El Virus VR (37)

Novedades, "soldado" grupo numeroso, exploracion, emboscadas,muerte y venganza.

Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia, especialmente el 1º el 4º y el 9º pues explican el origen, la transmisión del virus y más datos importantes.


Diario de la infección, septiembre.

Recuerdo aquel mes por que ocurrieron varias cosas importantes, intentare contarlas por orden cronológico ya que mi mente se va reordenando mientras escribo, siento mis pensamientos más nítidos con el paso del tiempo, pero como decía, aquel mes…

Comenzó por una reunión, en la cual los mandos inspeccionamos los escasos daños recibidos por el vehículo atacado, una luna rota y huellas de piedras en la carrocería, solo uno de los integrantes de la patrulla presentaba contusión por pedrada en la cabeza, si bien su estado no era nada grave. No obstante se reunió a los integrantes de la milicia y se les alerto del nuevo peligro, instándoles a estar atentos en sus desplazamientos por fuera del perímetro durante las misiones de patrullaje y recolección, por lo demás la única novedad había sido la caza y muerte de varios infectados que salieron del bosque en dirección al pueblo, todos fueron eliminados por los centinelas.

Gracias al UAV localizamos mas “desinfectados” y los capturamos, primero una pareja joven y dos días después un hombre de unos 50 años, reabrimos el campo con una nueva pareja de guardianes, la observación del UAV nos permitió también localizar dos numerosos grupos de infectados en lugares opuestos del bosque, gracias a las imágenes térmicas supimos que el primero contaba con alrededor de ochenta individuos y el otro de unos sesenta, era de este ultimo del que se separaba ocasionalmente algún individuo, al que posteriormente capturábamos como fue el caso del mencionado cincuentón, hasta la fecha nuestra última captura.

Procuramos mantener controlados a ambos grupos para evitar sorpresas, pero como es lógico ellos tenían sus propios planes, no tardaron en percatarse de nuestras patrullas y desplazamientos convirtiéndonos en sus presas, comunique la novedad y desde “Base tranquilidad” me aseguraron que ya tenían disponible la artillería y que en caso de necesidad podían darnos fuego de cobertura, aquello era buena señal así que tras informar a los demás de la buena noticia me tranquilice y volví al torreón junto a mi querida Cecilia.

Con respecto a Cecilia, esta más guapa y según las pruebas algo mejor, sigo administrándola el compuesto medicinal del doctor Wilson, parece más alegre y despierta, de hecho se diría que aprende todo más rápido, además está muy cariñosa.


Entretanto en el bosque “soldado” se sentó en el tocón de un abeto, recordando que hacía muchas noches, el junto con sus dos subjefes, se habían reunido con otros líderes de manada que habían quedado por la zona; como recordareis tras el asalto fallido al torreón habían quedado en separarse y reunirse de nuevo una luna después, tras intentar reforzarse con todos los “sanos” disponibles de las inmediaciones, pero los grupos más grandes se habían alejado demasiado y a la reunión solo acudieron pequeñas partidas cuyos líderes eran bastante decepcionantes, naturalmente pelearon por el liderazgo y al final solo quedaron dos manadas en zonas opuestas del bosque con el pueblo entre ellas, “soldado” recordaba aquella noche con alegría, apenas había recibido heridas en la reyerta y disfrutaba de las atenciones manuales de la favorita de uno de los jefecillos derrotados, una morena pequeña con el pelo largo y mirada dulce poseedora de unos agiles dedos, que no paraban de acariciar su duro miembro hasta que le hicieron eyacular de gozo mientras que el comía el hígado aun caliente del líder vencido.

Los integrantes de las partidas derrotadas se unieron a los dos grupos, exceptuando algunos que por su cuenta se dirigieron al pueblo, oyeron disparos y nunca más se les volvió a ver, “soldado” estaba contento pues su grupo volvía a ser numeroso, conto 16 puñados de gente, cada puñado eran 5 como sus dedos, así que en su mente le revelo que contaba con 80 individuos en su gran manada, pero por dentro estaba a la par satisfecho y contrariado, si bien eran numerosos y aquello era una ventaja, también constituía un problema por la cantidad de bocas a las que alimentar, cualquier presa animal era devorada en minutos y los “normales” ya no abundaban tanto como antes, descubrían las casas vacías ya evacuadas y con minas en su interior que invariablemente al detonar mataban o mutilaban a uno de los suyos.

Llegaron las primeras lluvias y las noches refrescaron, intentaban por tanto dormir a cubierto en las granjas abandonadas, al hacerse de día salían a recorrer la zona mientras se movían por senderos y trochas en dirección a otra granja cercana, el se movía con el grupo central enviando a sus segundos por izquierda y derecha para explorar a fondo la zona en busca de cualquier caza, solían recorrer una docena de kilómetros al día antes de reunirse de nuevo en el bosque o en otra granja, allí comían lo que habían conseguido y aunque fuera poco, él como líder estaba siempre alimentado por las ofrendas de los demás.

Naturalmente no les paso desapercibida la situación cambiante del pueblo, vieron desde la espesura como se fortificaban y ponían alambradas, les llegaba el ruido de voces e incluso un día hicieron una fiesta con música y todo, de vez en cuando veían salir coches y un camión en dirección a los campos y frutales de la zona, en la mente de “soldado” fue naciendo la idea de atrapar uno de esos coches y dar de comer a los suyos con sus ocupantes, algo en su mente le indicó como hacerlo y una palabra se abrió paso en su cerebro “emboscada” durante unos días se dedico a mirar y pensar, apenas comía pues estaba concentrado en aquel problema, sus ojos enrojecidos seguían cada vehículo y el recorrido que hacían, inconscientemente comía tallos y alguna fruta mientras observaba con lo cual cuando volvía con los suyos al caer la noche apenas tenía hambre y casi no tocaba la carne.

Su nueva concubina, la morena pequeña de tamaño pero de cuerpo firme y manos agiles, se afanaba en hacerle feliz de cualquier modo que pudiera, gracias a estar con el líder solía aprovechar la comida que el despreciaba, la mujer acudía solicita al lado del macho y no tardaba en sentarse en su regazo, provocándole rápidamente una buena erección que “soldado” aprovechaba, solía tumbarse y dejar que aquella muñequita morena le cabalgara, ella agitaba sus caderas y acompañaba los movimientos con gritos de placer, a la vez que agitaba violentamente la cabeza ondeando al viento su frondosa cabellera mientras se tironeaba de los pezones, el no tardaba demasiado en extasiarse viendo a la hembra gozar, tan salvajemente lo hacía que no tardaban en ser imitados por parejas y hasta grupos de infectados más o menos próximos, nuestro protagonista tenia resistencia y a menudo cambiaba de postura, colocando a su chica con el culo en pompa, para acabar barrenandola ferozmente por su chorreante vagina, casi invariablemente tras un rato de poderosas envestidas eyaculaba fuertes y cálidos chorros de leche dentro de la gimiente hembra mientras sus cuerpos se arqueaban compartiendo el orgasmo, el sonido de los apareamientos del resto de las parejas a su alrededor era lo último que escuchaban antes de dormirse agotados.

El día que supo por fin como hacer la emboscada le dolía terriblemente la cabeza y tenia nauseas, lo achaco a la falta de comida y a pensar demasiado, pero no perdió el tiempo y tras dar cuatro voces reunió a su subjefes y a algunos más, retirándose a un claro para sentarse en circulo mientras él, entre gruñidos y gritos les explicaba lo que harían para detener una patrulla, todos estaban sucios y tenían barbas, salvo por la ropa más o menos andrajosa que llevaban, la escena podía representar a una partida de hombres de las cavernas haciendo planes para cazar un mamut, con un palo señalaba las posiciones de su gente y una piedra representaba el coche, los demás gruñían y asentían más o menos atentos, finalmente el plan quedo trazado y se dispusieron a llevarlo a la práctica.

Cuando vieron salir los vehículos (dos coches y un camión) observaron hacia donde se dirigían, rápidamente la partida se dirigió hacia la ruta que tomarían para volver y guiados por “soldado” prepararon su emboscada, atravesaron un tronco medio podrido en la carretera entre varios, entretanto se colocaron dos grupos de una docena de infectados en los márgenes y se ocultaron entre la maleza mientras los demás les traían piedras y troncos para arrojárselos a los coches, cuando estos pasaron de vuelta a la base se toparon con el obstáculo pero quiso la suerte que el camión fuera delante y el tronco no resistió la fuerza y presión de las ruedas, deshaciéndose literalmente al paso del pesado vehículo, por consiguiente el convoy no se detuvo y la granizada de piedras y demás proyectiles solo dañasen al ultimo vehículo, pero sin mayores percances, los ocupantes de los coches les dispararon pero no hubo víctimas.

El “soldado” apenado por el fracaso de su plan se dedicó a mejorarlo, separándose de la manada para buscar mejores sitios y posibilidades de emboscada, su plan tomaba forma lentamente y durante aquellas ausencias seguía comiendo cuanta fruta y raíces encontraba, solo una vez al volver con la manada comió carne y al poco vomitó, los dolores de cabeza no amainaban y el empezó a temer que le pasara lo que ya había visto en otros antes, aquellos enfermos no tardaban en ser atacados por los demás miembros de la jauría al oler de forma diferente, unos eran devorados y otros apenas mordidos, estos se quedaban postrados para recuperarse tan torpes como el primer día de infectados.

El era consciente de que empezaba a oler distinto, pero pensaba que solo estaba enfermo y sería algo pasajero que no tardaría en superar, entretanto lo solucionaba haciendo que toda la jauría corriese un trecho y luego se acercaba a sus componentes, frotándose con ellos y dando golpes y palmadas en las frentes y demás zonas sudadas de estos, el olor de los demás impregnaba sus manos y ropa ayudándole a enmascarar su propio olor, pero aquel engaño pasajero no podía durar demasiado, un día en plena sesión de sexo su chica le gruño y el tras darla una bofetada la alejó de su lado.

Había pasado diez días desde la emboscada frustrada, cuando se presentó una nueva oportunidad de ataque contra los coches, como en la ocasión anterior vieron salir al camión y un par de coches escoltándolo, en esa ocasión “soldado” corrió junto a los miembros de su flanco derecho a la carretera que los vehículos debían tomar de vuelta, por suerte el ya había reconocido la zona y sabia lo que hacer así que dirigió el grupo a una curva del camino donde había un  tendido eléctrico caído al parecer por un rayo, siguiendo las órdenes rugidas por su líder, los demás integrantes colocaron uno de los cables cruzando el camino y fijándolo a ramas de los arboles que este tenía a sus márgenes, lo fijaron a dos metros del suelo pero sin tensarlo del todo pues esto solo se haría a la orden de su jefe.

El plan era simple pero efectivo, no podrían hacer casi nada contra los vehículos cerrados, excepto apedrearlos y poco mas sin apenas resultados, pero en la caja abierta del camión siempre iban una o dos personas oteando vigilantes el recorrido, ese era su objetivo pues el plan era que el cable hiriese o hiciese caer a alguno de ellos al camino donde seria blanco fácil para apedrearlo o raptarlo, en el mejor de los casos los vehículos se detendrían y si intentaban salir de ellos atacarían en cuerpo a cuerpo a sus tripulantes.

El ataque esta vez salió bien, dio la orden y tensaron el cable en cuanto escucharon los motores acercándose, este estaba lo suficientemente sucio y embarrado para resultar casi invisible entre el verdor de tanto ramaje cercano, en la caja del camión Natalia una de las mujeres que había sobrevivido en la casa de turismo rural, observaba atentamente la ruta fusil en mano, se había bajado un poco la visera de la gorra por que la molestaban en los ojos los rayos de sol que se filtraban a través de la hojarasca, de repente el sonido de los pájaros dejo paso al silencio y ella inconscientemente levantó la cabeza intentando descubrir el motivo.

Aunque no iban a más de cuarenta por hora, el impacto del cable en el cuello de la mujer fue tremendo decapitándola por completo, el salvaje tirón recibido impulsó el cuerpo hacia atrás arrojándolo fuera del camión haciéndolo caer hacia atrás y a la derecha de la carretera, los ocupantes del vehículo de atrás vieron caer el cuerpo chorreando sangre y la cabeza de la mujer golpeó con fuerza el el cristal astillándolo, la impresión hizo que el conductor del coche se detuviese pero los dos vehículos de delante seguían avanzando ignorantes de lo ocurrido.

-         ¡Sigue joder sigue! – Gritó Lucas dentro del coche, añadiendo - ¡Nos ha caído encima la cabeza, está muerta, si te paras nos mataran a todos!

El coche siguió su camino mientras les caían encima bastantes piedras y otros objetos, desde las ventanillas apenas abiertas sonaron unas ráfagas de tiros hacia la espesura del bosque circundante, aquello hizo que todo ataque cesase mientras el coche se alejaba unos buenos cien metros del lugar de la emboscada.

Lucas aviso por radio al coche de cabeza donde estaba Julián, se detuvieron y cuando el segundo coche los alcanzó se reagruparon mientras comentaban lo ocurrido, cuatro hombres con Julián a la cabeza volvieron al lugar de los hechos pero allí solo quedaba un charco de sangre, tanto el cadáver como la cabeza habían desaparecido, solo se escuchaba a lo lejos un numeroso ruido de pisadas alejándose velozmente, tristes y apenados lo milicianos dieron la vuelta y volvieron en sus vehículos al pueblo.

El “soldado” y su grupo volvieron rápidamente a la casona donde había estado la noche anterior, a su paso se les iban uniendo los restantes miembros de la jauría, atraídos por el jaleo y por el olor de la sangre fresca se fueron reuniendo todos, el líder no consintió que nadie comiera hasta estar reunidos y que todos pudieran participar en el consumo de la presa, entretanto desnudaron el cuerpo y uno de sus subjefes se apropio del cuchillo de la muerta, el resto de las trinchas, cargadores, ropa y equipo fue tirado a un lado, finalmente aparecieron los tres jóvenes que habían desaparecido con la cabeza de la muerta, saltaba a la vista que se habían divertido con ella, la pusieron junto al cuerpo y tras rugir contando como había sucedido todo se permitió que comenzara el banquete.

Al cabo de un rato viendo comer a su jauría, “soldado” arrebató lo que quedaba de la cabeza de la mujer a unas hembras que tras comerse sus ojos mordían afanosamente la cara y frente, se alejó unos metros en dirección al rastro de sangre, sacó su cuchillo y corto al bies el extremo de una rama, seguidamente metió esta por lo que quedaba de la mordisqueada laringe de la cabeza y dando un fuerte golpe la dejo allí clavada, encarando la ruta por la que vendría la milicia siguiendo el rastro de sangre.


Al enterarse de la noticia por la emisora Toni quiso salir de inmediato, pero la vuelta del convoy los retrasó y la prudencia se impuso, no podían hacer nada por la muerta además en unas horas seria de noche, cualquier grupo podía ser atacado en la espesura al abrigo de la oscuridad y eso haría su situación peor de la actual, se dejo aconsejar y decidió que saldrían al día siguiente apenas amanecer para hacer una batida con un grupo numeroso.

Aquella fue una mala y larga noche llena de oscuros presagios en el pueblo, Carlos el marido de la difunta Natalia se encaró con Toni amenazándole de muerte por no salir a buscar a su mujer, este le respondió con paciencia que la mujer había muerto ayudando en la recolección de comida para el beneficio de la comunidad, todos le apoyaron y poco a poco los ánimos se fueron tranquilizando un poco, pero los sentimientos de venganza contra los infectados aumentaron.

Al siguiente amanecer, un grupo de veinticuatro milicianos (hombres y mujeres) salieron en los tres todo terreno y el camión, estaban armados hasta los dientes y dispuestos a masacrar a quien fuera que encontrasen, no tardaron en llegar al lugar de la emboscada donde dejaron los vehículos y seis hombres Carlos el viudo era uno de ellos, el resto siguió la pista de sangre por el bosque desplegados en guerrilla.

Una hora después, el sargento Guzmán llamo a Toni mostrándole la cabeza de Natalia clavada en una rama a un metro y pico de altura, le faltaba bastante carne, la nariz, orejas y ojos, tenia restos de esperma en el pelo, el cuadro era tan horrible que más de uno vomitó sin poder contenerse, algunas mujeres hacían lo propio y lloraban desconsoladamente ante la escena, algo más cerca de la casa hallaron lo que quedaba del cuerpo, es decir huesos más o menos pelados y desperdigados por la zona, manchas de sangre seca salpicando la explanada, su uniforme y efectos tirados de cualquier manera, la furia de los milicianos aumentó mientras recogían todo aquello y lo metían en unos petates.

La batida por la zona dio un fruto inesperado, localizaron a un infectado viejo y cojo que intentaba escapar de ellos, Toni se le acercó y le dio una corriente con su porra eléctrica durmiéndolo en el acto, llamaron a los vehículos para que fueran a recogerlos mientras trasladaban al infectado dormido a la puerta de la vivienda, al llegar estos y desmontar sus ocupantes se mostro a Carlos lo que habían hallado, el hombre se desplomo llorando por su mujer muerta pero tras un momento se levantó, mirando al infectado dormido y señalándolo reclamo venganza, el resto de los milicianos le apoyo con murmullos que poco a poco se transformaban en gritos.

Toni miró al sargento Guzmán y a Julián, ambos asintieron con la cabeza, permanecían silenciosos pero expresando odio con los ojos, Toni se resignó y dijo:

-         ¡Sargento Guzmán, que forme la milicia en dos filas de frente a la puerta, armados!

-         Señor si señor, será un placer.

Toni se acerco al infectado dormido y tras coger una cuerda lo izó a pulso ante una ventana, paso la cuerda por sus sobacos y le ato fuertemente para que permaneciera casi en pie, acabado el trabajo se giro viendo la última imagen que vería el condenado, veintitrés hombres y mujeres con expresiones de odio, todos con sus fusiles en posición de firmes aguardando impacientes, tomo un cubo y lo lleno de agua verdosa de un abrevadero enguarrado, girándose se lo tiro a la cara al infectado, tras dejarlo caer al suelo volvió con sus hombres.

El infectado despertaba, rugía e intentaba atacarlos extendiendo los brazos, la cuerda lo retenía por el pecho, Toni desenfundó su pistola Glock gritando:

-         ¡Atención milicia, Prevengan, carguen armas, selector en ráfaga!

El sonido de las armas cargándose, ahogó el de la pistola de Toni mientras este hacia lo propio, volvió a gritar:

-         ¡Preparados, sobre el infectado, apunten, a mi señal!

Toni dudo un instante mientras apuntaba y veía a su víctima por la mira de su pistola, recordó a Natalia cuando la rescataron, recordó a Natalia de uniforme, recordó a Natalia riéndose en la boda de Dani, recordó la cabeza de Natalia clavada en una rama desfigurada mordida y usada, gritó:

-         ¡¡¡FUEGO!!!

El infectado recibió 23 ráfagas de tres proyectiles más un tiro de pistola, en total 70 proyectiles de golpe en su cuerpo, este pareció deshacerse ante aquel alud de plomo, su cabeza prácticamente desapareció en una nube de sangre.

Lo dejaron allí colgado de la ventana rodeado de chorretones de sangre infectada, la milicia recogió sus cosas y montó en sus vehículos, de vuelta al pueblo y a sus familias y seres queridos, acababan de recibir un recordatorio de lo que les pasaría si los infectados les vencían.

En el todo terreno Toni viajaba en silencio, jamás pensó dar aquella orden pero había sucedido, confiaba en que la fiebre destructiva de la venganza no alcanzase a Cecilia ni a los “desinfectados” del pequeño campo de concentración, debería controlar a Carlos el viudo por si acaso.

Continuara…


Bien amigos, una vez más me disculpo por la tardanza en los envíos, el curro ya sabéis…

¡Novedades! Ya veis como las cosas empiezan a cambiar para “soldado” de líder de manada puede pasar a ser su cena una de estas noches, esperemos que no… porque tengo otros planes para él, pero como siempre estoy abierto a sugerencias e ideas.

¿Habrá mas emboscadas? Si ¿victimas? Si pocas pero alguna habrá, también algún protagonista mordido, algo más de sexo y acción, etc.

Si a alguien le molesta la escena de la ejecución, lo siento de veras pero la gente en situaciones límite tiene reacciones extremas, solo pretendía mostrar al detalle como el odio común une a ciertas personas contra otra u otras distintas, (podéis pensar en colores, religiones, razas, etc, en caso de dudas ved un telediario) al releer el capitulo podéis saltaros ese trozo si lo deseáis pues no afecta al hilo principal de la historia, imaginad que ahorcaron al infectado o que simplemente no lo hallaron.

Recibid un cordial saludo y como siempre…

¡Sed felices!