El Virus VR (25)

Después de la batalla, médicos y CSI, recogida de pruebas, analisis y resultados, retirada y vuelta a la tranquilidad.

Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.

(Venga no seáis vagos, que la historia es según dicen buena)


Amanecía un día gris plomizo, era la mañana siguiente a la batalla del torreón aunque los puristas la llamarían más bien masacre que batalla, habíamos tenido cinco muertos y una herida, pues a Lucy se la considero así tras llevarla al interior donde el farmacéutico inspecciono su nalga izquierda, la mordedura del chaval no llego a traspasar la tela del vaquero que llevaba, pero había dejado una buena mancha de saliva infectada sobre su piel donde se formaba un buen cardenal con una marca de arañazo, la decisión del farmacéutico fue ponerla en una celda durante una semana aislándola de los demás por si acaso tenia reacciones adversas.

Una vez que la joven se quito el vaquero cambiándoselo por un pantalón de uno de los difuntos guardias, fue llevada y encerrada en la celda contigua a la de Ceci y la pusieron un camastro con sabanas nuevas, el resto de las bajas habían sido Tomas el jornalero, Joaquín el de la excavadora, Rosa la esposa de Luis el que ayudo con los cubos de cemento en la “operación cierre de puertas” fue la que murió ayudando a Lucy en el nido de la Mg-3, recordemos que cayó de la muralla con aquel crio agarrado a ella, siendo acogida a mordiscos por los infectados que había al pie de la misma, también estaban muertas María Rupérez y Carmen la viuda ya mayor que se había quedado con la pareja de farmacéuticos protegiendo el muro menos expuesto, tanto ella como María tenían la garganta desgarrada a bocados, afortunadamente Toni llego a tiempo de ayudar a Ernesto y de un culatazo había desnucado al chaval atacante, el pobre farmacéutico estaba vivo pero totalmente desolado por la muerte de su esposa.

El comandante palacios me llamo y me hizo pasar al despacho del jefe de puesto, tras pedirme que cerrara la puerta y llenar unos vasos con coñac charlamos “confidencialmente” me informo de que estaban de camino varios helicópteros, traerían médicos y forenses de un equipo mixto americano y nacional que se dedicaban al estudio del virus, además vendrían tropas de sanidad y un equipo de tropas de escolta para montar un pequeño hospital con instalaciones NBQ, instalarían incluso dos pequeños cuartos donde hacer autopsias y un laboratorio de muestreo y análisis rápido, sería algo provisional y no deberían permanecer allí más de una semana, su objetivo era recoger infectados heridos leves para su recuperación y análisis, los muertos también serian analizados así aportarían pruebas y datos de sus andanzas, recopilando esta información se esperaba conocer la estructura social de dichos enfermos, mediante análisis conductista en las horas previas al ataque, al parecer el mando y los doctores coincidían en la impresión que tuvo Toni al indicar que los infectados tenían lideres.

Las órdenes que le dieron, eran hacer un arco en forma de C desde el barranco hasta la vaguada rodeando el torreón, hasta llegar a 100 metros del bosquecillo pero sin entrar en él, allí distribuiría a sus personal junto a los 20 paracaidistas disponibles formando una línea y estando atento a posibles ataques de infectados, no podían rematar heridos hasta que no se les autorizase por el grupo de médicos y forenses, su misión era aislar el torreón y sus muros del bosquecillo hasta nueva orden, se ordeno despejar de vehículos la parte posterior cercana a la cuesta de la vaguada para hacer sitio al hospital provisional.

Llegaron los helicópteros del FAMET cerca de las 10 de la mañana eran seis, dos “Tigre” de escolta y un “Puma” transportando al equipo de médicos, les acompañaban tres grandes “Chinook” de transporte el último de ellos traía colgando un contenedor con una gran cruz roja, primero descendió uno de estos últimos dejando en tierra a cerca de 40 hombres, solo diez eran sanitarios y se dedicarían a montar el hospital, los treinta restantes eran paracaidistas que se unieron a las fuerzas de Toni, que ya se estaban desplegando cuidadosamente formando el arco ordenado, estos caminaban entre muertos y heridos infectados observando las terribles heridas que las armas habían causado en ellos, el olor a mugre y suciedad era tan intenso que se detuvieron para atarse pañuelos y mascarillas, aun era algo pronto para ver cuerpos podridos o descomponiéndose pero las escenas que vieron impresionaban a todos.

Detrás de ellos los helicópteros descargaban su carga y personal, elevándose rápidamente una vez cumplida su misión volvían a su base, permaneciendo solamente uno de los “Tigre” orbitando la zona para cubrir el despliegue de efectivos, los hombres a pie completaron el semicírculo deteniéndose a cien metros del bosquecillo, la mitad miraban hacia este y el resto salteados hacia las murallas, apenas distinguían como se montaban las tiendas e instalaciones provisionales del hospital, paso una hora hasta que vieron los primeros grupos de hombres con sus trajes NBQ moverse entre los cuerpos caídos, uno de los paracas exclamo:

-         Grison y compañía, los CSI haciendo de las suyas.

-         Que CSI, ¿Cómo los de la tele? –Dijo el cabo Lucas.

-         Es un equipo de forenses que se dedica a recoger muestras de los infectados. –Respondió Toni, añadiendo- con su recogida de heridos para análisis ayudan a vencer al virus.

-         JA JA ¡Si claro! -Dijo el paraca de antes- por eso los apodan los carniceros.

-         Aclare eso soldado, no es lo que me han informado.

-         ¡Mire teniente, yo no quiero líos! Pero vamos a muchos sitios como este y siempre hacen lo mismo, recogen 20 o treinta heridos, los medio curan y analizan experimentando con ellos, ¿cree que los anestesian? Espere a la noche ¡aullaran de dolor hasta el amanecer! Después de tres días de análisis se llevan a los tres o cuatro que más les apetece y ejecutamos al resto disparándoles en la nuca antes de irnos.

-         No es eso lo que me han dicho. –Exclamó Toni.

-         Mi teniente yo no dudo que no se lo hayan dicho, -Dijo el paracaidista- pero es lo que llevamos haciendo durante tres meses.

Toni palideció y enseguida pensó en Cecilia, ¿si la ponían la mano encima esos carniceros estaría a salvo? Lo dudaba, seguramente la torturarían con sus pruebas, la convicción se abrió paso en su mente si la dañaban… ¡los mataría!

Entretanto los hombres vigilaban para evitar sorpresas desde el bosquecillo o la explanada llena de cuerpos, está en la naturaleza humana que la mente desconecta lo terrible a base de aislarse de la cruel realidad usando el humor, en este caso comenzaron a usar un humor de lo más negro posible, riéndose de los muertos y heridos enfermos del virus, comenzaron a oírse frases diciendo:

-         ¿Qué tal cabeza hueca, has tenido un mal día?

-         ¡Mirad aquel tío! Eso sí que debió de ser un buen dolor de estomago. –Uno de los paracas señalaba a un cadáver prácticamente destripado por las ráfagas de un Mg.

Un infectado se arrastraba más allá, había caído sin duda en varias trampas de clavos y sus pies eran prácticamente dos muñones sangrientos, un paisano le decía a gritos:

-         ¿Dónde iras pies planos? –Varios celebraron la ocurrencia a carcajadas.

-         Mirad zagales, eso sí que es un desperdicio de buen culo. –Decía Roberto señalando a una alambrada cercana.

Toni con Roberto y varios más se acercaron un poco a mirar, caída en Angulo sobre una de las alambradas con el culo en pompa había una chica joven y morena de larga cabellera, en  su espalda se veían dos agujeros de salida de bala, no la podían ver la cara oculta por su pelo pero la muerta había llevado falda mediana, ahora rasgada y aleteando por el viento como si fuera una bandera azul marino con líneas amarillas, la firmeza y tersura de su piel delataba que era una joven de 18 o 20 años.

-         Si señor un bonito culete y muy bien hecho. –Dijo un paracaidista.

-         Y bien follao también. -Dijo Roberto, añadiendo- ¡me como la boina, si lo que la sale del chumino y del culo no es lefa reseca!

-         ¡Coño, va a ser que si! –Dijo Lucas- y se la han tirado varios por la cantidad.

Toni miro más detenidamente, observo que la joven no llevaba un tanga clarito, lo cual había creído en su primer vistazo apresurado y tímido, sino una concentración de grumos resecos en su culo vagina y muslos, anonadado dijo:

-         No es posible, los infectados no follan entre si, al menos eso creo.

-         Pues la habrán violado jefe, pero esa leche reseca es de anoche seguro.

-         Aquí hay otra más o menos igual de usada, -Un paracaidista señalaba algo más allá el cuerpo de una cuarentona.

Esta tenia los restos de un vestido que al caer al suelo se había levantado, entre sus piernas abiertas se veían las mismas manchas de esperma reseco, pero lo peor llego media hora después cuando vieron los mismos signos en otra joven semidesnuda, estaba bocabajo y al girarla vieron que aun seguía viva agonizando de un tiro en el pecho, estaba embarazada de unos ocho meses y dentro de su barriga se apreciaban movimientos leves.

Informaron rápidamente del encuentro y enseguida llego uno de los coches, dos camilleros y dos médicos recogieron a la joven velozmente llevándosela al hospital, Toni imagino lo que pasaría descartarían a la madre herida y meterían a la criatura en una incubadora para su estudio, algo cruel pero efectivo en nombre de la ciencia.

Estuvieron en sus posiciones hasta bien entrada la tarde, viendo como los médicos y expertos hacían su trabajo sin apenas descansar, después los llamaron diciéndoles que avanzaran hacia el torreón rematando todo cuerpo que vieran aunque pareciese muerto, comenzaron a sonar disparos y a volar cabezas en su camino de vuelta, Toni se adelanto pues quería charlar con el comandante Palacios.

Al llegar allí le comunicaron que estaba reunido con los doctores Wilson y Eguia pero le hicieron entrar, el comandante los presento formalmente y le pidieron que tomara asiento, charlaron y así nuestro protagonista se entero de algunas cosas, la situación se estabilizaba pero no era buena, en nuestro país quedaban millón y pico de personas “normales” de cuarenta que había antes del virus, la proporción se mantenía en prácticamente todo el planeta, se calculaba que había en la actualidad menos de 500 millones de habitantes en todo el mundo.

Había naciones que ya solo figuraban en los mapas, deberían “recuperar” a sus antiguos pobladores si se conseguía un remedio, en caso contrario serian esterilizadas con armamento nuclear táctico, además no se tenían noticias de muchos países de religión islámica, que como ya se dijo fueron los primeros donde se liberó el virus.

Con respecto a este descubrieron que el antídoto original, solo funcionaba en ciertas condiciones y con determinado tipo de pacientes, ya que al parecer durante las pruebas se cometieron errores y uno de los sujetos del experimento tenía una enfermedad de esas que se saltan una generación, tal error garrafal y digno de principiantes fue debido a reducciones de presupuesto en conjunción con un fallo informático, los resultados de liberar aquel virus sin estar preparados para atajarlo habían sido devastadores para la especie humana.

Habían descubierto que el virus mutaba con los distintos tipos de sangre, ese era el principal motivo ya que por ejemplo, si un infectado de A+ mordía a uno de B- este moría a causa del choque de distintas cepas, en caso de ser dos del tipo A+ el mordido lo pasaba mal unos días pero lo superaba, en resumen que tenían varias cepas activas en cada grupo de enfermos y debían hacer vacunas para cada tipo, los resultados eran desalentadores.

Con respecto al tema del sexo entre infectados, le dijeron que ya tenían pruebas de que si lo hacían, de hecho la sociedad que formaban era parecida a “Jaurías” o equivalente a “manadas” con líderes o machos dominantes y siervos, según creían no podían procrear infectados por el hecho de expulsar el virus en libertad y sin tratamiento a los ocho meses, pero desde luego si que podían hacer el acto y procrear pues es un instinto fisiológico básico, las hembras podían concebir y de echo había hallado mujeres muertas en que el feto enfermo había matado al sano, el tema aun estaba en estudio y sin conclusiones fiables.

Dijeron a Toni que una patrulla bajaría al pueblo a buscar un camión, entretanto harían una fosa común con la excavadora para enterrar a los infectados muertos, su misión seria recoger los cadáveres y amontonarlos en dicho camión para posteriormente llevarlos a la fosa y enterrarlos, así dejarían libre la explanada del torreón para rechazar posteriores ataques si los había, el comandante ofreció a sus hombres para ayudar en la construcción de defensas, al menos durante los días que estuvieran en la zona, además les dejarían suficientes armas y municiones para todos así como les enseñaría el manejo y uso de granadas y minas, no podía dejarles armamento pesado del tipo de morteros ni mas ametralladoras Mg-3 que las que ya tenía pero si abundante munición para ellas.

Mientras apilaban los cuerpos llego el camión, otro grupo con la excavadora se dedicaba a preparar una fosa común a la izquierda del edificio pero bastante alejado de este, los trabajos se interrumpieron al caer la noche y todos volvieron a la seguridad de las murallas excepto los paracaidistas responsables de la seguridad del hospital.

La noche paso despacio y mal, los gritos de los infectados heridos eran horribles y los equipos de médicos y forenses no paraban, Toni bajó a hacer compañía a una Lucy asustada y charlaron durante mucho tiempo, ella le conto su vida llena de pobreza y miserias hasta que se metió en aquel club de alterne donde conoció a Mara, desde entonces la vida la había tratado bastante mejor y al menos seguía viva, Toni la dejo hablar mientras bebía y después la dijo que era la segunda Lucy que conocía desde que comenzó lo del virus, ella no se lo creía pero nuestro protagonista le conto lo de su vecina morena de su piso en la ciudad, lo habían pasado muy bien juntos hasta que a ella la mordieron en una pierna y se suicidó, saltando por el hueco de la escalera tras darle un beso.

Lucy le vio triste recordando a aquella mujer, le dijo que se recobrara pues era un buen tío y se centrara en su cariño por Ceci, también le dijo que la comunidad le quería en serio pues sabían cuanto se arriesgaba por ellos, no había un solo hombre, mujer, niño o abuelo que no dijera algo bueno de él, todos sabían que el corría riesgos para que ellos no se arriesgaran o lo hicieran lo menos posible, nominalmente el líder era Julián pero en el interior de todos Toni era su autentico jefe.

-         He perdido a cinco personas defendiendo el torreón. –Dijo el hombre.

-         Y yo he visto una autentica marea humana, a la que hemos parado dos veces gracias a ti. –Respondió Lucy- si tu no hubieras estado organizando la defensa y dirigiéndonos, nos hubieran pillado en los bloques y ahora estaríamos todos muertos.

-         Eso no lo sabes segura.

-         Quedamos 35 de 40, nos hemos enfrentado a 700 de ellos y seguimos vivos, no eres el primero que baja a visitarme hoy, ¡créeme este pueblo te debe la vida! y lo sabe.

-         Gracias Lucy, necesitaba oírlo.

-         Y yo que dejen salir de aquí, antes de que me vuelva loca con los gritos que salen del hospital.

-         Pues ya has oído que tienes una semana de estar encerrada.

-         Pero los médicos se irán en unos días y tú podrías hacerme unos mimitos, no serás cabroncete y me tendrás una semana sin nada de nada.

-         ¡ya veremos nena, de momento tenemos que enterrar a un montón de basura o apestaremos hasta el día del juicio final.

Al rato Toni volvió a su cuarto y durmió, al día siguiente continuaron con la tarea y enterraron a los infectados, las cuentas daban 539 cuerpos enterrados y rociados con cal viva, las patrullas habían localizado huellas y se calculaba que entre el pueblo y sus alrededores quedaban unos 200 infectados en grupos dispersos, las batidas por la zona del bosquecillo permitieron identificar al menos a cuatro líderes de manada abatidos, uno de ellos tenía colgada del cuello una ristra de orejas arrancadas a mordiscos como símbolo de su poder.

El tercer día salieron los médicos y forenses diciendo que habían finalizado su trabajo, se procedió a desmontar el hospital de campaña, los médicos fueron llevados a los bloques donde reconocieron a todos los miembros de la comunidad, dejando medicación para algunos achacosos y ancianos que la necesitaban, luego en compañía de Ana y Doc inspeccionaron a Ceci y revisaron sus análisis, los resultados los dejaron perplejos pues en pocos casos habían tenido una mejoría semejante en tres meses.

Toni aprovecho para estar a solas con la chica una hora en su habitación, pero la vio tan triste que saco su genio y dijo que necesitaban estar solos más tiempo, efectivamente Ceci estaba triste aunque la habían tratado bien pero ella añoraba sus juegos y paseos, además de la presencia de “su Toni” este exigió que acabaran con sus pruebas y los dejaran volver al torreón en paz, pues allí la chica tenía más libertad y se desenvolvía mejor, Doc y Ana se mostraron conformes pues tenían material con el que trabajar todo un mes, los demás doctores no se negaron y se llego a un acuerdo.

El campamento se levanto la tarde del día siguiente, todos los del pueblo volvieron a sus hogares, los forenses se llevaron a seis heridos y el resto fue ejecutado, los paracaidistas enterraron 19 cuerpos al lado de la fosa común y también los rociaron de cal, tras entrenar a los hombres en el manejo de minas y granadas, los paracaidistas les dejaron 15 fusiles mas y abundante munición para ellos y las Mg-3, así como dos cajas de granadas y otras dos de minas antipersona, cuando estaban todos en los helicópteros el comandante palacios le dijo a Toni:

-         Suerte amigo mío, si necesita ayuda de nuevo no dude en llamar.

-         Me harán poco caso, pero recurriré a Doc cuando vuelva.

-         Si se ponen tontos los de la radio pregunte por mi y exija habar conmigo, yo no defraudo a mis hombres ni a mis amigos, ¡esta es mi mano!

Ambos hombres se estrecharon las manos en señal de amistad, instantes después los helicópteros se elevaban dejando solos a los del pueblo, Toni agarraba una carpeta con los “deberes” que Doc le había puesto para cuidar a Cecilia, era su única condición para dejarla a solas con él, en la celda del torreón estaba Lucy y el hombre solitario en la explanada pensó que no le vendría mal hacerla una visita, mas tarde a la hora de cenar bajaría a recoger a su rubia.

Continuara…


Bien amigos en este episodio quería aclarar algunas cosillas y solucionar algunas preguntas que debían rondaros la cabeza, espero haberos dado una imagen aceptable del estado de la pandemia en este punto de la historia, creo que en el siguiente episodio Toni y Ceci tendrán alguna alegría… ya me entendéis.

Entretanto no paséis mucho calor y como siempre…

¡Sed felices!