El Viaje (7)

- Ya no te lo digo más, serás mi esclava, mi putita y lo que se me antoje, y no vuelvas a comentar este tema, de acuerdo. – dijo furioso

Otro nuevo día estaba comenzando, por mi mente paso el recuerdo de la noche anterior, donde mi culo dejo de ser virgen bajo la polla del amo. Un flujo de imágenes pasaban deprisa por mi cabeza, el cuartel de donde venia el día del secuestro, mi familia, mis amigos, mi novia…..

No sabría como explicar lo que hasta el momento me había ocurrido, ni tampoco si lo entenderían, era un mar de dudas. Todo esto pasaba por mi cabeza mientras me miraba frente al espejo y veía la transformación que había tenido de tres semanas atrás, tenia una delgadez extrema y mi musculatura había desaparecido, seguía sin tener vello sobre mi cuerpo excepto una leve pelusa en los genitales, los pezones incluso habían aumentado su hinchazón desde el día anterior. Podría decirse que tenía el cuerpo de un adolescente con rasgos afeminados. Fijé la mirada sobre la placa que colgaba de mis testículos y me dispuse a leer su grabado.

Al igual que la de Miguel decía que pertenecía al amo "ODIN" y al darle la vuelta para ver mi nombre, "CARLA".

¡Esto no puede ser, el amo se ha equivocado¡

Estaba furioso, deseaba gritar y desahogarme para calmar mi furia, la visita de Miguel me sirvió de bálsamo, para desahogarme con el.

Buenos días Carlos, que tal estas. – dijo

Cabreado, acabo de descubrir que el amo se ha equivocado en el nombre que figura en mi placa. – contesté airado

Déjame ver Carlos. – dijo mientras llevaba su vista a la placa.

Llevas razón, aquí esta grabado CARLA, que raro. – comentó

Ese es el motivo de mi enfado, espero que ya que tengo que llevarla, al menos mi nombre este escrito correctamente. – contesté

Tranquilo seguro que el amo lo arregla pronto, y ahora déjame ponerte estos parches y la crema que me acaban de dar para ti. – dijo

Miguel sacó de un sobre unos parches y me los colocó sobre las nalgas, la crema me dijo que me la pusiera en los pechos, cosa que hice.

Creo que es para el problema de la hinchazón. – recalcó mientras yo me la extendía.

Espero que sirva pues molestan al rozarlos. – respondí

Y ahora vayamos a tomar el desayuno que nos esperan. – dijo

Entramos en el comedor y el amo me ordenó sentarme junto a el, la silla en cuestion era como las demas con la diferencia que esta tenia en el centro un consolador de látex y se daba por hecho que yo tenia que sentarme sobre él. Encima de la mesa habia un bote de lubricante y sin mediar palabra lo embarduné al igual que mi culo, hecho esto pase a sentarme sobre mi nueva cabalgadura. Se deslizó en mi interior sin mayores problemas, mi culo ya estaba acostumbrado a tareas mas duras.

El amo me agarró la cabeza y llevo su boca a mis labios para besarme y darme los buenos dias.

A partir de hoy ya podrás alimentarte como los demás, aparte de tu ración de leche. – dijo señalándome los alimentos de la mesa.

Gracias amo, lo deseaba muchísimo. – contesté al tiempo que me llevaba a la boca un delicioso bollo junto a un trago de café.

Devoraba en vez de comer, todo me parecía una delicia, un simple café lo saboreaba sorbo a sorbo, apenas me acordaba de su sabor, que placer dios mío

Acabado mi primer desayuno en ese lugar, el amo le ordenó a Miguel que me llevara a darme un baño de barro para la depilación, yo miraba mi cuerpo y apenas veía vello, no obstante me fui con mi amigo sin rechistar.

De paso al baño pasamos por delante de las jaulas de los animales y pudimos ver como el macho de gran danés acababa de montarse a la hembra y tenia su descomunal polla flácida, goteando leche.

Es impresionante el tamaño que tiene. – dije a Miguel señalándole el miembro del animal.

Algunos hombres darían dinero por poseer tamaño pollón. – respondió a la vez que reía.

Venga, entra en la piscina que vas a tener un cuerpo depilado para toda tu vida. – decía mientras yo sumergía mi cuerpo en el lodo.

Después de un baño de una media hora, Miguel procedió a quitarme el barro con la manguera y acto seguido nos fuimos a darnos un baño en la piscina.

Pasamos un buen rato jugando para luego descansar nuestros cuerpos bajo el sol, hasta que llegó el amo y nos indicó que quería follarme y me dispuse a lubricar su polla con mi saliva a la par que Miguel lo hacia con mi culo. Cuando consideré que estaba preparado me dispuse a sentarme sobre el mástil del amo.

Respiraba lentamente mientras me dejaba caer sobre la masa de carne que por segunda vez volvía a abrirse camino en mis entrañas. De nuevo el maldito dolor del día anterior estaba presente, ningún culo estaba entrenado lo suficiente para dejar paso sin sufrir a tamaño falo.

Venga anímate y aguanta un poco el dolor. – decía el amo mientras mis músculos temblaban por la tensión a la que estaban sometidos.

Lo intento amo, pero duele mucho, aaaaggggggg. – dije dolorido

Seguí bajando mi cuerpo lentamente sobre la polla y aguantando el sufrimiento como mejor sabía, llegué a posar mis nalgas sobre el cuerpo del amo. Lo había conseguido, de nuevo estaba ensartado hasta el fondo, jadeaba e intentaba relajarme para mitigar el fuerte dolor e intentar al menos disfrutar del empalamiento.

Bien hecho, te estas volviendo toda una experta con tu culito, mi pequeña putita. – dijo

Lito, mientras me follo a mi putita, dale gusto mamándole su polla, para que disfrute como una loca. – dijo dirigiéndose a mi amigo

Me irritaba oír de su boca palabras en femenino dirigidas a mi persona, pero en esos momentos no podía ni doblar mi cintura ante la inmensa masa de carne que me tenia erguido y como Miguel ya estaba mamándomela, me dedique a disfrutar el momento.

Al unísono el amo y mi amigo se compenetraron y me estaban llevando al placer máximo, mientras el amo levantaba mi cuerpo del envite, Miguel tragaba toda mi polla en su garganta. Yo solo podía dejarme llevar por los movimientos acompasados, y pasé del dolor al gozo en un abrir y cerrar de ojos. Los temblores volvían a repetirse pero esta vez era consecuencia del inminente orgasmo que iba a tener lugar en todo mi cuerpo, el amo también jadeaba y subía mi cuerpo mas y mas deprisa, noté que le venia el orgasmo porque su polla estaba aumentando de grosor y las paredes de mi culo no me engañaban.

En un momento sus manos me agarraron de los hombros hacia abajo, dejo de embestir y dando un grito, aaaaaaaaaggggggggggg…. inundó mi culo de su esperma, al unísono yo vaciaba mi semen en la garganta de Miguel, diossssssssss que placer……….

Terminado de follarme, el amo nos dejó a los dos relajarnos sobre las hamacas, y seguimos disfrutando del sol en nuestros cuerpos.

Te has percatado, de que se dirige a mí en modo femenino. – dije preguntándole a mi amigo

Si, es cierto, le he oído llamarte su putita, ahora puedo entender lo del nombre en la placa. – respondió sin tapujos.

Yo estoy, que me quemo por dentro, no tiene bastante con retenerme y hacerme su esclavo, que además me humilla de esa manera. – dije cabreado levantando la voz.

Acláralo con el, pero te aconsejo que lo hagas en privado. – respondió Miguel sin mucho convencimiento.

Eso es lo que pienso hacer, ahora vayámonos adentro a ver si puedo verlo para decírselo. – dije mientras nos marchábamos.

En el pasillo nos topamos con el amo, y le dije que deseaba hablar con él a solas en la habitación, me respondió que entrara y que mas tarde iría a buscarme. Después de una hora la figura del amo atravesó la puerta, se acercó y me beso a la par que me decía, ¿Qué es lo que desea mi putita?

De eso es de lo que quería hablar, me gustaría que no me llamase putita ni utilizase términos femeninos hacia mí, yo hago todo lo que me pide, pero el término femenino no me agrada. – dije de forma suave para no enfadarlo y salirme con la mía.

Te comenté, que ya tenia varios esclavos y ahora lo que deseo es poseer una esclava y tu tienes el inmenso honor de ser esa persona, por lo que a mi respecta, te guste o nó, te voy a convertir en la putita que necesito. – dijo en un tono autoritario.

Pero amo entiéndalo, yo he hecho todo lo que me ha pedido, y sus deseos los cumplo al pie de la letra, pero lo de ser tratado como una chica, no me gusta, se lo pido por favor. – contesté suavemente.

Ya no te lo digo más, serás mi esclava, mi putita y lo que se me antoje, y no vuelvas a comentar este tema, de acuerdo. – dijo furioso.

Dicho esto se marcho enojado y yo me eché a llorar como un niño. Lamenté el día que subí al maldito camión, causante de todo lo que estaba sucediendo a mi vida.

Al cabo de varios minutos de la bronca con el amo, empecé a notar que mi cuerpo no funcionaba bien, la cabeza me daba vueltas y me parecía que iba a estallar, comencé a tener fuertes temblores y un sudor frió recorría todo mi cuerpo. La respiración se hacia mas difícil por momentos y la vista se estaba volviendo borrosa, algo no iba bien.

Carlos, ¿que te pasa? – preguntó una voz a lo lejos.

Carlos, estás mal, dime que te ocurre. – volvió a hablar la voz.

Me encuentro mal, no puedo respirar. – dije con voz tenue.

Lo siguiente que noté, es oír muchas voces y un rato después me llevaban en camilla hacia el exterior del recinto, acto seguido las sirenas de una ambulancia fue lo último que recordé hasta que volví en sí en el interior de una habitación de hospital.

Tenía puesto un gotero y notaba molestias en mi abdomen y en las nalgas, a mi lado sentado en una butaca una enfermera leyendo un libro.

¿Qué hago aquí, que me ha pasado? – pregunté

Tuviste un problema y han tenido que ingresarte. – respondió mi acompañante.

Sí, algo recuerdo, me encontraba temblando y tenia frió. – dije

Ya estas curado, ahora a recuperarte. – contestó la enfermera

Noto molestias en la barriga y los muslos, ¿Por qué? – pregunté

Es por las intervenciones que te han realizado, pero dentro de una semana estarás perfecto y sin molestias. – me comunicó

¿De que intervenciones me habla? – contesté

Por lo visto una de las costillas flotante te presionaba un órgano interno y han tenido que extirparla y para que no tuvieras una forma rara en tu aspecto decidieron hacer lo mismo con la otra costilla, pero no te preocupes que eso no te afectará para nada en tu salud. – dijo

Pues vaya mala suerte que tengo últimamente, todo me esta saliendo mal, espero que pare pronto. – contesté resignado.

¿Y las molestias de las piernas a que se debe? – volví a preguntar.

Eso no lo se exactamente, pero creo que ha sido una cuestión estética, promovida por tu tutor. – contestó

Ya no seguí preguntando, empecé a comprender el tema de la estética y de mi tutor en cuestión.

En esa cama de hospital los días se hacían interminables y solo la lectura de algún libro que me prestaba mi enfermera, y alguna que otra conversación, mitigaba el aburrimiento. Y día tras día fueron pasando hasta que por fin, llegó el momento de abandonar la dichosa habitación y poder estirar las piernas.

Me colocaron en una camilla y volví a entrar en una ambulancia camino de mi internado forzoso, pero aun así deseaba salir aun cuando el destino no era de mis preferidos.

Retornado a mi lugar de origen, el amo Odin, Miguel y otros servidores salieron a la entrada a recibirme, todo el mundo se alegraba de volver a verme, pero sobre todo el amo, que con un efusivo beso me dio su particular bienvenida. Pero la alegría me la dio Miguel con su abrazo, era mi único lazo de amistad que tenia dentro de esos muros.

Lito, acompáñalo a su habitación y que se de una ducha para relajarse, no lo dejes solo ni un segundo. – dijo el amo.

Miguel y yo, fuimos a la habitación, me duché y le volví a dar un abrazo demostrándole mi afecto.

Me has tenido muy preocupado. – dijo

Te agradezco tu interés, pero ya ha pasado y por lo visto todo ha salido bien. – contesté.

Bueno, me alegro que sea así, ahora a pasarlo bien y olvidar las dos semanas que has estado en el hospital, por cierto tienes la cintura mas estrecha y tu culo esta mas grande y levantado, vamos yo diría que, ¡estas más bueno!. – dijo riéndose

Me dirigí al espejo, desde mi ingreso en el hospital no tuve ocasión de mirarme un solo momento. Miguel tenía toda la razón, mi cintura a raíz de la extirpación de las costillas se había reducido y mi culo tal como decía mi amigo era más voluminoso y levantado, podría decirse que tenía una figura más sexy.

Pero mirando al espejo desde otra perspectiva se diría que ahora mi aspecto era más femenino, cintura estrecha, caderas y culo mas ancho y si volvía la mirada al pecho no cabía duda, los pezones apenas dolían en el roce, pero yo notaba que seguían creciendo.

A mi cabeza volvieron las palabras del amo, esclava, putita, todo se estaba entrelazando, no quería decírselo a Miguel, pero ya no tenia dudas de que el amo deseaba convertirme en su esclava y sobre todo que mi aspecto fuera lo mas femenino posible.

Le estuve contando a Miguel lo aburrido que es un hospital y las lecturas que me habían ayudado a pasar las horas en la dichosa habitación. La puerta se abrió y el doctor entró para preocuparse por mi estado y de paso, a darme los medicamentos de rigor. Me hizo tomar las pastillas y posteriormente me inyectó el líquido en mi brazo.

  • Ahora descansa y mañana te encontraras como nuevo. – dijo marchándose y llevándose con el a mi amigo. A los pocos minutos notaba como mis ojos se cerraban y daban paso a un placido sueño.