El viejo enterrador estaba muy vivo.

Una visita al cementerio, acaba levantando el espiritu del un viejo enterrador que guardaba una gran sorpresa.....

Me había desplazado yo sola  al cementerio para arreglar el pequeño nicho donde descansaban las cenizas de mi difunto Paco, y aunque el calor era insoportable decidir hacerlo en las horas centrales del día pues era cuando menos gente había   ya que me apotecia estar tranquila.

Cuando llegue observe que algunos vándalos habían estropeado varios, incluido el de mi marido, por lo que me dispuse buscar a un operario o enterrador que estuviese por los alrededores para comentarle los hechos.

Tras darme un buen paseo buscando al operario, al final lo encontré reparando  algunos que habían sufrido también desperfectos, me dirigía a él y cuando llegue observe que era un hombre de unos 60 años, estaba sin camisa pues el sol pegaba con intensidad y el bochorno era impresionante, lo llame y se giró, levantándose para atenderme..  Me quede unos segundos petrificada, pues al ver el torso tremendamente poblado por un matorral de mezcla de pelo blanco y negro, totalmente empapado por el sudor así como las facciones  rudas y masculinas de su cara, mi cuerpo se estremeció.

Al ver que me quede cortada, él se disculpó por su andar solo en pantalón, a la vez que dijo, es que con el calor que hace no hay quien lleve ropa en el cuerpo…yo le dije, no, no se preocupe yo creo que el paseo que me di para buscarle, es lo que me hizo quedar un poco agotada.

Pegue una visual rápida con disimulo mientras el dejaba los utensilios  para hablar conmigo, observando  un trasero musculoso y bien proporcionado para su edad, así como unos brazos y piernas fuertes, que junto a aquel torso lo hacían muy muy atractivo y empapado como estaba en sudor lo hacía aún más varonil … fijándome rápidamente que de paquete no andaba nada mal, pues el pantalón le marcaba lo que parecía una buena herramienta..

Tras llegar a mi lado, nos dirigimos al nicho de marido para que viera los desperfectos, mientras él se secaba con una toalla el sudor que empapaba aquel divino pectoral…

Yo estaba absorta de aquella imagen masculina que me había despertado sin querer mis instintos de depredadora sexual, si bien no había ido a buscarlo, lo cierto es que me había excitado mucho la presencia de aquel hombre.

Ya en el lugar de los desperfectos me ayudo a recoger todo lo dañado para luego el ponerse a repararlo, hablando un poco sobre lo ocurrido en las últimas noches que habían entrado algunos desaprensivos y había roto ya varias lapidas y nichos, teniendo la policía ya conocimiento de los hechos, ..

Mientras me hablaba, el embrujo de su presencia y su aspecto varonil me tenía medio mareada, y si bien el calor también era culpable de mi estado, lo era en mayor proporción su  compañía, notando que un sudor frio ahora recorría mi espalda y frente, y las piernas me flojeaban….

Desperté, parece ser unos diez minutos después, estando tumbada sobre un sofá con un paño frio sobre la frente y mi pelo medio mojado, abrí los ojos y estaba allí sentado junto a mi riendo y diciendo… umm menos mal que llego en sí.. Ya pensaba llamar la ambulancia, ….mire ,le dio un golpe de calor y se desmayó, menos mal que estaba cerca de la casa donde me quedo a veces, y la traje en brazos  y la refresque un poco viendo que ya se recupera.

Intente levantarme rápidamente toda azorada, pero me puso la mano en el hombro y me dijo, espera no sea brusca que le puede dar otra vez, tome este café con hielo  que le prepare y veras como te anima.

Ahh me dijo, disculpa que le haya mojado la blusa pero le tuve que mojar un poco el pelo y la frente y  por eso está algo empapada,… yo le dije gracias de todas formas, pero me siento mal por las molestias que le estoy causando… enseguida llamo a un taxis y voy para casa.

Mientras él tomaba un refresco y yo el café con hielo observe con rubor que efectivamente mi blusa estaba mojada y transparentaba mis pezones puntiagudos  a través de ella, también me ruborice pensando si al tomarme  y llevarme en brazos a la casa y  como llevaba falda, se habría fijado que no llevaba bragas como era mi costumbre..

Cogió un silla y se sentó junto a mí y medio riendo me dijo, ya vas tomando color, apoyando  su mano sobre la mía que tenía en mi barriga, .. Sentí un latigazo de placer cuando su mano se posó sobre mí, y creí que me desmayaría otra vez.. Ese hombre me volvía loco y no sabía porque..

Se presentó y dijo llamarse Andrés, mientras me hablaba me cambio el paño de la frente limpiando las gotas que caían hacia los lados, lo hacía con una ternura que me tenía embobada, pues aquella manos rudas y fuertes parecían ahora algodones sobre mi cara y pelo...

Observe que su mirada se desvió inconscientemente varias veces hacia mis pechos,  si bien la retiraba rápidamente como con rubor.. y eso me agrado pues me tenía encendida, yo disimuladamente mire su paquete, deseando verlo explotar, y lo cierto es que abultaba de lindo, pero no creo estuviera excitado al máximo.

Una mano seguía posada sobre la mía, y yo sin querer se la acaricie con la otra como agradeciendo su atención, mientras seguía mojando y limpiando mi frente.

Su torso peludo ahora ya seco de la sudor afloraba a un palmo de mi cara cuando se agachaba hacia adelante para atenderme, noto que mi mano  acariciaba la suya y se dejó llevar , pues sus dedos se medió entrelazaron con los míos cariñosamente.. Yo ya algo más calmada le agradecí todas las atenciones, respondiendo el, que una mujer tan guapa y atractiva como yo se lo merecía eso y más.

Volvió a mirar mis pecho y pezones sin darse cuenta que nuestras miradas se cruzaron con complicidad,  ruborizándose un poco el al darse cuenta que lo había visto mirar, diciendo, siento nuevamente lo de la blusa mojada, pero para decirle la verdad, le sienta mejor así, riendo picaronamente para salir del atolladero.

Yo no sé cómo y porque reacciones así pero la mano que andaba entrelazada con las mías, la guie y la pose sobre mi pecho mojado, retirando la mías rápidamente para dejarla sola acariciándome.

Me miro y no dijo nada, pues mis ojos se entornaron de placer al sentir sobre mi pezón sus rudos dedos, si bien lo acariciaban con una delicadeza algo fuera de lo normal, haciendo gemir por tan grato placer.

Su otra mano retiro el paño de mi frente y ya mesaba mi pelo con dulzura y delicadeza así como mi cara, la cual recorría con el reverso  de su mano cariñosamente.

Esta bajo para ocupar el sitio de la otra que ahora se deslizaba barriga a bajo  buscando mis entrepiernas, subiendo delicadamente la falda, a la vez que me dijo, vi cuando te lleve en mis brazos , pues se te subió la falda sin darme cuenta, que no llevas ropa interior y lo lleva muy arregladito…me encanta una mujer así.. a la vez que me hablaba ya sus dedos acariciaban suavemente mi gazapo que andaba excitado al máximo ya..

Estaba como poseída por el encanto y el embrujo que despedía aquel semental, que tanto me había atraído al verlo, que ya una de mis manos se había incrustado entre el matorral de pelo que afloraba por su pecho buscando su pezones para acariciarlos…. Esto le gusto pues también soltó un pequeño quejido de placer..

Su mano ya había abierto sabiamente mi blusa y mis  pezones apuntaban al techo como dos pitones  deseando ser comidos por aquella varonil boca… y ser rozados por aquella barba de dos días sin afeitar que poblaba aquella cara.

Agarre con mi mano un mechón del espeso follaje de su pecho y lo atraje hacia mí para que me besara, sintiendo como sus labios se dirigían primero a esos pitones sedientos de placer.

En ese mismo momento introdujo un dedo en mi sexo, exclamando placer a raudales por mi boca agradeciendo tan sabio tacto.

Una mano mía se posó sobre su cabeza, acariciando fuertemente su pelo  y presionándola sobre mis pezones, deseando no los soltara de aquella sabia comida, mientras la otra soltó el mechón que tenía cogido, para bajarse bruscamente y sin miramientos a su enorme paquete que  andaba a punto de explotar en aquel fino pantalón.

Comprobé in situ que aquel tremendo cuerpo varonil, iba equipado con una buena escopeta, que andaba  dura y rígida como la de un jovenzuelo veinteañero.

Resople mientras la agarraba y la palpaba, por lo que el con rapidez dirigió una mano a soltar su cinturón y bajar la cremallera para liberar aquella zanahoria gigante que apuntaba al techo insultantemente,,,la agarre con rapidez para testarla a la vez que introduje mi mano por el poblado matorral que la adornaban para agarrar sin cuidado ninguno los enormes y gordos huevos que la acompañaban.

Ya dos dedos estaban dentro de mi mojado conejo haciendo las delicias de este, cuando acerco su duro rabo con aquella enorme y brillante cabeza a mis pezones para frotarla junto a ellos.. esto le excitaba pues resoplaba como un miura  y más cuando mi mano se posó sobre esa bonita y gorda cabeza para restregarla más fuete sobre ellos., mientras con la otra le agarre su duro trasero, al que alabe diciéndole que tenía un culo divino y atractivo para un hombre de su edad… el agradeciendo el cumplido me dijo, ahora lo podrás tocar con las dos manos, pues estoy deseando montarte , quiero cubrirte como una hembra en celo. Y darte todo lo que tengo acumulado…

Se levantó y poniéndose entre mis piernas, estas las abrió un poco más, para agacharse sobre mi mojado sexo que estaba a punto de tener mi primer orgasmo, y este llego nada más sentir  aquella ruda lengua como se retorcía en su interior.

Levante la cadera como una posesa tras aquel orgasmo, aguantando el con sus manos mi cuerpo, mientras seguía comiendo escandalosamente bien, siendo yo la que se retorcía de placer ahora sobre el sofá.

No sé el tiempo que estuvo comiendo, pero fue increíble lo que me hizo gozar, y cuando noto que me iba a llegar mis segundo orgasmo,  cejo con la comida, para introducirme de una estocada certera aquel duro y gigante rabo, haciéndome explotar tras varias embestidas colosales.

Ahora le tenía agarrado su duro culo, al que creo le clavaba las unas de lo excitada que estaba, mientras subía y bajaba sobre mi sexo guiando con sus sabios movimientos las acometidas de aquel bendito intruso  que me tenía extenuada y loca de placer.

Su poblado pectoral rozaba y mesaba mis duros pezones que agradecían con sumo placer aquellas ricas caricias que gratuitamente recibían, mientras su boca ahora besaba fuertemente la  mía, conteniendo todo el placer que por aquí manaba.

Sus fuerte brazos ahora rodeaban mi cuerpo apretándolo contra el suyo, mientras de cintura hacia abajo su otra mitad no cejaba de embestir con tremendo placer mi sufrido y agradecido conejito.

Fueron diez o quince minutos colosales , donde le regale dos órganos más, notando ya su cuerpo mojado por el sudor de aquel ritmo endiablado que tenía sobre mí..

Lo cierto es que me encantaba sentirlo mojado y ese olor a macho sobre mi excitado cuerpo, haciendo llegar al clímax máximo, y más cuando comencé a recibir tras dos o tres acometidas secas, todos los jugos que aquel semental tenía reservado para mí.

Su cuerpo calambreaba  mientras iba soltado ráfagas de divino elixir blanco y espeso, a la vez que aflojaba en la intensidad de la monta, si bien no cejo en esos besos divinos que me impedían gritar de placer.

Fue un momento cumbre donde tuve mi último orgasmo, clavándole ahora si mis uñas sobre sus espaldas como movimiento reflejo a tanto goce.

Quedo montado sobre mí un buen rato recuperando aquel grato y ameno esfuerzo, besándome dulcemente mientras recuperábamos el aliento.

Cuando fue a levantarse lo agarre fuertemente abrazándolo  y diciéndole que nos e quitara que quería tenerlo allí así sobre mí un poco más. Y aunque su rabo ya andaba algo menos rígido dentro de mi cueva, este no se salía por su gran tamaño, produciendo un placer exquisito la estancia de aquel inquilino.

El noto mi placer y me complació con caricias y besos, que no cejaban mientras seguía ensamblado sobre mí.

Me miro y me dijo, ¿que te sucedió para lanzarte tan cariñosamente conmigo?.. yo siendo lo más sincera que pude, le dije, que cuando lo había visto sin camisa arreglando aquella fosa, había sentido un golpe de placer y atracción fuera de lo normal, que había sentido un deseo increíble cuando lo vi a mi lado y me estremecí toda al sentir me tocaba mientras me cuidaba..

Era como la hembra en celo que se ofrece al macho de la manada cuando esta lista para ser cubierta…y aunque las palabras sonaran algo bruscas era realmente lo que había sentido.

El me dijo, que cuando me llevo en brazos y vio mi gazapo desnudo , sintió un latigazo y un deseo enorme de comerlo, pero en ese momento su premura era mi salud, y cuando vio mis pezones transparentarse por la blusa mojada, no sabía cómo contener con disimulo la dureza de su rabo..

Nos reímos los dos tras las sinceras palabras, continuando otro buen tiempo con besos y caricias, hasta que le pedí se bajara, pues me apetecía comérsela un buen rato.

El encanto por mi propuesta se dejó caer sobre el lado del sofá con las manos en su nuca, a la vez que entre risas me dijo, soy todo tuyo,, haz lo quieras conmigo ….

Me agache agarrando con tacto aquel tremendo aunque relajado mástil y con sabios mordiscos y besos fui enderezándolo, a la vez no cejaba de acariciar esas dos enormes y peludas bolsas que en su interior cocían ese mana que deseaba recibir.

Mi sabia comida, lo hizo rápido despertar y ahora él era el que gemía y más cuando esa brillante cabeza la albergaba en su totalidad en el interior de mi boca a la vez que mi lengua jugaba con ella.

Cuando estaba en su máximo esplendor estuve tentada se subirme sobre ella y cabalgar  como una amazona desesperara en llegar a su destino sobre los lomos de su semental, pero me apetecía verla explotar en mi boca  y testar sus jugos a los que anhelaba con tremendo deseo, por lo que decidí ayudarme con mi mano, para   subirla y bajarla por aquel tronco de mástil, mientras la cabeza seguía engullida por mi boca.

Esto dio sus frutos y tras previo aviso tras  varios calambrazos de sus piernas y cuerpo, esta comenzó a vomitar mi deseado manjar, sorprendentemente tan abundante para ser su segunda descarga, que casi me hizo imposible degustar su totalidad..

Exprimí hasta la última gota de aquellos depósitos y tubo y el me lo agradeció con cumplidos, pues dijo que jamás se la habían hecho así de bien,  acabando los dos con una tierna ducha donde ya solo las caricias y besos suplían al jabón..

Nos dimos cuenta que era la hora de comer y se ofreció a invitarme, aceptando yo encantada y más de su grata compañía…. la tarde fue larga y amena aunque ya no hubo sexo ese día, solo ya sirvió para conocernos mejor y contarnos un poco de nuestra vida, comprobando que era divorciado desde hacía más de 20 años, no habiéndose casado más pues su  peculiar trabajo había sido un impedimento para algunas amigas que había conocido,..

Yo le dije que para mí no lo era, pues ya se lo había demostrado, y que deseaba conocerlo más…. Y si era en la cama pues aún mejor, a lo que respondió el con risas diciendo que estaba encantado…. Y lo cierto es que en la siguiente cita me termino de encantar…. Pero eso se lo contare más adelante….