El Viaje (6)

- ¿Miguel, notas la hinchazón que tienen mis pezones? – pregunté - Es cierto, los tienes bastantes hinchados, ¿te duelen? - Bastante, apenas me rozo, siento el dolor. – respondí - Puede que sea por tanto tiempo durmiendo, tres días son demasiados. – - ¿Cómo que tres días durmiendo? – pregunté

Estaba despertando y a la vez me sentía muy cansado, tenia la sensación

de estar en un lugar diferente, a mis ojos les costaba abrirse y dar paso a la luz. Al fin pude abrirlos, la imagen de Miguel a los pies de la cama me alegró la vista.

Buenos días, dormilón. – dijo sonriendo.

Buenos días, Miguel. – contesté con dificultad.

La cabeza me daba vueltas y me costaba trabajo incorporarme, creía no estar despierto, me sentía como drogado o algo parecido. Mis movimientos eran lentos y descoordinados, intenté salir de la cama pero sin ayuda me era difícil, Miguel se acercó y apoyándome en su hombro conseguí ponerme de pie.

No me encuentro bien Miguel, ayúdame a ir al baño. – dije

Tranquilo Carlos, es normal después de llevar varios días durmiendo. –contestó

No entendí lo último que me dijo, pero ahora mi problema era llegar a la ducha y despejarme. El agua era una delicia, me senté en el suelo y dejé que la lluvia de la ducha hiciera su trabajo y terminara por relajarme y despertarme a su vez. Después de un buen rato en remojo me incorporé y Miguel se ofreció a secarme, el abrazo de la toalla con mi cuerpo me produjo molestias en el pecho, agradecí a Miguel su ayuda pero prefería seguir yo con la labor de secarme. Otra vez el roce con la toalla me molestaba, descubrí que la zona en cuestión eran los pezones, el más mínimo roce me producía dolor, me acerqué al espejo y comprobé que los tenia hinchados, los toque con mis manos y noté una dureza interior, me recordaba a mis tiempos de la pubertad, era prácticamente la misma sensación.

¿Miguel, notas la hinchazón que tienen mis pezones? – pregunté

Es cierto, los tienes bastantes hinchados, ¿te duelen?

Bastante, apenas me rozo, siento el dolor. – respondí

Puede que sea por tanto tiempo durmiendo, tres días son demasiados. –

¿Cómo que tres días durmiendo? – pregunté

El motivo y las causas no lo se Carlos, pero llevabas tres días seguidos sin abrir los ojos, a mi me estaba preocupando. – contestó

Pues no lo entiendo, habrán sido los medicamentos que me están suministrando los responsables del sueño y a lo mejor también del dolor en los pezones. – contesté

Puede que tengas razón, pero lo mejor será que te despejes tomando el sol en la piscina, vamonos. – dijo mientras me cojia del brazo.

Con su ayuda conseguí llegar y tumbarme en la hamaca, los rayos de la mañana calentaban lo suficiente para despejarme y tonificar mi cuerpo. Miraba hacia mi pecho y no entendía ni el dolor ni el hinchamiento, cuando viera al amo le preguntaría sobre el tema, el debería saber algo de porque del sueño y de mis pezones. Después de tomar el sol, mi amigo y yo nos tiramos al agua para refrescarnos y nadar un rato, cuando salimos el amo nos esperaba en las hamacas.

Secaros y dirigíos al salón, os estaré esperando. – dijo retirándose al instante sin permitir que le hablara.

Llegamos al salón y todos los presentes hacían un corro sentados en butacas y en el centro un pequeño diván redondo forrado en piel.

Entra en el círculo y siéntate, que te espera tu comida. – dijo el amo

Ya no había que decirme nada mas, me senté y me dispuse a tragar mi alimento que hasta ahora era lo único que me permitían. Me lancé sobre mi primer comensal y devoraba su polla para sacar el jugo lo antes posible, se podía decir que ya era muy buen comepollas y a mi ya no me producía ningún rechazo, al contrario, me estaba gustando pues era mi único alimento y mis pudores habían desaparecido.

Ayudar un poco al chico, pues sino vamos a estar aquí toda la mañana. – dijo el amo a los presentes

Dicho eso, todos empezaron a masturbarse y yo solo tenía que abrir mi boca para recibir el esperma. Uno tras otro se acercaban a mi para que abriese mi boca y saciaran mi apetito, algunos apenas tenían tiempo de llegar, para evitar derramar el semen estrujaban el glande y esperaban a tener mi boca libre para que una vez dentro, su polla descargara el liquido en mi interior. Mi garganta no engullía todo lo rápido que yo quería y sin poder evitarlo parte del esperma se me caía cuello abajo, pero aun así la mayor parte entraba en mi interior. El amo estaba satisfecho con mi trabajo y se acercaba a mí y ayudaba con su mano a dirigir mi cabeza hacia la polla que mas urgente necesitaba de mis servicios de vaciado. Absolutamente todos pasaron por mi boca, todos menos el amo, que esta vez no quiso una felación mía.

Ahora no, lo dejaremos para más tarde, donde recibirás mi semen en otra parte de tu cuerpo. – dijo el amo

Miguel, acompáñalo a su habitación y una vez duchado le colocas el plug para prepararlo para el bautismo. –

Regresamos a la habitación y de nuevo estaba bajo el agua de la ducha, mientras Miguel abría uno de los cajones y cojia el objeto ordenado, yo volví a sentir el dolor en mi pecho al rozarme nuevamente la toalla. Me acerqué a la cama donde estaba el consolador junto con un bote de crema y comprobé que este plug era corto pero demasiado grueso para mi culo. Miguel se dispuso a embadurnarlo de crema lubricante y en vez de dármelo para que yo me lo introdujera.

Este tengo que ponértelo yo son las ordenes, asi que túmbate sobre la cama para comenzar. – dijo

Hazlo con cuidado Miguel, que es demasiado grueso. – dije mientras levantaba el culo para ayudar a la introducción.

No te preocupes Carlos, tenemos tiempo y este lubricante es especial para grandes dilataciones, asi que relájate y comencemos. – dijo

El lubricante me producía frío en la zona donde actuaba, cuando introducía sus dedos untados con el gel, mi cuerpo se estremecía ante esa nueva sensación. A la vez que frío, también notaba la suavidad con la entraban y salían los dedos de Miguel, mi culo se estaba relajando y mi amigo aprovechó para comenzar a penetrarlo con el plug, los primeros intentos no consiguieron nada pero él no cesaba en su empeño. Con más lubricante en el objeto y en mi culo lo volvía a intentar, yo no me quejaba pero las molestias iban en aumento, ya estaba notando como mi culo se rendía a los esfuerzos de Miguel y el dolor no tardó en llegar.

Ahhhggggggg, no puedo soportarlo, Miguel. – grité desesperado

Calma Carlos, aguanta un poco más y habremos acabado. – contestó

Sácalo por favor, y deja que descanse y me relaje. – dije

Miguel se apiadó de mí y retiró de mi culo el consolador, paró unos segundos y de nuevo volví a notar como repetía la acción de lubricar mi culo y el plug para volver a empezar. Yo había probado varios tamaños de consolador, pero el diámetro de este superaba con creces todos los anteriores, respiraba profundo e intentaba relajarme mientras notaba un nuevo intento de perforación de mi esfínter.

La respiración me ayudaba pero no era suficiente, me arme de valor y comencé a empujar mi culo hacia afuera para facilitar mi penetración, mordía las sabanas de la cama para evitar gritar, mis manos se aferraban a los bordes de la misma y mientras, Miguel seguía con su labor de perforarme definitivamente con el consolador. El sudor y los temblores llegaron a mi cuerpo cuando noté la palma de la mano tocar mis nalgas. Mi culo había cedido al empuje y tamaño del consolador, me temblaban las piernas y mi respiración se aceleró, intenté incorporarme pero tuve que pedirle ayuda, este consolador no se salía de mi culo al igual que los anteriores, poseía una hendidura en su base que lo impedía. Agarré su mano para salir de la cama y allí estaba yo, sudando y temblando de cintura para abajo, los dolores iban desapareciendo pero las molestias eran muy fuertes y el gesto de caminar era muy incomodo.

Relájate y acostúmbrate a él unos minutos antes de marcharnos. – dijo

De acuerdo, pero este consolador tiene un tamaño que me lo impide, apenas puedo andar. – contesté

Pues vete haciendo a la idea de lo que vas a recibir dentro de unos instantes, hoy llegó tu hora de ser sodomizado por el amo. – respondió

Si te soy sincero, tengo miedo pero también deseos por saber lo que se siente al ser penetrado por una polla de verdad. --- Si mi novia me oyera, yo que iba por la vida de macho, me mandaría a la mierda. – dije pensativo

Te dije un día, que al final te gustaría como a todos y luego que lo pruebes, desearas que te follen como te ocurre ahora con las mamadas, y veras una polla y solo pensaras en que te enculen para gozar como jamás imaginaste. – dijo Miguel

Que extraña es la vida y lo que puede llegar a cambiar de un momento a otro, yo viajaba camino de mi casa y el destino me trajo aquí y después de diez días siendo un hetéreo convencido, estoy preparado para mi sodomizacion total por parte de un hombre al que reconozco como mi amo. – comenté

Se abrió la puerta y uno de los jóvenes esclavos entró diciendo que debíamos ir al salón de juegos. Dejamos la charla y seguía a Miguel con la dificultad que me ofrecía el plug en el culo, llegamos a una puerta que hasta ahora no había traspasado, no era igual que las demás, su tamaño muy superior a las otras además de los signos que había grabados sobre su madera. En cada hoja tenia dos círculos, en uno de ellos había un látigo y una mascara y en el otro el símbolo del sexo masculino y femenino ambos dentro del mismo.

Accedimos al interior y comprobé que el lugar estaba destinado exclusivamente al culto del sexo, había varias camas de un tamaño fuera de lo común, estructuras en forma de potros de maderas, otras con formas de equis con correas en los extremos, látigos y otros objetos parecidos colgaban de las paredes. Cámaras de videos se apoyaban en sus trípodes esperando el comienzo del espectáculo, y mientras yo estaba absorto comprobando cada rincón del salón, el amo se acercó y me agarró con su mano para llevarme a una de las camas y comenzar el ritual de mi sodomización.

Sus manos me acariciaban por todos los rincones de mi cuerpo, a la vez que su lengua se abría paso dentro de mi boca, la pasión que puso en el beso fue tan fuerte que apenas me dejaba respirar, yo estaba empezando a sentir la calentura en mi interior y comenzaba a responderle con un principio de erección inminente, su mano se acercaba al plug y lo movía dándole vueltas en mi interior, pero sin llegar a sacarlo ni un milímetro. Su boca dejo la mía para bajar hacia mi pene y engullirlo en su totalidad, subía y bajaba hasta conseguir que yo cediera de forma total y mi polla le mostrara que ya no había ninguna resistencia por mi parte y de esa forma terminé por asumir mi papel y me deje llevar por los instintos de la carne.

Mis jadeos y temblores le avisaban que si continuaba, pronto tendría un orgasmo, el amo se percató del hecho y dejó de proporcionarme placer para indicarme que su polla necesitaba de mis caricias. Abracé su enorme falo con mis dos manos y con dificultad comencé a tragarlo para satisfacerle y corresponderle al igual que antes el hizo conmigo, mi boca succionaba toda la polla que podía y con la experiencia que había acumulado en días anteriores además de hacerlo bien me encantaba el tener la llave para llevar al orgasmo a la pareja de turno.

El amo utilizaba sus manos para agarrar mi cabeza y tener el control absoluto de la mamada, cuando el considero oportuno me dejo libre y me volteó para dejar mi culo hacia arriba, su mano hurgaba en el plug con la intención de sacarlo y con un poco de dificultad por la forma del mismo consiguió liberar mi ano. Sentí una sensación de vacío cuando tuve fuera el objeto que pronto se llenó con sus dedos que se habrían camino hacia el interior, tenia varios dedos dentro aunque no estaba seguro de la cantidad pues el plug había conseguido su misión que no era otra que la de ensanchar mi esfínter.

Levantaba mi cabeza y comprobé que todos los allí presentes no perdían detalle de la escena entre el amo y yo, dos de ellos estaban grabando todo lo que ocurría en sendas cámaras de video. El resto ya empezaban a calentar sus pollas que lucían erectas y dispuestas a buscar algún sitio donde penetrar. Ser el centro de todas las miradas no me importaba en absoluto, me había acostumbrado de tal manera que tan solo deseaba llegar al clímax de la forma mas fuerte posible. De pronto el amo dejo lo que estaba haciendo y dirigiéndose al público dijo,

Preparadlo para la sodomizacion. – varios de ellos se acercaron y comenzaron a atarme de pies y manos a los extremos de la cama, me colocaron una especie de armazón bajo mi cuerpo para obligarme a adoptar la típica postura del perrito, de esta manera ofrecía mi culo al amo sin ningún tipo de resistencia.

Note como me volvía a untar mi culo con la crema y acto seguido sus manos se posaron sobre mis hombros para de esa forma comenzar a perforarme. Comenzaba a notar el calor de su polla a la entrada de mi culo, algo nuevo para mi que hasta ahora solo había sentido el frió látex de los consoladores, su falo ejercía presión para abrirse camino en mi interior y yo aun teniendo algo entrenado mi culo empezaba a sentir dolor ante la inmensa masa de carne que se abría paso dentro de mi.

Me parecía imposible que mis músculos pudieran dar paso a semejante mástil, el dolor iba en aumento y un sudor frió se apoderó de mí, comencé a dar gritos de dolor y suplicar que no continuara follandome.

Por favor, déjalo que duele muchísimo. – dije con lagrimas en los ojos

CALLA y CALMATE, que asi te dolerá menos. – contestó el amo furioso.

Cerré mis ojos llorosos y como un fiel sumiso, obedecí a mi dueño, volvió de nuevo a embestir su falo y yo a padecer el dolor de su penetración, parecía que me estaban abriendo por la mitad, esto no se parecía en nada a las penetraciones con los vibradores ni mucho menos. Esto además de ser, de un diámetro exagerado, era una violación en toda regla por una polla real. De pronto a la par que me penetraba comenzó a golpearme con sus manos en mis nalgas y a decirme palabras obscenas.

Venga putita, que en el fondo se que te esta gustando.

Ya estaba impaciente por desvirgar ese culito de putita que tienes.

Y entre frase y frase golpeaba sin parar mis nalgas que ya notaban el calor de los golpes. No se si eran los golpes o qué pero la polla del amo había penetrado hasta la mitad y ya no dolía como al principio. Acercó su cara a mi cuello y comenzó a besarlo a la vez que me mordía la oreja, paró por un segundo y me dijo:

Relájate putita para poder terminar el trabajo. –

Eso hizo que me olvidase del dolor y me relaje para poder recibir la ultima embestida. Enseguida comencé a desplazarme hacia delante por la fuerza que sentía al recibir lo que faltaba de su polla. De nuevo el dolor volvía a mi cuerpo y esta vez con justificación, estaba empalado hasta el final por una polla majestuosa y ahora era de carne y hueso.

Ya esta cariño, lo has conseguido. – dijo muy bajito al oído.

En esos momentos, el amo les enseño a los presentes como su polla me tenia ensartado hasta el final, estos se acercaban para comprobarlo mejor y a su vez felicitaban al amo por su trabajo. Unos de los esclavos se dispuso a desatarme, mientras el amo lentamente sacaba su enorme polla de mi dolorido culo. Sentí una sensación extraña cuando salio esa masa de carne de mi interior, acerqué mi mano al culo y comprobé que aun continuaba abierto, entonces el amo me indicó que volviera a colocarme de nuevo sobre el aparato para terminar de follarme.

Yo no contesté, volví a mi posición anterior y esperé a que iniciara de nuevo la penetración. Ahora no me ataron, y eso me alegró pues mis muñecas y tobillos estaban doloridos.

Noté las manos colocarse en mis hombros y a la par notar como el esfínter se dejaba vencer por su verdugo. La polla se habría paso con menos dificultad pero el dolor volvía de nuevo, además ahora no solo era sentir la penetración sino los envites de entrada y salida que ese falo me producían. Las manos del amo impedían que me saliese del aparato pues a tamañas embestidas era imposible sostenerse sobre el mismo, ahora si que la palabra "esclavo sodomizado" estaba ocurriendo en toda su extensión.

El ritmo iba en aumento y ya pronto recibiría mi bautismo de leche, era cuestión de minutos. Mi espalda recibía las gotas de sudor que caían del cuerpo del amo, pero el no bajaba el ritmo de las embestidas, sino todo lo contrario cada vez era más fuerte y más continuo el empalamiento que recibía.

Ya llegaba, lo supe por la fuerza con que me apretó sus manos sobre mis caderas.

AAAAAAAGGGGGGGGGG. – grito de placer mientras me inundaba de esperma mi virgen y dolorido culo.

Seguía bombeando semen y yo a notar como parte del mismo, se salía y caía piernas abajo, era tremendo la cantidad de leche que salía de su polla, jamás pensé que tanto liquido se pudiera tener guardado en los testículos. Una vez que se hubo corrido, empezaron a sonar aplausos en el salón, todos se acercaron hacia mí y me rodearon sin dejar de aplaudirme y darme la enhorabuena por mi bautizo.

Apenas podía moverme, mi cuerpo estaba tenso y lleno de dolor, solo tenia fuerzas para girar la cabeza y observar las caras de lujuria que tenían los presentes. Los de las cámaras de video continuaban con su labor, al cabo de unos segundos se acercó Miguel y dándome la mano, me llevó hacia un rincón donde nos tendimos en una de las camas.

Me acurruqué sobre su cuerpo y el me abrazó mostrándome su cariño. Asi estuvimos un rato y en eso se acercó el amo para decirnos que nos espabilásemos y disfrutásemos del espectáculo que ya se estaba produciendo en la sala.

Nos incorporamos sobre el respaldo de la cama y nos dispusimos a contemplar la bacanal que estaba teniendo lugar. A uno de los esclavos lo habían cogido entre varios y lo penetraban por la boca y el culo, pero de forma doble. Tenia engullida dos pollas en su boca y a la vez otras dos lo ensartaban por el culo, la cara de los cinco no dejaba dudas de que gozaban al límite, pero sobre todo era digno ver como el esclavo jadeaba y llegaba al clímax con la impresionante eyaculacion que le sobrevino.

¿Te gusta lo que estas viendo? – preguntó Miguel

Respondí con un gesto, llevando la mirada hacia mi polla. – esa no mentía.

Pues si que te gusta, no hay duda de ello. – respondió

Quiero follarte Miguel. – dije

Yo también lo deseo Carlos. – contestó a la par que colocaba su culo delante de mi polla.

Lubriqué con mi boca la entrada de su orificio, y sin mas preámbulos por la calentura que ya tenia, ensarté de un solo envite mi falo en sus entrañas. Miguel se quejo un momento pero pronto comenzó a mostrarme con sus movimientos que lo gozaba como yo. Actué con él igual que antes hizo el amo conmigo, mis embestidas eran brutales y yo creía estar poseído, no estaba teniendo ninguna consideración con mi amigo, solo deseaba follar lo mas fuerte y profundo posible.

Miguel, empezaba a quejarse pero yo no respondía a sus lamentos, mi cabeza solo pensaba en dominarlo como antes me ocurrió a mí, además las imágenes que mis ojos veían ayudaban a aumentar el clímax, los cuatro que habían penetrado al joven ahora le daban al unísono una ducha de semen sobre la cara del mismo. Los ojos de lascivia del joven restregándose con sus manos el semen por toda la cara, me ayudaron a llegar a uno de los mejores orgasmos que jamás había tenido.

AAAAAAGGGGGGG, grité vaciando mi semen dentro de él.

AAAAAAAAAAGGGGGGGG, ahora era Miguel quien estaba derramando su leche sobre la cama, al tiempo que su culo hacia por clavarse mas mi polla con un movimiento hacia atrás.

Los dos nos abrazamos y comenzamos a besarnos de manera tierna, después de estar descansando unos minutos, se acercó el amo y cojiendome de la mano me saco de la cama, creía que íbamos a follar otra vez pero salimos de la sala y fuimos a mi habitación.

¿Has disfrutado con la experiencia de hoy? – preguntó

Si amo, asi es. – contesté

Pues a partir de hoy, mi putita vivirá otras nuevas experiencias, tan gratas o más como las vividas hoy. – respondió

¿Amo, porque me dices "tu putita", a mi no me gusta ese apelativo? –pregunté de forma sumisa.

Porque yo necesito una putita para mis planes, y tu eres perfecta para eso, asi que desde ahora para mi solo serás ¡mi putita¡ y como ya has perdido tu virginidad, y para que lo recuerdes tú y los demás te voy a colocar la placa que demuestra quien eres y a quien perteneces a partir de hoy.

Diciendo esto, se dirigió al armario y de uno de los cajones extrajo un estuche metálico y lo acercó donde yo estaba, lo abrió y observé que eran útiles para perforar la piel y colocar aros y objetos parecidos.

Hecho mi cuerpo hacia atrás y levanto mis rodillas doblándolas, mostrándole mis genitales para su trabajo. De momento sentí un frió intenso en los testículos, había inyectado un líquido anestésico y al instante, notaba como manipulaba la piel para colocarme la argolla que portaba una placa como la que le vi a Miguel.

Ya está, así vayas donde vayas sabrán quien eres y a quien perteneces. – dijo mientras guardaba el estuche en el armario.

Amo, antes de irse quería preguntarle porque me están doliendo los pezones desde que me levanté esta mañana. – dije

Eso, no tiene que preocuparte, ya se te pasará el dolor, creo que es por el tema de los medicamentos. Pero todo está controlado, ahora descansa que mañana debes de seguir con tu adiestramiento y tienes que estar despejada. – dijo mientras abandonaba la habitación.

Una vez solo volví a pensar en la frase que mencionó el amo de que necesitaba una putita para sus planes, mientras tanto me acariciaba mis pezones que seguían doloridos. Minutos mas tarde la puerta volvía a abrirse, esta vez era el doctor que venia para administrarme los medicamentos de rigor.

Buenas noches, enhorabuena por tu bautismo. – dijo acercándose

Colócate que voy a colocarte la inyección y a terminar de darte las pastillas. – decía mientras me pinchaba.

¿Doctor, porque tengo hinchados los pezones y me duelen? – pregunté

Eso no es nada, no te preocupes que en un par de semanas el dolor ira desapareciendo. – contestó mientras recogía sus cosas y se marchaba.

Minutos mas tarde el cansancio y el sueño se apoderaron de mí y entré en un placentero sueño.