El Virus VR (17)
Vida en monte... ¿refuerzos? viaje vuelta, resultado de analisis.
Se recomienda la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.
Estamos sentados los seis tomando el sol, después de comer las magras raciones que nos han dado hemos llegado a una primera conclusión, ¡se come mejor en casa! Hemos tomado lo mismo que todo el mundo es decir, puré de patatas con trocitos de salchicha, y un filetito estrecho de lomo, en la mesa había una fuente pequeña de ensalada para los seis y de postre una pera por cabeza, la sal, el aceite y el vinagre escasean en el amplio hall del centro comercial habilitado como comedor, cuando salimos nos cruzamos con filas de gente deseosas de entrar a comer, son el segundo turno para el comedor, el sargento que nos acompañó a la entrada nos ve y se sienta con nosotros, nos explica que además hay un tercer turno que vendrá media hora después.
Nos informa asimismo que la urbanización monte tranquilo (al fin nos enteramos de su nombre) fue ocupada por el capitán González y fortificada como punto seguro de la zona al principio de la infección, aunque para buena parte del pueblo aquella medida resulto tardía pues ya estaban infectados, el resto fueron llegando y ayudaron en la colocación de muros, así como en el acopio de comida preparación y mantenimiento de las instalaciones, consiguieron refugiarse allí unas tres mil y pico de personas, pero algunos de los refugiados estaban ya mordidos en algún sitio al llegar.
Estos desarrollaron su mal y lo propagaron dentro de los muros de lo que se consideraba un punto seguro, las escenas de ataques y muerte no tardaron en llegar, pero fue la decida actitud del capitán la que ayudo a controlar el mal, ordeno que todo el mundo se encerrase en su casa, piso o habitáculo durante tres días, se disparaba sin preguntar a cualquiera que caminara por la calle o que mostrase signos de infección, la medida puede ser considerada dura o cruel, pero en aquellos tiempos solo había una verja de maya metálica de dos metros rodeando la urbanización, apenas habíamos comenzado a colocar los contenedores en el perímetro y nos atacaban los infectados del pueblo, en resumen que atacados por dentro y por fuera solo pudimos atrincherarnos en las casas como pudimos hasta controlar la situación.
Al final lo conseguimos, eliminamos a los de dentro y conseguimos asegurar el perímetro, la situación se tranquilizo e hicimos operaciones de limpieza revisando a fondo casa por casa, finalmente quedábamos solo unos seiscientos supervivientes de tres mil y pico, se reorganizo a la población por oficios y se puso a todo el mundo a trabajar haciendo huertos donde estaba el gran parque interior, salieron expediciones a las granjas y almacenes de la zona pero apenas conseguimos traer animales de granja como pollos o conejos por no mencionar vacas o cerdos, actualmente tenemos pequeños huertos aquí dentro y dos gallineros, junto con algo más de 10 vacas y una docena de cerdos, afortunadamente tenemos bastante forraje por los alrededores que los infectados no tocan, los granjeros supervivientes fueron traídos aquí y se unieron a la comunidad.
La parte negativa, es que había una cantidad de personas que… no querían colaborar con los demás, zánganos y holgazanes, pandilleros, busca líos, delincuentes, drogatas, vagos patológicos y un largo etc., Hubo reuniones y diálogos algunos aceptaron terapias y en buena cantidad asumieron que el mundo había cambiado, el capitán lo comunico y le dieron desde la comandancia general de Punto seguro 4 una orden concreta: El que no arrime el hombro ¡fuera!
En esta situación era la ley marcial la que mandaba, los derechos civiles pasaban a un segundo término hasta solucionar la crisis; bueno finalmente el jefe se reunió con los reticentes y les avisó, algunos se lo pensaron y cambiaron de opinión, pero otros no. Un día sacaron a casi treinta personas de sus casas, las montaron en un autobús y las llevaron a 10 kilómetros del complejo, allí las dejaron con una botella de agua de dos litros y tres raciones de comida para cada uno, se les dijo que si cambiaban de opinión y colaboraban podían volver al complejo, jamás se ha vuelto a saber nada de ellos, pero se supone los infectados los aceptaron encantados.
Aquí las cosas mejoraron con todo el mundo trabajando para la comunidad, el ideal comunista en acción, el dinero no valía ni sigue valiendo para nada el complejo, se intercambian vales de colores que representa el valor del trabajo realizado, aquí no cobras tanto al mes sino un vale verde si lo has hecho bien, amarillo es regular y rojo es malo, los puedes cambiar como se ha dicho pero casi nadie lo hace pues se usan para indicar el orden de los turnos de comida es decir que los verdes comen mejor y los rojos las sobras.
- ¿Tan mal estáis de comida? –Preguntó Toni
- No estamos demasiado sobrados, -Contesto el sargento- mira pon que cada comida son… pongamos medio kilo con dos comidas al día ya tienes un kilo por persona, aquí somos mas de 500 pero dejémoslo así por las cuentas ¿vale? Hacen 500 kilos al día es decir 3500 a la semana ó mejor para que lo entiendas 15.500 kilos de comida ¡CADA MES! Y eso que lo que producimos en huevos, leche, patatas y verdura ayuda pero no es demasiado, por no hablar de otros problemas como el agua.
Las autoridades de Punto seguro 4 envían algunas provisiones y repuestos por helicópteros, pero son las expediciones de búsqueda y saqueo de tiendas y almacenes las que más ayudan, aunque hemos perdido unas cuantas y de otras han vuelto poca gente en condiciones, incluso tenemos varios tíos en “recuperación” forzosa.
Toni se incorporo de golpe preguntando:
- ¿Qué es eso de recuperación, gente mordida y en tratamiento?
- Si claro, por desgracia han sido mordidos y consiguieron volver, se les ha aplicado un tratamiento incluso han traído un medico americano por helicóptero, ese tío va y viene por los sitios donde hay casos de gente mordida, los aplica un tratamiento si es posible ya que es una autoridad en el tema, le llamamos “Mac el chiflado volador” por sus viajecitos, sus pacientes generalmente se recuperan con el tiempo pero son… distintos, se quedan medio tontos y no es lo peor que hemos visto aquí, pues hace unos meses trajeron a una chica y…
- ¿Qué paso con aquella chica sargento? –Inquirió Julián.
- Pues paso que estaba embarazada de casi tres meses cuando la mordieron, cinco meses después su propio hijo la mato reventándola desde dentro a golpes, se había negado a abortar en sus pocos ratos de lucidez.
La conversación cesó de repente, un rato después en el despacho del capitán siguieron dialogando, ellos dijeron que debían volver al pueblo con sus familias y el capitán les pidió un favor, debían llevarse a un grupo de personas con ellos por dos motivos, el primero era para aligerar un tanto la carga en comida del complejo, la segunda era que así tendrían más posibilidades de sobrevivir en su pueblo con esos refuerzos, seguía saliendo gente infectada de las ciudades, los reconocimientos aéreos informaban de numerosos grupos moviéndose en todas direcciones.
Finalmente acordaron llevarse varias familias, en total 20 personas en cinco coches y una furgoneta pequeña, se llevarían 10 sacos de harina y otros tantos de legumbres y de patatas, así como las radios, los fusiles y municiones de las que habían hablado, el capitán les proporciono la clave de llamada para punto seguro 4, si hesitaban algo de esta base su indicativo era “Base tranquilidad” y su base en el pueblo seria PA-8 tomaron nota de los indicativos y les garantizó que se les reaprovisionaría de armas y comida por vía aérea, Toni le hablo de Cecilia y consiguió la promesa personal del capitán de enviarle a “Mac el chiflado volador” a visitar a la joven, para sellar el acuerdo regaló a Toni un magnifico y casi nuevo subfusil HK MP5 con silenciador integrado, diciéndole:
- Mi palabra es de ley, si no la cumplo úselo contra mí, esta es mi garantía.
- No creo que sea necesario señor, confió en usted, pero muchas gracias por el arma.
- Capitán esa gente ¿no serán problemáticos o busca líos? Verdad, -Pregunto Julián- mi comunidad está muy tranquila interiormente, nos llevamos bien y no quiero meter allí manzanas podridas.
- Son buena gente Julián, los que se llevan son oriundos de aldeas que están próximas a su pueblo, estimo que su conocimiento del terreno les será mas útiles a ustedes que a mí.
Salieron a llamar a varias familias de una lista, entretanto sus vehículos estaban siendo cargados con lo prometido sin pérdida de tiempo, la gente fue acudiendo a la llamada hasta que se reunieron aquellas familias, el sargento paso lista y los formo en dos filas delante del Capitán, presentándoles este a Julián y a Toni, el alcalde se acerco al grupo diciendo:
- Buenas tardes, soy el alcalde de Villalta, sean todos bienvenidos a la comunidad, aunque aquí solo somos unos cuantos representantes de ella, allí encontraran que somos en total 48… perdón en total 50 personas, estamos dispuestos a admitirlos con nosotros, su ayuda nos hará ser mas fuertes ante lo que nos espera y nos da más posibilidades de sobrevivir, gracias.
Siguió un rato en que todos se presentaron los unos a los otros, finalmente Toni les dijo:
- Me llamo Antonio, soy el segundo al mando del alcalde, les seré claro y conciso suelo cumplir lo que digo y respeto la palabra dada, no pido ni pediré a nadie que haga lo que yo no pueda hacer, espero que quede claro que en lo que respecta a seguridad y armas ¡mando yo! El que una vez que estemos en el pueblo monte follón con sus vecinos, se unirá a los infectados con la huella de mi pie en su culo y no necesariamente con el pantalón puesto ¡queda claro!
- Si señor, respondieron casi al unisonó.
Toni pensó que sin duda les habían hablado de la masacre de “la cazuela del lobo” ahora ese grupo de seis personas que habían realizado aquel hecho, eran respetados y temidos a la vez por todo el complejo, era el mejor momento para que respetaran su autoridad, así que añadió:
- Si el capitán González nos autoriza saldremos de aquí en una hora, tienen 45 minutos para hacer las maletas y meterlas en sus vehículos, lleven lo imprescindible.
- Si me llegan malas noticias de alguna familia volveremos a vernos, - dijo el capitán añadiendo- Y no les gustara verme cabreado, ¡rompan filas!
Todos se prepararon y cargaron sus cosas el grupo nuevo estaba formado por cinco hombres adultos y un muchacho joven, siete mujeres con carácter y de distintas edades, una pareja de abuelitos junto con cinco niños y niñas de 11 a 16 años.
Toni, Lucas y Roberto estaban reunidos alrededor de un plano militar de la zona, estudiando las posibles rutas de vuelta al pueblo pero haciendo un par de provechosas escalas en el camino, el conocimiento de ambos hombres les hizo decantarse por parar en un caserío cuya bodega solía estar muy bien surtida y estaba más cerca del pueblo que de esta base, además en aquella ruta había una gasolinera que solían usar los camioneros en sus rutas, el capitán se les unió y les informo por encima de las zonas de saqueos y lo que era más frecuente encontrar en ellas, los asigno una zona para explorar y les recalcó que lo que encontrasen allí pasaba a ser responsabilidad del grupo que lo encontrase, incluido el personal superviviente, si encontraban personas debían evacuarlas a su pueblo uniéndolas a su comunidad.
También decidieron usar el monovolumen negro como vehículo de avanzada para reconocer el camino y apartar los coches que estorbasen, saliendo y manteniéndose a unos cien metros por delante del resto, sería mejor que fueran tres en ese vehículo por si acaso había problemas, así que decidieron llevar a Lucas con Roberto y Toni, para conducir el vehículo de Dani pidieron un voluntario, una joven morena de 22 años llamada Paula se ofreció voluntaria para conducir su monovolumen al final del convoy, así pues este sería encabezado por Julián y Mara,, dejando a Dani y Paula al final del mismo, en el centro irían el resto de los coches con los nuevos vecinos, sustituyeron dos de las escopetas por fusiles nuevos, cediéndoselas a dos de los adultos y fueron acabando los preparativos.
A las seis de la tarde abandonaron el recinto y siguieron por la circunvalación, se notaba que las anteriores expediciones de requisa habían pasado por allí pues tenían bastante paso libre y los vehículos que podían estorbar habían sido apartados a los lados, eran tres monovolúmenes, una furgoneta y cinco coches llevando un total de 26 personas, de camino hacia un pequeño pueblo atravesando 30 Km de peligros.
Durante 10 Km, les salieron al paso unos cuantos infectados al ver el convoy, parecían atraídos por el movimiento y el ruido de los coches, algunos fueron abatidos desde los coches otros simplemente fueron dejados atrás, ya que los coches podían mantener una buena velocidad por los carriles despejados anteriormente, se desviaron hacia la carretera principal pasando por la gasolinera del plano y llegaron allí al cabo de 20 minutos.
La tienda había sufrido el ataque de los infectados, habían mordido todo tipo de objetos y hallaron todo tipo de envases destrozados, un revoltijo de artículos rotos alfombraban el suelo, Lucas permanecía al lado del monovolumen negro, Toni y Roberto recorrían el lugar fusil en mano sin perder detalle, activaron los surtidores y repostaron el vehículo y su bidón interior, también cogieron bidones de aceite y liquido de frenos como reserva, Toni se alejó en dirección a tres camiones abandonados en el parking a investigar, de uno de ellos salía un hedor espantoso.
Nuestro protagonista se acercó cautelosamente aguantando el vomito como podía al los camiones, todas las puertas de estos estaban abiertas de par en par, se veían varios esqueletos con jirones de ropa alrededor de ellos, el primer camión que revisó transportaba mesas y material de oficina, el segundo había transportado comida y había recibido la atención de los infectados, esta había sido bastante entusiastica al parecer y a juzgar por lo que se apreciaba, multitud de cajas y paquetes cuyo interior había desaparecido, restos de plásticos de envoltura y cajas reventadas cordeles y trozos pequeños de carne y embutidos, jamones de los que apenas quedaba el hueso y paquetes de azúcar rotos, insectos y gusanos se paseaban por aquellos restos.
En el tercer camión halló royos de cable eléctrico y material de montajes, un pastón en cobre y cables que ahora no serbia para casi nada, vio llegar el convoy e hizo señas para que fueran repostando todos, vio como la gente se apeaba para estirar las piernas y su vehículo negro acercándose con Lucas al volante, vio a Roberto de guardia a la entrada de la gasolinera.
- Sal y ven a ver qué se puede aprovechar. –Dijo Toni a Lucas.
Fueron ambos al camión de comida atándose un trapo a la cara para evitar un poco el olor, Lucas dijo:
- Aquí no nada que aprovechar Toni, esta todo mordido si lo comemos enfermaremos.
- Siempre hay algo que se pueda aprovechar.-Dijo este mientras trepaba a la caja del contenedor.
Efectivamente, al fondo encontró un pale abierto con un pedido de latas de conservas, la mayoría de la primera fila había desaparecido y se encontraban sus latas desperdigadas y algunas de ellas abiertas, pero el resto aunque sucias seguían allí en un monton e intactas, tomo una y vio que era cocktail de frutas, también había de muchas otras cosas incluso de sardinas en tomate y atún en un revoltillo, en una caja de mediano tamaño había paquetes de azúcar, aparto las rotos y llamo a Lucas:
- Diles que vengan y carguen esto en los vehículos nos llevaremos todo lo aprovechable, pero que dejen a los chicos en la gasolinera con los abuelos y Roberto, el resto a cargar todo lo que podamos antes de que se haga de noche.
Cogieron todo lo aprovechable, acabaron antes del anochecer pero habían conseguido un buen botín aunque algo oloroso, cenaron algunas latas algo alejados de los camiones y siguieron el camino, en dirección al pueblo, unos kilómetros más allá Roberto dijo:
- A la derecha vamos a pasar por uno de los caseríos de los que hablamos, ¿paramos a ver?
- Si tira para allá, si lo que hay merece la pena cogeremos lo que podamos, lo que quede ya volveremos a por ello y si no lo borramos del mapa y ponto.
- Si pero rapidito que ya es casi de noche y si nos agarran… -Dijo Lucas.
Se desviaron, Toni llamo al convoy diciendo donde iban y que al llegar ellos al desvió se parasen, ya informaría para que entrasen en el si merecía la pena o siguieran camino, llegaron al caserón detuvieron el coche y salieron a investigar, las vacas estaban allí muertas y comidas, el esqueleto de varias personas pregonaba que no habían muerto sin luchar, el gallinero estaba igualmente arrasado así que siguiendo a Roberto fueron al caserío, la puerta estaba abierta y hallaron varios esqueletos y dos escopetas descargadas, pero siguiendo las indicaciones del hombre llegaron a la entrada de la bodega, una recia puerta de madera la encontraron cerrada por una cadena y un gran candado echado, Toni saco las ganzuar de su pequeño morral y no tardó en abrirlo, dentro había de todo en cuestión de jamones y embutido, pimientos, patatas, lomos etc, un botín estupendo en resumen.
Avisaron a los demás y metieron los coches cargándolos a tope con lo que pudieron, algunas cosas algo menos de la mitad tuvieron que ser abandonadas en la bodega, cerraron de nuevo la puerta con el candado y siguieron su viaje, ahora ya de noche cerrada. Una hora después llegaron a las afueras del pueblo y llamaron a los bloques, desde el complejo respondió José Luis el abogado y le dijeron que hiciera sitio en el garaje para nueve coches.
Entraron por la ruta más recta, los pocos infectados que salieron eran muy lentos y no tuvieron problemas, entraron en el garaje y aparcaron en los sitios que los habían despejado, las caras de asombro de José Luis, Lucy Juana y el resto de los vecinos no tenia precio, cuando los vieron llegar a todos sin heridas, con veinte personas de más y los coches abarrotados de comida, los aplaudieron y felicitaron mostrando su cariño y admiración, ni que decir que Julián se pavoneaba como un mariscal entre sus vecinos, Toni solo pensaba en ver a su Ceci pero ayudo a la presentación de todos y alguien bajo bebidas para brindar por el feliz éxito de la misión.
Toni sintió una mano en su hombro era Ernesto Rupérez el farmacéutico, que le miraba con una amplia sonrisa en su cara, le hizo un gesto y Toni le siguió hacia un sitio algo aparte de los demás allí Ernesto le dijo:
- Antonio se bienvenido, tengo noticias para ti de lo que realmente te importa, Cecilia y tengo noticias una buena y una mala.
- Dígame la buena y…
- No majéte te voy a dar la mala primero, ella tiene el virus, está infectada de los pies a la cabeza pero…
- Pero que es tan malo, es muy grave no…
- Calma hombre no te dispares y déjame acabar, el virus se ha desarrollado en ella como en cualquier otro infectado tras el mordisco, hasta ahí el proceso es normal y de hecho su cerebro se resetéo como el de todos los infectados, pero parece ser que le has puesto el antibiótico adecuado y justo a tiempo, no para ralentizar su desarrollo lo cual no se podía conseguir, sino para amortiguar su efecto, te pondré un ejemplo el virus habitualmente una vez desarrollado se mueve por el organismo como un chico joven bailando, bueno tú has conseguido que se mueva como un abuelito tísico andando.
- Si vale pero está bien.
- Déjame acabar vale, ella expulsara el virus a su tiempo pero le será más fácil y por lo que yo sé, tal vez tarde algo menos y podréis seguir con…
- ¿Seguir yo? estooo…
- Déjalo Toni, se lo que tarda en crecer el vello púbico.
- Eso es por higiene, ella se orinaba encima y…
- Adecuado eso que has hecho, es prudente y adecuado, bueno esa era la mala noticia, la buena es que esta bastante sanota un poco alta de esto y aquello, pero nada serio, por cierto mi mujer te manda recuerdos y que sepas que Cecilia sigue dormida esperándote arriba.
Mientras parte de los vecinos abrían los pisos que ocuparían las nuevas familias, estos ayudaban a sacar y guardar las provisiones en las despensas, Toni cojeo una caja y se sirvió azúcar, jamón y lomo, un paquete de harina y unas 30 latas de varias cosas para subirlas al torreón, además de una de las radios de onda corta y dos de los walkis que había bajado, también guardo sus armas y algo de munición para un G3 que se agencio por su cuenta, lo metió en su todo terreno que ya estaba preparado enfocado hacia la puerta.
Seguidamente subió a por su Cecilia, allí le esperaban los demás miembros de aquella aventura para despedirle, quedo en bajar en un par de días a ver como les estaban yendo las cosas con los nuevos, entretanto Julián debía montar su radio y el haría lo mismo con la del torreón, tenía planes para entrenar a todos con los fusiles nuevos y que al menos aprendieran el manejo e hicieran algunos tiros de prueba.
Bajamos a Ceci hasta el coche en la camilla, salimos de allí un momento después y fuimos a casa donde repetí mi acostumbrado registro del patio antes de nada, luego metí el todo terreno y cerré sacando a mi rubia y llevándola a la habitación tras cerrar bien, la deje en la cama vestida pero la libere las manos y la quite la bola de la boca, su pulso era regular y su respiración calmada, en algún momento me quite la ropa de faena y me duche, volví a la cama y la bese en la cara quedándome relajado mirándola mientras acariciaba su pelo, en algún momento me dormí al lado de mi chica.
Continuara…
Bien ha sido una excursión provechosa, veamos: la población local ha aumentado y ahora son 68 en vez de 48 personas, han repostado y conseguido comida y bebidas (en los caseríos suele haber garrafas de orujo ó pacharán y toneles de vino) sigamos, dos radios potentes de onda corta, armas y la oportunidad de llamar a punto seguro 4, además de la posibilidad de la visita del médico por helicóptero.
En el siguiente episodio, bueno creo que les daremos un buen descansito a estos dos o por lo menos un buen despertar, con vuestro permiso.
¡Sed Felices!