El Viernes Llegó IV
No dejé que terminara la frase y le di un beso en los labios que la sorprendió tanto a ella como a mí pero al que no le fue indiferente. Pasamos toda la noche entre risas, besos y pláticas sobre la vida. Eran cerca de las dos de la mañana cuando me marcho del lugar.
No dejé que terminara la frase y le di un beso en los labios que la sorprendió tanto a ella como a mí pero al que no le fue indiferente. Pasamos toda la noche entre risas, besos y pláticas sobre la vida. Eran cerca de las dos de la mañana cuando me marcho del lugar. Durante toda la noche no dormí más de una hora pensando en ella.
Llegue mucho más temprano de lo normal a clases, con la esperanza de que ella ya esté allí, al entrar al salón me doy cuenta que soy la primera en estar ahí. Carola fue la primera en llegar e inmediatamente empieza a interrogarme sobre lo que pasó anoche, a veces me asusta que me conozca tan bien y que sepa mis cosas incluso antes de que yo misma las sepa, le conté rápidamente lo que pasó pues Alberto y el profesor no tardaron mucho en llegar. Luego de 10 largos minutos al fin llega Laila y nos saluda a todos con un “Hola” general, mientras esquiva mi mirada, puedo ver algo en su rostro, está avergonzada, no sé si esta arrepentida de lo sucedido o que le pasa, en ocasiones simplemente no puedo descifrar a las mujeres.
Carola y yo estábamos repasando un poco para el examen justo antes de que el profesor nos dijera que lo movería a la próxima semana. Solo pude decir: “Ves Caro? que estoy bendecida por el Karma” a lo que todos nos empezamos a reír.
Laila, quien se encontraba prácticamente a mi lado, solo me miraba de reojo y sonreía, de una forma un tanto tímida y angelical. Solamente en un momento nuestros ojos se encontraron y esta vez no aparto la mirada de mi, tome su mano por debajo de la mesa, a lo cual ella accedió, nuestros dedos entrelazados fue algo mágico y sé que ella lo sintió también. No hicieron falta las palabras, ese simple gesto, esa acción, marcó el inicio de algo maravilloso que las dos compartimos.
Mis días se volvieron distintos, dejé de tener esos sueños extraños todas las noches. Laila se integró bien en mi mundo, porque ella no pretendía ocupar todo mi espacio sino complementarlo. Es agradable estar con ella, sola o en compañía de mis amigas, quienes ahora también son sus amigas. Los domingos ya no son aburridos, ahora salimos a correr por las mañanas antes del amanecer para poder verlo juntas. Comemos helado cuando está lloviendo y algunas veces salimos a dar paseos bajo la luna o bajo la lluvia, las dos pensamos que esas son cosas maravillosas.
El miércoles, un par semanas después de lo sucedido en su casa, luego de acabar en el gimnasio le dije que estaba enferma y que no iría a trabajar.
-Pero, tu estas bien. –Me dice confundida.
-Sí pero, ellos no lo saben. –Digo con mi sonrisa “picara” según lo que Laila me dije.
-Entonces tu vas a faltar al trabajo para quedarte de vaga? –Dice con una cara súper seria.
-Ay pero que niña tan aburrida. –Dije aún sonriendo, me encanta su cara de seria y responsable.- Pero no estaré vagueando, tienes algo que hacer hoy?
-Pues tengo que comprarle el regalo de cumpleaños a Amy. –Amy es su mejor amiga desde toda la vida.- Sabes que su cumple es la próxima semana.
-Y si le compramos el regalo a Amy, no se quizás mañana. –Le digo mientras voy acercándome cada vez más a ella, pronunciando las últimas palabras en su oído.
-Y que piensas hacer conmigo?
-No sé, es una sorpresa. Paso por tu casa en treinta minutos.
-Y que ropa me pongo? O que uso? Tienes que decirme.
-Si quieres no te pongas nada, pero si te quieres poner algo pueden ser shorts o algo así. Te veo en un ratito. –Le di un beso y me marche.
A veces hasta yo misma me sorprendo de mi impulsividad pues, solo pensé que sería lindo pasar un día en la playa con Liala sin que hubiera mucha gente estorbando y aquí estoy, preparando todo para pasar a recogerla. Debí haberle dicho que pasaría en una hora porque ella es muy puntual y Me di que me tenía que ir al super y echar combustible antes de pasar por ella. Recibo un mensaje en mi celular y es ella diciéndome que le dé un poquito más de tiempo, la verdad es que soy la persona con el mejor karma del mundo.
Cuando paso a recogerla, está esperando abajo y está hermosa como siempre. Se pasó 30 minutos preguntándome hacia dónde íbamos hasta que vio un letrero y empezó a besarme y a reírse como una niña, se dio cuenta que iríamos a la playa. Empezamos a cantar a todo pulmón nuestras canciones favoritas que estaban desde mi celular, bajamos los cristales del auto pues no podíamos contener nuestra alegría de estar viviendo ese momento en un lugar tan pequeño.
Cuando llegamos al lugar ya era pasado el medio día y efectivamente no había casi nadie, quizás cinco o seis personas en toda la playa, así que el lugar era prácticamente nuestro. Hablamos de cuantas cosas cruzaron por nuestras mentes mientras caminábamos por la playa y jugábamos en la arena. Nos metimos a la playa las dos con nuestras ropas puestas, ella porque no había traído traje de baño y yo para acompañarla. De tanta diversión habíamos perdido la noción del tiempo y ya el sol se empezaba a poner. Nos sentamos en la arena para ver ese magnífico espectáculo de la naturaleza, ella lamento no tener su guitarra para cantar algo lindo en ese momento pero, le insistí en que cantara al menos una canción a capela. Ella me dijo que esperaba un momento especial para cantarme esta canción y que este era el perfecto. Empieza a cantar “Moment Like This” de Kelly Clarkson. Inmediatamente empezó a cantar mi corazón dejo de latir y lo que sentí fue algo indescriptible.
“What if I told you it was all meant to be. Would you believe me, would you agree? It's almost that feelin' that we've met before, so tell me that you don't think I'm crazy when I tell you love has come and now.
A moment like this some people wait a lifetime, for a moment like this some people search forever, for that one special kiss, oh, I can't believe it's happening to me some people wait a lifetime, for a moment like this.
Everything changes but beauty remains something so tender, I can't explain well I maybe dreamin' but 'till I awake, can we make this dream last forever? And I'll cherish all the love we share.
Could this be the greatest love of all, I wanna know that you will catch me when I fall, so let me tell you this...Some people wait a lifetime.”
No podía pronunciar ni media palabra, aquello era mágico: su hermosa voz, el atardecer, su rostro mientras cantaba, todo en ese momento era único y perfecto. Así que solo pude besarla, abrazarla y decirle por primera vez lo mucho que la quería.
Sé que estaba muy cansada pues a los 10 minutos de yo estar conduciendo se quedo profundamente dormida pero, cuando llegamos a su casa me pidió que por favor me quedara con ella y acepté. Estar en su cama, sentir su cuerpo junto al mío, el olor de su cabello, recorrer su espalda lentamente y besar su cuello, esa noche estaba feliz y decidí agradecer a Dios por eso, porque nunca me suceden tantas cosas buenas juntas y ese día fue perfecto.
Me desperté cuando el sol empezó a iluminar la habitación y ella no estaba a mi lado, salí a buscarla y estaba en la cocina preparando algo para desayunar, la saludo con un beso en su hombro izquierdo justo sobre su pequeño tatuaje de mariposas, y empiezo a ayudarle a con el desayuno, antes de irme a preparar para el trabajo. Me despido con un beso y me dice que me quiere. Pasé toda la semana con una gran sonrisa en mi cara que nada ni nadie podía arruinar, ni siquiera el examen de Chino para el cual tampoco estudié esta vez.