El vestido blanco

Una historia de satisfacción personal y mucha sensualidad

El vestido blanco

Ese día me coloque mí vestido blanco, me gustaba, me hacía sentir sexy, sabía que los hombres me miraban con deseo cuando me veían vestida así, cosa que me calentaba mucho. Las piernas bronceadas contrastaban con el blanco del vestido  y mi pelo crespo caía por la espalda dándole ese toque de ingenuidad y poco recato que me encanta.

Ese día, Sebastián toco a mi puerta. Lo conocía desde hace muy poco y sabía poco de él, pero igualmente lo invite a mi casa, pues lo encontraba muy guapo. Yo tenía ganas de sexo y sabía que él  era una persona que no se resistiría a mi vestido blanco y un poco de coquetería femenina, la cual manejo bastante bien gracias a las enseñanzas de una reconocida prostituta de concepción que me enseño mucho de cómo manejar situaciones y de las artes amatorias.

“Wow, que buen recibimiento” me dijo en cuanto abrí la puerta, mirándome desde la cabeza hasta la punta de los pies. Con ese comentario supe que había hecho efecto el vestido que había elegido para la ocasión. Me sonreí, pero no le dije nada solo lo invite a pasar.

“Te ves muy guapa, muuuuuuyyyyy guapa” me decía mientras dejaba sus cosas en la mesita de entrada y me miraba como queriendo desvestirme en el instante. Eso dejo en claro que los dos sabíamos perfectamente donde terminaría la invitación a cenar.

Me pasee repetidas veces por delante de él para provocar su excitación, pues sabía que trataba de mirar un poco más cada vez que yo me empinaba o me agachaba para recoger algo.

Me fui a la cocina, para terminar la cena y fue el minuto en que sentí como me abrazaba por atrás

“te ves muy sensual, tengo mucha ganas de tocarte”

Sentí su miembro duro en mi culito y me acomode para asentir a sus deseos

“solo déjate llevar” dije mirándolo maliciosamente.

Me subió el vestido y me sentó en el mesón de la cocina. Abrí mis piernas para abrigar su miembro que se encontraba fuera de su pantalón, nos besamos largamente, sentía su calor en mi oreja, paso por mi cuello y me toco un seno, jugó con su lengua en mis pezones, hasta que logro que deseara  tener su miembro dentro.

“Pónmelo, quiero sentirte”  aaaaaaa

“pídemelo….pídemelo, quiero escucharte pedirlo”

“ponlo….. Quiero que juegues con ese bebe durito”

Me tomo de la cadera y sentí como introducía ese pedazo de carne en mí, no pude evitar gemir de placer

“aaaaaaa…… que rico!!! Sigue… quiero más!!!

“te voy a dar todo lo que quieras, solo pide”

Lo sentía bombeándome y yo gimiendo de placer, tocaba mis pechos. Yo lo besaba succionando sus labios, mientras pasaba mis uñas en su espalda haciéndole sentir mi excitación. Puse mis piernas sobre su espalda para facilitar la entrada de su miembro.

“Voy acabar,  que ricooooo, me encanta y me encantas tu” le dije mientras llegaba el tan esperado orgasmo……

“quiero sentirte en mi culito”

“esperaba que me lo pidieras, date vuelta”

Me ayudo a bajar  del mesón y me coloco apoyada en la pared. Me tomo de la cadera y me acerco a él. Sentí su calor, su cuerpo estaba mojado al igual que el mío, me calentó aun más. Pare mi culito para acomodarlo junto a su “bebe” que se encontraba deseoso de entrar en mi túnel

“espera, quiero beber de ti” me dijo

En ese minuto sentí como introducía su lengua en mi vagina haciéndome sentir un escalofrío que me recorrió entera, sentí como su lengua me penetraba una y otra vez, me recorría desde mi clítoris hasta mi culo.

“me encanta, me encanta….. Sigue

“Estas exquisita, me encantas”

Se paro y sentí como un dedito se apoderaba de mi culito que cada vez lo deseaba mas.

“te quiero a ti….. Ahora tu bebe”

Se paro y sentí como me penetraba despacio, cuando ya estaba totalmente adentro, comenzó a bombearme

“rico, ricoooo, sigue…..mas…maaaaasss”

“eres espectacular, exquisita….. Me encantas” me decía mientras me tocaba mis tetas y me bombeaba.

“voy a tener otro… me voy… me voy….. aaaaaaaa”

“ que sea juntos….. Vamos, vamos”

Sentí como caía ese liquido espeso, por mis piernas, pase un dedito y me lo lleve a la boca.

“que rico, me encanta”. Le dije con algo de malicia y mirándolo a los ojos.

“estuvo genial preciosa”

“quieres cenar, ahora…… te prometo que el postre esta mejor que el aperitivo”……..