El viejo vecino nos invita a una bacanal privada
Tras varios encuentros con nuestro viejo vecino Pablo, aprendí y descubrí gustos que desconocía de mi mujer,
Tras varios encuentros con nuestro viejo vecino Pablo, aprendí y descubrí gustos que desconocía de mi mujer, entre los que se encontraba el sexo con maduros dotados, pues me había confesado que desde hacía muchos años se excitaba pensando en ellos, siendo un deseo que ahora veía cumplido gracias a mi consentimiento y más aun participando yo en esos encuentros.
Pablo era consciente del gusto de mi mujer y para nuestra sorpresa preparo una pequeña fiesta sorpresa en su casa, pues nos invitó para ese fin de semana a una barbacoa con amigos íntimos de un club privado del que era socio, alternando las reuniones en distintas casas de los miembros de dicho club, pues según nos contó aun no disponían de un local adecuado a sus necesidades.
Le preguntamos qué tipo de ambiente seria y quien irían, a los que nos contestó que nos encantaría con seguridad, todos eran personas entradas en años y algunos acompañados de sus mujeres o amigas para la ocasión, y que solo había un requisito y es que se dejaba en la puerta antes de entrar los prejuicios, así como parte de la ropa en el vestidor de la entrada.
Nos pareció morboso y creo que a mi mujer más, por lo que a la llegada del viernes al medio día nos presentamos en su casa para asistir al inquietante encuentro.
De entrada las primeras impresiones fueron magnificas pues los presentes ostentaban una buena imagen tanto de personas serias como elegantes, aunque ya se notaba en algunos la ligereza de la ropa, pues entre dos parejas, que rápidamente nos presentaron, los roces y toqueteos sin tapujos ya eran un hecho.
También había varios sin pareja también rondando la edad de Pablo e incluso alguno con algo más de edad, pero por lo general bien conservados físicamente, estando estos agasajando a una mujer de unos 45 años de muy buen ver a la que le tiraban los tejos sin cortarse, correspondiendo esta con toques de mano en sus bultos ante las insinuaciones de ellos.
Nos presentó Pablo a todos, aunque faltaban dos o tres por llegar, cuando uno de ellos que dijo llamarse Mauro, se nos acercó y le dijo a mi mujer.. Veo que eres más guapa y sexy de lo que contaba Pablo de su nueva amiga, seguro también serás mejor de lo que cuenta el en la cama, aunque ya te digo que habla maravillas y seguro que de ello da fe tu marido que tiene la suerte de tener una hembra así de buena, a la vez que me lo decía, me puso la mano en el hombro y me llevo a tomar un vino, diciéndome nuevamente, deja a tu mujer libre que veras nos rápidamente encuentra entretenimiento.
Abrió una botella de un buen tinto y sirviéndome una copa me dijo,-libérate de prejuicios aquí y disfrutaras, aunque por lo que me dijeron no tendrás problema, que como veras aquí todos somos serios y venimos a pasarlo bien, mañana será otro día y cada mochuelo a su olivo hasta la próxima reunión.
Paso una media hora entre charla y copas , liberándonos todos poco a poco de ropa y demás, pues se me había acercado la mujer de uno, algo entrada en carnes pero maciza , para tirarme los tejos de forma tan descara que no tardo nada en agarrarme mi paquete, al que alabo y deseaba degustar.
Uffff le dije,- no seré yo el que ponga ninguna traba a eso, y más viendo como a mi alrededor una comían ya piruleta mientras era agasajada por los dedos experto de otro que esperaba turno con el mástil en la mano.
Y antes pudiera decir nada más, se agacho abriéndome la cremallera y liberando mi dura polla que estaba a explotar, metiéndosela en la boca rápidamente sin decir palabra.
Mire a mí alrededor buscando mi mujer, entre suspiros por tan buena comida está sufriendo, cuando la vi salir acompañada de Pablo, los dos casi desnudos ya, Pues el solo llevaba la camisa abierta y mi mujer los pantis rojos que se había comprado para la ocasión.
Se sentó el en un banco, mientras la cogió y la sentó sobre sus piernas, pero con la espalda de mi mujer pegada a su pectoral a la vez pellizcaba los pezones , mientras restregaba la dura cabeza de su pollon por los labios carnosos y mojados del sexo de mi mujer.
Se acercó un matrimonio al que escuche alagar la buena compañía que se había buscado, cuando mi mujer ante mi asombro, agarro la dura polla del marido que estaba casi a su lado y comenzó a chuparla, pasando acto seguido a meter Pablo la mano por el trasero de la mujer y acercar a su boca su conejo al que comenzó a comer.
No se andaban con tapujo ninguno viendo la estampa a mi vera, cuando mi devoradora me pidió me sentara para ella clavarse sobre mí, metiéndose todo mi rabo de una estacada y comenzando a cabalgar sobre mis muslos mientras gemía y me arañaba la espalda del gusto que estaba recibiendo.
Mire otra vea al equipo de mi mujer y esta estaba siendo empalada por Pablo por su agujero trasero mientras al que antes se la chupaba estaba de rodillas comiéndole el potorro bien abierto y por lo visto mojado como pocas veces.
Los gritos de ellas alertaron a uno que con el rabo aun morcillón, se lo puso en la boca para que esta no gritara, soltando sordos sonidos a la vez que chupaba con desespero.
Se corrió mi mujer con unos espasmos que parecía andar endemoniada , empujando el que comía su conejo a ambos para que se recostaran Pablo sobre el banco acorchado , llevándose a mi mujer hacia su pecho y quedando esta boca arriba con las piernas abiertas y su conejo al aire, pues Pablo la tenía ensartada por atrás.
Estaba mirándolos yo, cuando mi acompañante me agarro la cara y besándome fuertemente mientras su lengua devoraba el interior de mi boca, se corrió…
Fue un orgasmo largo y profundo por lo gemidos que pego, aunque siguió cabalgando pues yo aún no me había corrido y ella parecía querer más.
El que había devorado el conejo de mi parienta, se puso ahora sobre ellos abriendo las piernas entre el banco y guiando su duro rabo se dejó caer sobre ella perforándola fuertemente, si bien sus manos hacían de resorte sobre los hombros de Pablo que aguantaba el peso de ambos.
Al que se la había chupado, se acercó a nosotros y poniéndome la mano cariñosamente sobre mi cabeza me dijo, veo que mi señora le gusta follar contigo y que está disfrutando bien… fui a decir algo cuando me corto y me dijo—voy a comprobar quien la chupa mejor tu o tu mujer y sin mediar más palabra me metió su polla por mi boca mientras me sujetaba mi cabeza ahora con las dos manos.
Me sujeto cuando intentaba con la cadera metérmela hasta mi garganta y me soltaba cuando dejaba su cabezón en mis labios para que lo chupara, pasando aquella morcilla a un pollon tieso en toda regla.
Alabo mi trabajo y dijo no notar diferencia entre la boca mía y la de Lola, cuando su mujer se unió a las lamidas y me alivio un poco.
Acelero esta como una loba en celo ahora y me hizo correrme como un poseso dentro de ella, mientras el marido aprovecho mi boca abierta para meterla ahora fuertemente y comenzar a menearse rápidamente, provocándome casi arcadas.
Fui a poner resistencia pero sus manos me presionaban la nuca y me atraían hacia el ,que ahora gemía fuertemente, temiéndome yo lo peor y no era otra que recibir su corrida dentro de mi boca, pero por suerte su mujer viendo mis apuros, agarro su rabo y llevándoselo a la boca justo a tiempo, recibió toda aquella tremenda descarga de espesa leche que se derramaba por la comisura de sus labios.
Había perdido a Lola con aquel ajetreo de vista, cuando la busque con la mirada y vi que ahora las tornas habían cambiado, pues ella andaba sobre Pablo besándolo y ensartada en su rabo por su conejito, mientras el otro intruso se agachaba y la taladraba por atrás, soltando ella un pequeño quejido cuando el de un golpe seco se la clavo hasta los huevos.
Un matrimonio que andaba mirándolos de pies junto a ellos, dijeron.. “eso sí es una tremenda clavada y además certera” que puntería tiene, después me lo vas a hacer a mi ehh dijo ella riéndose.
Nos incorporamos nosotros tres tomando un respiro, cuando al que se le había chupado me dijo…perdona si he sido algo brusco pero me excite como un burro viéndote follar a mi pareja y además Pablo nos contó que tú eras bi , y como vas a ver aquí hay más de uno como tú, entre los que me encuentro yo.
Yo le dije que no pasaba nada que eran calentones del momento y que en el fondo también me había gustado, aunque me había visto algo apurado por el grosor de su rabo.
Su mujer lo afirmaba, y decía es que lo tiene gordísimo y el cuándo se enciende no para en pensar que ahoga a una , si es cuando me folla y termino escocida de las duras embestidas que me da el bestia este..
El riéndose le dijo, ahha conque te gusta más la polla de él que la mía … a lo que ella riendo le respondió,--- cielo cada uno tiene su encanto ..
Se había formado corro alrededor de Lola pues la estaban ensartando por ambos lados y el polvo estaba siendo de escándalo y más por las fuertes embestidas del que por atrás se la estaba beneficiando, pues medio sudando ya su espalda, no cejaba en darle estocadas cada vez más rápidas hasta que mi mujer pareció quedar rendida tras un explosivo orgasmo, comenzando este a soltar su leche en el trasero de ella, cosa que pareció contagiar a Pablo que con movimientos fuertes de cabeza hacia los lados y la cara desencajada también delataba se estaba corriendo.
Fue un polvo colosal pues los tres quedaron medio agotados y fue celebrado por los mirones, pues ya alguno andaba imitando a los acababan de follar.
Yo me tome un respiro con aquella pareja, si bien una hora más tarde estábamos los tres enfrascados otra vez, pero ahora el que se la follaba era su marido y yo andaba comiéndole el conejo o mejor dicho lo que podía de él, mientras veía entrar y salir de él la polla de este.
Acabaron chupándomela los dos a la vez y ella se tragó toda mi corrida para seguidamente besar a su marido y que este degustara también parte de ella, mientras él se corría copiosamente en su conejo, al que tras ser liberado de semejante pollon, comí yo para no ser menos.
Tras esa segunda fiesta, fui a buscar a mi mujer pues Pablo estaba en la barbacoa asando carne, cuando me la encontré en un pasillo de la casa agachada chupando dos rabos a la vez.
Me miro y soltando una pequeña sonrisa, continúo con las mamadas, entrando yo al aseo donde me encontré otra pareja en faena.
Abrí la tapa del váter y me puse a mear mientras a mi lado seguían follando, si bien cuando iba a finalizar vi como una fina mano me la agarraba y suavemente la sacudió.
Me miro sin soltarla y girándome hacia ellos me uní besándola, mientras el fogoso viejo la estaba empitonando con golpes secos sobre la pared.
Era más mayor que ella por lo que supuse no eran pareja, aunque en el fragor de la fiesta el que parecía un joven era el, pues aquel duro rabo la estaba follando muy bien y ella parecía gustarle muy mucho.
Como pude me puse detrás de ella rozándole mi ya casi duro rabo en su trasero y liberándola de la pared aunque era yo el que ahora recibía los impactos por los vaivenes de la follada del viejo semental, cogiéndolo ella ahora con su mano guiándolo a su otro agujero.
Paro el viejo un segundo hasta que vio yo la ensartaba y ahora poniendo sus manos sobre la pared y sobre mis hombros, comenzó más fuerte a follarla, haciendo que mi polla entrara saliera con sus movimientos, hasta que tras un buen rato en esa postura, comenzamos a corrernos, siendo yo el primero, después ella y por fin el viejo.
Aproveche allí en el baño y me di una ducha pues acabe sudando, dándose seguidamente otra el viejo y aquel bombón , para salir al patio a comer algo pues ya mis piernas flojeaban de tanto polvo, reuniéndome con mi mujer que por lo visto ya también había acabado la faena con aquellos dos acompañantes, pues solo viendo como colgaban sus rabos, ya intuí los había dejado secos..
La tarde noche fue algo más tranquila pues el comienzo había sido demasiado fogoso y mi mujer al anochecer me pido irnos que se encontraba agotada..
Nos despedimos de todos ya que también algunos también se iban yendo, y emplazamos otra reunión para dentro de dos semanas en otra casa de campo de uno de los allí presentes.