El vestido negro
Una fiesta de inauguración.
Fui a buscarla para ir a la fiesta. Salió de su portal. Llevaba un vestido negro ajustado corto y zapatos de salón con tacones. El escote de su vestido era redondo y su cuello estaba adornado con un collar de perlas. Estaba guapísima, sencilla y elegante. Se notaba la clase de mujer que es. Salí del coche para recibirla.
Cuando llegó a mi lado me dijo:
- ¿Tan guapa estoy? Es que te has quedado con la boca abierta, jaja
- Sí. Estás preciosa. Nunca me pude imaginar que pudieras estar tan guapa. Acostumbrado a verte con la ropa de trabajo. ¡Uf! Es que estás preciosa..
- Más de uno se ha sorprendido, como ha pasado contigo. Que sepas, tú también estás muy guapo con corbata.
Nos dimos unos besos en las mejillas como saludo. La abrí su puerta y se sentó. Pensé la suerte que tenía por ser su acompañante en la fiesta. Cuando entré en el coche la miré y me sonrió. Todo mi cuerpo vibró.
Llegamos a la fiesta de la inauguración. Al bajarse del coche me di cuenta del escote que tenía en la espalda. Me fijé y creo que no era posible que llevara sujetador, pero no se notaba nada. El pecho no se le movía como a las chicas cuando no lo llevan. Pensar eso me excitó muchísimo. Al empezar a andar me cogió del brazo y entramos juntos. El salón que habían reservado era muy grande. Saludamos a los jefes, que venían con sus respectivas parejas, y cogimos unas copas de vino. Recorrimos la exposición con las fotos de la nueva fábrica que iban a inaugurar en unos días. A nosotros nos habían ascendido y seríamos, cada uno, responsables de un proceso. No parábamos de hablar de las expectativas que teníamos y del mucho trabajo que tendríamos.
¿Por qué no dejamos de hablar de trabajo y nos divertimos? dijo ella. Dicho y hecho. Salimos de la exposición y fuimos al salón en el que estaba el buffet. Estuvimos bastante tiempo comiendo, bebiendo y contando anécdotas con otros compañeros. El salón tenía una pista de baile. Pusieron música y algunos invitados empezaron a moverse y bailar. Nosotros también nos animamos a bailar. Ella notó que no la quitaba los ojos de encima.
- ¿Qué te pasa que no para de mirarme?
- Perdona es que me gusta verte.
- Sí, yaya. ¿Qué tienes en mente?
- ¿Tanto se me nota? ¿Puedo preguntártelo con toda confianza?
- Venga, suéltalo ya.
- Es que con el escote que tienes en la espalda no sé si llevas sujetador o no.
- Jajaja. ¿Era eso? No lo llevo. El vestido lleva una especie de sujetador. Si lo llevara se vería por la espalda y no me quedaría bien. ¿Te gusta?
- Me encanta (me puse rojo). Perdona por ser tan torpe.
La fiesta seguía. Estuvimos bailando más tiempo. Estábamos un poco cansados y fuimos a la barra a pedir unas copas. Cuando íbamos hacia la barra, la cogí la mano, me giré y le di un beso rápido en el cuello. Ella me miró y me dio un beso suave en los labios. Fuimos a la barra. La traje un taburete y se sentó. La dolían los pies de bailar y de los tacones. Aparté un poco el pelo de su cara. La acaricie y la besé. Bueno, nos besamos. Dejé de oír la música. Sólo sentía sus labios y su lengua. Mi corazón estaba a mil. La abracé y mis manos empezaron a bajar por su espalda. Acaricié su culo. Estaba duro y firme. Nos miramos a los ojos y sonreímos. Ella se levantó y fue al servicio. Miraba como caminaba, el onduleo de su cadera. Se giró y me sonrió.
Me quedé tomando la copa y me puse a hablar con algunos compañeros. Ella mientras volvía se paró también a hablar con otros compañeros. Cuando se acercó a mí me cogió la mano y disimuladamente puso algo en ella y se alejó. Me lo metí en el bolsillo y me fui a un salón q estaba a oscuras. Allí pude verlo. Eran sus bragas y estaban húmedas de su excitación. Ella también entró.
- ¿Te gusta mi sorpresa?
- Me has dejado muy asombrado y excitado.
Se acerca. Baja su mano al pantalón y acaricia por encima mi polla. Me besa mientras con sus manos me abre el pantalón. Me saca la polla y se pone de rodillas. Me mira y empieza a chupármela. La da lametones y la recorre entera con su lengua. La acaricio el pelo y ella poco a poco se la va metiendo toda en la boca. Es la primera vez que me lo hacen. El placer que tengo es tremendo. La sujeto la cabeza y empiezo a follarla la boca. Ella me agarra del culo y aguanta mis embestidas.
La levanto. Tengo la polla chorreando de su saliva. La empujo contra la pared, con una mano entre su cabello. Echó la cabeza hacia atrás y me dijo al oído "fóllame fuerte". Después de estas palabras, no tardó mucho en levantarla el vestido y sobarla bien el culo. La toco el coño. Lo tiene empapado. Cojo mi polla bien dura y pulsante y froto su coño. Ella se abre un poco de más de piernas, y voy poco a poco metiéndola la polla hasta el fondo. Con la polla bien dentro empiezo a meterla mano y a sobar sus tetas. Son pequeñas pero bien firmes y con unos pezones muy sensibles y duros. Mientras pellizco sus pezones la meto y saco la polla. Voy follándola cada vez más fuerte. Ella gime y se tapa la boca con una mano. Sigo follándola con fuerza. Ella también mueve su cadera para que la folle fuerte. Me pide que la folle fuerte y siento como su mano acaricia su clítoris y se lo frota. Ella pierde la fuerza en sus piernas por el placer y la sujeto con ambas manos. Apoya una mano en la pared y empieza a convulsionar por su orgasmo. No sé cómo logra evitar gemir fuerte. En un último movimiento más poderoso en mis caderas me corro dentro de su coño mojado. Nos quedamos ambos apoyados en la pared, él encima de mí. Le saco la polla, la doy una palmada en el culo y la bajo el vestido. Nos apartamos de la pared y nos besamos.
Ella nota como mi semen comienza a caer entre sus piernas. Me agacho y lamo sus piernas recogiendo mi semen. Al oído la digo "Una chica elegante como tú no puede salir así". Me sonríe, me besa y compartimos me semen en nuestras bocas mientras nos besamos. La abraza llevándola al coche donde la paso unos pañuelos para que termine de limpiarse los muslos. Ella se pasa un dedo por su coño, recogiendo algo de mi semen. Lo lame y me dice
- Espero que lo repitamos más veces.
ME da un beso. Arranco el coche y la llevo a su casa.