El Virus VR (20)

Buen despertar, entrenamiento femenino, helicópteros tiros y visitas, noticias.

Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.

Toni volvió al torreón y reviso el grupo electrógeno, no se demoró mucho limpiándolo y repostándolo de combustible, rápidamente se quito sus ropas y se dio una ducha para quitarse el sudor y el tizne de la cara, al acabar fue a la cama viendo el cuerpo de Ceci medio arropada con la sabana, ella dormía relajada y como siempre tenía puesta una de sus camisas como pijama, se fijo en sus manos sonriendo pues la chica como siempre que estaba sola se agarraba la tela con sus manos, el se tumbo a su lado mirando hacia ella tras colocar el despertador para tres horas después y se quedo dormido mirándola.

Casi a las diez sonó el despertador y ambos abrieron los ojos, se encontraron mirándose y se abrazaron con ganas besándose en la cara pero dejando ambos sus manos vagar libremente por el cuerpo del otro, Toni sabia que vendrían las mujeres del pueblo y no disponían de mucho tiempo para ellos, pero las manos de su rubia toqueteándole el falo erecto debido a la trémpera mañanera y la habilidad de sus suaves dedos, le decidieron a darse una alegría con su chica para comenzar bien el día, así que la dijo:

-         Ceci cariño quítate la camisa mientras me pongo una goma y jugaremos a los novios ¿vale?

-         Si Toni.

Las manos de la chica volaron quitándose los botones, mientras el hombre se inclinaba hacia la mesilla sacando una goma y rasgando el envase con los dientes, mientras se colocaba el preservativo Ceci se contoneo traviesa ante el excitándole, Toni estaba maravillado y excitado a tope viendo el maravilloso cuerpo desnudo de su rubia, rápidamente estaba listo para ella y tan impaciente que ni se puso los guantes de látex, girándose la acaricio los pechos lujuriosamente mientras ella se tumbaba abriéndose de piernas y con sus manos guió el miembro hacia su húmeda grieta, el interior estaba caliente y húmedo Toni se hundía en aquella hembra tan acogedora con toda la pasión que pudo, comenzó a moverse despacio en el interior de ella sintiendo como las paredes de la vagina le acogían, apretando y masajeándole el miembro en su totalidad a cada vaivén que daba en su interior.

Sin dejar de penetrarla se apoyo en las manos y dejo que sus labios recorrieran la cara, orejas y cuello de Cecilia esta sonreía e intentaba hacerle lo mismo pero manteniéndole abrazado contra su cuerpo, sentía los pechos y los pezones de la chica contra su pecho excitándole mientras sus caderas aumentaron la velocidad de penetración, ella se agitaba y mecía sus caderas de lado a lado mientras comenzaba a gemir más rápido, sintió que el aumento de flujo le beneficiaba en el deslizamiento y aumento el ritmo de sus embestidas, Ceci dejo caer la cabeza hacia atrás abrazándole con más ganas y cruzando sus piernas sobre las caderas de Toni aupándose a pulso hasta apenas rozar la cama, resoplando ambos de placer unos minutos hasta que se sintieron llegar al éxtasis ella decía:

-         Ya toniii, yaaa.

-         Si nena, yoo tambieeen, me corroo.

Toni sentía flaquear sus fuerzas al correrse dentro de la rubia, cayó sobre su cuerpo mientras ella se contoneaba agitándose entre espasmos de placer pero sin soltar sus brazos y piernas del cuerpo del hombre, permanecieron así juntos muy abrazados mientras sus cuerpos se relajaban durante un par de minutos, su quietud solo se vio rota cuando se dedicaron a besarse en las caras, Toni la dijo:

-         Cecilia cariño te voy a besar en los labios, no los abras ¿vale?

Ella asintió y le puso morritos, Toni paso sus labios y lengua por ellos recorriéndolos centímetro a centímetro lentamente, el calor y la suavidad de estos le embriagaba, tuvo que echar mano de toda su fuerza de voluntad para no llevar el beso mas allá, separaron sus bocas y un hilillo de saliva brilló a la luz de la mañana uniendo sus labios.

-         Bien señorita Cecilia la rubia bonita, -Dijo Toni con palabras y gestos de sus manos- hay mucho que hacer hoy, ducha paseo pinchazo y desayuno después te pondré tu vestido pues vendrán muchas señoras a verte, tendrás que estar muy guapa y serás muy buena, ¿recuerdas lo que te dije ayer? No gruñirás a nadie y no te separaras de mí ó de quien deje a tu cuidado ¿vale Ceci? si alguien se porta mal contigo me lo dirás y yo le daré una patada en el culo, tú sola no te enfrentes a nadie, es importante.

-         Sii Toni, enti…endo todo, yo seré bu…ena.

-         Tú ya eres buena amor mío, solo que nadie más que yo lo sabe pero eso cambiara hoy.

Se pusieron a hacer todo lo que tenían pendiente, a las once y cuarto Ceci ya estaba peinada vestida y preparada para la visita, Toni la había puesto los guantes  pero sin sujetárselos y tampoco la colocó la bola en la boca, pues quería confiar en ella, salió al patio y metió al fondo su todo terreno todo lo que pudo para dejar sitio a los coches que viniesen, dio instrucciones a Cecilia para que se quedase dentro del torreón y se dejara que la tocaran el guante como saludo, llamo a Julián y este le informo que las mujeres estaban de camino hacia el torreón, recordándole de paso que se esperaba la llegada de los helicópteros hacia las tres de la tarde.

Al rato aparecieron los tres monovolúmenes y un coche, el abrió el portalón y los hizo entrar despacio en el patio donde pudieron aparcar bastante justitos, empezó a salir el mujerío que los ocupaba mientras Toni cerraba el portalón tras ellos, las contó eran 24 mujeres de todas las edades posibles y casi todas armadas con algún tipo de fusil o escopeta, recordó que Julián le dijo en su primer encuentro que una docena de ellas les ayudaban a disparar y el resto recargaban armas, además del pueblo grande habían traído a seis más que parecían luchadoras y decididas, echando cuentas dedujo que tenía otras seis reclutas sin experiencia en armas, pero decididas a adquirirla como fuera por el bien de todos, la primera de la fila era Juana la mujer de Julián, seguida por Mara y Lucy al lado de la mujer del farmacéutico, también vio a Paula la chica que había viajado con Dani en el viaje de vuelta al pueblo, había varias jóvenes de unos 17 años y también un par de abuelitas voluntariosas.

Colocándose ante ellas les dijo con voz firme:

-         Bien ante todo sean bienvenidas al torreón, este será nuestro punto de defensa principal y su centro de entrenamiento de armas, cuanto antes se acostumbren a manejarlas más seguras estarán con ellas en sus manos, de momento las dejaremos todas aquí a mi lado así que por favor pongan aquí a mi lado sus armas no importa si están descargadas o cargadas.

Las mujeres no se hicieron de rogar y dejaron las armas al lado de Toni, este las fue revisando y descargando minuciosamente para evitar accidentes, colocándolas el seguro a todas y colocando las escopetas en un montón, en otro las carabinas y fusiles de caza, en el ultimo puso los fusiles de asalto, diciendo:

-         Bien señoras, ahora que hemos evitado que alguien muera de forma accidental, recuerden que las armas llevan seguro para algo y solo se quita para disparar, no mencionare por esta vez cuantas han sido las imprudentes, ¡está bien! las seis primeras suban al paso de ronda en la cima de la muralla apuntando hacia fuera, cojan solo escopetas al pasar a su lado.

El pasó por detrás de ellas enseñándolas la manera correcta de empuñarlas y apuntar, así como de cargarlas y accionar sus seguros rápidamente, cuando estuvo convencido de que habían comprendido las hizo bajar y cambio a otro grupo de mujeres, repitió la operación hasta que las 24 aprendieron a manejar las escopetas de caza, seguidamente las enseño a todas el manejo y recarga de los fusiles de asalto, así como de las pistolas y carabinas todo aquel adiestramiento le llevo varias horas hasta que quedo convencido, de que al menos básicamente habían entendido todas el manejo de sus armas y como apuntar debidamente, finalmente llego el momento más peliagudo en que todas las reclutas ya solo querían disparar algún tiro de verdad a lo que fuera, pero él dijo que ya dispararían cuando llegasen los helicópteros pues el ruido atraería a los infectados hacia ellos.

Entretanto las hizo entrar para que viesen a Cecilia y tomasen algo de comer, avisándolas de que solo saludasen a la chica estrechándola las manos enguantadas ó hablándola, pero no intentasen darla besos ya que era su primer contacto con mas personas y debían evitar que se pusiera nerviosa, les rogo que fueran bastante corteses con ella.

Las mujeres que no la conocían de antes sonrieron al saludarla con cortesía, pero las del pueblo fueron algo mas locuaces con expresiones del tipo “como has cambiado” o las mas con un escueto “estas muy guapa” pero ninguna se paso de la raya con la joven, se notaba que Juana las había puesto las pilas a todas antes de venir, Mara y Lucy se acercaron a Toni diciéndole:

-         A ver machote cuando bajas de nuevo, con esta hembra cerca pero sin poder tocarla estarás como un mono salido, así que cuando necesites un desahogo ya sabes.

-         Chicas por favor, ¡nos están mirando!

-         ¡Toni por favor! Míralas bien, mas de una estaría ya sobándote si no fuera porque son unas reprimidas. – Dijo Mara.

-         Hablando de reprimirse, - Dijo Lucy- anda y vente conmigo un momento al coche que te dé un repaso, que te tengo ganitas.

-         No sería un buen anfitrión, no puedo dejar sola a Cecilia con tanto mujerío cerca y a punto de venir los helicópteros, pero os visitare pronto.

-         Nos visitaras esta noche después de lo de las puertas machote, - Dijo Mara- en caso contrario nos quejaremos a Julián pues eres de los poquitos tíos buenos que hay por aquí, no puedes abandonarnos de cualquier modo y pasar de nosotras, eso no se hace sin que una busque un porqué.

-         Si chato, -Tercio Lucy- además no creo que te parezca bien que alborotemos el gallinero.

-         Vale chicas, no hay nada que alborotar ni nada más que hablar, me pasare luego si no estoy muy cansado pues hoy va a ser un día largo y ajetreado.

-         Tú tráeme ese cuerpazo que yo te pondré en condiciones, -Dijo Lucy- tenlo por seguro que hoy no te me escapas ¡macizo!

-         Te advierto que yo tampoco me voy a quedar quieta nene, -Soltó Mara- así que tomate una viagrita o unas vitaminas por qué no sabes lo que te espera.

Toni se alejo de aquellas dos lobas salidas, reuniéndose con el resto de las mujeres comiendo algo de lo que ellas habían traído en tarteras y tapers mientras esperaban a los helicópteros, no paso mucho rato hasta que le llamaron por la emisora de onda corta, respondió a la llamada e indicó a los pilotos donde tomar tierra en la parte posterior de las murallas del torreón, avisó a las mujeres haciendo que saliesen a las almenas y tomaran sus armas, se dio un paseo distribuyéndolas de forma ordenada por tres de los cuatro lienzos de estas, en la zona donde tomarían tierra solo coloco a un par de las más mayores para que dieran la alarma en caso de apuro.

Tras meter a Cecilia en su celda por si acaso, subió a la terraza y desde allí recordó las instrucciones de tiro, debían disparar sin prisas tomándose su tiempo para apuntar a sus blancos a ser posible tiro a tiro para no malgastar munición, las de los fusiles de asalto podían disparar con el selector en modo “ráfaga” es decir que harían tres disparos cada vez que apretasen el gatillo, pero las recordó que no se entusiasmasen y recordasen como cambiar los cargadores rápidamente, el ruido de los helicópteros se aproximaba rápidamente y el sonido tableteante se hizo más intenso.

Toni miró con sus prismáticos a los dos pájaros que se acercaban, reconoció el familiar fuselaje del primero era de caga y transporte de tropas, un CH-47D Chinook de 30 metros de largo y dos rotores, le seguía un estrecho y esbelto pero mortal EC 655 “TIGRE” de escolta fuertemente armado, ambos pintados de verde y con el rotulo FAMET al lado de la escarapela con forma de círculo rojo y gualda del ejército del aire, en su cola lucían la cruz de san Andrés en forma de aspa negra sobre fondo blanco.

Se puso en contacto de nuevo con los pilotos, dándoles indicaciones para acercarse así como la escasa velocidad del viento y su dirección, vio como el “Tigre” les orbitaba observando la zona alrededor del torreón y el pinar, entretanto el Chinook aterrizaba a unos 40 metros de la pared posterior de las almenas y bajaban varios hombres vestidos con uniforme de camuflaje, por la rampa trasera del aparato que acababa de tomar tierra, dos más desde dentro empujaban unos carros que llevaba encima varias cajas de material.

El piloto informó que dejaban allí a los doctores y a su escuadra de protección, junto con las armas solicitadas pero solicitó instrucciones de donde dejar la comida que llevaban, Toni le indico la dirección de los bloques de viviendas y les pidió que se las dejasen en la azotea para que pudiera ser recogida por los allí refugiados, el piloto dio el recibido y se dispuso a despegar una vez descargadas las armas y el material de laboratorio que quedarían en el torreón.

Toni dejo la radio y salió por la puerta acompañado de cuatro de las mujeres, rodeando el torreón se acercaron a los ocho uniformados que ya tiraban de los dos carros con material, ayudándolos a meter todo aquello por el portalón de entrada, el helicóptero Chinook ya despegaba elevándose en dirección a los bloques donde Julián les hacia señales con una bandera, el “Tigre” de ataque le siguió sin dejar de controlar los alrededores haciendo giros frecuentes. Acababan de cerrar el portón cuando una de las mujeres gritó:

-         Ya vienen, esos cabritos salen del pinar.

-         Recibido – Dijo Toni- ¿Cuántos y como de rápido vienen?

-          Unos veinte y cagando leches, -Dijo una.

-         Aquí también, más o menos veinte y con prisas, -Dijo Juana desde el lienzo de muralla de su izquierda.

-         Bien señoras –Dijo Toni- ¿querían pegar unos tiritos verdad? ¡pues leña al mono! Despacito y apuntando con cuidado, las de las escopetas que esperen a tenerlos mas cerca y apuntando alto, las demás que empiecen ya, ¡Fuego a discreción!

Los seis hombres de la escuadra de protección se unieron a las mujeres de las almenas, mientras empezaban a sonar disparos e incluso algunas ráfagas de arma automática, los otros dos uniformados siguieron a Toni al edificio y subieron a la terraza con él, a su alrededor el tiroteo arreció contra los infectados que corrían hacia el edificio, nuestro protagonista cogió su fusil Remington y comenzó a disparar contra los infectados más cercanos a ellos abatiendo a cinco en rápida sucesión de certeros tiros en la cabeza, mientras recargaba vio salir a bastantes de la arboleda calculo unos treinta mas bastante dispersos, tomo la radio y dio aviso a los helicópteros.

El EC 655 “Tigre” se giro rápidamente y apenas se movió, pues tenía el pinar a tiro y dentro de su alcance efectivo, se le vio resplandecer unos instantes cuando los fogonazos de sus armas lanzaron un infierno mortal contra el linde del pinar, ocho misiles de 70 mm surcaron el cielo aterrizando junto a la primera fila de arboles, de allí surgieron fogonazos llamaradas y grandes columnas de tierra cuando sus cohetes estallaron, un pino cayo violentamente a un lado y otro literalmente se transformo en lluvia de astillas al ser alcanzado de lleno, sembrando esquirlas, terrones, piedras y ramas violentamente a su alrededor con los que alcanzo a dos infectados cercanos, uno de ellos aun dio dos pasos antes de caer con una rama atravesándole de parte a parte.

Pero el “Tigre” no había acabado, del cañón rotatorio de 20mm que tenia bajo el morro surgieron varias ráfagas de proyectiles hacia el mismo blanco, multitud de impactos que hacían surgir del suelo finas columnas de tierra de casi dos metros de alto chocaban con los caminantes, los brutales impactos arrancaban brazos y piernas por doquier, al menos la cabeza de uno de ellos, se transformo de repente en una nube de color rojo que salpico violentamente materia diversa su alrededor, las mujeres gritaban alborozadas ante aquel cuadro desolador de muerte y jaleaban al piloto para que diera otra pasada, las que no gritaban seguían disparando como posesas hasta que finalmente no quedo en pie nadie a quien abatir.

Toni esperó un poco pero nadie más surgió del bosquecillo, los helicópteros una vez finalizada la descarga de material se fueron hacia Punto seguro 4, les grito a las mujeres que recargaran cargadores y armas sin olvidar ponerlas el seguro, seguidamente Toni se giro  hacia sus dos nuevos huéspedes y se presentó debidamente, los dos uniformados eran la teniente Ana López médico militar itinerante, asignada a la “base tranquilidad” en Llo… y ayudante actual del doctor Angus Mac Fadder, conocido por todos como “Mac el chiflado volador” el mismo insistió en su presentación en ser llamado así pues le había cogido afecto al apodo, el resto del grupo lo componían dos ayudantes sanitarios y un cabo de la legión con tres soldados más, que servían de escuadra de protección a los médicos.

El cargamento que habían traído constaba de un laboratorio de análisis portátil, así como un botiquín bastante bien surtido y con capacidad para intervenciones quirúrgicas, además de 20 fusiles de asalto G3 y dos ametralladoras pesadas Mg-3 copia modificada de la célebre Mg 42 de 7,62Mm con veinte cajas de 500 proyectiles en cintas, además de 5000 proyectiles de 5,56Mm para los fusiles de asalto, 24 granadas de mano y otras diez fumígenas completaban su reducido arsenal, en los bloques habían dejado dos palés de comida con leche condensada y comida diversa en total 2000 kilos de comida para todos los supervivientes.

Finalmente llegó el momento que Toni temía y ambos doctores expresaron su deseo de ver a Cecilia, Toni los acompaño hacia las celdas pero antes de entrar los dos doctores se quitaron las chaquetas de camuflaje, sus dos ayudantes un hombre y una mujer de unos treinta años de aspecto adusto, estaban en el recibidor abriendo una caja de aluminio de un metro de larga, de la que sacaron unas batas de quirófano verdes así como unas mascarillas de goma, guantes de látex y diverso material de quirófano.

Nuestro héroe aprovechó para dar un buen vistazo a los dos médicos, Ana López era una morena de metro setenta, con el pelo cortado a lo “marine” poseía una cara delgada donde se marcaban sus angulosos pómulos, su cuerpo era muy delgado sin apenas curvas que delatasen su femineidad, Toni se fijo seguidamente en Mac “el chiflado” medía un metro noventa y también era delgado pero sus piernas eran muy largas mas parecía cigüeña que persona, pecho escuálido de pájaro y cuello largo pero flaco desde este su protuberante nuez parecía un tercer ojo que todo lo dominaba, su enorme cabeza se balanceaba a cada paso que daba, tenia pelo rubio y rizado desde las patillas a la nuca dejando a la vista su calvicie en la parte alta del cráneo, tenia además gafas gruesas de concha y nariz aguileña pero siempre parcia sonreír con su enorme bocaza.

Una vez ataviados con mascaras, gorro y guantes los dos médicos siguieron a Toni a la zona de celdas, este se adelanto deteniéndose ante la celda de Cecilia viéndola sentada en su camastro con su vestido blanco algo arrugado, ella se levanto al sentirse observada y su cara de preocupación cambio de golpe, se incorporó rápidamente casi abalanzándose contra los barrotes diciendo:

-         Toni sí, quiero ven.

-         Yo a ti también cielo. Respondió este dejándose abrazar por entre los barrotes y dándola un beso en la mejilla.

Los dos médicos se detuvieron asombrados, al verla abalanzarse contra los barrotes supusieron un ataque, pero verlos así… los desconcertó del todo, Mac se quito la mascarilla y preguntó:

-         ¿Esta joven es Cecilia? La muchacha de la que hablamos.

-         Si doctor Mac, esta es Cecilia se la presentare como es debido. –Toni se giro mirando a Ceci hablándola despacio y usando a veces las manos para explicar algo- mira nena este señor es el doctor Angus, pero le gusta que le llamen “Mac el chiflado volador” ha venido a verte y cuidarte para que te pongas buena, la otra señora es la doctora Ana y le ayudara a cuidarte, debes ser amable con ellos, ¿sí?

-         Si ¿ayudar? A mí.

-         Eso es Ceci, así podremos estar siempre juntos.

Ella se giro mirando a Mac y Ana con sus ojos de gata, valorándolos y decidiendo si eran amenazas o amigos para ella y su hombre, Toni les indico que se acercasen sin miedo mostrándoles los guantes que la chica tenia puestos, les dijo:

-         Vamos no sean tímidos, salúdenla denle un toquecito en los guantes será para ella como si la estrecharan la mano, si quieren digan algo pues de lo contrario se puede sentir molesta, ella entiende todo lo que decimos.

Ambos médicos se acercaron a los barrotes, Mac alargo la mano y la sonrió mientras la daba un ligero toque en su guante, dijo mirándola a la cara:

-         Encantado de conocerte Cecilia, yo soy Mac y me gustaría ser tu amigo.

La doctora se acerco e hizo lo mismo, presentándose.

-         Amigos los dos, ¡bien! Toni y yo novios… muy mas amigos.

-         Quiere decir que… -El hombre se ruborizo un poco.

-         Ya nos hacemos una idea de lo que quiere decir la señorita, -Dijo Ana fríamente mirándole.

-         Debemos hablar un momento a solas, -Dijo Mac- vamos a otro sitio.

Salieron de la zona de celdas y charlaron, Toni les informo que llevaba casi dos meses cuidando de la chica, les enseño los antibióticos que había usado con ella y les conto las condiciones en que la encontró, en resumen que les puso bastante al día de lo que había ocurrido en ese tiempo, naturalmente se saltó algunos detalles que estimo muy personales.

Tanto Mac como Ana estaban acostumbrados a infectados más peligrosos, la gran mayoría hasta ahora no habían sido localizados y cuidados como Ceci ni tan rápidamente, desde luego casi ninguno soltaba párrafos coherentes  como lo que habían oído en la celda, ellos estaban trabajando en un retrovirus o una vacuna que pudieran poner a la población y los inmunizase contra el VR, pero hasta ahora sus avances habían sido muy lentos, pidieron permiso a Toni para hacerla una batería de pruebas muy completas, aun sin conseguir de ella una vacuna tal vez pudieran sintetizar algo con su sangre, tal vez consiguieran ayudar al resto de la población a recobrarse rápidamente del mal.

Naturalmente nuestro amigo dio su autorización para que la hicieran pruebas, solo puso dos condiciones:  que no corriese peligro mortal la vida de Cecilia y que sus pruebas fueran allí mismo, argumentó que la había cuidado allí sin exponer al resto de supervivientes dado que en el torreón podía aislarse  mejor el virus, por tanto  no se la podían llevar a otra ciudad o campamento sin él, si además necesitaban más sujetos para experimentar Toni se comprometía bajo palabra a conseguirles uno o dos saliendo por las noches a buscarlos.

Mac le informo que esa era una de las cosas que debían investigar en esa misión, al parecer detrás de los grupos de infectados que venían, las naves de reconocimiento habían localizado grupos mucho más pequeños, e incluso parejas o individuos sueltos que viajaban muy por detrás de las masas, se suponía que esas personas podían gente que había expulsado el virus a los 8 meses y ahora ignorantes de aquel echo seguían al grupo por inercia, seguirían mordiendo y comiendo gente pues es lo que habían estado haciendo desde su “reinicio” mental, pero ya no tenían en su interior un VR que transmitir, de hecho dejaban de oler al poco tiempo como infectados y se convertían en víctimas de los que si lo portaban, por eso se mantenían a una prudencial distancia de ellos, su misión secundaria era capturar algunos ejemplares y estudiarlos con vistas a reeducación y reubicación posterior junto a los supervivientes.

La teniente medica entregó un sobre a Toni de parte del capitán González, este lo abrió encontrando en su interior varios documentos, un certificado remitido por fax desde la comandancia de punto seguro 4, notificándole que tras una inspección de “la cazuela del lobo” por medios aéreos y terrestres, se confirmaba la eliminación de varios cientos de infectados en aquel punto, dicha comandancia acordaba admitir la petición del capitán González y todos los integrantes de aquella misión, quedaban admitidos como cabos del ejercito en calidad de pleno derecho, con excepción del alcalde que pasaba directamente a brigada y Toni que dado su expediente quedaba ascendido a oficial de policía con grado equivalente a teniente del ejército, además les indicaba que recibirían todos posteriormente condecoraciones y premios, además de una gratificación por los acciones realizadas en beneficio de la ciudadanía.

En otro folio venían órdenes y recomendaciones, autorizándole para crear un grupo de tamaño de pelotón y entrenarlo para misiones de búsqueda y limpieza, con el fin de liberar y asegurar núcleos urbanos en la región, autorizándole a emplear todos los medios y propiedades a su alcance a fin de conseguir el éxito en su misión.

También se le pedía cortésmente, que colaborase con los médicos asignados a la búsqueda de vacunas o remedios, facilitándoles el trabajo pero en caso de conflicto de intereses, se le recordaba que predominaban las órdenes de la teniente Ana López por mayor antigüedad en el cargo, pero su superior directo seria el capitán González desde “Base tranquilidad”


Continuara…

Bien amigos, hoy como veis hemos tenido un poco de todo, sexo, tiros, gente nueva, ordenes, ya veremos en que acaba todo, en el siguiente capítulo cerraremos algunas puertas y…

El trabajo me hace distanciar algo mas las entregas, pero tranquilos que la serie continuara solo sed un poco pacientes conmigo, no olvidéis dejad algún comentario o idea, pues ayudan en el desarrollo de la historia.

También he decidido empezar a publicar los relatos en Grandes series, pues creo que es lugar que realmente deben estar, en gran parte gracias a vosotros he llegado a 20 capítulos y habrá más, pues mi idea original era como sabéis bastante más modesta.

¡Sed Felices!