El verano que no olvidaré II

Pasado el medio día llegamos a Mérida, y lo primero que hicimos fue ir a tiendas de ropa donde el señor Dubois me compro varios conjuntos de ropita, incluidos dos bikinis y ropa interior sexy, luego fuimos a una zapatería donde me compró tres pares de sandalias de tacón alto

El señor Dubois me convierte en actriz porno.

Desperté sola pensé que lo de la noche anterior había sido un sueño pero entonces cuando me levanté de la cama ví una nota en mi escritorio y la leí...

-Buenos días mademoiselle, vístete y ven a mi casa a desayunar.

Con la nota había una llave que supuse era de la casa del señor Dubois, me di un baño rápido, me vestí y me peiné como el día anterior, salí cerré mi casa y fui a la casa del señor Dubois, abrí la puerta y cerré, al entrar ví la zona de fotografía del señor Dubois y al escucharme me indicó que estaba en la cocina, al verlo estaba completamente desnudo en la cocina, preparando el desayuno, al verme me besó y me pidió que me desnudara así que lo hice al momento, entonces el señor Dubois me apagó la estufa y fue directo hacia mi, me tomo por la cintura y me subió a su mesa donde comenzó a besarme pues me tenía a la altura indicada para hacerlo, yo correspondí a su beso tomando su verga y comenzando a masturbarlo y fue entonces que el señor Dubois deboró mis pezones sacándome gemidos, para luego mamar mi culito preparándome para cogerme , una vez lista apuntó su verga a mi culito y me la metió de golpe, está vez no había dolido tanto, y entonces comenzó a cogerme con fuerza, mientras me besaba y peyizcaba mis pezones, haciéndome gemir más fuerte...

-Quiero oírte gritar mon chéri.

Así que lo complací y comencé a gritar de placer, eso lo excitaba mucho, así que comenzó a darme con más fuerza mis gritos lo excitaban cada vez más y el me decía...

-Así mademoiselle grita como la zorra que eres, grita más, quiero escuchar tus gritos, vamos grita.

Entonces me levanto sin dejar de cogerme y me hacía subir y bajar en su verga el placer era enorme, y yo gozaba al sentir su cuerpo pegado al mío, disfrutando hasta la última gota de placer que me provocaba, tras unos minutos volvió a ponerme en la mesa y siguió cogiendome con fuerza, gimiendo también y entonces empujó su verga hasta el fondo y sentí como se venía dentro de mi, la leche caliente me llenaba y mi orgasmo vino con esto, luego de darme un beso me saco la verga y me ayudó a levantarme, entonces me dijo...

-Mademoiselle deje mi ropa en tu casa, ¿Podrías traerla?

-¿Regresó desnudo?

-Por supuesto mademoiselle, ¿Quien podría verme?

Entonces recogí mi ropa, pero al verme el señor Dubois me dijo...

-No mademoiselle, ve así nadie va a verte, anda para desayunar e irnos a Mérida.

Me puse muy nerviosa y tome mis llaves y salí a la calle desnuda, aunque no había nadie por ningún lado, aún así me asomé, no tenía fuerzas para correr así que tuve que caminar, recorrí los casi cien metros que separaban nuestras casas y entré a mi casa, en efecto en la sala estaba la bermuda y la camisa del señor Dubois, la tomé pero entonces intuía que debía llevarme un pequeño bolso para salir a Mérida, así que subí a mi cuarto y tome la bolsita que había usado el día anterior, y ya con todo volví a salir, cerré mi casa y volví a recorrer el camino de regreso a la casa del señor Dubois, que me esperaba dentro de su casa, al verme toda roja preguntó...

-¿Te vio alguien?

-¡Señor Dubois!

El señor Dubois se comenzó a reír y me invitó a sentarme para desayunar, luego de lo cual nos vestimos el con una bermuda blanca y una camisa roja y yo con mi ropita, luego abordamos el auto del señor Dubois y salimos rumbo a Mérida, la carretera era solitaria por lo que en cierto momento me pidió que le mamara la verga...

-Pero ¿Eso no lo distrae?

-Para nada mademoiselle adelante.

Saqué la verga del señor Dubois, que ya estaba dura, y comencé a mamarla, su verga apenas cabía en mi boca y pensé que era una proesa que lograra metermela en mi culito, yo iba siguiendo sus indicaciones para causarle más placer, trataba de tragarla toda pero era complicado, sin embargo si logré meter la punta a mi garganta, eso lo excitó muchísimo por qué a poco tiempo comenzó a venirse y yo tragué toda la leche gustosa.

Me dió un beso y seguimos el camino, pasado el medio día llegamos a Mérida, y lo primero que hicimos fue ir a tiendas de ropa donde el señor Dubois me compro varios conjuntos de ropita, incluidos dos bikinis y ropa interior sexy, luego fuimos a una zapatería donde me compró tres pares de sandalias de tacón alto, tras lo cual regresamos al auto y me dijo que me pusiera uno de lo bikinis, que era de color rojo de hilo dental, y luego me puse un vestido de una sola pieza que tenía la falda bastante corta, así como un par de sandalias, luego de eso fuimos a caminar por la ciudad, ese día hacia bastante viento por lo que la falda del vestido se levantaba a cada rato pero el señor Dubois fue específico al pedirme que no lo evitara, así que el viento ayudo a dar un espectáculo con mis nalgas, ya para las tres de la tarde el señor Dubois me llevo a puerto progreso, una playa cercana a Mérida, donde me ordenó presumir mi bikini, la parte baja del mismo apenas cubría mi entrepierna, y los triángulos del pecho se movían constantemente por lo que a veces no me daba cuenta de que mis pezones estaban al aire y el señor Dubois aunque lo notaba, no me decía nada, hasta que algún desconocido me decía...

-Señorita su pecho está descubierto.

Por supuesto yo me moría de la pena, después de comer algo en la playa, regresamos al auto pero el señor Dubois me pidió que volviera en bikini, por lo que levanté algunas miradas, no solo por qué de verdad me sentía bonita, sino por qué como dije mi estatura y complexión me hacían ver más joven de lo que era, por lo que si me veía como una niña aunque no lo era, y ver a una niña en un bikini tan diminuto causaba preguntas y desacuerdo en algunas personas pero no nos importó (al menos al señor Dubois por qué soy tan despistada que no lo noté) así que regresamos al auto y emprendimos el regreso a casa, ya de regreso dejamos la ropa en casa del señor Dubois, pues decidimos que pasaríamos el tiempo en su casa, (salvó algunos ratos en los que debía hacer quehacer en mi casa) y posteriormente yo enfundada en bikini y mis sandalias de tacón alto caminamos el trecho que separaba nuestras casas, y entramos a mi casa a esperar la llamada de mi madre, mientras lo hacíamos esperamos sentados viendo la televisión mientras yo mamaba muy despacio la verga del señor Dubois, mientras el acariciaba mis nalgas o mis pezones, tras más o menos una hora el teléfono sonó y contesté...

-Hola mamá.

-¿Que tal Mérida?

-Muy bonito todo también fuimos a progreso. -y mientras hablaba el señor Dubois se acercó a mi y comenzó a tocarme y deborar mis pezones, haciendo que yo tuviera que aguantar los gemidos.

-Que bueno espero que hagas tus quehaceres y seas responsable.

-Si.

-¿Esta el señor Dubois contigo?

-Si te lo paso.

El señor Dubois tomo el teléfono pero me dijo tapando el auricular que siguiera mamando su verga, así que me puse de rodillas para hacerlo, mientras él y mi madre hablaban.

-Alo, si mademoiselle, si le estaré vigilando, también estará de vez en cuando en mi casa, le enseñaré fotografía, si así es usted tiene mi número, puede llamarme si no contesta aquí, así es, si no tiene que preocuparse, entendido, disfrute su viaje.

Tras colgar seguí unos minutos mamando la verga del señor Dubois, pero me detuvo y decidimos regresar a su casa, el tomó su ropa y salimos pero estaba lloviendo torrencialmente, sin importancia comenzamos a caminar pero en medio de la calle (Que aún no estaba pavimentada) me tomo de la mano y se inclinó a darme un beso que yo correspondí, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, se puso de rodillas para ser más fácil hacerlo y desatando la parte de arriba de mi bikini y comenzó a deborar mis pezones, sacando mis gemidos al mismo tiempo que desataba la parte baja de mi bikini, sabía hacia donde iba el asunto pero no me importó, me hizo acostarme sobre la arena y abrió mis piernas, apuntando su verga hacia mi culito y me lo metió de un solo movimiento, sacándome un grito de placer que fue ahogado por el fuerte ruido de la lluvia, el señor Dubois me cogía con fuerza peyizcando mis pezones para hacerme gritar, mientras el agua de la lluvia se hacía más intensa y me impedía respirar adecuadamente, pero el placer era tanto que no me importaba, al rededor de mi la arena se removía y se iba haciendo un pequeño agujero que hacía que el agua se acumulará, pronto casi todo mi cuerpo estaba bajo el agua y apenas lograba sacar mi rostro para respirar, hasta que mi boca también fue cubierta, y en pocos minutos tuve que aguantar la respiración puesto que ya mi nariz estaba cubierta por el agua, pero el señor Dubois seguía cogiendome, me imagino la escena, mi cadera y mis piernas sobresaliendo del agua, mientras mi vientre mi pecho y mi cabeza estaban bajo el agua, sin posibilidad de levantarme comencé a agitar los brazos puesto que estaba tragando agua con arena, por lo que el señor Dubois (tomándose más tiempo de lo que yo hubiera deseado me jaló hacia el dejándome respirar y sin sacarme la verga, emergí con una gran bocanada de aire y siendo, pero el señor Dubois no había dejado de cogerme, por lo que mi tos estaba combinada con gritos de placer, entonces el señor Dubois decidio cogerme en cuatro, me puso en posición sin sacar su verga y siguió cogiendome, tomándome de las muñecas y cogiendome con fuerza pero perdí el equilibrio y cai de nuevo en el agua solo sobresaliendo mis nalgas, el señor Dubois no me permitió salir a respirar pero no había tomado aire por lo que me permitió salir tomar aire y me volvió a sumergir para seguir cogiendome con fuerza, entonces el señor Dubois empujó su verga profundamente y comenzó a venirse, y pude sentirlo, fue cuando terminó que me dejó respirar, y como pude voltee y lo besé, el me correspondió y tomandome en brazos fuimos hasta su casa, ya adentro seguimos besándonos, el regreso por nuestra ropa que había quedado en el suelo de la calle y luego regreso, con la manguera de su jardín nos quitamos el barro de nuestros cuerpos y luego nos metimos a bañar, tras lo cual cenamos un poco y luego quería tomarme fotos con mi ropa nueva pero antes me dió un regalo una cajita de maquillaje que me enseñó a usar, y ya maquillada me puse todos mis cambios de ropa y me tomó fotos enseñándome a modelar luego de la sesión de fotos (en las que por cierto también me tomo desnuda) me pidió quedarme desnuda solo usando las sandalias de tacón alto, para aprender a caminar con ellas, y luego subimos a su cuarto, donde había una cama circular y también unos trípodes con cámaras de video...

-Dime mademoiselle, ¿Te interesa ser actriz pornográfica?

-Si.

-

Pues vamos a hacerlo te haré ver deliciosa.

Encendió varios reflectores, y puso cuatro cámaras dispuestas de tal modo que ninguna se veía en la toma de otra, las encendió y nos subimos a la cama, tomo un pequeño control remoto, y al presionar un botón la cama comenzó a girar lentamente, y yo comencé a mamar su verga para poner el hambiente, mientras el comenzaba a darme nalgadas, luego de eso se puso detrás de mí y mientras me besaba peyizcaba mis pezones, y acariciaba mi cuerpo, y posteriormente me hizo ponerme en cuatro y apuntó su verga a mi culito y me la clavo en el culito, sacándome un fuerte gemido, y comenzó a moverse y cogerme rico mientras me nalgueaba, cuando tenía alguna camara en frente volteaba a ver la lente mostrando mis expresiones de placer, poco a poco mis gemidos se convirtieron en gritos, lo que lo excitaba mucho, entonces me ordenó recostarme completamente en la cama y sujeto mis brazos a la espalda y siguió cogiendome, el placer era inmenso y su verga entraba hasta el fondo después me saco la verga se acostó y me ordenó ensartarme pero dándole la espalda y con sus manos me ayudaba a subir y bajar, por último me ordenó acostarme puso mis piernas en sus hombros y me cogió fuerte poniendo todo su peso sobre mi, y aceleró los movimientos pero en lugar de venirse dentro, sacó su verga y comenzó a venirse en mi rostro, pecho y boca, luego tomó una de las cámaras e hizo acercamientos a mi rostro para mostrar su leche, luego de eso nos besamos, me bañe y nos acostamos a dormir, había sido genial.