El verdadero amor

Como logre mi primer orgasmo....... y lo rico q me la pase

Como la mayoría de las chicas de 18 años que les encanta conocer gente nueva, una tarde entre a una sala de chat, con la única intensión de hacer amigos de la misma ciudad donde vivo, charle como con 8 chicos y los fui descartando uno a uno, hasta quedarme con un joven de 22 años, muy tranquilo y de buenos sentimientos,llamado Valentín. Hablamos de todo hasta de sexo, mantuvimos una amistad cibernética por casi 5 meses hasta que un día decidí que era hora de conocerlo en persona, planeamos una cita en compañía de unas amigas y nos fuimos de reventón.

Cuando paso a recogerme fue mágico, se asomo un chico de apariencia pulcra en motocicleta, la verdad se miraba muy intelectual y eso me atrajo mucho. Subí a la moto y nos fuimos.

Ya estando en el lugar definido todo fue muy ameno, reconozco que se nos paso las copas a la mayoría, pero aun así no soy de las chicas que besa a alguien en la primera cita, pero se dio, sus labios carnosos rozaron los mios tan suavemente que cuando vi estábamos dándonos tremendo beso, entre pequeños mordiscos y sentir su lengua inquietante empezó una larga travesía.

Me llevo como buen chico a mi casa, yo bastante tomada, pero él ni se le pasaba por la mente propasarse conmigo. Se fue y esa noche no tuve más que pensar en esos labios tan deliciosos.

La verdad pensé que no lo volvería a ver, pero al día siguiente sueña el teléfono y escucho su voz, preguntando cómo me encontraba después de una noche de alcohol. Y pues la cruda me mataba y la vergüenza también, ese día prometí no volver a beber y pues lo he cumplido hasta el día de hoy. Jeja eje eje eje j.

A los 2 dias acordamos que el vendría a mi casa a visitarme y lo hizo, ver esos labios carnosos me tentó de inmediato, no somos modelos de revista pero cada quien tiene lo suyo, pero esos labios me encantaban. De inmediato lo salude con un beso en la boca fue sin pensarlo, charlamos de cómo fue la noche anterior y nos reímos como locos. Hubieron unos cuantos besos esa noche y decidimos seguir viéndonos como amigos la verdad no planeaba nada más.

Pasamos así 15 días. Un día decido invitarlo a pasar a mi cuarto, para charlar a gusto, entre risas y caricias nos recostamos en la cama, yo queriendo encontrar sus puntos débiles empecé a besar su cuello sus labios, hasta quedar sobre él. Y como un movimiento involuntario mi entre pierna empezó a frotarse con sus genitales y bien que tenía un bulto bastante agradable, pues se carga un buen armamento, sus manos empezaron a encontrar mis puntos débiles y ya me tenia súper excitada, de repente sus manos subieron mi camisa y empezó a besar mis pechos, confieso que tenía mucho tiempo sin tener relaciones y que en ese momento deseaba que pasara algo más que eso. Pero no sería en la primera oportunidad, así que le puse una prueba, baje su cremallera para ver su reacción y pues fue la que esperaba, se alejo de mi y dijo que no era un buen momento y que el tenia que respetarme. La verdad me encanto ese detalle.

Esa tarde se fue temprano. Seguimos chat y llamándonos por celular hasta que acordamos encontrarnos a solas nuevamente, pero un lugar apartado de la ciudad.

Llego el día, la verdad estaba muy nerviosa, no es que fuera virgen pero no tenía mucha experiencia y no sabía cómo me iría.

Entramos al cuarto de un Motel de carretera y me sudaban las manos solo de pensar lo que pronto pasaría. Al ver mi actitud fue dulce.

Empezó a besarme apasionadamente, pero a la vez de una forma tan suave, me tenia delirante, artísticamente utilizo sus manos sobre todo mi cuerpo, se aferraba a mis senos y me sacaba suspiros solo con sus leves apretones, empezó a quitarme la ropa y pedía que apagara la luz, me daba un poco de pena. Se recostó sobre mi y proseguimos a quitar la ropa que aun faltaba, fue paciente, sus manos aprisionaban mis senos y su boca los acariciaba tan dulcemente pero con ganas de comerlos. Siguió en dirección a mi entrepierna y al notar que estaba muy mojada introdujo sus dedos con algo de dificultad y me dolía un poco pero luego fue muy placentero, tome con mi mano su miembro que imponente anunciaba su deseo de estar dentro de mi, cuando sentí sobre mí, su cuerpo y lentamente fue penetrándome, me dolía, pero me gustaba mucho, eso movimientos lentos pero con fuerza que me hacían gozar, luego cambiamos de posición y quedamos frente a frente como entrelazados sobre la cama, sus movimientos aumentaron hasta hacer rechinar la cama yo me sentía a punto de explotar de placer, cuando escuche que él había llegado al éxtasis. Yo no lo hice pero fue tan rico que no me importo. Nos despedimos con un largo beso, y esa noche soñé una y otra vez ese momento, aun sentía sus manos en mi cuerpo.

Así nos vimos 3 veces más pero aun no lograba llegar a un orgasmo. La verdad sabia que pasaba. Seria porque lo hacía por placer y no por amor, decidí hacerlo hasta que sintiera algo mas por él, pero no paso mucho tiempo cuando mi corazoncito palpitaba por ese joven, deseaba con ansias que llegara el día para verlo para probar sus labios, para escucharlo, y así fuimos a nuestra cuanta noche. Esta vez me entregue con todo el amor del mundo me deje llevar por esas manos que me hacen delirar y tras probar varias posiciones, llegue al orgasmo que tanto deseaba, fue el paraíso.

Me había jurado no volver a enamorarme tan fácilmente, pero mi corazoncito no me obedecía, luchaba por no demostrárselo, pero me ganaba a mí misma. Cada día lo quería mas, lo desea mas.

Pasamos así más de 4 meses hasta que llego el día de mi partida, salía de vacaciones y debía volver a casa, seria por solo 3 meses, pero no creía ser capaz de aguantar estar sin su cuerpo, sin su alma.

Ese día fuimos a cenar, luego pasamos por un hostal y teníamos que despedirnos a lo grande. Entramos. Yo andaba un vestido y tacones, para la noche especial pues no acostumbro a usarlos, el de manga larga zapatillas y un perfume que me encanta. Desde que entramos sentí sus manos rodearme y me abrazo fuertemente como queriendo decirme que no me fuera nunca de su lado. Solo el sentir su respiración en mi cuello hizo que mis piernas fallaran, me tenia sumamente excitada. Se a recostó a mi lado en la cama y luego me abrazo nuevamente, confieso que no es muy romántico, ni cariñoso que se diga, pero esa noche si lo fue. Lo ame más que nunca, me entregue por completo y no me importo decir entre suspiros que lo amaba, el no lo noto, pero no me importaba, en ese momento era completamente suya y podía hacerme lo que quisiera pero no fue así, fui yo quien tomo las riendas, el se dejo llevar.

Bese sus labios, su cuello, y llegue a su pene, me encanto estaba completamente erecta, lista para recibir mis labios, mi lengua jugueteo un poco hasta escuchar sus gemidos cosa que me excito aun mas, mi cuerpo pedía a grito que me penetrara, y así fue, empezó a usar sus manos, sus dedos me penetraron como nunca hasta que me viene entre fuertes gemidos y con mi cuerpo aun tembloroso por mi reciente orgasmo. Me dispuse a montarlo como a él le encanta y cabe reconocer que a mí me encanta llevar el ritmo, solo escuchaba los gemidos de ambos que se confundían con el sonido de el abanico, luego hizo que me viniera sobre él y el hizo lo mismo. Me eche a un lado y me acurruque en sus brazos, quería que ese momento no se acabara jamás… entre juegos con mi lengua logre que se pusiera cachondo de nuevo y se dispuso a darme el sexo oral más rico de mi vida me volvía loca le pedía que se lo comiera todo, que no parará que usara mas su lengua, se subió y me penetro de una, yo casi me corría de nuevo, y en solo un par de movimientos lo hice, y seguimos así por buen rato, lo monte de nuevo y ambos terminamos a la vez fue tan delirante, mi cuerpo estaba completamente agotado. Me abrazo y así nos quedamos dormidos.

De repente en mis sueños sentí sus manos, abrí los ojos y era él, yo estaba boca abajo, no me moví deje que sus manos hicieran lo que a él se le antojara y empezó a recorrer mi espalda con su boca metí sus dedos en mi vagina y al ver que estaba completamente húmeda se dispuso a penetrarme de espalda, subió mis nalgas y al verme dispuesta me penetro suavemente, fue aumentando el ritmo así en cuatro hasta hacer que me tumbara en la cama de tanto placer, seguimos probando posiciones hasta que quede sobre el montándolo como nunca mi vagina se contraía como una

forma de que el no abandonara mi cuerpo hasta que al mismo tiempo y en gritos de placer llegamos al clímax. Fue inolvidable. Pero lo más importante es que en cada momento lo amaba mas y mas. Nunca pensé que un chico con el que pensé que sería una simple aventura llegaría a quererlo tanto, aun no me imagino cómo voy hacer para no extrañarlo tanto todo este tiempo.