El Viaje (3)

Es necesario para tu salud y tu fisico que tomes estos medicamentos...

EL VIAJE III.

Espero que este nuevo capitulo haga las delicias de todos los lectores/as.

Me habían dejado solo y la visita del medico me dejó intrigado, estuve cavilando para que necesitaban hacerme análisis de sangre y demás comprobaciones físicas. Pasaban los minutos, las horas y nadie daba señales de vida, volví a curiosear los armarios y entretenerme viendo todo el material que había para los juegos de sexo. Me quedaba un armario por observar y al abrirlo una enorme pantalla de televisión, apareció ante mis ojos, junto a ella todo el material necesario para visualizar videos y películas de cine.

Tocando los mandos de los aparatos estaba cuando apareció de nuevo el amo en la habitación, con temor deje lo que estaba haciendo y volví a la cama pidiendo disculpas por mi curiosidad.

No te preocupes, no pasa nada, ya llegará el dia en que utilicemos todo esto. – dijo

Y ahora vallamos a lo que nos interesa, toma ponte ahora este tamaño, que nos tenemos que ir. – dijo cogiendo un consolador mas grande que el anterior.

Yo no rechisté, cogí la crema y agachándome comencé a penetrar mi culo con un nuevo inquilino. Con las prisas no atinaba y el amo mostraba su genio, se acercó a mí por detrás y dándome un manotazo en el consolador lo instaló de golpe en mi interior. Solté un pequeño grito, pero no dije nada me puse de pie y me coloque el tanga para evitar la salida del consolador.

El amo me cogio de la cadena y salimos al pasillo, andaba incomodo ya que mi cuerpo no le dio tiempo de adaptarse al mayor tamaño del consolador, pero a él no le importaba, solo deseaba llegar al lugar interesado.

Dejando varias puertas atrás, accedimos a una habitación de forma redondeada donde solo había una inmensa cama de igual forma que la habitación. El circulo estaba rodeado de espejos, de repente se iluminó uno de ellos y podíamos ver lo que ocurría tras el. Me recordó las habitaciones de las comisarías de policía cuando interrogaban en las películas al acusado. Yo miraba al amo, para pedir información.

Tranquilo, ellos no pueden vernos, aunque intuyen que están siendo observados por mi. – dijo

Mi curiosidad aumentó al saberme protegido en el anonimato y no apartaba la vista del espejo. Reconocí a los protagonistas, eran uno de los esclavos que servían la mesa y a uno de los siervos que tuve que saludar de forma bucal. Se habían acomodado en la cama que presidía la habitación y se practicaban un 69 de forma brutal, nuestra sala además de visionar podíamos oír como chupaban sus pollas y los jadeos que se provocaban. Ensimismado en el espectáculo estaba cuando el brazo del amo hace que mi boca se funda con la suya y comienza un beso donde su lengua no deja ningún sitio de mi boca sin recorrer.

Apenas me dejaba respirar, me besaba como un poseído, su lengua jugaba con la mía, me recordó mis encuentros con mi novia después de varios meses sin probar bocado, parecía un enamorado comiéndole la boca a su amante. Yo no me resistía a sus besos pero el notaba que no le acompañaba en su frenesí, aun así no cejaba e incluso trababa de subsionar mi lengua como si de un helado se tratara. Me tenía en sus brazos besándome a la vez que me acariciaba la polla, y mientras en la zona iluminada, la única boca que hacia sus deberes era la del siervo que se tragaba toda entera la polla de su amante.

Entre unos y otros, mi frialdad se derrumbó y la erección que yo lucia era digna de una mamada, cosa que aprovecho el amo para engullirla y hacerme subir al séptimo cielo. Me relajé y dediqué mis sentidos a disfrutar del momento por ambas partes, mi polla y mis ojos. El momento cumbre de la mamada se unió a la penetración a la que estaba siendo objeto el esclavo por parte del siervo. Lo tenía empalado y las embestidas además de rápidas eran de la cabeza a los huevos, podía verse como el esfínter del discípulo no ponía ningún problema a las sacudidas, mis pupilas se salían al observar semejante número, los jadeos del esclavo se mezclaban con los míos y los lametones del amo a mi polla.

¿Te esta gustando? – preguntó el amo.

Si. – contesté cerrando los ojos

Pues relájate y disfruta. – repitió

Volví la vista hacia el espejo en el momento en que el siervo sacaba el pene del culo y se disponía a vaciar toda su carga en la boca del esclavo. Este comenzó a tragar de forma lasciva la leche que le era ofrecida y justo en ese instante yo hacia lo mismo en la garganta del amo.

Que placer Dios Santo.- tuve que claudicar y dejarme llevar por el inmenso orgasmo que estaba teniendo, cuando deje de expulsar semen, el amo, cojió mi cabeza entre sus manos y posando sus labios en los míos comenzó a besarme al mismo tiempo que trasladaba el esperma de su boca a la mía.

No me era agradable la sensación de volver a recibir semen en mi boca aun siendo el mió, pero el no se despego hasta finalizar todo el liquido en mi garganta. Acabada la operación me dejo relajarme aunque yo sabía lo que venia a continuación.

Sumisamente dirigí mi boca hacia el tremendo falo que ya lucia una erección descomunal y comencé a intentar meterlo en mi boca, era incapaz de engullir algo más que el glande, lo intentaba pero el tamaño impedía tragar debidamente tanta cantidad de carne. El amo al ver que yo no mejoraba, se dispuso a follarme la boca.

Me agarró la nuca con las manos y tomo la iniciativa dándome vaivenes sin importarle las arcadas que estaba padeciendo, con tanto mete saca mis labios parecían ventosas del ruido que producían, tal era la fuerza con la que me follaba la boca, que al igual que mi culo, se acostumbró al mayor grosor del consolador, a ésta le estaba ocurriendo igual. Y ya notaba como el miembro del amo se abría camino de forma más cómoda en su interior.

Mi cabeza era un juguete en manos del amo, el poseía el control total sobre mí, sacudía su polla a la velocidad que deseaba al igual que la profundidad de la penetración. Asi estuvimos varios minutos y viendo que yo no oponía resistencia, se dispuso a dejarme a mí toda la iniciativa de la felación. Como un alumno aplicado dedique todo mi empeño por hacerlo bien y dejarlo satisfecho para no sufrir de nuevo sus embestidas.

Estas aprendiendo rápido, me gusta como lo haces, aunque todavía queda lejos a que llegues a ser un verdadero maestro. – decía mientras yo continuaba tragando.

Yo mire su ojos y el hizo un gesto de aprobación con la cabeza.

Y llegó el momento que estábamos esperando, su espalda se volvió a arquear y sabia que instantes después venia la descarga de su leche a mi garganta. Esta vez, el no retuvo mi cabeza contra su falo, me dejo a mi aire y yo asumiendo mi papel de esclavo, recibí el torrente de leche en mi boca para ser engullido de forma natural como si de un batido se tratara.

Estoy muy satisfecho de cómo lo has hecho, espero que continúes aplicándote como lo acabas de hacer. – dicho esto me volvió a besar de forma bestial.

Besándonos estábamos cuando se hace la luz en otro de los espejos y vimos aparecer a Miguel con dos de los siervos.

Ahora vas a ver un buen número de sexo. – comentó mientras el trío se disponía a disfrutar.

Miguel, Lito para el amo, se besaba con uno de ellos mientras el tercero se tragaba su polla, parecía que tenia hambre por la forma en que desaparecía el pene de Miguel en su boca, una vez dejaron de besarse el siervo recostó a Miguel en la cama y puso su culo sobre la cara de éste, la lengua del joven hacia por penetrar y hacerse sitio en el interior del culo, mientras, la felación conseguía que la polla luciera su máxima erección y el que disfrutaba de la lengua en el culo se dispuso a cabalgar sobre la polla de Miguel, éste lo empaló de una sacudida y a la par que recibía el miembro en sus entrañas le tocó recibir la otra polla en su boca.

¿Te gusta lo que estas viendo? – preguntó el amo

No tuve mas remedio que responder afirmativamente, una nueva erección de mi polla estaba teniendo lugar y eso no engañaba a nadie. Ver esa escena me puso de nuevo con ganas de sexo, el amo me ordenó que me masturbara frente al espejo y asi lo hice. Comencé a pajearme mientras mis pupilas se salían ante el espectáculo que veían. Ahora era Miguel quien estaba empalado y a la vez le hacían una mamada. Al rato los dos siervos estaban con sus pollas sobre su cara y comenzaron a lanzar chorros de leche sobre el rostro, este sacaba su lengua y acudía a la cabeza de los falos para recibir en su boca toda la leche posible. Ya no aguanté más y de nuevo volvía a correrme, esta vez sobre el cristal de la escena.

El amo se acercó a mi y me acurrucó sobre su pecho, yo relajado como estaba me dejé acariciar.

Por hoy ya está bien, volvamos a la habitación. – dijo mientras abandonábamos la sala.

Entramos en la habitación y sentados en la cama volvía a llevarme a sus brazos y me besaba con la misma pasión de siempre. En mi interior yo no aceptaba de buen agrado sus besos, pero asumía que debía aceptarlos.

Besándonos estábamos cuando llamaban a la puerta, el amo dio su consentimiento y de nuevo volví a ver al medico aparecer ante mí.

Hola Odin, vengo para administrar los medicamentos al esclavo. – dijo el doctor.

De acuerdo, puedes empezar cuando quieras. – contestó

Yo, estaba atónito, no podía entender nada de lo que hablaban, yo no estaba enfermo ni necesitaba medicina alguna, por lo que pedí explicaciones.

¿Qué medicamentos voy a recibir y para que son?

Tranquilo, solo son vitaminas para que respondas mejor en tu aprendizaje, nada de lo que te dará el doctor hará daño a tu salud, si no más bien todo lo contrario, te dará vitalidad y mejorara tu condición física. – contestó el amo de forma autoritaria.

Es necesario para tu salud, porque estos primeros días solo estarás alimentado a base de semen y para suplir las carencias de otras vitaminas necesitas lo que vas tomar. – replicó el medico.

Viéndolo desde ese punto de vista, el medico tenia razón pues desde mi llegada solo había ingerido semen, tanto del amo como de Miguel y el mió propio.

Tómate esta pastilla y échate en la cama, que tengo que pincharte. – dijo el medico mientras preparaba una pequeña jeringuilla.

Así lo hice y pude ver como me inyectaba a la altura del abdomen entre la piel el liquido en cuestión.

Y ahora descansa, que mañana nos espera un día ajetreado. – dijo el amo mientras salía con el medico.

Me quede solo y a los pocos minutos notaba el cansancio en mis ojos, alguno de los medicamentos me producía sueño, pero antes de caer le daba vueltas a lo ocurrido durante el día y en el fondo me sentía culpable porque había sentido mucha excitación por los momentos vividos esas horas y apenas me acordé de mi familia y sobre todo de mi novia.

Y por el momento esto es lo que ofrezco en este capitulo.

Hasta pronto.