El viaje de mi vida 2

Llegando a la ciudad

-pero… -me interrumpió rápidamente. –pero nada, mañana te paso a recoger a las 9 de la mañana y empezamos tu aprendizaje jaja. –cada vez me quedaba más callada. Justo en ese momento me sonó mi teléfono, era Luz, le colgué, no era el momento, pero no dejaba de llamarme, ya me estaba enfadando.

-¿estás bien? –me dijo Yvonne, notándome mi enfado.

-sí, perdona, no es nada. – le dije rápidamente, haciéndome olvidar, el rato incomodo de hace un momento. Pero mi móvil seguía sonando, ya se me notaba el enfado, descolgué y me lo pegué al oído.

-¿Qué pasó, tanta insistencia? –diciendo esto de mala gana.

-No, nada, solo quería saber como estas, y saber que tal todo. –me comento mi ex, en el otro lado del móvil.

-pues estoy bien y si me disculpas estoy con una amiga, y no puedo atenderte. Ya hablaremos. –diciéndoselo ya enfadada, colgándole el móvil, y apagando este a su vez.

Yvonne, no sabía que decirme, se había quedado atenta a la conversación, y no se esperaba mi reacción, pues no sabía quién era la otra persona, pero si pudo escuchar que era una chica, y por mi reacción, que no era precisamente una amiga.  Cuando observo que estaba algo más calmada, pudo preguntarme.

-¿entonces, soy tu amiga? –me pregunto.

-¿Qué? –no esperaba esa pregunta.

-le dijiste a esa chica que estabas con una amiga, y bueno espero que te refieras a mí. – obviamente debía darle una explicación de mi reacción, aunque no tenía obligación.

-bueno, claro que se puede decir que eres mi amiga, al fin de cuentas, me has ayudado. Y bueno esa chica, ella es… -me silencio poniendo uno de sus dedos en mis labios, para que no hablara.

-no importa, lo importante ahora eres tú, y bueno creo deberías irte a dormir, si quiero mañana llevarte de excursión. –mirando el reloj del auto.

-te lo agradezco de veras, el que me ayudes, no sé como pueda pagártelo. –ruborizándome.

-no pasa nada, hay algo en ti, que me llama la atención desde que te vi, y me gustaría ayudarte. Y ahora sí, mejor que vayas a descansar mañana te recojo a la 9, y seguimos hablando.

Antes de bajarme del auto, le volví a dar las gracias, y le di un beso en la comisura de la boca, y me dirigí a mi habitación, nada más cerrar la puerta, me quede pensando, no podía creer, todo lo que me había pasado ese día. Me puse el pijama y me eche en la cama para intentar dormir, cosa que no pude hacer, cuando ya empezó a amanecer, me levante y encendí el móvil, tenía varias llamadas perdidas de Luz, mire la hora eran las 7.30 de la mañana, todavía tardaría 1 hora y media, en venir  Yvonne. Aproveche me duche y me prepare, me puse un pantalón vaquero ajustado, que resaltaba mi parte trasera, una camisa con un poco de escote, quería insinuar pero sin enseñar, y unas zapatillas cómodas, pues según me imaginaba íbamos a caminar bastante, me maquille un poco, sin parecer una puerta. Cuando me di cuenta todavía faltaba media hora, como ya no sabía qué hacer, abrí el portátil que mi madre me había regalado, ya tenía todo lo necesario para lo que iba a usarlo, me quede prendada tanto tiempo que no me di cuenta que era ya la hora, cuando sonó el teléfono de la habitación. Me sobresalte pues no me lo esperaba, lo descolgué y me dijeron que tenía una visita en la recepción esperándome, le dije que ya bajaba.

En la recepción me esperaba Yvonne, iba vestida con un pantalón vaquero y la camisa, era ceñida, no dejaba espacio para mucha imaginación. Cuando nos vimos, nos acercamos y nos dimos un par de besos, en forma de saludo, rápidamente nos dispusimos a salir a desayunar, fuimos a una crepería cercana llamada L´Excuse Mogador, era un local pequeño  en comparación con los de su alrededor, nos sentamos cerca del mostrador, e Yvonne, fue a pedir,  puesto que yo no sabía mucho francés. Tardo como 2 minutos en regresar con una bandeja llena de comida, y empezó a explicarme lo que íbamos a hacer ese día.

-Vamos a desayunar fuerte, que hoy no vas a parar, jaja. –me dijo.

-Tiene todo muy buena pinta, ¿cuánto te ha costado? para darte el dinero.

-nada, tu come, y ya. –lo dijo con pinta de que me olvidara de pagar.

Aprovechamos y charlamos de todo un poco, cuando terminamos nos dirigimos al museo de Louvre, y me comento la historia de la pirámide de delante de la entrada.

  • En 1983, Ieoh Ming Pei fue designado para acondicionar una nueva entrada grande para recibir al público creciente y organizar el interior del museo. Él diseñó la pirámide con el acceso que se abrió en marzo de 1989, que simbólicamente era el año del bicentenario de la Revolución Francesa. Dicha pirámide tiene las proporciones exactas de la pirámide de Keops, 3 pirámides pequeñas acompañan a la principal. –Acercándonos a verlas más cerca, continúo explicándome.- la pirámide invertida es la que se ve en el subsuelo cuando se accede al Louvre por el Carrusel.  –era impresionante toda la información que estaba aprendiendo.

Estuvimos viendo la Gioconda, la Venus de Milo, Victoria alada de Samotracia, al llega a la escultura el amor de Psique, una escultura preciosa de finales del siglo XVIII, y del artista italiano Antonio Cánova, nos paramos delante de esta y nos quedamos mirándola, de repente Yvonne, se queda mirándola y yo a ella, esa mirada que le veía hacía mucho tiempo que no la veía en nadien, y me fascino, al darse cuenta de que la miraba, me pregunto enseguida que era lo que pensaba al ver esa obra.

-refleja el amor entre ambos, la fuerza que puede contener un beso de amor y sobre todo si es verdadero, el artista,  quiso reflejar ese poder que se obtiene al tener el amor de otra persona. –le conteste sin pensar. – bueno es mi opinión.

-y muy acertada, y ¿Qué opinas del amor entre personas del mismo género?  -me pregunto mirándome fijamente.

-Bueno, ¿Qué puedo opinar? Es evidente que mucha gente, piensa que no es adecuado o antinatural pero, cuando dos personas se quieren da igual todo, incluido el género. –pareciera que no supiera mis gustos sexuales, pero por si no le había quedado claro, agregue. – es más tuve conversaciones de este tipo con mucha gente, pues desde muy pequeña, he sabido mis gustos, y no son los comunes, y siempre me  han mirado como un bicho raro, pero lo importante, es encontrar, a la persona adecuada, que me quiera y yo quererla a ella.

-Y esa persona no ha llegado aun, ¿no? –mirándome con una pequeña sonrisa en la boca.

-pensé algún tiempo que si había llegado, pero es obvio, que no, sino no estuviera aquí.

-¿puedo hacerte una pregunta más personal? –me dijo acercándose para que nadien nos escuchara.

-Sí, pero la respuesta es sí. –suponiéndome la pregunta por la conversación.

-Bueno, supongo que el tiempo dirá. – continuamos con nuestro recorrido y cuando quisimos darnos cuenta era la hora de almorzar.

Yvonne me dijo si confiaba en ella, le dije que si pues no me tocaba de otra, pues ella era la que conocía donde estábamos. Y fuimos a un restaurante llamado Le Bistrot Benoît, de comida francesa, bajo la Pirámide, en el corazón del museo del Louvre. Entre los platos que pidió fueron: cazuela de caracoles, pastel de pollo con tomillo, que estaban súper exquisitas, Blanquette de ternera tradicional, y una botella de vino para acompañar. La verdad que el desayuno fue increíble pero el almuerzo lo superaba, terminamos de comer y seguimos viendo lugares, y aprendiendo datos, y aprendiendo a moverme, estaba muy cómoda con Yvonne, cuando para mi sorpresa, a lo lejos escucho mi nombre, era imposible que fuera yo, pues no conocía a nadien allí, sino a Yvonne, pero, mire aun así, y fue cuando vi a Joliet acercándose, cuando estuvo suficientemente cerca, me dio un beso en el cachete.

-hola preciosa ¿como estas? No pensaba volver a verte tan rápido, ¿Ya conseguiste lo que querías? –me dijo sin prestar atención a Yvonne. La cual se quedo mirando media enfadada, estaba claro que no le gustaba Joliet.

-Hola Joliet, bien estoy conociendo la ciudad con mi amiga. –señalando a Yvonne, se saludaron, pero estaba claro que a ninguna le caía bien la otra.

-Me parece bien, bueno apunta mi móvil si me necesitas para algo, a la hora que sea, y lo que sea. –diciendo esto último, casi en un susurro, para que no lo escuchara Yvonne.

Cogí mi móvil y apunte su número, justo a tiempo para que el móvil de Joliet sonara, avisándola de que tenía un compromiso, nos despedimos, y se marcho tan rápido como llego.

-¿Quién era esa? Ten cuidado, pues aquí hay mucha gente, que ven a una chica joven y guapa, y se aprovechan de ella. Además, no hacía falta que intentara disimular al decir, lo que sea, esa quiere tema contigo, estaba claro desde que la vi. –diciendo esto enfadada.

-Disculpa, ¿Estas enfadada? –diciendo esto casi sonriendo.

-No, ¿Por qué te ríes? –estaba claro que estaba enfadada, pero no entendía bien el porqué.

-De nada, de nada. –diciendo esto para intentar calmar un poco el patio.

En ese momento vi un cartel de alquiler, Yvonne se dio cuenta y se ofreció a ayudarme a buscar algún sitio para quedarme, pues no podía quedarme los 3 meses en un hotel. Parecía que se había olvidado del enfado, después de un rato, continuamos la tarde viendo cosas, y fuimos a cenar, en la cena, nos dimos los números de teléfono, y charlamos de algunas cosas más. Me acompaño al hotel y como la noche anterior, nos despedimos, no sin antes hacerla prometer que me avisaría cuando llegara a casa, y esta vez fue ella quien me dio el beso.

Estando en la habitación, me puse a actualizar el portátil, y ponerlo al día con todos mis datos, además, busque como llegar a la empresa, donde debía hacer las practicas, y posibles alquileres cercanos, cuando me llegó una llamada, la mire era Yvonne.

-¿Ya llegaste a casa? –le conteste al descolgar.

-Sí, y me acomode ya para irme a la cama, espero que lo pasaras bien hoy, y aprendieras algunas cosas.

-Si me lo pase muy bien, gracias, espero pronto poder devolverte todo lo de hoy.

-No tienes nada que devolverme, ¿qué haces?

-Aquí con el portátil, actualizándolo y poniendo algunos programas. –haciéndolo mientras hablaba.

-continua entonces, y nada espero que descanses, mañana no nos veremos, pues tengo trabajo, y estaré todo el día con el grupo, llegan a las 7 de la mañana,  pero vamos hablando por teléfono, ¿vale? –se le notaba media tristona al decir esto.

-Bueno, primero es el trabajo y después lo demás, además tengo que preparar todo para el lunes.

-ya verás que todo te va a salir bien, tu puedes con eso y más.

-parece como si nos conociéramos de toda la vida, y solo nos conocemos de ayer, jaja parece broma, pero tenemos muchas cosas en común. –le dije sin pensar mucho.

-la verdad, que yo tengo el mismo pensamiento, y no sé, el porqué de esto.

Poco a poco fuimos hablando hasta que se hizo de madrugada, cuando mire la hora era muy tarde y ella tenía trabajo pronto, además la notaba media adormecida, y le dije que aunque me diera pena debíamos colgar que ya mañana hablaríamos con calma. A regañadientes acepto, y nos fuimos a dormir, no sin antes, yo pararme a pensar que era lo que me pasaba con ella, pues no había sentido nada parecido por nadien antes. Al final de tanto pensar y el cansancio, me quede dormida hasta la mañana siguiente.