envite, el ritmo aumentó progresivamente a medida que el orgasmo se acercaba, la chica dormida gemía acompasadamente mecida contra el respaldo del sofá por las cada vez más fuertes envestidas de su violador, finalmente este no pudo contenerse más tras culear como un loco contra las atractivas nalgas, la cámara puesta en automático tiraba una foto cada cinco segundos, “Vic” atinó a sacar el miembro en el último instante soltando varias chorretadas sobre la espalda y culo de Ceci sin parar ambos de jadear debido al placer alcanzado, el tipo casi se cayó de espaldas al relajarse, la cámara seguía disparando.

Julián maldijo en todos los idiomas que sabía pero en voz muy baja, luchaba por entrar y partir la cara al tipo o contárselo a alguien, decidió acudir a Palacios y ponerle al corriente de las manipulaciones del fotógrafo; el coronel no tardó más que un día en recibirle, en cuanto se enteró de los hechos se puso a investigar descubriendo lo bien que le iba a “Vic” que parecía despilfarrar fondos que antes no tenía, también descubrieron adonde enviaba las fotos pero no pudieron verlas pues el ultimo envío había sido realizado aquella mañana, podían esperar a la siguiente violación de Ceci o intervenir de inmediato aunque sin denuncia, decidieron esperar.

A la semana siguiente, el sargento Márquez de la guardia civil ya había colocado micrófonos en el apartamento del fotógrafo, la sesión comenzó y se desarrolló normalmente hasta que una vez dormida Cecilia comenzó a ser fotografiada en poses lascivas, Julián quería intervenir pero Palacios decidió esperar un poco más para pillar del todo al fotógrafo, tras quince minutos de vejaciones y fotos más o menos obscenas, “Vic” penetro en la postura del misionero a Ceci… y todo se cabo, golpes fuertes, puerta derribada y varios tíos uniformados rodeándole apuntándole a la cabeza mientras le colocaban unas esposas en las manos; la acusación Violación y abusos, se registró la vivienda encontrando copias de varias series de fotos violando a Cecilia.

El fotógrafo cantó todo lo que sabía, dio fechas y lugares así como nombres de los que le entregaban los sobres con la pasta y los vales de comida, también facilitó la dirección donde enviaba las tarjetas, resumiendo “Vic” canto de plano pensando en una reducción de pena, pero el delito era grave, se le condenó a dos años de trabajos en reconstrucción forzada de edificios; moriría comido vivo dos meses después, mientras desalojaba de infectados un bloque de la capital.

La dirección de “Secure Point 57 Usa” era un simple buzón, alguien recogía lo enviado y lo reenviaba a su vez a otro lugar, hasta la fecha no se han publicado en ningún medio las fotos de Cecilia, se supone que “Los Farmacéuticos” las tienen a buen recaudo y solo las distribuyen en su círculo interno, el Coronel Palacios decidió censurarlo todo ordenando el silencio total sobre esta noticia y nada salió en prensa.

Continuara…


Bien amigos, un nuevo giro de la historia, para que veáis como se las gastan las multinacionales y como se venden ciertos tiparracos como “Vic”. Volveremos con Toni en la próxima entrega, este ira recuperando la memoria, el habla y como funciona una radio, ojo al dato ¿tal vez hemos dado a los zombis por eliminados con aquella explosión enorme? pues puede haber una sorpresita.

Recibid un cordial saludo, felices fiestas y que el año que viene sea mejor para todos.

¡Sed felices!