El Viaje de Egresadas

Al finalizar la escuela secundaria realizan un viaje de egresadas. La curiosidad termina en una sorpresa.

El Viaje de Egresadas

Autor: Ricardo Erecto

Resumen: Al finalizar la escuela secundaria se organiza un viaje de egresadas. La curiosidad les depara una sorpresa.

Capítulo I

Las treinta dos egresadas estaban acompañadas por dos profesoras ya acostumbradas a estos viajes. Debían ser un poco estrictas, pero no mucho. Algunas de las jovencitas hacían sus primeras experiencias sexuales, otras repetían algo ya conocido y unas pocas, muy pocas, volvían vírgenes.

Al tercer día que estaban en el destino, se presentó un señor diciendo que representaba una agencia de viajes y proponía visitar una antigua cárcel de mujeres, ya en desuso, distante unos cien kilómetros internados en la selva amazónica.

Solamente cinco de las jóvenes aceptaron hacer la visita. Les parecía algo interesante conocer ese establecimiento de reclusión en medio de la selva. Quedaron en que al día siguiente las pasaría buscar muy temprano.

Efectivamente a las 7 de la mañana se presentó un vehículo al cual subieron las cinco jóvenes. Iban, además del conductor dos guías conocedores del camino. Se inició por una ruta asfaltada, luego se desviaron por un camino secundario y finalmente por camino de tierra, adentrándose en la espesura de la selva. Luego de casi dos horas de viaje llegaron a un edificio que se mantenía en buenos condiciones a pesar de estar abandonado. Bajaron y se dirigieron a la zona de las celdas.

Uno de los guías, Damián, invitó a las visitantes a que se introdujeran en las celdas y cerraran las puertas para palpar la sensación que aquellas mujeres sentían de estar encerradas allí. Cuatro de ellas lo hicieron de inmediato. Penetraron en sendas celdas y cerraron las puertas reja que se abrían solamente con las llaves que portaba el guía. Marina estaba un poco renuente a penetrar en la celda y cerrar la puerta, por lo que Damián la acompañó hasta el interior. Mientras la joven observaba el interior, Damián salió y cerró la reja.

Luego de unos minutos todas querían salir, por lo que llamaban a Damián que se había retirado del lugar. Las cinco jóvenes habían quedado encerradas sendas celdas. Mientras tanto Damián se dirigió a una de las oficinas ocupadas por Lucho, el jefe de la organización. El conductor del vehículo y el otro guía habían emprendido el viaje de regreso.

Damián: Lucho, quedaron las cinco pendejas encerradas. Muy buena carne para vender. Creo que haremos mejor negocio que otras veces con mujeres mayores.

Lucho: ¿Cuántos años tienen?

D: 18 o 19. Egresan este año de la escuela.

L: Debo reconocer que tuviste una idea destacada al traer a estas chicas. Escucho que te están llamando para que abras las rejas de las celdas.

D: Las dejaremos un rato allí. Con el calor que hace en poco tiempo comenzarán a pedir agua.

L: ¿y entonces?

D: Les cambiaré un vaso de agua por alguna prenda. Antes de medianoche estarán casi desnudas.

L: Eso es abusar de ellas, pero bueno, lo dejo en tus manos, pero recuerda que mañana tenemos que tomarles las fotos para ofrecerlas. No quiero permanecer mucho tiempo aquí.

Damián estaba en lo cierto. Las jóvenes estaban acaloradas. La humedad y la temperatura de la selva se hacían insoportables. Se acercó a las celdas. Apenas lo vieron le reprocharon estar encerradas.

¡Abra las puertas!. ¿Qué hacemos aquí encerradas? ¡Esto no es gracioso! ¡Hemos pasado más de una hora encerradas! ¡Tenemos sed!

D: Calma chicas. Ya se va a arreglar todo. Hubo un pequeño problema con las llaves de las rejas. Quédense tranquilas. Ya les traigo agua fresca.

Damián volvió con una jarra de agua con hielo y cinco vasos. Se acercó a la primera de las celdas, en la que estaba Isabel.

D: ¿Quieres un vaso de agua?

I: Sí, me muero de sed.

D: Te cambio un vaso de agua por una prenda tuya.

I: No entiendo. ¿Cómo una prenda?.

D: Sí, una prenda. Pueden ser los zapatos, la camisa, lo que quieras.

I: ¡Me está extorsionando!

D: Sí. ¿Quieres o no el vaso de agua?

Isabel se sacó los zapatos y se los dio a cambio del vaso de agua. Las demás jóvenes que habían oído el diálogo no se resistieron mucho a quitarse los zapatos. Era la prenda menos comprometida.

Poco más tarde Damián llegó con unos sándwiches.

Las cinco mujeres volvieron a increparlo para que abriera las celdas. Sin responder y haciendo oídos sordos a los reclamos y dirigiéndose a Gloria le preguntó:

-Seguramente tienes hambre. ¿Quieres comer un sándwich?

M: Sí, tengo hambre.

D: Te lo cambio por tu camisa

M: ¿Cómo dijo?

D: Dije que te cambio un sándwich por tu camisa. Yo te doy el sándwich y tú me das tu camisa, como antes con los zapatos.

I: ¿Quiere que me quede con el sostén?

D: ¡Claro!

I: ¡No me sacaré la camisa!

D: Y yo no te daré el sándwich. Cuando más tarde me pidas algo para comer en lugar de pedirte solamente la camisa te pediré algo más.

Gloria lo miró con cara de indignación, pero comenzó a quitarse la camisa. Se la entregó a Damián a cambio del sándwich. Pasó frente a la celda siguiente, ocupada por Sabrina.

D: Ya oíste. Si quieres comida, me das tu camisa.

Sabrina accedió de inmediato. Tenía un hambre insoportable. Así llegó hasta la última de las celdas. Comenzó su camino de regreso con cinco camisas en el brazo. Una sonrisa se dibujaba en sus labios. Ante los nuevos reclamos que abriera las rejas, Damián les dijo que no podría ser antes de la noche.

Poco después la sed abrazaba a todas. Entre el calor y la sal del jamón crudo del sándwich la sed se hacía insoportable. Pedían agua.

Damián, dirigiéndose a todas en voz alta les dijo que por cada vaso de agua fresca se llevaría una prenda de cada una. Las chicas se indignaron y comenzaron a gritar, pero finalmente debieron acceder. Se quitaron los pantalones y las medias. Ahora vestían solamente el sostén y las bragas. Temieron que el próximo pedido fuera que se sacaran alguna de esas prendas.

Así ocurrió. Ya era de noche cuando Damián volvió con una humeante pizza.

D: La que quiera una porción de pizza me la pide. Se paga con una prenda.

Si bien se resistieron algunos minutos, Liliana se quitó el corpiño a cambio de un trozo de pizza. Luego las demás la siguieron.

D: seguramente ya tienen sed. Les dejaré una jarra de agua a cada una para que beban hasta saciarse y más pizza a cambio de sus bragas. Quiero verlas desnudas completamente. Así podré apreciar sus rajas. En general veo que tienen muy lindas tetas.

Hubo un griterío pero las jóvenes comprendieron que no había mucha alternativa. Tarde o temprano deberían quitarse la última prenda que ocultaba sus intimidades. Comenzaron a desnudarse.

Damián observaba con detenimiento el cuerpo de cada joven antes de entregarle lo prometido. Luego de tener en sus manos las cinco bragas les dijo.

-Así pasarán mejor la noche. No tendrán tanto calor. Mañana veremos cómo seguimos.

Varias de las jóvenes reclamaron que se abrieran las celdas tal como había prometido, que por la noche dispondría de la llave.

D: Pues les he mentido. Pasarán la noche en las celdas.

Se podían escuchar las quejas e insultos de las jóvenes mientras Damián se retiraba.

D: ¿Viste Lucho que te dije antes de medianoche estarían casi desnudas?

L: Sí, eso dijiste.

D: Pues están completamente desnudas. Aquí tienes las bragas de todas ellas.

L: ¿Qué dicen?.

D: Pues nos están puteando por lo que las hemos engañado, pero eso no importa. Las cinco tienen unos cuerpos deliciosos.

L: Bueno, mañana les tomaremos las fotos. Debemos preparar el decorado.

La mañana siguiente Damián se dirigió a las celdas llevando el desayuno.

D: Miren que bueno que soy que les traigo desayuno y no les pido nada a cambio.

Terminado el desayuno y luego de retirar las bandejas se unió Lucho, quién dirigiéndose a todas las jóvenes que permanecían detrás de las rejas les dijo:

-Soy el Jefe de este operativo. Les recomiendo que obedezcan las órdenes que les damos porque en caso contrario la van a pasar muy mal. Ahora las sacaremos una por vez de las celdas para tomarles unas fotografías. Repito que deben obedecer sin decir palabra o recibirán un castigo.-

Se dirigieron a la celda de Marina. Abrieron la reja y cada uno de los hombres la tomó de un brazo y salieron al pasillo de las celdas. La llevaron a una salita alejada. Allí le ataron las muñecas y la colgaron de una cadena pendiente del techo, sin apoyar sus pies en el suelo. Le tomaron una foto de frente y otra de espaldas.

La bajaron hasta que apenas apoyara los pies en el suelo y le tomaron otra foto que abarcaba desde la cintura para arriba y otra desde un poco debajo de la entrepierna hasta la cabeza. Luego la hicieron acostar sobre una mesa y la fotografiaron mientras estaba de espaldas sobre la mesa y se tomaba las piernas con sus brazos, mostrando su concha y el agujero del culo claramente. La última foto fue tomada desde atrás, arrodillada sobre la mesa, mostrando el culo y la raja.

Terminadas las fotos la condujeron a otra sala en la que le colocaron un collar metálico cuya cadena estaba fija en la pared. Ahora Marina estaba parada, desnuda y sin poder alejarse de la pared a la cual estaba encadenada. Otros collares metálicos pendían de la pared. Imaginó, acertadamente, que serían para sus compañeras. Unas esposas rodearon sus muñecas con las manos en la espalda.

La siguiente fue Isabel. Se le tomaron las mismas fotos. Continuaron con Sabrina, Liliana y Gloria. Ninguna de las cinco, a pesar que debieron exponerse para que le tomaran las fotos, se quejó o hizo comentario alguno. Estaban temerosas de lo que podía ocurrir.

Una vez que estaban las cinco con el collar rodeando sus cuellos y sin posibilidades de grandes movimientos, Lucho se paró frente a ellas y les dijo:

-Nos encontramos frente a cinco hermosas jóvenes que engañadas han sido traídas hasta aquí y han posado desnudas. Nosotros estaremos enviando esas fotos a clientes habituales nuestros que compran mujeres para los prostíbulos que explotan. Esperamos que en esta oportunidad logremos los precios más altos ya que son buenos ejemplares para trabajar de putas.-

-Estimamos que el remate se hará dentro de tres días, tiempo que creemos necesitarán los chulos y regentes de casas de putas en llegar. Mientras tanto permanecerán encerradas en las celdas. Recibirán buena alimentación y luego de la cena podrán ver algunos videos para entretenerse y comenzar a instruirse sobre sus futuros trabajos. Así las putas aprenden posiciones y cómo comportarse con los futuros clientes.-

-Deberán descansar bien para que se encuentren en forma el día del remate. El objetivo de todo esto es ganar algún dinero y proveer de material a esas esforzadas casas de putas que tanto hacen por la comunidad.-

-Si lo que temen es que las violemos, pueden estar tranquilas. No las cogeremos nosotros. De eso se encargarán otros una vez que las hayamos vendido. ¿Alguna pregunta?-

Ninguna de las cinco se animaba a siquiera abrir la boca.

-Antes que las llevemos de vuelta a sus celdas, se acostarán en una mesa y procederemos a revisarlas con detalle para indicar alguna seña particular a incluir en el dossier que prepararemos.-

Le quitaron el collar a Isabel quién se recostó en la mesa. Le palparon la firmeza de las tetas y luego de separar las piernas le observaron con detenimiento el clítoris y la entrada de la vagina. Luego debió voltearse para acostarse boca abajo y le revisaron el culo y toda la espalda. Mientras la revisaban Isabel no podía contener algunas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.

-No llores Isabel, que vas a estar bien. Los regentes de los prostíbulos con los que nosotros tratamos son buena gente. Si trabajas con ahínco y satisfaces bien a los clientes no tendrás problemas con nadie. Tienes un cuerpo delicioso y serás una puta muy buscada. Ya verás con qué gusto usarán tu cuerpo.-

Terminada la revisión la llevaron de vuelta a la celda. El siguiente fue el turno de Marina. Luego siguieron Sabrina, Gloria y Liliana.

De inmediato Lucho y Damián se dedicaron a preparar la información y los archivos con las fotos y otras observaciones para enviar a los posibles clientes. La carta presentación decía así.

Remate de mujeres jóvenes.

Remate especial de ganado de muy buena calidad, (18-19 años) especial para prostíbulos de exigentes. Las cinco putas ofrecidas no tienen experiencia laboral pero podrán apreciar sus cuerpos en las fotos que se adjuntan. El remate se llevará a cabo el próximo 25 en el predio ubicado en la selva amazónica a 52° 17´ 38" de longitud Oeste y a 12° 03´ 35" de latitud Sur. Hay pista de aterrizaje. Las ventas serán al contado y en efectivo.

Luego de los envíos para atraer clientes, prepararon una ampliación de la foto en que cada una aparecía de frente mostrando la raja y los pechos. Pegaron cada foto enfrente de la celda que correspondía a cada una. Era la manera de humillarlas un poco más ya que veían su propio retrato desnuda cada vez que se acercaban a la reja de la puerta.

Ya la primera noche luego de la cena fueron conducidas a un pequeño salón que contaba con una gran pantalla de televisión. Cinco sillones de madera estaban ubicados frente al mismo. Luego que se ubicaron en los mismos, Damián y Lucho procedieron a atarle las muñecas a los brazos del respectivo sillón. Una cuerda que pasaba por su cintura se anudaba detrás del respaldo. Ninguna articulaba palabra y dejaban hacer. Estaban temerosas.

Una vez que las cinco estaban atadas colocaron en el equipo el video "Desnudándose para el Cliente". Allí se presentaban distintas escenas de putas en acción. Al finalizar el video Lucho comentó algunas alternativas de lo visto, indicándoles que eso sería lo que deberían hacer luego de ser vendidas. También insistió en que deberían tener sus bocas preparadas ya que algunos preferían comenzar con sexo oral.

Sabrina, que parecía la más disconforme con el futuro que le esperaba, intentó protestar por la forma en que eran tratadas para luego trabajar de putas.

L; No te quejes. Hemos decidido invitar solamente a gente que las hará ejercer esa profesión. En esta oportunidad no hemos invitado a gente que las quiera como esclavas. Entonces sí tendrías motivo para quejarte.

Sabrina: ¿Qué eso de esclavas?

L: Mira, mejor que en lugar de decírtelo te muestre un video de la labor de una esclava con un amo. Damián , pon el video "Castigos Vaginales"

Mientras transcurría la cinta, Lucho observaba las caras de horror de las cinco jóvenes. Evidentemente no tenían ni idea que pudieran ocurrir las cosas que estaban viendo. Como su título lo indicaba aparecían tres jóvenes que eran castigadas en la vulva, ya sea por perforaciones, por cera caliente, azotes con varas o disciplinas y descargas eléctricas. Una de ellas debía soportar, entre sollozos y lamentos, que le cosieran la concha con aguja e hilo.

Al finalizar Lucho les comentó que como no quería que sufrieran en el futuro, no habían sido invitados los que las tratarían así, por lo que realmente debían estar agradecidas. Les indicó que esas eran sólo unas pocas cosas a las que eventualmente podrían estar sometidas si un amo decidía comprarlas.

Finalizada la alocución, las cinco fueron conducidas de vuelta a las celdas. Demoraron mucho en dormirse pensando en ambas películas que habían visto. Su desnudez, la dureza del catre en el que debían descansar y la forma en que eran tratadas estaban destruyendo su voluntad de rebelarse.

La noche siguiente se repitió la ceremonia pero ahora la película mostrada sería " Tres por Tres". En ella había dos putas que complacían a un varón (tres personajes). A lo largo de las escenas las dos putas eran cogidas tanto por la vagina como por el culo y la chupaban con la boca, usando sus tres agujeros. También mostraba diferentes posiciones, pero siempre de a tres. Luego Lucho comentó largamente sobre sexo anal y bucal para instrucción de las futuras putas.

Damián: Como verán creo que podrán entretenerse. ¿Prefieren ver otra de putas o alguna de esclavas?

Las opiniones estaban dividas. Tres preferían ver qué tendrían que hacer mientras que las otras dos preferían ver de qué se habían salvado. Llegaron al acuerdo de ver una y una. La primera sería "Anillada" Allí se mostraba cuando la esclava era anillada en los pezones, la lengua, la nariz y la concha. Se mostraba especialmente cuando se las perforaba sin tener el cuenta el sufrimiento a que era sometida.

Luego la esclava anillada recibía distintos castigos y humillaciones. En uno de ellos tenía sus muñecas rodeadas por una pulsera de hierro que estaban unidas a las anillas de los pezones, mientras que la anilla de la vulva era fijada a un poste. En estas condiciones era azotada en el culo con un látigo. La esclava debía evitar todo movimiento tanto de su cuerpo como de sus manos para no verse sometida a los tirones en los pezones o la concha que provocaría cualquier movimiento.

La otra era "Cogiendo a Cintia", historia de una joven que cae en manos de un chulo que la alquila a los hombres más rudos del pueblo, abusando de las intimidades de la joven. No solamente se la cogen por los tres agujeros reiteradamente sino que debe tragar el semen y en algunas ocasiones son orinadas por los clientes. Ante tanta humillación sufrida por Cintia, Isabel intenta suplicar no ser vendida como puta. Lucho le ordena callarse bajo pena de ser castigada y eventualmente ser vendida como esclava.

L: Te informo que lograría mucho más dinero si te vendemos como esclava. Hoy día son muy buscadas las jovencitas como tú para que los amos las torturen sin piedad. Por lo tanto u obedeces o sabes lo que te espera.

Finalizada la alocución, fueron llevadas nuevamente a sus celdas.

Capítulo II.

A la mañana siguiente comenzaron a llegar los interesados en el remate que se llevaría acabo ese día. A las nueve de la mañana Lucho les anunció a las jóvenes que el remate sería ese día y que las expondrían un rato antes de comenzar la subasta para que pudieran ser observadas por los posibles clientes.

Ante la inminencia de ser vendidas, las cinco no pudieron contener el llanto. Alrededor de las 9:30 horas de la mañana fueron conducidas al exterior. Allí había una larga cadena entre dos postes. Una a una fueron conducidas hasta la cadena y se le colocaron collares metálicos unidos a uno de los eslabones de la cadena y grilletes en las muñecas que se fijaban también a la cadena, con los brazos parcialmente extendidos

De esta manera estaban inmovilizadas y sin posibilidades de cubrir parte alguna de sus cuerpos desnudos ni resistirse a las inspecciones que seguidamente sobrevendrían. Una vez que las cinco estaban encadenadas, Lucho invitó a los presentes a observar y tocar la mercadería.

Las cinco fueron manoseadas y revisadas en todas sus partes. Liliana y Sabrina fueron las que concitaron la mayor atención. Todas debieron escuchar comentarios soeces mientras sus conchas eras tocadas o sus pezones apretados entre los dedos. A Lucho no se le escapó el detalle del interés en estas dos putas y pensó que la base de éstas debía ser más alta.

Cuando todos había revisado el material en exposición, Lucho se dispuso a iniciar el remate.

L: Ante todo quiero agradecerles que hayan venido hasta aquí para hacer sus ofertas sobre esta carne fresca que enaltecerá sus casas. Uds. ya habrán podido observar la calidad de la mercadería que ofrecemos en esta oportunidad. Comenzaremos rematando a Isabel. La base es de 60.000 euros. ¿Cuánto más pueden ofrecer por ella?. Pueden observar su cuerpo virgen, sin uso y sin marcas. Una puta de alto nivel, no de esas que se las ve callejeando.

Los distintos compradores fueron haciendo ofertas. 65; 70; 72 y la oferta más alta quedó el precio en 76.000 euros. Lucho dio por vendida a la primera de las jóvenes.

L: Vamos a rematar a Gloria. Estoy seguro que como puta, a pesar de no tener experiencia previa, les rendirá mucho dinero. Tiene unas tetas y culo muy firmes que será apreciado por los clientes. La base también es de 60.000, muy poco para lo que vale esta inocente niña que será, repito, una excelente puta. Como la anterior pueden observar un cuerpo casi perfecto. Miren esas tetas. ¡Una maravilla!

Aquí la puja fue un poco más importante y se ofertó 80.000 euros por ella. Lucho bajó el martillo y Gloria estaba vendida.

L: Ahora vamos a rematar a Liliana. Creo que no es necesario decirles lo que puede explotarse ese cuerpo. Hemos tenido el cuidado de afeitarle la concha para que pudieran apreciarla mejor. Esa raja rosada atraerá la mirada de los clientes. Sin duda será una joven que despertará el interés de Uds. Realzará las casas de putas que regentean. La base de Liliana es de 85.000 euros. A ver quién paga más.

Nuevamente comenzaron las pujas. Lucho, conocedor de su oficio, no se había equivocado. Las ofertas se sucedían llegándose a pagar por ella 115.000 euros. Lucho la vendió y el comprador resultó ser el mismo que había comprado a Isabel.

La siguiente a ser rematada era Marina. Marina era una morochita de ojos castaños con muy buen culo. Ya lo habían podido apreciar los compradores en el tiempo que estuvo en exposición. Precisamente uno de ellos había estado evaluando su trasero con detenimiento, pensando que podría ser muy requerida para sexo anal. Era un culito prometedor. Lucho informó que la base era también de 60.000. Esperaba ofertas.

A pesar de lo buena que estaba para su futuro trabajo de puta no resultó muy buscada. Se vendió en 70.000. La compró el interesado en buscar una puta especialista en sexo por atrás para su casa. Se acercaba el remate de la última, Sabrina, que Lucho había dejado especialmente para el final.

L: Ahora es el turno de rematar a la última puta de esta serie. Les recomiendo a aquellos que no lo hicieron antes que se acerquen a Sabrina y aprecien sus virtudes. Unas tetas muy firmes con unos pezones enormes. Su conchita cerrada será un gusto especial para los clientes cuando la penetren. Del culo no voy a hablar porque ya lo podrán apreciar Uds. Sale de base en 85.000, un verdadero regalo para esta hermosa niña.

Hubo varias ofertas pero la última oferta fue de 125.000, precio en el cual fue vendida. El comprador de Sabrina era el mismo que había comprado a Isabel y Liliana. Lucho se acercó para informarse quién era este personaje que había comprado tres de las cinco en venta e informarse cómo quería llevarse a las mujeres.

-Mi nombre es Carlos Madero Berón, dueño de varios de los prostíbulos de Centro América. Estas putas están destinadas al más grande de los que tengo. Se llama "La Leona Rosa". Tiene cincuenta habitaciones y trabajan en él un total de noventa putas entre los distintos turnos.-

Lucho: Mucho gusto señor Madero Berón. Estoy seguro que el material que hoy se lleva es de lo mejor que podrá encontrar. ¿Las desatamos y les permitimos vestirse para que Ud. las lleve?

CMB: No tengo apuro. Mejor déjelas dónde están mientras nosotros almorzamos. Ya habrá tiempo de quitarle las cadenas y permitirles que se vistan. Son tres muy buenos ejemplares. Hacía Mucho tiempo que no asistía a un remate con material de esta calidad. No deje de avisarme si se repite.

L: No me cabe duda que las tres le darán muchas satisfacciones y buen dinero. Por supuesto que le avisaré cuando tenga un lote especial para la venta.

CMB: Eso espero. No han sido baratas pero creo que serán putas buscadas. Tendrán que trabajar muchas horas por día para tener un buen retorno de la inversión. Estaba pensando en quedarme con Sabrina para uso personal.

L: ¿Tendrá una puta para uso personal?

CMB: En realidad más que puta la tendría como esclava. ¿Se imagina tenerla atada mientras se la azota en las tetas?.

L: Discúlpeme que le contradiga pero me parece un desperdicio tener a Sabrina como esclava ahora. Hágala trabajar como puta primero. Tiene sólo 18 años y luego de estar un año o dos como puta entonces podrá usarla como esclava. Así estará un poco más acostumbrada a obedecer y podrá someterla a castigos más duros

CMB: Puede ser, puede ser. Iré a verlas de vuelta y tocarlas. Me gusta ver cómo se ruborizan cuando se las teca y se hace algún comentario soez sobre sus cuerpos..

Se dirigieron al lugar dónde las tres muchachas se encontraban encadenadas. Las otras dos ya habían sido retiradas del lugar por sus compradores. Carlos se acercó a Isabel. Bajó su mano para tocarle el clítoris. La joven hizo un movimiento brusco.

CMB: Tranquila niña. Tu nuevo dueño quiere palparte. Mejor que te quedes quieta. Todas las putas de La Leona Rosa son muy sumisas y tranquilas que satisfacer a los clientes. Me imagino que tú también serás complaciente con ellos y ofrecerás tu concha para que la usen como quieran, ¿no es así?

Isabel no supo ni pudo responder. Algunas lágrimas corrieron por sus mejillas. Carlos retiró su mano de la conchita y comenzó a masajear las tetas y los pezones. Nuevamente Isabel se sintió impotente de defenderse. Estaba siendo humillada nuevamente y recordó cuando debió cambiar comida por prendas que usaba hasta quedar desnuda. ¿Qué futuro le esperaba?

CMB: Supongo que te comportarás como una buena puta. Quiero que me contestes.

Isabel temblaba de miedo. Consideró que lo mejor era asentir.

I: Sí señor.

CMB: ¡Así no se contesta!

I: Sí señor, me comportaré como una buena puta.

CMB: Así está mejor.

Pasó a Liliana. Le llamaron la atención los pezones que tenía. Turgentes, erectos, provocativos. Lo tomó entre sus dedos y comenzó a sobarlos. Luego bajó su mano a la raja depilada

CMB: Y tú, ¿Cómo te comportarás? ¿Pondrás tus tetas, tu culo y tu concha al servicio del cliente?.

L: Sí señor, pondré mis tetas, mi culo y mi concha a servicio del cliente que me elija.

Carlos estaba satisfecho. Estaban muertas de miedo, pero eso no importaba. Lo que sí importaba es que no se revelarían de trabajar en una casa de putas. Se dirigió a Sabrina.

CMB: Tú tienes un cuerpo para tratarte como una esclava. Si bien te he comprado para La Leona Rosa, quizás te haga hacer otras cosas. Separa las piernas que quiero tocarte la concha.

Sabrina separó sus piernas dejando el sexo accesible. La cadena de su cuello le molestaba un poco y deseaba que aquello terminara pronto para salir de tan incómoda posición. Sintió un dedo de Carlos que se introducía en su culo. Se sorprendió tanto que ni siquiera pudo reaccionar.

Carlos volvió a observar el cuerpo de Sabrina. Era realmente apetecible. ¿Por qué no echarse un polvo en ese momento? Se abrió el cierre y sacó su picha. Sabrina dio un grito. No imaginaba que pudiera ser violada en ese momento. Quiso cerrar sus piernas pero ya las de Carlos estaban entre las suyas. Sintió la punta de la polla apoyada en la entrada de la vagina. Poco después su himen se desgarraba por la penetración.

Ser cogida en esas circunstancia, a la vista de sus compañeras de aventura, frente a Damián y Lucho que observaban con curiosidad superaba lo que podía haber imaginado. Para colmo esas palabras de "Si bien te he comprado para La Leona Rosa, quizás te haga hacer otras cosas" la asustaba. ¿Más humillaciones todavía?.

Carlos continuó entrando y sacando su polla lentamente. No tenía apuro en acabar. Mientras tanto acariciaba el culo de la joven que permanecía con sus muñecas encadenadas. Poco después Sabrina sintió el líquido caliente que penetraba en sus intimidades. Nuevamente las lágrimas saltaron de sus ojos.

Tanto Liliana como Isabel sabían que tarde o temprano ellas también serían penetradas en sus conchas. Quizás lo fueran directamente con algún cliente que quisiera abusar de ellas. Imaginaron un gordo viejo que las humillarían sin piedad. Quizás Sabrina había sido afortunada de hacerlo por primera vez en esas condiciones. Todo era según el punto de vista con que se mirara.

Carlos guardó su polla y le indicó a un ayudante que les quitara las cadenas, las vistiera y acondicionara a las jóvenes que pronto partirían en el avión privado estacionado a pocos metros del lugar.

El ayudante comenzó por Liliana. Luego de quitarle con grilletes de las muñecas y el collar le alcanzó una túnica con la cual cubrir su cuerpo. Luego le ató los brazos cruzados en la espalda. Una cinta adhesiva sellaba su boca y una correa alrededor de sus piernas arriba de las rodillas y otra alrededor de los tobillos completaban las restricciones. Una vez terminado de colocarle las correas, la cargó en sus hombros y la depositó, cual un paquete, en el avión. Durante el proceso aprovechó a tocar las partes íntimas de la joven.

Regresó y procedió de manera similar con Isabel y Sabrina, a las cuales acarició de igual manera. Ya con las tres jóvenes a bordo, Carlos saludó a Lucho, indicándole que no dejara de avisarle cuando tuviera otras putas para vender. A su vez Lucho le aseguró que no dejaría de comunicarse con él y le deseó buen viaje.

Así terminaba el viaje de egresadas de las cinco jóvenes que quisieron conocer el penal abandonado. Sin duda se iniciaba una nueva vida para ellas pero muy lejos de lo que habían pensado cuando iniciaron el viaje de Fin de Curso.

Por su parte Lucho y Damián emprendieron rápidamente un viaje con destino desconocido. Era conveniente desaparecer por un tiempo. Volverían dentro de dos meses a esa viaja cárcel abandonada, pero esa sería otra historia.

FIN