El Virus VR (23)
Despertar y explicaciones, instrucciones y reparto de personal, tomando posiciones en el torreon, llegada de infectados y primeros tiros
Se recomienda la lectura de los episodios anteriores, para una mejor comprensión de la historia.
Ana se movía suavemente contra el cuerpo de Juan, notando su calor corporal contra su piel se despertaba ronroneando voluptuosa junto a su hombre desperezándose lánguidamente, sintió sus labios contra su mejilla y los pelos de su cara sin afeitar rozándola levemente la piel, ella abrió los ojos dispuesta a mas pero…
- ¡Tú no eres… Toni! ¿Qué haces aquí? Sal de mi cama.
- Hola Ana, buenos días a ti también.
- ¡pero tú no estás bien de la cabeza o que imbécil! Soy tu superior no puedes encamarte conmigo.
- Escucha Ana, pasó lo que pasó aunque no lo buscáramos y nos dormimos anoche después de… bueno ya me entiendes.
Ella levanto la sabana y se miro, solo tenía puestas las bragas y estas estaban medio acartonadas por el semen seco que habían absorbido durante la noche.
- Me has follado, ¡serás malnacido! Dije que no quería sexo y tú te has aprovechado.
- Ana nadie se ha aprovechado necesitábamos eso, recuerda estuvimos hablando y luego… te derrumbaste llorando, una cosa llevo a la otra y no me arrepiento, te soy sincero.
- Me da igual eres un aprovechado, levántate coge la puerta y vete, ¡fuera de mi cuarto!
- En primer lugar no soy un aprovechado, -Dijo el levantándose de la cama- en segundo lugar después de los orgasmos que tuviste y la paliza que nos dimos, no tengo fuerzas para coger ni mover puertas a estas horas, además y en tercer lugar eres ¡tú! La que estas en mi habitación y no quiero que te vayas así de cabreada.
Ella permanecía en la cama tapada con la sabana hasta las narices, ocultando tanto su cara enrojecida por el pudor como su cuerpo desnudo con manchas pálidas de semen seco, sus ojos miraban la habitación inquietos volviendo al cuerpo desnudo de Toni que seguía de pie junto a la cama, sus ojos se fijaron en el miembro medio erecto de este y ella se relamió nerviosa sabiendo que aquel ejemplar la había penetrado la noche anterior pues estaba recordando rápidamente lo sucedido.
- Lo siento me he despertado pensando en Juan y… me has asustado.
- Te comprendo Ana, ¿seremos buenos amigos?
- A lo que parece ya lo hemos sido, ¿a que más me obliga tu amistad? ten cuidado al responder pues sigo siendo tu superior en rango.
- He dicho amigos, nada de obligaciones por ninguna de las partes, pero podemos charlar de lo que quieras y hacernos compañía si quieres.
- ¿Sin pasar por la cama?
- Sin compromisos puesto que sigues tirando de galones, además tú sigues queriendo a tu Juan y yo a mi Ceci, si quieres charlar lo haremos y si queremos de lo otro pues… también podríamos pero sin obligaciones.
- Está bien, me parece aceptable tu propuesta. –Dijo Ana admirando el rabo de Toni que se erguía por momentos.
- Ahora mi teniente ¡a la ducha! Que el día va a ser largo.
- Ve tú delante, yo saldré después pues no tengo más que ir al laboratorio y no tengo prisa.
Toni se ducho y le pareció oír gemidos en la habitación, supuso que Ana hacia algo más que recordar lo de la noche anterior, no le importó que la mujer despertase con sus dedos la hembra dormida que llevaba dentro desde hacía meses, pues sabía que el seria el beneficiado por tanta hambre de macho atrasada, acabo de ducharse y se afeitó seguidamente se puso su ropa dejando que Ana le viera hacerlo, antes de salir la dio un beso en la cara y la guiño un ojo partiendo hacia la casa de Julián.
- Buenos días familia, -Dijo Toni entrando y saludando a Juana con un beso en la cara.
- Buenos días Toni mi Julián está acabando de vestirse.
- Ya estoy aquí, -El alcalde salió de la habitación- que tal la noche, yo he dormido estupendo después de tanto trabajo, caí en la cama como un cesto.
- Yo he dormido bastante relajadito y contento.
- Ya me pareció oír escándalo en la casa de Mara y Lucy esta noche, pero me pareció oír voces de dos hombres distintos dentro.
Toni se imagino que las clases del cabo Guzmán y del soldado Díaz no habían acabado en el torreón, sino algo mas tarde y en la habitación de las chicas, pero no se sintió celoso ni le dio importancia pues ellas eran lo que eran y punto, Julián y el charlaron mientras desayunaban abundantemente, sabían lo que se les venía encima y debían estar preparados para el esfuerzo que tendrían que asumir, planificaron la defensa de los bloques y del torreón, tenían 24 mujeres y el mismo número de hombres entrenados, incluyendo a Toni hacían 49 armados y dispuestos, el resto de los habitantes de los bloques eran, Cecilia que estaba sedada y cuatro abuelitos que cuidarían de los 16 niños pequeños de menos de 16 años que vivian allí, tenían un buen surtido de escopetas y pistolas así como algunos rifles de caza mayor, también contaban con 30 fusiles de asalto (9 aquí procedentes de Llo… y el resto arriba) y dos Mg-3 además de los cetmes de Toni y las armas que estaban en la requisa del torreón, pero dado que tenían poca munición para ellas quedarían como armas de última hora, los 4 de la escuadra de protección mas los dos ayudantes de los médicos ayudarían a la defensa de los bloques con sus armas.
Julián y Juana se quedarían para dirigir la defensa de los bloques, ayudados por el cabo guzmán y su escuadra además de 10 de los civiles a ser posibles parejas mayores que no pudieran correr mucho, dado que su posición seria estática y fácil de defender, eso le dejaba con 37 personas para el torreón así que aceptó la propuesta de Julián de llevarse a tres zagales (una chica y dos chicos de 15 años) para ayudar a repartir municiones y llevar agua a los que ocuparan las almenas, además se llevarían 4 fusiles de asalto y varias armas diversas así como municiones para los que salían, Toni dejaría sus cetmes y su réplica del AK 47 en manos de los defensores, el farmacéutico y su esposa pese a estar entrenados y dispuestos a luchar, subirían y harían el papel de sanitarios.
Bajaron al patio a las ocho de la mañana, todos estaban ya esperándoles y sin pérdida de tiempo les expusieron su plan, naturalmente hubo quien protestó pues querían quedarse con sus hijos, se tardo algo en convencerlos e incluso algunos que debían quedarse cambiaron puestos con los que no querían salir, pero había gente menos molesta como por ejemplo los tres zagales, estos encargados de reponer municiones estaban encantados con la idea de tomar parte en aquella aventura, convirtiéndose así en héroes ante el resto de la chiquillería local y de sus propios padres.
Finalmente se pusieron de acuerdo todos, Toni se reunió con Julián, el cabo Guzmán y los doctores, indicándoles que tras salir ellos cerrasen bien las puertas atrancándolas por dentro, cortasen la luz de los ascensores y toda puerta debía ser asegurada con llave excepto las imprescindibles para ir de un bloque a otro, encerrarían y asegurarían a los críos y abuelos sobre todo, además les recodó que no debían olvidar sedar a Cecilia en cuanto comenzara el jaleo, permanecerían en contacto con la radio, Ana dijo que llamaría a la comandancia pidiendo soporte aéreo para el torreón pero no estaba segura de obtenerlo.
Todos se despidieron y montaron en los vehículos la mitad llevaba algún arma, escopetas, fusiles o pistolas con ellos, cargaron varias botellas de plástico con restos de detergente liquido de lavadora, algunas municiones para escopeta y fusil de caza, además de las dos vigas que harían de puente sobre el foso mientras Toni subía a despedirse de Ceci, ella estaba despierta y le dio un fuerte abrazo, el hombre vio como la doctora se giraba precipitadamente para no ver la escena simulando estar revisando datos de las pruebas, Toni se dejo besar por Ceci y charlaron con su particular mezcla de manos y palabras, la chica parecía mejor y más atenta a sus explicaciones, se la veía más vivaracha que hacía unos días, parecía que el retrovirus funcionaba bien.
Después de dejarla hablo con “Mac el chiflado” este parecía asombrado pues según las pruebas y tras aplicarla dicho retrovirus, habían detectado la casi desaparición de la orden de morder que todos los infectados tenían como orden básica el reiniciarse sus cerebros, es decir que siguiendo este tratamiento podían conseguir en un mes que Ceci no fuera agresiva, aunque seguiría siendo peligrosa con respecto a sangre y fluidos, estaban trabajando a la vez en una idea para disminuir la concentración de virus en la sangre que la hiciera algo menos contagiosa.
Una vez despedido de todos, Toni se unió a su grupo montando en un vehículo y partiendo del garaje salieron hacia su destino en la defensa del torreón, el breve viaje de veinte minutos rodeando el pueblo les dio algunos sustos, se veían algunas personas por las calles, aquellos infectados no parecían en muy mal estado incluso alguno corrió un trecho detrás de los coches pero sin alcanzarlos, Toni llamo a los bloques indicándoles que comenzaba a haber gente nueva en el pueblo, eran los primeros de la multitud que llegaría así que debían estar preparados para la defensa lo antes posible.
Siguieron su camino llegando al torreón poco después, colocaron las vigas sobre el foso y metieron los vehículos en el patio, retirándolas una vez dentro el ultimo vehículo que cabía en el interior y dejándolas tiradas en el patio, dos monovolúmenes debían quedar fuera por la falta de espacio para todos, así que fueron llevados a la parte posterior y aparcados junto a la cuesta que daba a la vaguada puesto que no esperaban que nadie subiera por allí, entretanto Toni revisaba bien el edificio y abría la celda sacando las armas de sus cajas, todos hicieron una fila y fueron pasando a recoger las armas que este les iba entregando, además de cuatro cargadores para cada una de ellas, se aseguro de que las Mg-3 fueran colocadas en sus posiciones asignadas previamente, situándolas en los vértices de dos lienzos de muralla y a ambos lados del portón principal donde tendrían buen ángulo de tiro.
Toni reposto el grupo electrógeno con combustible y lo reviso pues no debía fallar nada esa noche, con varios hombres más se dedico a abrir y distribuir el jabón de lavadora entre las 10 botellas de plástico de 5 litros que habían llevado, dejando casi un litro en cada una y rellenando el resto de cada botella con gasolina súper, fijando finalmente con cinta de embalar una granada a cada botella, aquello serviría como napalm para los que cayeran en el foso, la mezcla de jabón y gasolina al explotar se derramaría esparciéndose ardiendo, afectando indistintamente a toda la piel y ropa que tocase, llamo a los cuatro cabos (Roberto, Lucas, Dani y Mara) dándoles dos botellas a cada uno y haciéndolos responsables de su uso correcto, además les entrego una pistola Beretta de 9mm a cada uno, herencia de los antiguos ocupantes del cuartel así como dos cargadores de reserva para cada arma, además de cintos y cartucheras que habían pertenecido a los difuntos guardias civiles, finalmente reunió a los 8 que aun no tenían fusiles de asalto y les entrego sus tres cetmes cortos asignándoles a tres de ellos dos escopetas de corredera para cada uno, los dos que quedaron estaban armados con fusiles de caza y presumían de ser buenos tiradores, por lo que les dijo que permaneciesen con él en la terraza.
Coloco ocho personas en cada uno de los tres lados de la muralla que aguantarían el ataque principal, en los vértices de estos estarían las dos armas pesadas con sus dotaciones de tres personas, en el lado menos expuesto y que daba a la cuesta puso a la pareja de farmacéuticos y a otra mujer, los tres zagales permanecían entre los vehículos del patio cerca de las municiones y el agua, dispuestos a acudir veloces donde se los llamase, finalmente en la terraza y dominando todo el lugar estaba Toni con sus dos “cazadores” y el abogado al cuidado de la radio, este tenia a su lado el AK 47 del calibre 22 con sus dos cargadores.
Una vez situados todos nuestro protagonista se paseó entre ellos, asegurándose de que veían los marcadores de distancia a 100, 200 y 300 metros, aconsejándoles como disparar y recordándoles como cargar y sustituir cargadores, recomendó a los equipos de Mg que no se entusiasmaran demasiado en tiro automático diciéndoles:
- Recordad que toda la munición que tenemos se la comerían estas preciosidades en 10 minutos, usad ráfagas cortas y precisas debe sonar tatatatata pausa y de nuevo ráfaga corta, en caso contrario se calentara el cañón y deberéis sustituirlo perdiendo un tiempo valioso, ¿alguna pregunta?
- Yo me lio un poco con las distancias, -Dijo uno.
- Si no recordáis o no veis los marcadores, recordad esto; desde 0 a 150 metros veréis las caras y distinguiréis las facciones tales como ojos, cejas, nariz o boca, de 150 a 350 metros distinguiréis el bulto de la cabeza sobre los hombros, más allá solo veréis la silueta humana, ¡repetidlo todos!
Todos repitieron las frases, Toni se las hizo repetir 10 veces en voz alta hasta que todos lo recordaron de memoria, seguidamente añadió:
- Recordad que un hombre caminando avanza entre 5 ó 6 km por hora, del borde del bosquecillo hasta aquí hay 600 metros es decir que los tendréis a tiro durante 6 minutos, desde que aparezcan entre los arboles hasta que lleguen al pie de la muralla, ¡Tiempo de sobra para cargárselos a todos! además de que las trampas y obstáculos los retendrán o inmovilizaran, tirad sin prisas y controlad los nervios.
- Otra cosa más cuando lleguen, yo y los cazadores nos ocuparemos de los corredores, los demás concentraros en cargaros a la masa y no disparéis hasta que lo ordene, les dejaremos llegar a 200 metros para que hagáis mas blancos fiables, apuntad a la zona alta del pecho para que caigan al suelo y no avancen, ya los remataremos más tarde pues se trata sobre todo de evitar que lleguen a la muralla.
- Además y por lo que más queráis, no disparéis todos al tío más raro o estrafalario que veáis, centraros en vuestros sectores de tiro y abatid al que se os ponga delante, digo esto porque en las batallas antiguas todo el mundo intentaba alcanzar al oficial, lo conseguían ¡claro esta! y el pobre tipo aparecía con 20 e incluso mas disparos en el cuerpo, mientras que los de su alrededor avanzaban casi sin un arañazo, eso no debe ocurrir aquí ¡sed democráticos! Abatid a todo el que avance hacia vosotros u os morderán.
Toni miro la hora las 12:10, decidió no esperar mucho más tiempo y hacer que los que venían se apresurasen un poco, a las 13:00 tocarían con vuvucelas y cualquier instrumento musical que tuvieran a mano, dio permiso a todos para ir al servicio o a comer algo y les dio 40 minutos para hacer lo que desearan, pues sabía que la espera sin nada que hacer les crisparía los nervios y era mejor que se distrajesen ahora que podían.
Llamo a Ana y la dijo que comenzarían a llamar a los infectados a la una, si conseguía apoyo aéreo debería llegar hacia las dos y media más o menos y bombardear el bosquecillo, pues a esa hora debería estar lleno de infectados intentando librarse de las trampas o comiéndose a sus camaradas caídos, creía que a esa hora debía haber allí un embotellamiento importante de cuerpos, recomendaba el uso de napalm o bombas de racimo e incluso una pequeña de vacío como última opción si ellos no conseguían pararlos, ella afirmo que intentaría conseguir algo, les deseó suerte y desconectó.
- ¿Qué es eso de bomba de vacío? –Dijo Mara detrás de él.
- Perdona cabo no te oí llegar por las escaleras.
- No me extraña con el barullo que tenemos allá en el patio, están todos impacientes por empezar.
- Me habías preguntado… ¿qué es una bomba de vacío?
- Si te he oído y me ha llamado la atención el nombrecito.
- Su denominación técnica es bomba Termobarica, pues libera un gas que se fusiona con el aire y al estallar quema todo el oxigeno de su zona de acción, incluso el que estés respirando en ese instante dentro de ti.
- ¡No suena muy agradable! Ni para ser una bomba.
- Si te cae cerca solo veras un fogonazo antes de arder por dentro y por fuera, ardera todo el oxigeno que tengas dentro de tu bonito cuerpo, incluido el que tuvieras en fosas nasales oídos y boca, la llaman la “Mini bomba atómica” pero estate tranquila no creo que me hagan caso y la tiren aquí pues estamos demasiado cerca del bosquecillo, incluso tirándola allí solo quedarían de nosotros cenizas.
- ¿estando a más de medio kilometro? Que pasada de fuerza debe tener.
- Créeme que la tiene de sobra, esperemos no tener que suicidarnos.
Todo el mundo aprovechaba para comer y beber algo, asi que Toni y Mara les acompañaron animándolos algunos hicieron rápidas visitas al servicio víctimas de los nervios, finalmente a las 12:50 Toni les ordenó volver a sus puestos llevando consigo cualquier instrumento musical, o cosas diversas que pudieran usar para montar escándalo, cacerolas y palos, algunos silbatos, una armónica incluso un viejo cornetín de pregonero salieron a relucir, además claro esta del trió de vuvucelas que habían traído a propósito, Toni les vio ocupar posiciones y preparar sus armas mientras miraba su reloj.
- Bien amigos míos es la una en punto, llamémosles a comer ¡TOCAD FUERTE!
Una cacofonía de sonidos diversos atronó la zona, las vuvucelas dominaban pero los demás tocaban con ganas vertiendo en sus instrumentos sus ansias de odio y rabia, pensaban que debían librarse de aquellos infectados que los tenían acojonados desde hacía casi un año cuando todo empezó, esta era su oportunidad de vengarse por tanta muerte, sustos y temores nocturnos.
En la azotea los cazadores y Toni se miraban repasando sus armas, el primero era Conrado el armero este tenía dos fusiles de caza con mira telescópica y 100 proyectiles listos, el segundo era su hijo Braulio este solo tenía un arma con mira y un viejo Máuser de la guerra civil con el que aseguraba hacer maravillas, tenían bastante munición e incluso dieron cartuchos a Toni para su Remington de las reservas que subieron de los bloques.
Tocaron durante tres minutos y pararon durante diez, volvieron a tocar tres minutos y pararon de nuevo para no dejar sordos a los defensores, siete minutos después vieron figuras moviéndose en el bosquecillo, los de la azotea se echaron los fusiles a la cara tumbados en el suelo para garantizar la precisión de sus disparos, vieron por sus miras telescópicas como las pocas figuras del principio trastabillaban y caían al suelo al pisar las trampas, ralentizando a los que venían detrás de ellos y obstaculizando su avance, esos habían sido los mas rápidos en correr desde el pueblo y ahora estaban heridos y cojos intentando salir del bosque, se les fueron uniendo mas sombras y siluetas hasta parecer un oscuro y sombreado muro movedizo entre la espesura resultando apenas visibles.
- ¡Atentos todos ya están en el bosque! No disparéis hasta que lleguen a los doscientos metros, cabos quedáis al cargo de dar la orden, nosotros cazaremos a los mas rápidos.
Debió llegar uno de los grupos de doscientos que esperaban, pues la masa oscura se hizo más grande extendiéndose por el bosque, pero al poco fueron saliendo de el tropezando y cayendo sin pararse, vieron muchas piernas heridas y siluetas cojeando hacia ellos soltando salvajes gritos y gemidos que helaban la sangre, los tres de la azotea veían ropas manchadas de sangre fresca y apreciaban heridas recientes en aquellos cuerpos torpes pero extremadamente peligrosos.
- Fuego. –Musitó Toni para que solo le oyeran los otros dos de la terraza.
Resonaron tres disparos y cayeron tres cuerpos con las cabezas perforadas, a partir de ahí dispararon a su aire cada uno escogía su víctima y la disparaba con precisión, Toni se dio cuenta de que ni el armero ni su hijo exageraban al hablar de puntería, eran muy buenos disparando como demostraban los cadáveres que dejaban por el camino, mientras recargaba sus cinco balas vio como el más joven abatía a un tío en la linde del bosque de un tiro en el pecho, cambiando su fusil de precisión descargado por el viejo Máuser se cargo a otro de la zona de la derecha a cuatrocientos metros, con igual precisión y apenas apuntándole durante tres segundos, el padre era mas metódico y algo lento pero igualmente letal con un arma en las manos, Toni una vez recargado su Remington apunto a una chica de unos 23 añitos pechugona directamente a su escote, pero antes de disparar la vio caer con un disparo que se la llevo medio cuello en un chorretón de sangre, el armero se le había adelantado por segundos, así que dijo:
- Eso ha estado muy bien, pero recordad cubrir cada uno su sector de fuego o se nos colaran.
- Ya lo hacemos jefe, pero a esa vecina buenorra la tenía ganas hacia tiempo. –Dijo Conrado.
- ¿Quién era papa, me la he perdido.
- La hija de la Concha, ya sabes la más cotilla del pueblo y la niña… de tal palo tal astilla.
- ¿Donde la has dao, en los hocicos? –Pregunto Braulio mientras disparaba a otro hombre acertándole en los riñones, pues estaba forcejeando para quitarse un alambre del pie.
- No hijo, en el cuello para que se callara de una vez.
- Una pena papa, tenía buenas tragaderas ya te digo que sí.
Mientras recargaba de nuevo tras abatir a cinco mas, Toni miró abajo y vio a la gente de las almenas comentando entre ellos como caían los infectados, parecían estar viendo un partido de futbol e incluso se reían de la manera de caer al suelo los infectados, estuvo a punto de reñirlos pero los dejo explayarse sabiendo que por dentro seguían nerviosos, los de arriban recargaban por turnos cuando podían y habían conseguido abatir a unos 40 cuando llegaron los grupos de infectados que se esperaban a media tarde, sin duda habían corrido guiados por el sonido.
Primero notaron aumentar el griterío en el bosque, este pareció cobrar vida de repente por la multitud de siluetas que se movían en su interior, miraron en aquella dirección por las miras y vieron cientos de infectados atacando a sus propios heridos e inmovilizados por las trampas, sin duda el olor de la sangre los volvía locos y debían estar hambrientos, pues una horda de aquel tamaño no encuentra fácilmente alimentos en abundancia.
- Luis, abogado llama a la teniente Ana, dile que si ha encontrado apoyo aéreo nos lo envíe al bosque ¡ya! tenemos cientos de blancos listos.
- Recibido envío mensaje.
- Los de abajo ¡estad preparados! Ya vienen.
- Estamos listos. –Respondieron varios.
- Los cazadores alto el fuego y a recargar todas las armas.
- Aun quedan unos pocos en la explanada, una docenita más o menos. –Dijo Braulio.
- Déjalos pues recargar es más importante, en pocos minutos te van a sobrar blancos hijo mío. –Respondió Conrado.
Continuara…
Bien lectores continuaremos la matanza en breve, pensaba recopilarla toda en un relato amplio pero al final he decidido daros un aperitivo en lugar de meterlo todo en el siguiente relato.
Prometo no tardar en la continuación, entretanto:
¡Sed felices!