El viaje (2)

Segunda parte del relato el viaje para seguir gozando de la elegida.

Hola amigos, aquí esta la segunda parte del relato el viaje que en realidad había mandado entera pero se ve que me excedí en la cantidad limite de palabras y por eso no salio completo, les pido una disculpa y prometo prestar más atención en los próximos escritos; un saludo a todos y espero comentarios en dearbufasa@hotmail.com .

Nunca hay que obligar a la elegida a hacer algo que no quiere sin su consentimiento si bien es verdad que muchas veces al principio oponen algo de resistencia por lo frió de la situación, luego, si les gusta lo que les propones van accediendo y disfrutando de los roces sutiles y las caricias leves sobretodo si se las trata bien y siempre con respeto cuando se niegan.

El pasillo del bus estaba atiborrado yo tenia a la chica en cuestión a media pierna es decir parte de mi muslo y mi pelvis estaban en uno de sus glúteos haciendo un poco de presión cosa que me provocaba una gran excitación y dándome la espalda agarrada del pasamanos contra la fila de un asiento, estaba la chica que me miraba, pegando su cola contra la mia con lo que podía sentir cuando ella contraía levemente las nalgas por el vaivén del colectivo; así fui empujando lentamente para quedar mejor posicionado y apoyar mi miembro primero en una nalga y luego pasar al centro de aquella exquisita zona de placer por lo que gire un tanto para pegarme en el costado de la cadera de la chica al tiempo que colocaba mi mano con la palma sobre mi abdomen comenzando a rozar con el dorso de mis dedos suavemente su espalda desde la cintura hacia arriba para luego bajarla hasta la cintura al comienzo de la pollera, estábamos casi pegados, solo nos separaba mi mano con lo que lograba respirar muy cerca de su pelo percibiendo el aroma a perfume que de ella brotaba ; la chica tenia su brazo extendido hacia arriba tomada del pasamanos y en un momento reclinó la cabeza sobre su brazo como descansando y cerro los ojos; en ese instante , con sumo cuidado di vuelta la mano en la espalda de ella y comencé una leve caricia ya con los dedos y la palma pero sin apretarla; conforme subía y bajaba la gente nos

Corríamos junto con la chica que nos daba la espalda; llegó un punto en que tenia mi mano en su cintura con lo que logré acomodarme bien detrás de ella quedando mi bulto bien al centro su cola, ella se movía en una cadencia que casi me hace terminar ahí mismo del gozo levantándose en puntas de pie y volviendo a bajar casi imperceptiblemente pero haciendo estragos en mi calentura; ante tal aceptación me anime a bajar mi mano para apretar por el costado sus caderas y cola ya que mi pelvis estaba totalmente pegada a ella, baje y subí tanto por ese costado que con la yema de los dedos apenas logre rozar la piel tibia de su muslo, sin subir la pollera, me aparte un poco hacia el otro lado y deslice la mano hacia el centro de su cola deteniéndome en su glúteo por unos segundos para apreciarla bien, era bellísima, mire su rostro sonrojado y permanecía con los ojos entrecerrados, en el momento que la palma de mi mano tocaba el centro de su cola y mi dedo índice buscaba afanosamente por entre sus nalgas hacia abajo percibiendo las contracciones que cerraban y abrían sobre mi mano esa maravillosa cola, habremos estado unos 25 minutos así hasta que llegamos al final del colectivo; las sensaciones que tenía eran impresionantes hasta que se agachó despacio como para mirar donde estábamos y me pidió permiso para bajarse, nos miramos cómplices y nos bajamos; ella saludo a un hombre mayor que supongo que era el padre que la esperaba en la parada por la hora y lo malo de la zona y yo me quede con las ganas de decirle algo pero apresure el paso , cruce la calle y tome el colectivo de regreso sin dejar de pensar un minuto en la tibieza de ese cuerpo estupendo que me había gozado todo lo que pude.

Al llegar a mi casa, en mi habitación me masturbé para descargar la calentura y no deje de pensar en lo que haría al otro día saliendo del colegio.

Lo que pasó con la chica que me miraba y con la elegida en los días siguientes es otro viaje.