El Virus VR (50)
Cecilia y Mara se prueban, mansión, tapiz, anillo, petición y Boda, invitados con espía sorpresa, ataque aéreo, fogonazo.
Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.
De finales de Noviembre a principios de Diciembre.
Regreso brevemente al pasado, para contar los hechos acontecidos desde la llegada de Mara y sus acompañantes, hasta la recogida del grupo de GOES del capítulo anterior, en total unos 20 días.
La paz aparente reinaba en Villalta, teníamos la situación bastante controlada y habíamos buscado un lugar para Ernesto, como ya mencioné anteriormente Mara y Jonás seguían en el torreón con Cecilia y conmigo, por cierto ella esta estupenda de salud y sigue aprendiendo cosas, dedique tiempo a enseñarla las tablas de sumar y restar etc. además de cosas básicas a nivel educativo y todo esto sin dejar de lado las tareas domesticas, suponía que todo eso la vendría bien mas adelante y no quería dejar su educación enteramente en manos de un programa informático, especialmente si venía de parte del gobierno y desarrollado por los cómplices de Ana.
Yo bajaba casi a diario a los bloques para hablar con Julián y los demás jefes de “barrio” pues siempre había algo que hacer o supervisar, las noticias de mas infectados por la zona no me preocupaban, pues estábamos bien atrincherados y dispuestos a rechazar cualquier ataque por fuerte que este fuera, los lugareños tenían asimismo la moral muy alta pues la situación era completamente opuesta a la del invierno anterior, en la que cada familia sobrevivía como podía en lugares aislados y rodeados de infectados hambrientos.
Debo recordar en este punto que la infección comenzó en Agosto del año pasado, el gran “Boom” de la epidemia se cebó en el 70% de la población mundial, así pues llevamos dieciséis meses conviviendo con el peligro, es por tanto el segundo invierno de esta nueva etapa de la humanidad, los supervivientes de entonces han pasado mil peripecias antes de seguir indemnes o en muchos casos infectarse, por tanto no es de extrañar casos como el del capitán Jonás Lillo, que expulso el virus a su tiempo (ocho meses) pero al mismo tiempo que Cecilia que lo consiguió gracias al antivirus de “Doc” en solo seis.
De hecho ahí fuera en el bosque y mas allá en pueblos y ciudades, la gente infectada expulsa el virus pasado su tiempo normal de infección, estos renacidos son medio lelos y aquí llega el problema, ya que como sabemos son mordidos de nuevo por los otros enfermos “tardíos” que fueron a su vez mordidos a lo largo de meses de deambular los infectados sin rumbo, así reinician el ciclo al ser reinfectados de nuevo, volviendo a resetearse sin recuerdos o mueren por el choque de cepas distintas; ahora bien ya que los números cantan, se sabe que la primera “gran expulsión” fue a finales de Marzo-Abril de este año, tal vez fue por eso que conseguí salir fácilmente de la ciudad y llegar a principios de dicho mes de Abril al torreón, los renacidos que rescatamos en verano habían sido mordidos con posterioridad (posiblemente el fin del año anterior) en todo caso tuvieron suerte y los capturamos.
Escribo todo esto como recordatorio de las órdenes recibidas, pues como dije antes los números cantan, aquella masa de gente mordida en Marzo-Abril de este año están a punto de expulsar su segundo virus, el alto mando nos ordena realizar redadas en todas las zonas con ayuda de los UAV, si la operación sale bien retiraremos de la circulación a cientos, tal vez miles de renacidos en todo el país y podremos devolverles a la vida civilizada, antes de que sean localizados por los suyos y mordidos de nuevo, localizar y separar las churras de las merinas (digámoslo así) es más fácil de lo que se supone pues el frio ayuda en la labor.
Hemos visto muchos cadáveres de infectados muertos a causa de las bajas temperaturas en la nieve, así como con síntomas de congelación y gangrena en brazos y sobre todo piernas, dado que no se molestan apenas en cubrirse o abrigarse bien, la mayoría siguen con la misma ropa que al ser mordidos y aún se ven algunos bañadores y vestidos típicamente veraniegos, en cambio los renacidos se abrigan e incluso se calzan aunque sin atar los cordones, suponemos que por instinto de supervivencia pero no es seguro, en resumen que cuando un UAV de vigilancia detecta un grupito de posibles renacidos, debe dar aviso a la milicia más cercana, estos se ponen en movimiento hacia ellos y dan aviso al “UAV dormilón” pues en cada “Punto seguro regional” se ha situado una escuadrilla de dos o tres aparatos, en poco tiempo uno de estos llega liberando el gas somnífero, durmiendo al grupo y todo bicho viviente en una amplia zona colindante, las milicias deben llegar a la zona e identificar y recoger en camiones a los desinfectados llevándolos a salvo, el resto se deja abandonado pero vivos, pues pueden ser los siguientes en expulsar el mal unos días después.
A nuestro grupo solo lo han llamado una vez, salimos y recogimos a seis durmientes en el campo, cuatro hombres y dos mujeres de distintas edades, pero ni viejos ni niños pues de estos se ven cada vez menos, supongo que el frio y la congelación se cebara en dichos grupos sociales por ser los más débiles, también imagino que los infectados aprovecharan esa carne abandonada en la nieve para alimentarse, los rescatados fueron alojados por parejas en las celdas del torreón, naturalmente las mujeres fueron a parar juntas en la más alejada.
El mando sabia bastante acerca del proceso del virus, (bastante más que yo) así que animado por la inquietud y la curiosidad decidí dar un vistazo a los archivos de la doctora Ana, una noche en que todos dormían saque de su escondite las dos pequeñas tarjetas de memoria y las visioné en mi ordenador, contenían cientos de archivos de texto que formaban un memorándum acerca de las pruebas realizadas a los primeros renacidos hallados.
Asi me enteré de por qué las prisas por salvar gente, según dichas pruebas, el ser humano no admite más de cinco ó seis “resetéos” como máximo, el problema estriba en la muerte cerebral del individuo, es decir la muerte de las neuronas que sirven para transportar información desde el cerebro al resto del cuerpo, estas no se reproducen y en cada reinicio se calcula que mueren entre un 10 y un 15 por ciento de estas, (dependiendo de la fortaleza del individuo) ahora entendía porque todo el mundo llamaba tontos a los reiniciados, pero se nos venía el tiempo encima y los que fueran mordidos ahora serian más tontos que los anteriores y así consecutivamente, puesto que las neuronas cerebrales no se reproducen.
Una simple multiplicación de 8 meses de contagio por seis “resetéos” daba 48 meses, tras eso la especie humana quedaría reducida al olvido, al no funcionar las neuronas nos olvidaríamos de respirar o nuestro corazón dejaría de latir al no recibir la orden de hacerlo desde el cerebro, tal vez no sabríamos ni levantarnos del suelo tras el ultimo resetéo, si nos demorábamos demasiado solo rescataríamos grupos de gente con la agilidad mental de una lechuga.
Me estremecí pensando en el destino de los humanos “renacidos” que habían sido usados como conejillos de indias, me imaginé las pruebas que les habían hecho para sacar estos datos odiando un poco más a Ana y sus compañeros de conspiración, con respecto a estos encontré en una de las pantallas una corta lista de seis nombres, el de Ana y el nombre Reyes Puig, estos a su vez tenían dos nombres por encima y dos por debajo, supuse que sería una especie de orden jerárquica, de esta manera los implicados solo conocerían a su círculo cercano para evitar delaciones o filtraciones a las autoridades, dejando a los mandos de la conspiración en un nivel más alto y seguros.
En lo que respecta a lo personal, comentaré que Ceci pasaba mucho tiempo a solas con Mara, con lo cual no es de extrañar que las dos retomaran viejas costumbres, con el añadido de que ahora no necesitaban tomar ciertas medidas para evitar contagios accidentales por saliva o flujo, mi rubia me conto con pelos y señales lo que ahora os referiré.
Fue una mañana en que Lillo y yo habíamos bajado al pueblo, las dos mujeres se habían quedado en el torreón dedicadas cada una a lo suyo, Mara a sus quehaceres domésticos y Ceci a sus estudios, en un momento dado mi rubia dejó los libros y fue a la cocina entablando una conversación con la madura, no tardaron en tocar el tema intimo y mi chica preguntó si la deseaba como antes, o tal vez las cosas habían cambiado al tener un hombre a su disposición.
- Claro que te deseo, - Contestó mara- pero ahora estamos ambas emparejadas, además tu ya estas curada y debes iniciar una vida nueva y más feliz.
- No entiendo bien, -Respondió Cecilia- antes ya era feliz con Toni, Lucy y contigo, lo pasábamos bien… no entiendo porque ahora no jugamos y disfrutamos como entonces.
- Veras, tanto Lucy como yo tenemos parejas fijas ahora, habíamos pensado dejar de ser un par de… bueno lo de antes y ser fieles a nuestros hombres de ahora en adelante.
- Vale si… lo entiendo, pero yo lo echo de menos, nadie me ha preguntado y te… ¡te deseo…a ti a Lucy y a Toni! como antes.
- ¿Me lo dices en serio? –Mara sujetaba de los hombros a Cecilia mirándola directamente a los ojos.
- Si Mara te necesito cerca, deseo tus manos y las de Lucy tanto como las de Toni, no sé porque pero mi cuerpo me lo pide.
- No creo que sea muy correcto Ceci, debes estar con la persona a la que quieras de verdad.
- Yo os quiero a los tres… de verdad.
El siguiente y súbito movimiento de mi rubia sorprendió a la morena, de repente ciño todo su cuerpo contra el de la otra abrazándola y le dio un beso en la boca, sus caras no se separaron y la morena pese a saber que Ceci confundía el sexo con el amor, no tardo en reaccionar a la caricia devolviéndosela con pasión, Mara estaba apoyada en la encimera y Ceci fue metiendo una de sus piernas entre las de la morena, las manos de esta entretanto sopesaron por encima de la ropa los generosos pechos de la joven.
Las dos vestían camisolas largas pues hacía calor en el torreón, Ceci besó todo el cuerpo de Mara según descendía hacia su entrepierna, no tardando en quedar de rodillas ante esta, que suspirando abría las piernas apoyada aun en la encimera, el rostro de la rubia se hundió entre las piernas de la mujer y esta sintió por primera vez la lengua de su amiga en la vagina, Mara con los ojos entrecerrados por el placer la veía hacer, sintiendo aquella boca recorriendo sus labios íntimos y entrando dentro de su sexo proporcionándola oleadas cálidas de pasión y goce.
- ¡Aaahh, joder… que buena eres! –Decía Mara, acariciándose los pechos- Chúpame putita rubia, me vas a hacer correr en tu boca.
Aquello pareció dar ánimos a Ceci, esta no solo no se detuvo sino que se esmeró aun más en su tarea oral, la mujer lamida sentía como la temblaban las piernas, se pellizcó los pezones como si fuera a reventárselos ella misma, su cabeza caída hacia atrás soltaba roncos gemidos que delataban su disfrute, no tardo en correrse con fuerza en la cara de la rubia gritando de felicidad, su cuerpo temblaba a cada instante pero la otra no abandonaba su presa y durante un largo minuto siguió lamiendo el chorreante coño de la morena.
Acabaron en el suelo ambas de rodillas, en los ojos de mara bailaban lucecitas tras el colosal orgasmo vivido, se besaron sin dejar ambas de meterse mano mutuamente, pero tras unos minutos decidieron ir a la habitación donde se pusieron mas cómodas, tras desnudarse ambas le tocó el turno a la morena de “catar” a Ceci, los ojos de la mujer se demoraron en la pelada vagina de la joven, su abultado pubis y su firme vientre la atraían así como su cálida piel suave, en la grieta entreabierta se apreciaba la humedad y el aroma a hembra en celo de su dueña.
En aquel momento Mara dudó, fue el mismo instante de duda que la invadía cada vez que veía la verga de “soldado” y se disponía a chupársela, pero algo la hacía frenar en seco y por tanto no lo hacía, no sabía por qué era pero siempre la sucedía, suponía que el temor al contagio del virus la bloqueaba, aun sabiendo que la otra persona ya estaba sana ella siempre se bloqueaba. Afortunadamente la morena supero sus prejuicios y acerco la boca al monte de Venus que la esperaba anhelante, dejo que sus mejillas hicieran contacto con la cara interna de los muslos sintiendo su calor, hurgó con su nariz sobre el clítoris de la rubia y entreabrió la boca sacando la lengua lo justo para recorrer la raja húmeda ya de flujo y ansiedad, Ceci acusó el contacto con un sonoro gemido a la vez que proyectaba su vientre contra la boca de Mara, esta ya no vacilo mas y dejó que su instinto la dominara, lamio con fruición los labios longitudinales de aquella vulva, sintiendo como se estremecían al contacto, los fue abriendo a base de empujar con la lengua, apretando un poco la fue metiendo a la vez que recorría el chochete cada vez mas mojado de Ceci, sintió el sabor de su amiga y lo saboreo con autentico placer pues hacia meses que deseaba probarla.
Mi Ceci disfrutó muchísimo, eso lo supe aquella noche cuando ella me lo contó a la vez que me hacia una paja con sus suaves manos, me dijo que Mara la había lamido y chupado el clítoris tan bien como yo, pero que había sentido más placer al sentir como la morena le hacía algunas cosas de manera distinta, en total mi chica se había corrido tres veces antes de que Mara separase la boca de su chochete, la respondí con voz suave:
- Eso es normal cielo, una mujer siempre conoce mejor ciertas técnicas y puntos para disfrutar, cuando toca a otra solo está dando pistas de lo que la gusta a ella, así que ya sabes cómo hacérselo cuando repitáis, disfrutara tanto como tú lo has hecho hoy.
- ¿Estás celoso?
- Nooo, sinceramente no lo estoy cielo, supongo que también querrás que Lucy te pruebe y tu a ella ¿sí?
- Pues si –Cecilia se había sonrojado un poco, pero continuó- si Toni la verdad es que me gustaría mucho, me pasa como con Mara, habíamos… disfrutado las dos antes pero me faltaba algo, ahora siento lo mismo con respecto a la pelirroja.
La rubia Ceci había bajado la cabeza, la tomé suavemente del mentón y la hice mirarme a los ojos, vi amor en ellos pero mezclado con algo como culpabilidad o vergüenza por lo que sentía en su interior, la dije:
- Ceci tu y yo hemos vivido experiencias y compartido noches de sexo con Mara y Lucy, no me extraña que desees repetir con ellas y tampoco me sorprende que desees probarlas y que sepan como sabes ahí abajo, tampoco me molestan las veces que te corras con ellas pues ya lo has hecho antes, de hecho esas experiencias ayudaron a tu mejoría, solo te pido que no me ocultes nada y charlemos con confianza.
- Gracias Toni, te quiero mucho.
- De nada Ceci, yo… te quiero de verdad.
Aquella noche tras hacerme una paja la rubia y yo hicimos el amor, a la mañana siguiente dije a Lucy que subiera al torreón pues debíamos hablar, una hora después nos sentamos Mara Lucy y yo a hablar sobre Cecilia mientras esta paseaba por el patio, las dije claramente que no me oponía a que la vieran ni a que tuvieran todo el sexo que quisieran entre ellas, pero tanto sus hombres como yo debíamos quedar al margen del asunto, aquello tenía dos motivos, el primero es que no quería que la rubia volviera a ser una zorrita como antes del virus, cuyas “hazañas” se conocían de sobra en un lugar tan pequeño como era el pueblo, el segundo motivo es que la quería de verdad solo para mí y pretendía serla fiel, ellas aceptaron el trato.
En una patrulla posterior me encaminé con Julián y tres hombres a visitar la que fue casa familiar de Cecilia, era una mansión antigua rodeada de arboles, reconocí varios oteros lo mismo que abedules y pinos, estaba situada en un altozano al sur del pueblo y a unos diez kilómetros de distancia, su estilo recordaba al de esas casas de indianos típicas del norte, amplios ventanales y celosías con mucha madera noble, tenía dos pisos y era bonita pese a su estado patente de abandono, a su espalda había un cobertizo y una casita pequeña que imaginé seria la del personal de servicio, Julián me contó que en sus mejores tiempos allí dormían el jardinero, el cocinero, la sirvienta y una ama de llaves.
Entramos por la puerta principal tras subir cinco escalones de mármol blanco, la misma puerta era firme de recia madera de roble y estaba abierta, a los lados vi trofeos de caza y numerosas fotos con personajes ilustres de varias épocas, en la pared frontal del recibidor me encontré con un grueso tapiz colgado de la misma, media unos tres metros de alto por dos de ancho, sobre fondo azul cielo estaba la imagen del águila imperial negra con un antiguo escudo de España bordado en gruesos hilos de colores, me quede de piedra mirándolo asombrado.
Varias risas de mis compañeros se escucharon tras de mí, seguidas de la mano de Julián sobre mi hombro diciendo:
- Tranquilo Toni que no te morderá, todos nos quedamos asombrados la primera vez que lo vimos, ahora te tocaba a ti y no queríamos perdernos tu expresión.
- Pero… ese es el águila de Franco. –Respondí.
- ¡De eso nada jefe! –Contestó Julián- Ese es el águila imperial, viene de la época de Carlos primero, allá por el año mil quinientos y pico, bueno este es más moderno pero dicen las crónicas de la villa, que lleva en esta familia desde el año 1842 fecha en que se le concedió al dueño el titulo de marques, en agradecimiento por cierto episodio durante la batalla de Ramales en 1839, eso fue como imaginaras en las guerras carlistas.
Mientras Julián me contaba cosas visitábamos la casa, me estremecí de emoción al entrar en la habitación de mi Ceci y decidí llevarla algunas cosas, metí en una maleta un par de vestidos y una chaqueta además de ropa diversa, suponía que mi chica agradecería ver de nuevo sus cosas, un frasco de perfume y varias fotos de ella con su familia completaron la colección de recuerdos.
Al pasar por la habitación de los marqueses me fijé en un joyero, revise su contenido y contemplé un anillo precioso con un diamante de buen tamaño, Julián apareció a mi lado informándome que ese anillo era de la madre de Cecilia y que se acostumbraba a pasar de madres a hijas en sus bodas, le dije que mantendría la tradición con lo cual ya podía preparar las cosas necesarias a la vuelta al pueblo, seguidamente me lo metí en el bolsillo y nos fuimos de regreso.
Horas después en el torreón entregue la maleta a Cecilia, estábamos en la habitación grande y mi chica no tardó en poner sus cosas sobre la cama, vi como respondía su semblante ante los vestidos y la chaqueta, la emoción dejo paso al asombro y al recuerdo en la cara de la rubia, esta pasaba sus manos por las telas y sonreía sin palabras, acaricié su pelo, se volvió para abrazarme y me besó con ternura mientras lo hacía.
- ¿Ceci ahora que estas mejor me quieres?
- ¡Si! Toni yo si… claro que te quiero, ¿lo dudas?
- No lo dudo cielo, pero siempre me gusta ver tu cara cando me dices un te quiero.
- ¡Te quiero! Muchísimo Toni.
- Gracias amor mío, yo te quiero a ti también y es por eso que te debo preguntar algo importante, debes pensar bien la respuesta antes de contestarla.
- Vale dime que… pasa.
- Veras Ceci ya va siendo hora de que dejemos de ser novios para ser algo mas, una familia.
- ¡No! tu y yo solos Toni, no familia, me gusta ser tu novia, además ahora si nos… besamos y hacemos de todo tu y yo y Mara y Lucy ellas son...
- Cecilia –La sujete de los hombros interrumpiéndola y la mire a los ojos añadiendo- ¡Quiero casarme contigo! te amo de verdad, hace tiempo te dije que seriamos novios y luego haríamos el amor como pareja, es decir que más o menos lo mismo pero con un anillo de casados, ¿lo recuerdas?
- Si lo recuerdo un poco, -Ella cabeceaba asintiendo.
- Pues ese momento ha llegado si tú quieres, este es el anillo de tu madre y Julián me ha contado que solo pasa de madre a hija por una boda, te amo y quiero ser feliz a tu lado, ¿me aceptas?
Ella miraba asombrada el anillo, se veía a simple vista que lo reconocía de antes, supongo que ese recuerdo metido en la cabeza desde la niñez volvía ahora con más fuerza, se lo puse en el dedo y se contemplo la mano, el brillo del diamante parecía hacerla recordar, tras un minuto de silencio me beso y dijo:
- ¡Sí! claro que sí, pero hablaste de familia y creí…
- Creíste lo que no era cielo mío, la familia será la nuestra es decir tu y yo con nuestros hijos, te advierto que quiero dos, tan guapos y dulces como su madre, a ser posible chico y chica, es decir un pequeño Toni y una pequeña Ceci que serán felices con nosotros.
No me dio tiempo a decir más, Ceci se abalanzo sobre mí besándome con pasión, respondí a su beso con igual fuerza a la vez que despejábamos la cama a manotazos, la maleta cayo ruidosamente al suelo y debió alertar a Mara o a Jonás, pero en ese momento todo nos importaba un pito e hicimos el amor de una forma impetuosa además de ciertamente escandalosa.
Hablamos de boda, naturalmente ella se lo contó a sus amigas y yo a Julián, ¿Qué decir? Dos días después la pregunta que flotaba en el ambiente era ¿Cuándo? todo el mundo nos miraba con expresión risueña cuando dábamos un paseo por el pueblo, yo no veía excusas para posponerlo pues teníamos tranquilidad y comida, el pueblo estaba asegurado y bien atrincherado tras su muro, minas y estacas rodeadas de alambradas con púas, aguantaríamos allí por tiempo indefinido mientras tuviéramos comida y municiones.
¡Bueno, al menos eso pensaba! Pero no adelantare acontecimientos, así que llame a Base avanzada y a Base tranquilidad, informe al Coronel Palacios y al Comandante González, aprovechando para invitarles a la boda, ellos aceptaron y vinieron en la fecha indicada el 1 de diciembre.
Aquel amanecer nos despertó el ruido de tres helicópteros Chinook de transporte, nadie había avisado de su llegada ni de su ruta o destino por orden estricta del alto mando, nos llamaron por radio y todo el mundo se movilizo, de ellos bajaron Palacios y González así como sus respectivas esposas, traían consigo a modo de sequito a un par de civiles trajeados de oscuro y un sacerdote de alto rango el padre Ostos, así como a secretarios y responsables de comunicaciones con los que habíamos charlado en ocasiones, el oficial de artillería que nos había echado una mano en la destrucción de la partida de “soldado” también se había apuntado a la boda, algunos familiares de estos se habían unido a la comitiva, además de algún periodista con su cámara.
En los helicópteros venia además de regalos para los novios, un ágape diverso pero sabroso, dulces y golosinas para que los críos pasaran el invierno felices, comidas diversas, carne, pescado, huevos, frutas y verdura en abundancia. Yo me había apresurado a vestirme y bajé con Lillo a reunirme con Julián y el resto de mandos del pueblo, juntos recibimos a todos y nos presentamos mutuamente entre sonrisas, el coronel me tendió un documento debidamente firmado y sellado, era un certificado en que se decía que tras haber intentado infructuosamente localizar a mi ex mujer, se la declaraba tras más de un año sin noticias de su paradero o estado vital, oficialmente muerta, en realidad hacia como cuatro años que yo no había charlado con ella, así que aquello me convertía oficialmente en viudo y por tanto podría casarme por la iglesia con mi amor, Cecilia.
Horas después el momento de la ceremonia se nos echaba encima, así que deje el pueblo subiendo al torreón para vestirme acompañado de Juana, Lillo y Luis el abogado, que haciendo encantado el papel de padrino llevaría a Cecilia hasta el altar, a mi me acompañaría Juana la mujer de Julián en calidad de madrina.
Cecilia, ¿Qué decir de ella? Estaba maravillosamente bonita en su traje de boda entallado de color gris perla, con escote muy poco pronunciado pero dejando al descubierto su grácil y suave cuello, todo su cuerpo era insinuado a la vista pero a la vez oculto por la ropa, sus caderas rotundas, su pecho grande y firme, sus nalgas altas y duras, el pelo rubio estaba recogido en una cola de caballo bajo el velo largo, sus zapatos eran una virguería de color blanco con altos tacones, su belleza me sobrecogió dejándome mudo durante unos instantes.
Entre y tras ducharme procedí a vestirme y arreglarme, me dijeron que había quedado muy majo y que formábamos una buena pareja, insistieron en que bajáramos en coches separados a la iglesia como es tradicional, así lo hicimos cada uno con sus padrinos respectivos.
Nos caso el padre Ostos, secundado a su derecha por el seminarista Robles, con Julián a su izquierda como alcalde y autoridad civil, los visitantes y casi todo el pueblo estaba allí excepto los centinelas imprescindibles, muchas mujeres del lugar lloraron cuando puse el anillo con su gran diamante en el dedo de Cecilia, el padre Ostos nos declaró marido y mujer y nos besamos felices.
Siguieron las fotos de pareja acompañadas de un alud de besos por todas partes y abrazos, nos tiraron confeti y arroz (supongo que traído por helicóptero pues hacia semanas que no veíamos un grano) luego fuimos a celebrarlo a los bloques, todo el mundo comió y bebió, sonrisas y alegría, frases como ¡Vivan los novios! Y ¡Que se besen! Resonando cada poco tiempo coreadas por vecinos felices, nos alegramos en común y en resumen fueron un bálsamo adecuado para todos tras lo que habíamos pasado, ese recuerdo alegre siempre perdurara en mi ánimo.
Acabada la comida y mientras fumábamos un puro, me reuní en una habitación aparte con Palacios, González y uno de los trajeados de oscuro este se llamaba Carlos Núñez al presentármelo esta mañana me dijeron que trabajaba en el ministerio del interior, pero ahora se me dijo su autentico cargo, era subdirector regional del CSID, es decir un espía del gobierno con mucho mando, era el encargado de recoger e investigar la información recogida en las tarjetas de memoria de la desaparecida doctora Ana, le informé que estaban a buen recaudo y prometí entregárselas al día siguiente antes de que se fueran.
Siguieron a esta mas informaciones, para empezar se me informó de mi próximo ascenso a capitán de milicia, el mando estaba convencido de que localizaríamos y recuperaríamos a bastantes “Renacidos” estos, tras adoctrinarlos debidamente serian dedicados a varias tareas y oficios, me enviarían gente suficiente para repoblar el pueblo y por tanto debía aumentar el número de milicianos para su defensa, el sargento guzmán ascendería a teniente así como Julián, el cabo Ruiz y los que yo eligiera serian sargentos, la propuesta era crear una fuerza de entre cien o ciento veinte hombres, de esta manera podríamos ampliar la zona bajo nuestro control y hacernos con los recursos de las aldeas cercanas, si era posible debíamos repoblarlas y defenderlas con escuadras de diez hombres.
En este punto Palacios me dijo que había reconocido de vista a Lillo como un capitán de Boinas verdes que había tenido a sus órdenes, me preguntó cómo se portaba tras su “renacimiento” yo le dije la verdad, se portaba bien pero no hablaba aun aunque hacia progresos, era un maestro con el cuchillo pero no nos fiábamos (llevaba poco con nosotros) jamás tocaba un arma de fuego y estaba emparejado con Mara a la que salvó la vida, su perspectiva de mejorar era muy buena si no los separábamos; me dijeron que debían llevárselo pero que me lo devolverían al cabo de un mes convertido en un buen soldado, protesté pero con escaso resultado así que hice una contrapropuesta en que Mara se iría con su hombre, pero debían ser devueltos ambos en el plazo de un mes estuviera el hombre adiestrado o no, aceptaron a regañadientes pues tenían planes para hacer de Lillo un líder y eso requeriría trabajo, me explicaron que por orden del gobierno los “renacidos” no podían ser oficiales jamás, esto dejaba el tope de grado para Lillo en sargento mayor, brigada o subteniente provisional interino como mucho, era una pena pues antes de su desaparición en su ultima misión, este ya había sido propuesto para su ascenso a comandante, un mordisco cambio su vida.
Respecto a los espías en la base y causantes de la explosión del helicóptero, fue Muñoz quien me explico que en ese momento se estaban ocupando de ellos, el coronel había ordenado a un grupo de gente que solucionara el problema, calculaban que esa noche los espías de las empresas farmacéuticas ya no tendrían por qué preocuparnos.
Para mi tenían un encargo, debía recoger por la mañana del día siguiente a un grupo de dieciséis soldados del GOES, el lugar era en las inmediaciones de la guarida del “hombre lobo” y podrían traer prisioneros, se nos ponía en guardia acerca de presencia hostil por infectados en la zona, se nos ordenaba tirar a matar contra cualquiera que encontrásemos en el trayecto.
El comandante dijo que sentía fastidiarme la noche de bodas o al menos la madrugada posterior, pero era por una buena causa y la eliminación de un peligroso delincuente que podía ocasionar muchos males, yo solo deseaba que los informes de Ernesto el zapatero fueran ciertos y Ana estuviera muerta o me vería en un lio.
Volvimos a la fiesta y tras dar aviso a Julián, le informé de la misión del día siguiente para que preparase gente y vehículos, seguimos celebrando el acontecimiento con nuevos ánimos, la tarde paso rápida y la llegada de la noche nos sorprendió a todos divirtiéndonos, nos llevaron a Ceci y a mí de vuelta al torreón a las diez, allí nos dejaron todos a solas y celebramos nuestra noche de bodas como debe ser, aquí seré corto de palabras pues me guardo ciertas cosas solo para mí y para ella.
Estaba radiante contenta y algo achispada como yo, nuestra ropa cayó al suelo y nos abrazamos sintiendo el calor de nuestros cuerpos, Ceci temblaba ligeramente de emoción mis manos acariciaron sus pechos noté sus pezones irguiéndose de placer, nos besamos con dulzura a la vez que caíamos en la cama, entré suavemente en mi rubia, esta me deseaba anhelante, recuerdo muchas cosas como sus estremecimientos y el agitar de caderas, su cuerpo bajo el mío y los gemidos en voz cada vez más alta, su paroxismo, el deseo dejando paso al goce del orgasmo, su cuerpo temblando entre contracciones de gusto, mi eyaculación acompañándola e inundándola, los besos y caricias de después mientras nos calmábamos sin conseguirlo del todo pues un momento después volvíamos a la carga de nuevo, haciendo el amor con ganas, entended que esa noche sea solo para nosotros pues no fue solo sexo, fue simple y llanamente amor compartido.
La misión, bueno la misión en si fue un éxito por nuestra parte, nadie nos molesto a la ida y a pesar del mal estado de la ruta, donde se acumula nieve y troncos caídos de arboles mecidos por el viento, el bosque parecía una colosal muralla blanca por la nieve acumulada en las copas de los arboles, llegamos sin novedad al sitio, la hora era diez minutos antes de lo acordado así que nos mantuvimos a la espera ocupando posiciones, algo de viento frio soplaba helándonos manos y cara pero no bajamos la guardia, no tardaron en llegar varios vehículos en dirección contraria por el camino deteniéndose cerca, un hombre en uniforme de camuflaje invernal salió del primero, se presento como el teniente Torres al mando del grupo de GOES, me informa de que trae a todos sus hombres así como armas confiscadas, además de varios prisioneros y pasa a informarme rápidamente de la eliminación del objetivo, mientras hablamos doy un vistazo a los prisioneros y veo a una niña dormida, juraría que es Nina la hermanita de Cecilia pero no estoy seguro pues solo la he visto anteriormente en fotos, vuelvo a mi vehículo y tras distribuir mejor al personal volvemos a Villalta, el viaje es tranquilo y no encontramos oposición salvo la nieve del camino.
Llegamos antes de las 11 al pueblo, descargamos los vehículos de personal las armas son llevadas al almacén y ordeno encerrar a los seis prisioneros, Nina es llevada al botiquín donde el doctor Mata la atiende con mil precauciones, dejo al teniente Torres y a sus hombres desayunando mientras voy a buscar al coronel Palacios, al comandante González y a Núñez el tío del CSID, no se me escapa que el teniente y sus hombres tienen una expresión de preocupación que no debería estar ahí si la misión ha sido un éxito, me pregunto qué diablos estará pasando.
Tras diez minutos de dar vueltas como un pájaro bobo sin encontrar a los mandos, por fin me dice el cabo Ruiz que estos esperaban a los GOES en el comedor pues suponían que sería su primera parada, me encamino allí cruzándome con Julián que a su vez me dice que les ha dejado el cuarto donde nos reunimos ayer, por lo visto me piden que acuda a la reunión sin tardanza.
Me siento como un panoli despistado y algo avergonzado cuando abro la puerta, dentro están los tres mandos, el teniente Torres, un sargento y el sanitario del GOES, este precipitadamente guarda una caja pequeña con expresión codiciosa y sale de la sala seguida del sargento, el teniente dice:
- Sargento es usted su guardaespaldas, así que ya sabe su labor, no le pierda de vista.
- Sí señor, así se hará.
Me pregunto qué diablos pasa pues el grupo está visiblemente nervioso, me invitan a tomar asiento y me dan una explicación más o menos verídica del asunto, es Núñez el que dice:
- Vera Toni, en esta misión hemos encontrado lo que parece ser una peligrosa mutación del virus VR, tenemos una muestra que será analizada por la división gubernamental correspondiente, su nombre y ubicación no le conciernen.
- Es decir que tengo infectados cerca y algunos con una nueva mutación, mire señor Núñez esto es raro de cojones y ¿sabe qué? yo creo que si me concierne.
Estoy cabreado y me levanto de golpe, el comandante González me imita pero me controla con la mirada a la vez que dice:
- El señor Núñez es un alto cargo, tan alto que su graduación es equivalente a teniente coronel del ejército, ¡Cálmese Toni! se lo ruego, seamos pacientes y daremos con la solución a este nuevo problema.
- Está bien, lo siento por mi arranque y me disculpo, pero me vendría bien por el tema de la defensa del pueblo saber que pasa.
Todos tomamos asiento y el teniente torres nos sirve una copa, los ánimos vuelven a su cauce, es el coronel palacios el que tras mirar a los demás y ver sus asentimientos dice:
- Bien vera Toni, esto que le voy a decir es estrictamente secreto, no puede usted comentarlo con nadie y si así ocurriese tendría desagradables consecuencias, ¿me da usted su palabra de guardar silencio? En caso contrario no pasaría nada, simplemente saldría usted de esta sala ignorando ciertas cosas y punto final.
Durante unos minutos lo medite en serio pero ya sabía demasiadas cosas acerca del virus, tanto de su propagación como de sus propósitos, además de la conspiración mundial y sus objetivos, ¡caramba! si hasta tenía nombres de implicados y me había deshecho de Ana, decidí que podía asumir otro riesgo y contesté:
- Le doy a ustedes mi palabra de honor, de no comentar nada de lo que oiga hoy aquí.
- ¡De acuerdo! – Intervino Palacios- Aceptamos su palabra, el teniente Torres nos acaba de informar del resultado su misión, ha encontrado a la doctora Ana ya muerta y eliminado al “hombre lobo” y sus secuaces e hijos, hasta ahí todo correcto ¡pero…! hay algo más.
- Se llama Variación Mons –Dijo Núñez- porque esa ciudad fue el primer lugar donde apareció esa mutación del virus, posteriormente ya tenemos contabilizados cuatro casos más en distintos países, hay que erradicarlo lo antes posible, antes de que se extienda por toda la región, si es posible antes de 24 horas y mientras el foco aun sea pequeño.
- Deduzco que eso que llevaba el sanitario escondido es una prueba del virus mutado.
- Mejor será que no lo sepa, como ya he dicho hay pocos casos y muy repartidos a nivel mundial, no nos vendrá mal ser de los primeros en algo, eso se llama poder.
- Lo siento no me acabo de enterar del tema, ¿Qué hace esa mutación a los infectados?
- Los mata –Respondió Núñez- pero los convierte en Zombis, por desgracia no es broma sino algo real, el teniente Torres aquí presente los ha visto y su grupo ha eliminado a varios, pero debemos estar seguros y arrasar la zona sin dilación.
- ¿Qué zona, cuantos kilómetros alrededor del monasterio? –Pregunté- estamos a 20 kilómetros y en el pueblo somos ciento cincuenta y tantas personas, más los que han venido a la boda además de los GOES y sus prisioneros, en total somos casi doscientos.
Todos nos miramos durante unos instantes en silencio, casi se nos podía oír pensar, finalmente el coronel Palacios preguntó al comandante González:
- ¿Cuánto dormirán los afectados por el gas?
- Su efecto dura seis horas, veamos si lo hemos tirado a las 09:00 estarán dormidos hasta las 15:00 a partir de ahí comenzaran a despertar y lo harán con hambre, supongo que se comerán a sus muertos y eso los retendrá una hora más, pero después se diseminaran por la zona.
- Ya sé que se dispersaran pero no van rápido ni corren, ¿Cuánto se pueden alejar?
- Un kilometro a la hora más o menos, recién comidos y con la mutación dentro del cuerpo fermentando no estarán en condiciones de correr sino más bien de lo contrario, no me sorprendería que durante horas se quedaran sentados por la fiebre.
- ¿Pero se paran a morir antes de levantarse como zombis y hay un tiempo de pausa verdad?
- Si según los informes que tengo, desarrollan el virus en pocos días, tenga en cuenta que la carne de zombi que coman ya lleva la muestra, no es algo que desarrollen de cero como la doctora.
- Entonces no perdamos tiempo, -Intervino Núñez- Hay que arrasar la zona de inmediato, por fortuna tengo la autorización necesaria y solo he de hacer una consulta y dar la orden, ¡Toni! necesito usar su cuarto de comunicaciones, haga salir al operador a fin de mantener el secreto, yo me ocupare de la emisora.
Salimos de la sala y fuimos al puesto de mando del edificio, allí consultaron los planos de la zona mientras yo le daba unas horas de descanso al cabo Gómez, cuando este salió de la sala Núñez se sentó a los controles de comunicación e hizo unas llamadas, los pocos presentes nos movíamos con urgencia planeando midiendo distancias y haciendo cálculos, escuche perfectamente a Núñez pidiendo un bombardeo HIT sobre las coordenadas de la colina del “hombre lobo” el monasterio y sus alrededores no tenían salvación.
La orden de Núñez paso a su superior jerárquico y de allí al ministerio de defensa, de esta al presidente del gobierno en funciones el cual la acepto y firmó sin dudar, el cual se la paso de vuelta a su ministro y este la devolvió asimismo al ministerio de defensa, de allí fue al mando aéreo de combate el MACOM, se tardó algo de tiempo en localizar el arma y el piloto adecuado con experiencia, finalmente salió a relucir un expediente cuyo piloto había realizado antes ese tipo de ataque sobre Libia en octubre del 2011, en cooperación con la OTAN más concretamente sobre Bani Walid eliminando la resistencia de una fuerte fortificación enemiga arrasándola.
Se consiguió reunir Hombre avión y bomba adecuada en poco tiempo, se dieron las instrucciones al piloto, y se informo al subdirector regional del CSID Sr Núñez, para que esperase el ataque hacia las 18:50 pues ese tipo de bomba solo estaba disponible al otro lado del país.
El comandante Rivas paso la mano por el emblema de la escuadrilla pintado en el fuselaje de su avión, era un circulo blanco bordeado de azul con tres gaviota azules haciendo un picado, encima de estas ponía “Ala 11” y bajo ellas la leyenda “Suerte, vista y al toro” aquel geste siempre le había dado suerte, subió a la carlinga de su Eurofigter Typoon a las 17:25, tras revisar el gran bulto gris de la bomba que lanzaría, era una HIT es decir una bomba termobarica de tamaño medio, sintió pena por los pobres cabrones que recibiesen aquel “regalito” literalmente llovido del cielo, tras ajustarse los atalajes se coloco el casco e hizo su acostumbrada prueba de radio, reviso los controles mientras los ayudantes cerraban la carlinga y retiraban los calzos de las ruedas, los saludó con un gesto y levantó el pulgar, encendió el motor y mientras este se calentaba pidió pista a la torre de control que se la concedió sin demora, a las 17:45 el avión rodaba por la pista iniciando el despegue.
En Villalta la noticia del ataque provocó dos reacciones, por una parte alegría por erradicar el peligro pero por otra parte preocupación, les habían dicho que el radio de acción de la bomba arrasaría un área de un par de kilómetros, pero su radio de acción se extendería el quintuple por la onda expansiva, dado que en invierno anochece hacia las 17:30 y ambos lugares estaban cercanos yo tenía dudas acerca de la precisión y resultados de tan devastador ataque.
Núñez salió al balcón donde me encontraba y me ofreció un cigarrillo, observó mi expresión y dijo:
- ¿Preocupado?
- La verdad es que si, debería estar celebrando mi luna de miel y no esperando a que me tiren al lado un megapetardo.
- ¡Tranquilo hombre! Una vez lanzado se acabaron los zombis y todo estará bien, o al menos como antes.
- ¿Cuándo acabara esto? Deseo hijos y ser feliz al lado de mi apenas estrenada esposa.
- Ya no tardara, tenemos la infección controlada y sabemos más o menos como controlarla, ¡por cierto enhorabuena por su boda! Su joven mujer es una preciosidad y una luz de esperanza para miles de “renacidos” como ella, si me lo permite pondremos algunas de las fotos en la prensa, eso elevara la moral de mucha gente que ha perdido a sus familiares.
- Si claro que se lo permito si es para bien, oiga… ¿a qué hora a dicho que sería el bombardeo?
- No puede tardar mucho, -Respondió Núñez mirando su Rolex chapado en oro- de hecho ya está al caer, quedan unos veinte minutos así que volvamos dentro, avise a su gente que se pongan a cubierto pus puede caer de todo cuando “eso” estalle.
- ¿No será demasiado grande la bomba?
- No, está es más pequeña que mediana, por eso la trae un “Jabo” (caza bombardero) la grande pesa unos 15.000 kilos, si cayera en Barcelona la dejaría arrasada totalmente y convertida en un pantano.
Di la alarma avisándoles de que se volaría el monasterio por precaución, no me extendí en explicaciones y todo el mundo se puso a cubierto, durante la comida había subido con Ceci y la había traído a los bloques lo mismo que a Mara y a Lillo, ahora me reuní con ellos y bese a mi mujer mientras la abrazaba dándola ánimos, pasamos juntos a ver a Nina en el botiquín, la jovencita estaba amodorrada en una cama con una mordaza en la boca para evitar accidentes, sus brazos y piernas estaban sujetos por anchas correas de nylon, estaba delgada de piel muy clara y era rubia como Ceci pero con el pelo más corto, el doctor salió al vernos y nos hizo un resumen de su estado.
La pequeña tenía anemia por una falta tremenda de vitaminas, su vista no era buena pues debía llevar encerrada mucho tiempo en algún sitio en penumbra, además se la encontró una infección por hongos en los pies y varias patologías menores, el médico no halló síntomas de violación más o menos reciente pero la niña no era virgen, esa noticia me dejo impresionado pues la joven no tendría mas de 12 años, maldije mentalmente a Iker Aguirre, seguidamente vinieron las buenas noticias pues si las matemáticas no fallaban a la joven la faltaba poco para liberar el virus, entretanto se la administraría tratamiento para sus dolencias y se esperaba un pronto restablecimiento.
Cecilia miraba a su hermana intentando recordarla, al principio no dijo nada pero cuando íbamos a retirarnos note que se resistía un poco, la solté la mano y vi como se acercaba a la pequeña para acariciarla la cara, dijo su nombre bajito mientras las lagrimas afluían a sus ojos, comprendí que poco a poco la comenzaba a recordar o al menos eso esperaba.
Un momento después me llamaron de vuelta a la sala de comunicaciones, de camino lleve a Ceci con Julián y la dejé a su cuidado, encaminándome a dicha sala donde me esperaban los oficiales alrededor de la pantalla del ordenador, de fondo sonaba la comunicación con el piloto y en la pantalla se podía ver una vista del terreno por el que pasaba, enviada vía satélite por la cámara ubicada en el morro del Typoon.
- El indicativo del avión es “Pedrea” – dijo Núñez- lo lleva el comandante Rivas, es veterano y me han comunicado que ya hizo esto mismo hace años, el nombre del blanco es “Cajón” y nosotros somos “Tugurio” el avión ya está llegando.
- Me alegro, -Respondí- pero ya se ha hecho de noche, espero que no falle.
Antes de que nadie dijera nada mas resonó en la sala la voz del piloto llamándonos, el comandante González estaba sentado ante la radio para responder preguntas y dar las indicaciones locales.
- Pedrea llama a tugurio solicito información del blanco, cambio.
- Tugurio para pedrea, ignoramos situación atmosférica en cajón, pero aquí el viento sopla en Sur-sudeste velocidad 15 nudos, blanco en dirección Nor-noroeste a 28 kilómetros, rumbo 310 grados, ¿recibido? Cambio.
- Todo okey tugurio, daré pasada preliminar para identificar cajón, cambio a infrarrojos, cambio.
El ruido del avión se escuchaba alto y a nuestra izquierda alejándose hacia el norte; en la carlinga el comandante Rivas vio las luces de Villalta a su derecha, se centro en identificar un monte con una edificación en su cima y varias más pequeñas cerca, la pantalla verde del monitor de infrarrojos apenas mostraba nada aparte de nieve y arboles, hasta que instantes después por fin localizo la zona del blanco y sus edificios, la visión térmica le reveló a su vez una veintena de figuras en el área del blanco.
- Pedrea a tugurio, localizado cajón, se advierte movimiento cerca ¿son hostiles? cambio.
- Afirmativo si, forman parte de cajón y prescindibles, se confirma orden de fuego, cambio.
- Roger recibido, inserto en consola bombardeo datos del blanco, subo a dos mil y busco ruta segura para acción cambio.
El avión subió mientras iniciaba un viraje que le acercaría al pueblo pues atacaría desde esa dirección, el piloto sabia que la zona de impacto no sería totalmente circular sino con una ligera forma de lágrima, pretendía de esta manera exponer al pueblo a la menor cantidad posible de onda expansiva, un par de minutos después dijo:
- Tugurio ¿me escuchan? Aquí pedrea, cambio
- Le escuchamos por radio y sobre nosotros, adelante, cambio
- Me dirijo a cajón, haga que los suyos se cubran y cierren los ojos será un buen fogonazo, cambio.
Mientras, yo usaba la megafonía para ordenar a todo el mundo que se tumbase de cara al suelo y no mirase por las ventanas hasta nueva orden. El comandante Rivas se dejo orientar por el ordenador de a bordo sin variar altitud o velocidad, con un toque a los mandos armo la bomba y libero los seguros, el terreno pasaba velozmente bajo el avión, un pitido que se hacía más seguido le indicaba lo cerca que estaba, el pitido se hizo continuo mientras veía por fin el edificio, el colimador parpadeo en rojo y el piloto soltó la bomba sobre su blanco diciendo por la radio:
- Para tugurio lanzamiento de paquete sobre cajón positivo, repito positivo impacto inminente, cambio.
- Recibido pedrea, estamos a cubierto, cambio.
La bomba bajó hasta los 800 metros en caída libre, allí el dispositivo pirotécnico cumplió su doble función, la primera fue disparar la protección exterior y abrir los compartimientos a presión para liberar el gas que se mezclaría con el aire, su segunda función era abrir un paracaídas que frenó considerablemente la caída del artefacto, este bajó meciéndose suavemente hasta los cincuenta metros, para dar tiempo a la mezcla anterior para dispersarse por la zona objetivo, alcanzada esa altura la bomba estallo provocando a su vez la detonación de la dispersa mezcla.
En el lugar de la explosión, la sobrepresión alcanzó los 2´5 Megapascales, la temperatura subió de 4º Celsius a 2.500º en un instante, arrasando un área de 600 metros de radio fundiendo suelo vigas y metales en el acto, tanto los infectados que estaban en el monte como los de las celdas del sótano del monasterio, solo vieron un fogonazo antes de que sus cuerpos se transformasen en pavesas y cenizas; la onda expansiva arrastro escombros y materiales diversos desplazándose a 3 Km/segundo, arrastrando fuego, llamas y un calor que evaporaba la nieve, todo a doce Km, del blanco quedo arrasado quemado o tronchado, una nube ardiente parecida al hongo nuclear se elevo en la oscuridad de la noche, los arboles supervivientes del bosque circundante estaban tirados por todas partes y ardían furiosamente como antorchas.
El typoon volvió para confirmar el impacto, la voz del piloto se dejo oír en el centro de comunicaciones:
- Pedrea para tugurio, confirmo blanco correcto en cajón, calculo zona despejada en un área de 12 kilómetros, misión cumplida, cambio.
- Confirmada visualmente detonación, gracias pedrea pude volver a base, cambio.
- Recibido tugurio, suerte y cierro.
Pasado el impacto de la onda expansiva, (leve dada la distancia) la gente salió de todas partes a ver el fuego lejano, busqué a Ceci y la abrace sus ojos se dirigían al resplandor del bosque ardiendo, Julián estaba cerca y dijo:
- Menos mal que avisaste por los altavoces para prevenirnos del fogonazo, se ha debido de ver a más de cincuenta kilómetros, si llegamos a mirar nos podría haber cegado.
- Si Julián llevas razón, pero muchos ojos a muchos kilómetros alrededor si lo han visto, me temo que van a venir hacia el origen del fogonazo a ver qué era eso.
- ¿quieres decir que tendremos algunas visitas? –Pregunto el alcalde.
- ¡Si eso es! –Respondí sin soltar a Ceci- Muchos ojos, mucha distancia y nosotros en medio de su ruta, tendremos visitas y serán tantas que nos van a pisotear.
Continuara…
Bien amigos y lectores se os saluda a todos, lo principales decir que los nombres no son reales y lamentaría molestar a nadie por coincidencia literaria, así como por los hechos o actitudes descritos en este relato.
El ala 11 y su emblema existen realmente y tienen su base en Morón (Andalucía) me consta que son grandes militares y excelentes pilotos, vaya un cordial saludo con taconazo incluido para todos ellos.
Dudo que fueran ellos o alguien de la escuadrilla, pero el ataque a Bani walid el 19 de octubre de 2011 por aviones de la OTAN si ocurrió, pues lo he consultado, se calculó un elevado número de víctimas por el uso de una bomba como la descrita, ante la duda consultad en la red.
Aparte de eso espero que los datos acerca de infectados, tiempos de contagio y desinfección para posterior mordedura o salvamento, no os hayan parecido confusos, al menos solo un poco pero sentí que debía aclarar ese tema.
¿Qué más? A ver… novedades, escena lésbica, exploración de la casa de Ceci, petición y boda, descripción del traje de novia y que sea bonito sin olvidar los zapatos, mirar archivos secretos, recogida de Goes, presentación del espía Núñez, muestra del virus, conocemos a Nina un poquito y descubrimos lo que la hizo Iker, ataque aéreo visto desde la sala de comunicaciones y desde la carlinga de pilotaje, uso funcionamiento y consecuencias de la bomba termobarica, sentimientos, noche de bodas contada en versión erótica, unamos a eso que me he cargado (otra vez) al mundo para el siguiente ejercicio de autores y añadamos el poco tiempo que me ha dejado libre el curro, la verdad no sé porque me he retrasado tanto en esta entrega, ¿vosotros que opináis? Je, je.
Nos acercamos al final de la temporada del virus, el siguiente capitulo no tardara tanto lo prometo, alguien morderá a alguien que será abandonado accidentalmente, ya sabéis a lo que me refiero si habéis leído el capitulo 11, en caso contrario hacedlo pues es gratis.
En serio, no os cortéis a la hora de dejar comentarios, sabéis que son bien recibidos todos y se esperan con ilusión.
Pero ante todo no olvidéis ser felices.