El Virus VR (42)
Ana, preparativos polvo e interrogatorio en caliente.
Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.
Un rato después de haber tenido la conversación con Ana, ya vestidos correctamente salimos ambos del despacho del médico, encontrándonos con miradas más o menos picaronas de sus ayudantes y un par directamente severas por parte del doctor Mata y del seminarista hacia mí, sin duda habían escuchado los gemidos y grititos de placer de la doctora, debían haber estado atentos a la bronca previa por si debían intervenir, el posterior desarrollo de los acontecimientos les debió pillar por sorpresa, más de uno lucia una sonrisa socarrona hacia la eficiente aunque cruel medica, supuse que los rumores acerca de la frialdad sexual de Ana se acababan de ir a hacer puñetas.
Por mi parte no me molestaba por lo que pensaran de mi actuación, acababa de salvar a mi chica de sufrir más dolor y eso me bastaba, me despedí de Ana correctamente quedando en pasar a buscarla a las 17:00 para poder ir al torreón aun de día, y que la diera tiempo de sobras para recoger las muestras y análisis de Cecilia, antes de salir del botiquín me detuve un buen rato ante la cama de mi chica, estaba profundamente dormida, sin duda lo había pasado mal pues la expresión de su cara me asustó, aquel alarde de crueldad por parte de Ana disipó mis pocos sentimientos positivos hacia la doctora y me juré que jamás volvería a hacer sufrir a mi rubia.
En el descansillo encontré a parte de mi tropa, los hice dispersarse asegurándoles que la situación ya estaba bajo control, tome de un brazo a Julián y nos alejamos en dirección a su casa para charlar más tranquilos, una vez llegamos Juana su esposa, nos sirvió unos vinos y se sentó con nosotros a charlar, les explique la situación y les mostré la orden recibida por fax, ambos mostraron su desconfianza ante una orden tan cruelmente dictada pero coincidieron en que había que hacer algo para controlar a la medico.
- Julián la orden es tajante. –Dije convencido, añadiendo- además está el comentario personal de Palacios diciendo que no se la esperaba de vuelta.
- Eso está muy bien, pero solo es un comentario personal, -Julián hablaba muy serio- no figura en la orden por escrito así que a efectos legales no existe ese comentario, ándate con ojo.
- Mi Julián lleva razón Toni, -Añadió Juana- si el coronel se ve en apuros puede negar que dijera que la eliminases, deberías limitarte a hacer solamente lo que está escrito, eso es investigar a Ana y en caso de confirmar la amenaza eliminarla, pero no de tapadillo.
- Mi mujer quiere decir que consigas pruebas, graba la conversación que tengas con ella, consigue datos o informes, papeles si es posible, en resumen átalo todo bien antes de dar un mal paso, por lo que parece no quieren un escándalo público sino una eliminación privada.
- Ya lo sé y entiendo vuestra preocupación amigos míos, pero la tortura debe cesar, además Ana me amenazó con fastidiar a Ceci durante su recuperación con la excusa de que al saber hablar la sacara datos importantes, ¡no amigos míos, no la hará mas daño! Esta noche me ocupare de ella, con o sin datos de su traición a los enfermos y al estado, hoy acabare con ella de una forma u otra.
La pareja asintió en silencio, sabían que la decisión ya había sido tomada en la superioridad, yo solo sería el ejecutor vengativo, procuraría evitar ser el chivo expiatorio por si había problemas así que me tracé un plan de acción, pedí a Juana que me preparara la cena para la noche, unas chuletas y patatas además de algo de fruta y un par de botellas de buen vino, recogería todo antes de ir a buscar a Ana y lo metería en el coche.
Yo entretanto subí al torreón y limpie bien todo, estuve un par de horas cambiando las sabanas y dando un baldeo general, desde las celdas a la terraza, tras eso deje bien a la vista los guantes, el palo-collar y la bola de boca de Cecilia, puse la porra eléctrica en el cajón de la mesilla y después revise la nevera, allí en una caja estaban las muestras de sangre y orina de mi chica, esas muestras debía recogerlas Ana esta noche, junto con una caja con los informes de estos meses acerca de la evolución del virus en mi rubia, prepare una mini cámara de las que había en el almacén y la coloque en una esquina del salón, la pondría en marcha con un pequeño mando a distancia, además puse bajo la mesa una grabadora con pilas y cinta nuevas, otra igual fue a parar detrás de la lámpara de mi mesilla de noche, todo lo que habláramos seria grabado y así nadie dudaría de las pruebas que obtuviese.
Seguidamente volví al almacén de pruebas, allí bien guardadas y metidas en sobres herméticos de plástico había varios tipos de pastillas y papelinas de drogas diversas, en las etiquetas ponía el tipo de sustancia que contenían cada una, yo sabía el efecto que producían en el ser humano, pues en la Policía nos dan cursillos bajo la tutela de médicos de la Organización Mundial de la Salud, más conocida por sus siglas O.M.S además de especialistas de la unidad antidroga, seleccionar lo que más me convenía fue fácil, la prepararía un coctel de dos drogas eso desataría su libido y su lengua a la vez, sería lo más parecido a tirarse una cacatúa cachonda.
Las dos pastillas que elegí fueron machacadas en el mortero de la cocina, puse los polvos resultantes en agua y removí esta con una cucharilla, saque una cubitera de la nevera y vacié la mitad de su contenido en el fregadero, seguidamente puse el liquido del vaso en los huecos libres de dicha cubitera, metí esta en el congelador con el liquido mirando hacia afuera para evitar confusiones, finalmente saque de la nevera las latas de refrescos que solía tomar Ana dejándolos sobre la mesa, a fin de que se quedaran a temperatura ambiente, sabia por su anterior visita que le gustaban los de naranja, además me había fijado en una lata de dicho refresco sobre la mesa del despacho después del polvo en el botiquín.
Antes de salir de vuelta al pueblo comprobé el generador y conecté la calefacción, me senté en el tresillo y dormí una hora larga, al despertarme me duché y afeité, también me perfumé un poco y me cambie de ropa poniéndome un uniforme limpio, el escenario estaba listo y la trampa tendida, ahora solo había que atrapar a la zorra.
A las 16:10 estaba en la puerta del botiquín, me permitieron el paso sin poner pegas y fui a ver a mi chica, estaba medio dormida pero me vio y sus ojos brillaron de alegría, me senté a su lado y la acaricie la cara mientras la hablaba suavemente, aquello la tranquilizó bastante pero los sedantes pudieron con ella y aunque intentaba mantenerse despierta, la medicación pudo con ella y finalmente se durmió con una media sonrisa en la cara.
El doctor me dijo que Ceci había orinado de nuevo, estaban casi seguros que había expulsado la totalidad del virus, pues en el último análisis su orina era tan normal como la de cualquier otra persona sana, además los dolores y mareos por lo visto estaban remitiendo, ahora era cuestión de tiempo el que Ana hiciera de las suyas, avisé al doctor mata de que me llevaría a la doctora a cenar fuera, encomendándole a él y al seminarista que estuvieran atentos a los movimientos de los ayudantes de la doctora pues no me fiaba de ellos, podría ser que Ana les hubiera dado instrucciones contra mi rubia, mis hombres prometieron controlaros.
Pase por casa de Julián donde recogí la cena y las botellas, después de dejarla en el coche pase por el apartamento de Ana, cuando esta me abrió la puerta parecía otra mujer, se había maquillado levemente y se había dado sombra de ojos además de pintado las uñas de color morado, los labios pintados de color rojizo brillante resultaban incitantes y pedían ser besados, se había puesto un uniforme de paseo con corbata caqui y en lugar de pantalón llevaba falda verde oscura hasta las rodillas, también usaba zapatos con poco tacón, me dejo pasar y me dio un suave beso en los labios, su cara estaba alegre e hice lo posible porque la mía no revelase lo que sentía realmente hacia ella, estaba guapa pero yo sabía que bajo su fachada de belleza se ocultaba un negro corazón.
Apenas charlamos mientras ella recogía su bolso y nos dirigíamos a la salida, durante el trayecto en coche la mencione de forma casual, que me había llamado la atención que al correrse, había dicho el nombre de su difunto esposo llamándome Juan en lugar de Toni, ella me contestó:
- No te lo tomes a mal cielo, hasta que tu y yo lo hicimos por primera vez, solo había estado con Juan.
- Pero ya han pasado meses de eso Ana, ¿habrás tenido más… encuentros?
- ¡Eso cariño, no es asunto tuyo! Tú me dijiste la primera vez que te llamara Juan y por eso me sale de vez en cuando, deberías sentirte halagado y no molesto.
Me callé pues no quería tener mal rollo con Ana, no al menos hasta que obtuviese la información que necesitaba, no tardamos en llegar al torreón así que metí el coche en el patio y tras cerrar el portón comprobé el perímetro, luego ayude a salir a la doctora y cargado con la bolsa de la cena entramos en el edificio, la calefacción funcionaba bien y el ambiente era cálido, ella se quitó el abrigo y se sentó en el tresillo mirándome incitante, mientras me quitaba mi chaquetón la mire mientras ella se libraba de la corbata y se soltaba los dos primeros botones de su camisa, diciéndome:
- Ponte cómodo Toni, no tendrás que salir de aquí hasta mañana, déjame ver que ropa te pones para estar por casa con tu zorrita rubia.
- Anda y no seas mala Ana, ya te dije de enterrar el hacha de guerra, ¿quieres beber un poco de vino? Para entonarnos un poco.
- No gracias es demasiado temprano para mí, me apetece más un refresco de naranja si es que tienes alguno en esta choza tuya.
- Pues si tengo algunos en la cocina, te pondré uno y me tomare una copita para acompañarte.
- Vale tigre, pero no me tardes.
En la cocina serví las bebidas en sendos vasos y grité:
- ¡Vaya por dios! Joder que putada, oye nena olvide meter los refrescos en la nevera, ¿te pongo hielo?
- ¡De los nervios me estas poniendo, atontado! –Contestó ella gritando desde el tresillo- Si anda ponme un par de hielos y vente para aquí.
Enseguida volví con ella, un par de hielos “trucados” tintineaban alegremente en su vaso, lo deje ante ella en la mesa y vi con placer como cogía el vaso dándole un sorbo, su mirada se clavaba en mis ojos cuando añadió:
- Ahora no me salgas con timideces, quiero que te quites la ropa y te quedes como sueles estar en casa con la Ceci, no me hagas rogarte pues no te conviene.
No contesté pero asentí con la cabeza, tras dar un trago de mi propio vaso de vino, me quité el uniforme las botas y los calcetines, quedándome en camiseta de manga corta y bóxer ambas prendas de color blanco, además claro está de mis zapatillas grises, Ana miraba ni cuerpo apenas cubierto de tela mientras bebía y pasaba la lengua por el borde del vaso, añadió:
- ¡Ñam! Pareces un merengue tan blanco, estas muy bueno y me dan ganas de comerte enterito.
- Pues sírvete Anita, puedes empechar a lamer por donde quieras.
- No seas basto Toni, yo no hago ciertas cosas, eso de chupar y lamerte el pito es de putas, así que olvídalo no estás con la rubia.
- De acuerdo dejemos las cosas claras desde el principio, si no me la chupas no volveré a comerte el coño jamás.
- Si claro y pretenderás que me trague tu leche, ¡eres como todos, un cerdo!
- A mí no me ha molestado que te corrieras en mi cara, deberías probarlo de vez en cuando pues dicen que va bien para la piel, pero no discutamos por tonterías ¿quieres follar ahora o después de cenar?
- Me apetece tanto antes como después, ¿podrás? Te veo muy macho pero no sé si conmigo… vas a poder.
No la deje acabar la frase, la necesitaba confiada y relajada, así que me arrodille ante ella y la bese en la boca, Ana salió de su asombro rápidamente y respondió al beso con ardor, mis manos buscaban sus botones para dejarla con los pechos al aire, pero tras un par de minutos ella se separó de mi diciendo:
- Espera machote, no me seas pulpo que me vas a romper la camisa.
Ana se puso de pie dejándome sentado en el tresillo y dio un largo trago de su vaso, luego dijo:
- Quieto ahí, solo mírame pero no me toques, esto que llevo es solo para ti.
Suavemente me hizo un strip tease, bailaba sinuosamente ante mi cara mientras se quitaba la camisa, dejándome ver un corto corpiño blanco con volantitos rosas que realzaban y elevaban un poco sus pequeños pechos, tenia los pezones erizados y estos asomaban por el borde de la suave tela, más abajo su talle era delgado y sinuoso, sin dejar de bailar se giro en redondo y sus manos buscaron el cierre de la falda soltándolo con pericia, esta cayó al suelo revelándome un ligero y un tanga blanco con puntillas rosas a juego con el corpiño, su cintura estrecha me encantaba y para colmo su culito era firme y sin marcas ni estrías, además estaba muy bien hecho y el cordoncillo del tanga se perdía entre aquellos mofletes tan sexis, completaba su conjunto con unas medias de color carne.
Sin dejar de bailar y moviéndose sinuosa se fue dando la vuelta, sin desperdiciar la oportunidad para rozarme la nariz con aquel culete tan bien puesto, poco a poco se puso frente a mí y me deleite viendo firme vientre así como su ombligo con un piercing en forma de diamante pequeño, de su tanga emanaba el olor a hembra caliente, sentí sus manos en mi pelo empujándome la cabeza hacia delante mientras decía:
- Cómemelo Toni, se que lo estas deseando, - su voz sonaba bajito y de tono tembloroso- vamos nene no te resistas, cómeme el coñito.
No dije nada, solo abrí la boca y atrape su chochete por encima del tanga en un bocado suave, ella abrió un poco sus piernas para dejarme sitio, yo chupaba y daba bocaditos contra la tela sintiendo su vulva debajo caliente y temblorosa rezumando fluidos que la tela absorbía, estos me llegaban a la boca donde se mezclaban con mi saliva, aquello me ponía a mil y mi erección lo demostraba claramente, como pude metí los dedos por un lado del tanga y lo aparté a un lado pasando a comerla el chochete como dios manda.
Ana se agarraba a mi cabeza para no caerse, mi boca hacia diabluras en su coño mientras mi lengua no paraba de moverse, la morena jadeaba de placer y su cuerpo temblaba recorrido por espasmos, me esmeré en la tarea de darla gusto pues deseaba que se corriese en mi boca, ella no tardo en hacerlo gritando:
- Me corrooo, jodér siiii, asiii.
Yo no paraba de lamerla, su flujo mojaba mi cara, sus piernas flojeaban pero la muy zorra no paraba de gritar y de estremecerse, al poco consiguió un segundo orgasmo casi tan intenso como el primero, por fin se separo un poco y pude respirar hondo tras casi quedar ahogado por exceso de flujos y falta de aire, pero aquella pausa no duraría mucho.
Ana tras relajarse unos segundos tomo su vaso y bebió lo que quedaba de refresco, debía tener la boca seca por tanto jadeo seguido, dejo el vaso en la mesa y mientras se quitaba el tanga blanco empapado dijo:
- Sácate el bóxer Toni, quiero sentirte dentro de mí, muy dentro y caliente.
- Si Ana hare lo que tú quieras, ya lo sabes a partir de ahora solo seré para ti.
Leí en sus ojos que no me creía, pero su mirada era algo turbia y su respiración seguía jadeante, además su cuerpo parecía despedir calor, sabía que la droga recorría su organismo, en breve solo sería una hermosa muñeca en mis brazos, claro que la follaría de esa manera su corazón iría muy rápido y la droga surtiría efecto más rápidamente.
Mi verga lucia una buena erección, Ana tras mirarla un momento se subió al sofá poniendo sus pies a mis costados y flexionando las rodillas, se fue empalando despacio ella misma en mi verga, yo la sujetaba de la espalda con una mano y con la otra acariciaba sus tetas, la mujer suspiraba según aumentaba la velocidad montándome, sintiendo mi polla horadándola caliente y bien tiesa rellenando su vagina, ella se dejo caer contra mi pecho suspirando de gusto, mis manos se dedicaron a acariciar y tironear de los pezones, su dueña agitaba las caderas meciéndose contra mi polla sin detenerse, Ana era una autentica maquina cuando follaba y ser tan escandalosa la daba un toque extra de vicio, la imprimí un movimiento de mete y saca con mi vientre subiendo y bajando acoplándome al cabalgar de la morena, ella lo estaba disfrutando bastante pues su ritmo de cabalgada iba tornándose frenético, aproveche para chuparla el cuello y las orejas pues necesitaba oírla gozar, ella intentaba esquivarme para besarme en la boca sin dejar de agitar el vientre, no tardo en comenzar a gritar como solía hacer cuando estaba a punto:
- Siigueee cabriiito, que bieeen me follaaas, damee maaas.
- Si nena sii, me gusta cómo te clavas mi pollaaa.
- Aayy diooos me voy a correr, no te pares cariii
- Disfruta nenaa, no me paroo dame tu corrida
- Siii ahh ¡DIOS! Meee corroooo, siii asiiii ahhh me vooooyyy.
Ana aun en pleno orgasmo saltaba sobre mi verga, empapaba de flujo y corridas mis pelotas, su cuerpo se tensaba como un arco mientras gritaba de placer, yo metí uno de sus pechos en mi boca y lo chupe con ganas, la corrida me venía a raudales y casi lo mordí sin darme cuenta, me estremecí de gusto mientras eyaculaba varios potentes chorros en su interior jadeando:
- Tomalooo anitaaa toma putoon, me corooo.
Tras aquella corrida quedamos los dos desmadejados en el tresillo, ella aun ensartada por mi verga que poco a poco se aflojaba, de su coño abierto resbalaban goterones de esperma, yo la observaba con los ojos medio cerrados por el reciente orgasmo, seguía sentada aun sobre mi regazo pues no había cambiado su posición, estaba caída contra mi pecho y respiraba cerca de mi cuello, su cara relajada parecía feliz, no pude evitar buscar sus labios con los míos ella respondió al beso suave pero intensamente.
Pasaron así unos minutos hasta que por fin decidí pasar a la segunda fase del plan, nos levantamos y pasamos al aseo donde nos lavamos un poco, la dije que si quería podía ducharse mientras calentaba la cena, pero ella rehusó diciendo que no la apetecía desprenderse aun de mi aroma, salimos y mientras ella ponía la mesa yo calenté las chuletas y las patatas, excusando que el vino estaba caliente la puse un par de cubitos de hielo “cargados” en su copa, dije que a mí no me importaba que este estuviera tibio.
Nos sentamos frente a frente y cenamos, al principio nos costó charlar pero poco a poco la fui tirando de la lengua, me mostraba sumiso y zalamero dejándola que tomara confianza, las chuletas estaban buenas y en su punto con un toque de especias ella bebía y reía confiada, se fue soltando y respondiendo a mis preguntas, en ese momento active disimuladamente el mando de control de la cámara y puse en marcha la grabadora que tenía fijada bajo la mesa.
Tenía que hacerla hablar, así que la fui llevando al tema que me interesaba, ella debido a la droga que llevaba dentro y al puntillo del vino que reponía frecuentemente en su copa, no se percató de nada y contestaba a mis preguntas sin mentir:
- Dime nena ¿ya habéis conseguido la vacuna?
- Ja,ja no seas pillín no te puedo decir eso, humm… bueno si me prometes no decirlo… ¡SI! ya la tenemos pero no es para el ganado.
- ¿Qué ganado? Hablamos de gente, de personas.
- ¡Tú eres tonto mi amor! Yo era como tú, pero de eso hace tiempo y por suerte ya no pienso así, ¡veras! Me han abierto los ojos.
- ¿Quién te ha abierto los ojos? Anda no digas tonterías no te creo.
- ¡Pues deberías creerme! No son tonterías, eres como todos un simplón, ¿aun crees que esto es accidental? ¡gilipolleces! Hay gente muy poderosa detrás de esto y están bien a salvo del virus, todos vacunaditos y bien escondidos.
- Pero dijeron que la vacuna no funcionaba, todos estos experimentos ¿las víctimas han sido en vano? No te creo Ana.
- Me lo explicaron hace mucho tiempo, de hecho me ofrecieron formar parte de la elite que se salvaría, eso fue antes de conocerte y al poco de que muriese mi Juan. Tengo mi fama como viróloga ¿sabes lo que es eso? yo domo a los virus ja ja ja, pero en vez de látigo uso microscopios y jeringuillas.
Ana a estas alturas charlaba como suelen hacerlo los beodos, con los ojos medio abiertos y presumiendo de logros, decidí no interrumpirla y mostrarme atento a lo que decía, aquello pareció agradarla y siguió con su charla como si estuviera predicando.
- Bueno el caso es que el señor Jenkins me ofreció unirme a su equipo de médicos, no era algo provisional pues ya me tenían medio fichada de antes de esta mierda, incluso debían habernos sacado a mi marido y a mí de este puto país antes de la pandemia, pero algo se jodió y Juan murió dejándome a mi tirada ¿sabías que mi marido era mejor virólogo que yo? de hecho le ficharon a él antes que a mí, ¡bueno que más da! el caso es que me perdieron la pista durante una temporada, hasta que contactaron de nuevo conmigo.
- ¿Cómo que te tenían fichada antes de la pandemia? Entonces esta no fue accidental.
- ¡Pues claro que no, alma de cántaro! Las pruebas estaban a la vista de todos con el puto internet, solo tenias que escribir “500 millones de habitantes” en el buscador de Google, ahí perdido entre la maraña de datos esta parte de la verdad, la población mundial era de más de 7000 millones antes de la pandemia, habíamos alcanzado esa cifra en Octubre de 2011, había que reducir ese número o la tierra no podría con tanta gente, literalmente no hay comida ni recursos para todos, mucha gente importante anda detrás de esto, Gates, un príncipe de Inglaterra, directivos de la ONU, consejeros presidenciales, políticos de toda condición y color, gente poderosísima, sectas y religiones diversas, por no mencionar que se desempolvo el programa nazi de la Eugenesia, es decir la eliminación de tarados, anormales, maricones y demás ralea inútil.
- Estas borracha tía, o eso o me estas vacilando, no puede ser cierto eso es horrible.
- Son capaces de eso y de mucho mas como han demostrado, ¿sabes lo que son las “Georgia guidestones” en América? pues es un dolmen moderno que está en estados unidos, y mira por donde las mando construir un tal R.C. Christian en 1980 por 80 mil dólares de la época, compró el terreno e hizo el encargo a una cantera y un grabador desapareciendo después, que casualidad que uno de los mayores empresarios farmacéuticos actuales a nivel mundial se llame Christian. Como también es casualidad que en los muros de ese dolmen haya escritos diez mandamientos, el primero de ellos es: Debemos mantener la humanidad bajo los 500 millones de habitantes en equilibrio perpetuo con la naturaleza, está ahí grabado en piedra y para que nadie diga que no lo entiende esta escrito en 8 idiomas, Inglés, Español, Swahili, Hindú, Hebreo, Árabe, Chino y Ruso.
- Ya, bueno vale, te creeré si insistes pero me parece que estas algo piripi, yo solo he preguntado por antídotos y vacunas, tu vas y me sales con una conspiración mundial, además de un genocidio provocado.
- Pero si es cierto Toni, y eso que no sabes ni una porción del tema, ¿sabes que es el proyecto “Agenda verde”? pues se trata de transformar ciudades en cárceles, donde se controle cada instante de la vida de sus habitantes, o bien el “Big ear” ese comenzó a funcionar en septiembre del 2012, pueden escuchar conversaciones en la ciudad que elijan, no solo las de internet o teléfono sino hasta las de palabra como esta que estamos teniendo, solo con enfocar a la casa que quieran.
- Vale Ana esto se acabó, ya has bebido bastante por esta noche, vámonos a la cama y dormirás la mona.
- ¡Déjame hablar simplón, eres tan tonto como el resto de ese ganado al que llamas vecinos! Vosotros y vuestras tonterías acerca de los mayas y el fin del mundo, ese ha sido el mejor camuflaje de la historia para un genocidio a escala global, ¡eso es! Echadle la culpa a unos indios de mierda muertos hace milenios, ¡gilipollas! mierdosos, plebe sin seso.
- Déjate de tonterías Ana sigo sin creerte, eso no puede ser cierto debes de estar poco acostumbrada al vino y por eso dices tonterías,
- ¡Tu! Si tu, me gustas muchísimo, ¡estoy enamorada de ti mastuerzo bobalicón, eres grande y tonto! solo cállate y ven conmigo yo te sacaré de aquí y nos iremos lejos, la vacuna funciona pero solo a medias, es decir que si te muerden no puede controlar el virus en su totalidad, pero ayuda bastante a eliminarlo ya que no te reinicias, con lo cual sigues siendo quien eras y no te quedas tonto, pero estas jodido durante un mes hasta que lo eliminas.
- ¿Si acepto y voy contigo me vacunarías?
- Te puedo vacunar aquí mismo, pues he traído una dosis para ti, ya te he dicho que te quiero a mi lado, acepta la oferta Toni no la voy a repetir, ven conmigo y olvida todo lo demás.
- Si has traído una dosis deberías ser tu quien la usara, no sería prudente que andes por ahí desprotegida.
- No la necesito ya estoy vacunada pues soy previsora, una segunda dosis solo serviría para anular la vacuna al ser de cepas distintas, volvería a ser una persona “normal” en el mejor de los casos, en el peor podría matarme por lo ya mencionado de las distintas cepas.
- Ya entiendo, pero cuéntame mas, ¿el retrovirus funciona?
- Si gracias a tu putita, hemos conseguido que el virus se expulse en dos meses.
- ¿Dos meses? Yo llevo seis esperando que la curaseis, ¡por dios a que estabas jugando!
- ¡Cálmate Toni! En los laboratorios es normal que el conejillo de indias muera, los resultados para el grupo son más importantes que la vida individual, pero te diré que hemos conseguido maravillas con los infectados.
Me había levantado y estaba al lado de ella, la acaricie la cara y el hueco de su cuello mientras hablaba, su voz fue cambiando poco a poco al sentir mis dedos, la estimulación sexual de las pastillas que había tomado solo se activaba si la tocabas y eso estaba haciendo, la quería charlatana y cachonda antes del último acto de venganza, Ana siguió hablando:
- Ahora podemos coontolaar… a la gente mejor, se selecciona a looos… mas revoltosos, y se los mete el viiiirus, después se le encierra en una… celda acolchada, paraaa… Toni me estas calentando demasiado.
- Es solo deseo amor, te vendrá bien y a mí me excita saber lo poderosa que eres, sigue hablando me pones a cien.
Me situé detrás de su silla, abrí su camisa y jugué con sus pezones mientras la besaba en cuello y oreja, ella continuaba hablando:
- Pues les echamos la comida y la beeebida ahhh… durante el tiempo que uuufff… aaahh… haga faaalta, después de una semana los inyectamos el retrovirus ooohhh… y los sacamos a un aaahhh… patio enrejado, allí permanecen durante dooos meses, aauuff me pones cachonda caabron… te deseo.
- Sigue hablando nena, luego te daré placer me excitas.
Ana dejo caer la cabeza hacia atrás suspiraba cachonda perdida, me incline y la bese en la boca sin dejar de apretar sus pezones, vi como se acariciaba el chochete con sus manos y se las aparté, acabado el beso me separé de ella y fui a la entrada donde recogí los guantes de Ceci y la bola, rápidamente volví al lado de Ana y deje la bola sobre la mesa para que la viera, mientras la colocaba los guantes en las manos diciéndola:
- No te tocaras mientras yo esté a tu lado cariño, yo me ocupare desde ahora de tu placer, has sido mala y te sujetare pero no te preocupes pues es solo un juego.
- ¡No me ates! No lo hagas Toni, seré buena lo prometo.
- No te preocupes Anita te quiero bien cachonda, solo lo hago para que no te corras antes de tiempo.
Mientras hablaba, la había puesto los guantes y pase sus manos por detrás del respaldo de la silla, sujetando ambos guantes entre si con la presilla que tenían cosida, volví a besar a la morena y la dije que siguiera hablando mientras volvía a acariciarla los pechos, sus pezones ya me deseaban.
- Pues eso uummff… les tenemos allí dos meses. Aaahh después cuando dan muestras de expulsar el virus oooohh… sigue asiii, les sacamos aparte para evitar que los otros… les muerdan, ahhh jodeer cabrón que bieeen me tocas, esto es la lechee… una vez aparte los mantenemos aparte hasta que lo expulsan ooohhh nene me tienes… a tope, cómeme el coño o no digo oohh… nada más.
- No estás en condición de exigir nada zorra, pero te lo voy a comer porque me apetece de veras.
Aparte un poco la silla de la mesa y me puse de rodillas entre sus piernas el chochete de Ana con su estrecha rajita de pelo corto estaba empapado esperándome ansioso, tire de sus piernas para que quedara al borde de la silla y metí la cabeza entre sus muslos, lamí despacio disfrutando de la piel cálida y los labios calientes de la mujer, su clítoris inflamado parecía llamarme.
- Asiii si mi vida, cómemelo todo… aahh que placer.
- Sigue hablando o me paro, - exclame desde debajo de la mesa.
- Jooder mira que eres pelma, vale, vale no pares, ya sigo ooooh sii… pues cuando ya lo han echado viene su reeducación, aoghh ¡que lenguaaa! Se les da una educación muy básica por oooh… medios audiovisuales parecidos al uuff… lavado de cerebro, siiii ahí en el clítoris maaas…aaahhh… después se les da la preparación necesaria para su puesto en aahhh… la sociedad, el mecanico solo entiende de ooohh… mecánica y lo mismo con uughhh… el carpintero, sigue asi cielooo que me tienes hecha un lago, uuffh… ¡qué gusto! méteme un dedo por favor.
- Vale dedo va, pero no te calles.
- Ni loca, esto no me lo habían hecho jamaas, aaaggh… sii nene que gusto siento, con tu lengua en el clítoris… ahh y el dedo dentro de mi chocho, pues eso que cada grupo ooohh… solo entiende de un oficio, asi no se meten en líos, los disidentes, vagos, gente conflictiva, delincuentes y sindicalistas protestones, aaahh joder que bien vas ooogh… fueron las primeros en “punto seguro 4” en ser “reciclados” ahora ¡si mi vida asiii! hacen de campesinos en los invernaderos, me voy a correr Toni, aaahh… no te pares por dios me tienes a punto, la gente obedece y los que no como ya he dicho, aaahh me corro aaggg, ¡si! me estoy corriendo cielito, asiii… en tu boca.
Ana se agitaba de los pies a la cabeza, su corrida fue muy intensa, tanto que casi se cae de la silla si no llego a sujetarla, salí de debajo de la mesa y la vi jadeando de gusto con la boca abierta, la levante la cabeza y la tendí lo que quedaba de su copa para que bebiera apurándola del todo, el hielo se había derretido totalmente y supe que ese trago iría mas cargado de droga que los demás.
Pasaron unos minutos en que pensé liberar las manos de Ana, su respiración tardaba en normalizarse y seguía cachonda pidiéndome en voz baja que siguiera haciéndola cosas, pero yo necesitaba saber mas así que no podía enzarzarme aun en el tema del sexo, la mantendría caliente hasta que escupiese toda la confesión.
Continuara…
Vale amigos ya se que esperabais una sesión de sodomía y un castigo, pero antes había que poner las cosas en claro, por vuestros comentarios me he dado cuenta de que carecíamos de elementos de juicio suficientes, para valorar adecuadamente la actuación y grado de inculpación de Ana, este capítulo subsana ese fallo, ahora podéis ser mas ecuánimes en vuestra sentencia de susto o muerte.
También debo reseñar que lo mencionado en el relato con respecto a la páginas web es cierto, ante la duda teclead en google “500 millones de personas” o también “Georgia guidestones” este monumento lo podéis ver en un programa de “cuarto milenio” (lo siento pero no recuerdo el numero) aprovecho la oportunidad para saludar a Iker Jiménez y a su colaborador Santiago Camacho, por su comentario en milenio 3 acerca de “Big ear” felicito a ambos por su labor, desde aquí y para vosotros amigos va este humilde homenaje y aplauso.
Por cierto en 11 comentarios solo había tres de muerte, si queréis poder votar nuevamente pero prometo que Ana no saldrá bien librada de esta.
¡Sed felices!