El Viejo inagotable me da por atras
Tras la negativa de su mujer a follar con el, recibo la grata visita y mas llamando por la puerta trasera....
Tras el rico maratón de sexo con el Viejo y el Viudo, este último se marchó a descansar a su casa pues tras la salida del tanatorio aun no había regresado y debía de arreglar ciertos asuntos.
Me quede en el Hotel y baje al Spa a recuperarme y descansar y así hice durante todo el día retomando fuerzas, pues Emilio me llamo y dijo esa noche le era imposible acudir a visitarme pero al día siguiente quería comer juntos y tener una ardiente tarde.
Acepte pues realmente necesitaba relajarme por lo que tras la temprana cena me fui a dormir.
Las curiosidades de la vida hacen que ahora era yo la que sufría las impertinentes ruidos de la habitación de al lado, la del rico abuelete y su mujer, pues andaban discutiendo y se les había oído mover fuerte alguna silla y la cama, por lo que curiosamente pegue mi oído a la pared a escuchar.
Me reía escuchando los lamentos del abuelo, que intuía se había tomado una pastilla para follar con la abuela y está ahora no le dejaba, pues se le escucho claro decirle,” ahora que hago con esto aquí duro a punto de explotar y los huevos ardiendo y tu ahí tapada y huyendo de mi lado, porque no avisaste antes y no me tomo nada.” .
“Pues te la meneas le dijo la vieja, respondiendo el,- házmelo tu anda cariño, mira con la boca como años atrás hacías”. No ya sabes que hoy no tengo ganas o sea no insistas decía ella.. a lo que el volvió a decir , venga déjate relajar cierra los ojos y yo me desahogo un poquito , luego te dejo dormir.
Yo me estaba partiendo de risa pues me imaginaba la situación y más cuando se escuchaban pasos pues pensé él iba detrás de ella con el palo tieso en la mano.
Ella insistía en la negativa y le recomendó que bajara al bar y se tomara un par de copas que veras como se relajaba y la dejara descansar que le dolía la cabeza.
Escuche como el viejo decía pues si tú lo quieres eso hare, y como vea una camarera buena le voy a decir que me la chupe. Jajaja decía ella, eso quisieras tu a tus años ya, no te caerá esa breva, además si la encuentras tienes mi permiso, mientras la vieja se reía a carcajadas, diciendo mira este viejo se cree está en edad de ligar.
Se escuchó la puerta a los pocos minutos y asomándome con disimulo por la puerta lo vi dirigirse ya vestido al ascensor para bajar al bar, imaginándomelo empalmado como un burro debajo de aquel pantalón y la camisa amplia que se había dejado por fuera.
Estuve tentada de llamarlo, pero en las dudas, él se metió en el ascensor y yo en la cama dispuesta a dormir, cuando al minuto sentí unos toques suaves en la puerta como intentando no hacer ruido al golpear, pero con un toc toc toc continuo.
Me acerque a abrir habiéndome puesto solo una bata fina, ya que estaba durmiendo desnuda, cuando con un dedo en los labios pidiendo silencio el viejo andaba allí, pidiendo pasar.
Yo sorprendida pero riendo, le dije que sucede, (aunque realmente sabía lo que pasaba).- El respondiendo muy flojo dijo, “la arpía de mi mujer que no me deja follar esta noche y me tome una pastilla pensando no iba a dar la talla tras tus encuentros y mira como estoy y no se baja”.
Me señaló su bulto a la vez que lo agarraba con la mano y me invito a tocarlo para comprobarlo.
Se lo agarre y realmente la pastilla había hecho un su efecto con creces pues aquello parecía una barra de acero.
Pasa anda que te quite esa calentura, riendo el picaronamente a la vez que decía, gracias tesoro te lo voy a compensar, pero una cosa ehhh no grites esta noche no grites por dios que despertamos a la vieja esa y me mata.
Yo me reí y le dije: bueno depende de ti si me lo haces bien no sé si podre aguantarme.
Le hizo esto resoplar y no tardo en quitarse la ropa y quedarse con aquel pitón tieso y duro apuntando a mí desafiante, que ya lo esperaba en la cama.
Se lanzó como un chaval a besarme fuertemente y casi desesperado mientras su mano se lanzó como un resorte con la palma abierta hacia mi conejito al que froto fuerte y cariñosamente.
Umm como pude le dije, vienes como un semental en celo cariño, él me dijo; no sabes tú por cierto además ahora lo vas a comprobar bien, bajando seguidamente mordisqueando mi cuello y pechos y pellizcando mis pezones magistralmente , para llegar a mi sexo al que devoro hasta sacarme el primer orgasmo.
Me tape con la pequeña almohada la boca y cara para no gritar de placer, cuando sentí me levantaban las piernas abriéndolas un poco más y me metía de una estocada seca su duro rabo.
Se me escapo un pequeño gemido que el rápidamente tapo con una de sus manos, diciendo sssssssssss no grites tesoro, mientras culeaba magistralmente sobre mi provocándome un placer inmenso.
Estaba como acelerado pero bendita aceleración la de aquel abuelo y como estaba follando esa noche, pues cambio de postura dos o tres veces, incluso de lado levantándome una pierna para que viera una como la metía y sacaba mientras aquel par de huevos se balanceaban con la intensidad de las estocadas.
Allí me llego mi segundo orgasmo algo más intenso y largo, aprovechando el momento para volver a voltearme y ahora con mi culo en pompa se posiciono por atrás.
Pensé volvería a matarla por mi almejita, pues con lo larga que la tenía en esa postura no le costaba ningún trabajo, pero dejó caer saliva sobre mi culito y con un dedo la metió y unto en el interior de ese estrechito agujero.
Yo le dije, no Manuel por atrás no que la tienes muy dura y gorda y no está suficientemente dilatado.- esto pareció motivarlo aún más a la vez que decía calla no grites y déjame que veras como gozas de lo lingo, que a muchas mujeres os gusta más que el coñito.
Puso su cabezón en la puerta y antes de que una pudiera decir algo más, comenzó a meter aquella enorme y venosa vieja polla que ahora parecía la de un adolescente por su dureza, perforándome hasta el fondo a la vez que soltaba un fuerte resoplido como por el esfuerzo realizado.
Un ahíiiiiiiiiiii largo pero no fuerte se me escapo que fue rápidamente silenciado con su mano a la que chupaba y mordía cariñosamente sus dedos, mientras el ahora no cejaba de meter y sacar a un buen ritmo por mi puerta trasera.
Me estaba dando un polvo aquel abuelo, de los que hacen época, intensificando a veces el ritmo y provocando que sus balanceantes bolas golpearan en mí, incentivando aun mas mi excitación que no era poca con la sabia monta que estaba teniendo.
Noto el que estaba a punto de correrme y alentaba con la voz suave y floja, a que lo hiciera ya, pues me decía : así mi niña venga córrete otra vez y disfruta de mi duro rabo que te voy a llenar prontito de rica leche ese agujero delicioso que tienes.
No sé si fueron sus palabras o su experto rabo, pero al momento explote en un orgasmo de los que hacen época por la intensidad y su duración pero silenciado por su mano que ahora fuertemente me tapaba la boca ensordeciendo mis gemidos mientras se dejaba caer sobre mi espalda frotando su poblado pecho en ella a la vez que intensificaba su ritmo para correrse el también.
Y no vean como se corrió, pues tras unos golpes fuertes y secos comenzó a vomitar crema dentro de mi trasero con una virulencia que parecían balas, a la vez me mordía el cuello y la nuca para silenciar sus gemidos y convulsiones en ese momento cumbre.
Se incorporó un poco pero sin sacarla aun, y respirando fuerte pues se le escuchaba resoplar, dio otra pequeña sesión de culeadas, como descargando las ultimas gotas.-
Mis rodillas habían cedido casi y si no es por una almohada que me había puesto, estaría totalmente tumbada sobre la cama, sin fuelle ni para hablar.
La saco y como dándole premio por tan buen trabajo, me golpeo leve y cariñosamente con ella en la abertura medio dolorida por la dilatación, pero agradecida por el placer que me había dado.
Se tumbó a mi lado para recuperarse y mirándome tiernamente, me pregunto : ¿Te gusto mi cielo?.—mi respuesta fue. -- tu qué crees, tienes dudas, mira como me dejastes que apenas puedo abrir los ojos.
Él se reía y esa tierna y dulce mirada con su sutil sonrisa me hizo aun mas estremecer, pues encima de ser guapo y muy sexy aquel abuelo, además eras un sol y no les digo en la cama pues ya lo saben bien.
Nos quedamos hablando un rato donde le conté que había escuchado lo de su mujer, diciendo el que ella se lo perdía, y nosotros lo ganábamos, y que últimamente su mujer le daba muchas largas en el sexo cuando antes había sido muy ardiente incluso tiempos atrás habíamos hecho el amor con parejas en la misma casa, cada uno con la suya pero sin esconderse, pero los últimos años se quejaba mucho y apenas le apetece.
Yo le dije pues igual le falta variedad y buscar otras alternativas, cremas que la lubrifique bien, pues tú tienes una buena pieza ehhh , sonriendo el por el cumplido, a la vez que yo se la volvía a tocar balanceándosela un poco ,pues aún se mantenía semirrígida.
Él dijo- me tome una cialis pensando iba a estar agotado de lo tuyo anteriormente y esto no se duerme jejeje reía pero hablando flojito por miedo a despertar a su mujer.
Pues antes de irse a dormir voy a tener que calmarla yo, le dije no sea se le despierte allí en la cama con su mujer y vuelvan a tenerla .. Ahora nos reíamos los dos, aunque él me decía -muchacha habla flojo que esa tiene el oído fino y estas paredes no son gruesas.
Bueno para no hablar más y como dice el dicho en “boca ocupada no entran moscas” , relájese que ahora me toca a mí.
Me senté sobre el para con mi ardiente y mojado chochito restregarlo y alentar el rápido levantar de aquel viejo pero rico falo, a la vez que comencé a besarle su boca dulcemente, para ir bajando por su cuello a su frondoso pecho donde me recree un buen rato, pues era excitante acariciar aquel matorral sedoso y blanco que emanaba olor a rico macho, además a él le agradaba y más cuando mordía su pezones todos envueltos en esa pelambrera.
Seguí bajando por donde me iba indicando la fila de ese sexy vello, hasta encontrarme de bruces con una rosada cabeza reposando sobe el mismo, sujeta por un tronco de rabo venoso y curtido de tanta faena a sus espaldas, al que comencé a devorar y degustar como si no lo hubiese catado en la vida.
Una de mis manos lo sujetaba mientras mi boca hacia su faena y la otra apretaba cariñosamente y masajeaba aquellas dos enormes bolsas que contenían dos bonitas pelotas que inducían a jugar con ellas.
Su cadera no podía contenerla ante mi sabia comida y se levantaba con pequeños espasmos más aun cuando su cabeza era saboreada delicadamente.
Ahora era yo la que le pedía silencia pues comenzó a gemir fuerte ignorando el ante tanto placer que nos podían escuchar.
Tome la pequeña almohada y poniéndosela en su cintura le levante un poco la cadera, agarre los huevos con una mano para levantarlos y comencé a comerle por debajo de ellos jugueteando con mi lengua hasta llegar a su ano.
Eso le puso loco pues ahora su duro rabo palpitaba en mi otra mano que andaba sujetándolo a la vez que lo iba pajeando dulcemente.
Como vi que le gustaba me recree ahí y le metía mi lengua hasta donde me permitía llegar, lo que le hacía aun mas jadear y mover su cadera a espasmos.
Solo escuche decir que rico dios que rico, cuando sin previo aviso aquel rabo comenzó a vomitar ráfagas de pastosa crema que saltaban hacia arriba pero caían sobre su barriga y mi cabeza, pues mi mano no cejaba de menearlo manteniéndolo recto mirando al techo.
Era impresionante la cantidad que aquel abuelo soltaba siendo la segunda corrida en poco tiempo, y sobre todo el tiempo que se duró lanzando, pues algunos solo unos chorros y paran, pero este le duraban varias ráfagas largas y muy abundantes y espesa, lo que era una delicia para ver y degustar.
Limpie todo lo que pude y que estaba en zonas comestibles y lubrifique por ultimo su cabeza que ahora ya si aflojaba en su rigidez, quedándose relajada y dormida pero aun manteniendo un cierto grosor, pues aquella vieja polla no era pequeña ni mucho menos.
Lo tuve que despertar pues se me quedo dormido momentáneamente mientras yo me duchaba, y vistiéndose tras darme unos besos y unas gracias enormes, se despidió previo tomarse un botellín de ron del mini bar, por si su mujer le olía el aliento que supiera venia del bar.
Me quede sobre la cama pensativa viendo lo afortunada que era, pues había conocido un par de hombres de cuidado y que además me hacían gozar mucho, desconociendo lo que me deparaba en los días siguientes donde los acontecimientos se dispararon y más aun con grata sorpresa.