El Verano que cambio mi vida

El relato cuenta las vacaciones de marcos un chico joven, que vive ocultando su sexualidad, pero un verano con su primo roberto hara desatar la fiera que lleva dentro.

El verano que marco mi vida

Era verano del 2006, acababa de terminar el instituto y se presentaba ante mi un inmenso verano, aunque ese año temía quedarme los 3 meses en la gran ciudad, sin ir a ningún sitio de playa o montaña, aunque yo creo que hasta lo prefería, ya que mi homosexualidad no era conocida por prácticamente nadie de la gente que me rodeaba y cada vez me era mas difícil disimular, sobre todo en las zonas costeras donde todos vamos mas ligeritos de ropa.

Días después mi madre entró en mi cuarto con noticias sobre mis vacaciones, mis tíos le habían llamado y le habían dicho que si quería podía ir a pasar el verano con ellos; mis tíos y mis primos vivían en Mallorca, hacía muchísimo que no los veía, unos 9 años (entonces yo tenía 18 años) el tiempo que llevaban ellos viviendo en la isla, casi no tenía recuerdos de ellos,

-me lo pensare- dije a mi madre, aunque sabia que no iba a ir, me daba demasiado pudor ir con ellos, aunque fueran familia, no tenía relación y soy demasiado tímido.

Me puse a buscar trabajo pensando ya en quedarme todo el veranito en casa y así por lo menos sacarme unas pelas para caprichos de los míos; el primer finde de vacaciones salí con los amigos de clase, fuimos a cenar todos y mas tarde de copas, yo me pase mucho, quería celebrar todo, Patricia, mi mejor amiga y conocedora de todo sobre mi, me había animado a conocer chicos esa noche, pero simplemente no podía, demasiado riesgo y mucho miedo, lo admito, miedo al rechazo, entonces era un chico integrado en un gran grupo de amigos, sociable y tenía mucho miedo que todo eso desapareciera, tenía miedo de quedarme prácticamente solo, había aprendido a controlar mis sentimientos, a controlar todo, vivía separado lo mas posible del mundo gay, por miedo a caer en la tentación y no podía terminar con todo eso; nunca jamás hubiera pensado que todo eso que me ataba tanto, iba cambiar y a desaparecer tan pronto.

A la mañana siguiente con el resacón que tenía, me despertó mi padre a las 6 de la mañana (apenas había dormido 2 horas).

  • Marcos vamos levántate, que el avión no te va a esperar y despegara-,

Pegue un salto de la cama, no entendía nada,

-¿Qué avión?, ¿Que vuelo?-contesté confundido, mi padre me explico todo, me había comprado un billete a canarias, tenia 1 hora para preparar todo y a las 9 salía mi vuelo, me cabreé de verdad con mis padres, les dije que no iba a ir, que me dejaran en paz, como podían haber hecho eso sin esperar mi decisión…, total a las 9 ya estaba sentadito en el asiento numero 24 del avión con destino Mallorca.

Durante todo el viaje no pude pegar ojo, solo pensaba en lo que me iba a encontrar allí, "¿que iba a hacer? , no conocía a nadie, hacia mucho que no veía a mi familia", esos pensamientos solo se veían interrumpidos con el chaval dormido sentado al lado mió que de vez en cuando posaba su cabeza en mi hombro, a mi no me molestaba, al revés, yo estaba muy salido y veía q ese tiarrón estaba tan cerca mío, sintiendo su aliento y mirando su marcado paquete…, pronto tuve que ponerme un cojín encima porque mi polla estaba pidiendo guerra.

El comandante anunció que ya estábamos aterrizando en el aeropuerto de Mallorca, Blablabla, salí por la puerta de llegadas, y empecé a buscar con la mirada a mi familia, pero era imposible, era junio y cientos de personas ocupaban el aeropuerto, entonces un señor se me acerco.

-! Bienvenido, Marcos!-me dijo el hombre, yo desconcertado, me di la vuelta

-¡Que mayor estas!, ¡como has cambiado!- era mi tío Julio, me agarro del hombro y me llevo con mi tía y mis primos, llegamos a casa y allí me dijeron que iba a dormir con mi primo Roberto, puse toda mi ropa en el armario de su cuarto y me acomodé; era sábado y esa misma noche íbamos a ir a cenar todos fuera, para que empezara a conocer la ciudad.

Mi prima y mis tíos fueron los que mas me dieron conversación , continuamente preocupados porque estuviera a gusto, mi primo en cambio, apenas me dirigía la palabra, suponía que era tímido, por cierto aunque llevaba poco tiempo en la isla, ya me había dado cuenta del primo que tenia, mediría alrededor de 1,75, ojos grises, pelo negro, piel dorada por el sol Mallorquín y complexión fuerte, el dejaba notar sus músculos, no es que fuera el chico mas guapo que había visto, pero era un tío bueno en toda regla, terminamos de cenar y mi tía animó a mis primos a que me llevaran de marcha, para conocer la noche de la isla; mi prima se encontraba mal y dijo no poder, así que mi primo y yo salimos por ahí, Fue entonces cuando Roberto mi primo, empezó a coger confianza conmigo.

-bueno y… ¿que te trae por aquí?- preguntó por hablar de algo, suponía yo

-ya ves, aquí, intentando pasar el verano un poco entretenido-

Mientras llegábamos a la zona de marcha, fuimos hablando de cosas tontas, hasta que llego una pregunta más destacable.

-¿tu tienes novia?-pregunto Roberto

-no, ahora no, ¿tu?-pregunté, conociendo casi la respuesta

-Si-contesto Roberto-llevo 3 meses con una chavala-

un chico con ese físico tenia que estar pillado, pensaba yo; ya en la zona de bares entramos a un montón de pub y discotecas, llegamos a la cúpula, un pequeño pub, donde un par de chicas se nos acercaron con pretensión de algo más que un saludo, mi primo empezó a sobetear a la morena, supuse que era su novia Natalia; la cogió enérgicamente y se la llevo al baño; yo me quede con la otra chica, pelirroja, muy guapa, simpática, ella empezó a preguntarme cosas, la chica se me insinuaba constantemente, pero yo le daba largas, incluso le dije que yo tenia novia e iba enserio.

La noche terminaba y mi primo y yo volvíamos hacia casa, con una buena borrachera por cierto,

-¿Qué tal con la chica Marcos?-pregunto Roberto

-muy bien, estaba tremenda tío- dije en tono eufórico

-¿Te la has tirado?-dijo Roberto

-Si, nos hemos enrollado en un portal, ¿tu que tal con Natalia?-me sentía tan inútil con estas falsedades,

-Esa chica no era Natalia, me alegro que hayas mojado, venga vamos a dormir, que estoy reventado-dijo adelantándome y abriendo la puerta del edificio.

Estando ya en casa, empezamos a cambiarnos para irnos a la cama, Roberto se quito la camiseta, fue entonces cuando pude ver su escultural cuerpo, le mire de pasada, disimulando, sin que se diera cuenta, pero me dio tiempo a darle un buen repaso visual, el cuerpo lo merecía, me di la vuelta y empecé a desabrocharme el vaquero, intenté disimular la erección que llevaba por el calentón de ver a mi primo(estaba muy necesitado), me quedé en bóxer, de repente al volverme pude ver como mi primo me estaba mirando el culo, le mire y me miro diciendo con una sonrisa,

-haces ejercicio, ¿verdad?-

-si, voy al gym desde hace un año-le dije, el deporte es uno de mis aficiones favoritas y la verdad se notaba, por lo demás soy un chico bastante normal, mis ojos son negros, soy moreno y lo que mas destaca de mi cara son mis labios (algo pronunciados).

-se nota, yo también voy al gym, si quieres podemos ir a correr, hacer bici, pesas...-me dijo,

Respondí rápidamente que me gustaba la idea, aunque esa mirada penetrante me dejo bastante desconcertado, ¿acaso miraba con otras intenciones?, seguramente paranoias mías.

Al día siguiente, todos menos Roberto nos fuimos a la playa, yo quería coger morenito para lucir cuerpo, pero me tuve que volver a casa, me había dejado mis libros en casa, al llegar, fui directo a mi cuarto provisional, pero ni me imaginaba lo que me iba a encontrar al otro lado, abrí la puerta decidido, allí estaba mi primo Roberto follando con su novia, ellos ni se habían dado cuenta que había llegado, pero ella me vio y pego un chillido, yo asustado les dije que me perdonaran, que ya me iba, pero ellos pararon y Natalia se fue muy avergonzada.

-no pasa nada Marcos, tranquilo, la culpa es mía que tenia que haber cerrado con llave- me dijo mi primo intentando tranquilizarme y con tono amistoso; yo me fui a la cocina a prepararme algo para comer y de paso reponerme del sobresalto, al volver al cuarto las sorpresas no terminaron, ví a mi primo sentado frente a su ordenador, moviendo su mano sobre su gran rabo, Roberto estaba viendo una película porno y se pajeaba lentamente, recorriendo cada uno de los cm. de su nabo, me quede mirando por la puerta entreabierta, no podía dejar de mirar, ver ese pedazo de cuerpo semidesnudo y sudando, notaba como mi polla comenzaba a molestar dentro de mi slip, -

-te gusta entrar sin llamar, ¿eh?-dijo mi primo sin menear la cabeza de la pantalla, pero de repente volvió la cabeza rápidamente

-¿que pasa?, ¿te gusta?-continuó; muerto de vergüenza me fui sin decirle nada, me fui lo mas deprisa posible, sabia que había cometido una imprudencia muy grande, que ahora se lo contaría a todos, seria el fin de mi secreto, pero sobre todo estaba muy excitado, había visto esa pedazo de polla de unos 20 cm., pero aun más, había visto a mi primo follando, había visto cómo se movía, nunca me había sentido tan cachondo, era una sensación muy rara, porque ala vez tenia un enorme miedo, pensé incluso volverme a casa.

La noche de ese viernes, mis tíos tenían una cena con sus amigos y mis primos se iban de marcha ,(yo a Roberto no podía ni mirarlo a la cara de vergüenza, había intentado evitarlo durante todo el día),al preguntarme yo mentí y dije que me encontraba mal, que no iba a salir; total, todos se fueron y me quede solo en casa; el aburrimiento y el calentón que llevaba encima, me llevo a cascarme una paja pensando en lo que había visto, me desnude y me quede con mi pequeño slip(que dejaba muy poco a la imaginación), me hice una paja tremenda, pensaba continuamente en mi primo, en toda la atracción que me producía, la atracción de lo prohibido e imposible, la corrida fue de impresión, nunca me había visto tan excitado como ese día, seguidamente me duché, y me eché a la cama vestido con un bóxer.

Serian como las 3 de la madrugada cuando algo me despertó, note una respiración muy fuerte en mi nuca, me entró un miedo espantoso, sabía que alguien extraño estaba en mis espaldas.

-Tranquilo soy yo, Roberto-conocí su voz, pero no me tranquilicé

-Ya has llegado, ¿que pronto no?-intentando dar normalidad a la situación

-si, me estaba aburriendo, así que he dejado en casa a Natalia y me he venido-dijo Roberto

-¿sabes porque he llegado antes?-dijo en un tono chulesco

-ni idea-rápidamente conteste

-porque hoy me apetece hacer algo diferente a lo que hago siempre-dijo

-desde que viniste te he estado observando y se que es lo que te va, a mi no me engañas-sentenció mi primo, yo tragaba saliva y ni siquiera me había dado la vuelta para hablar con el cara a cara, estaba en estado de shock.

-¿Te gustó mi polla verdad?-dijo-te he pillado ya varias veces mirándome el paquete-siguió- ¿te gustaría verla más cerca?-no sabía lo que estaba pasando, tal vez era una broma de mal gusto, o un sueño o yo que sé, solo sé que yo estaba a cien, seguí callado sin decir nada

-Tienes buen culo, ¿sabes?, El otro día cuando te ví en el cuarto, ¿sabes lo que pensé?

-¿Que hacia ejercicio no?, eso me dijiste-dije yo haciéndome el tonto

-jajaja -estalló en una carcajada,-si ya, y tu te lo creíste, sé que no eres tonto-

Nose que me paso en ese momento, pero me volví lentamente y le miré a la cara, sin decirle nada comencé a besarlo, sus labios y mis labios comenzaron a juntarse y nuestras lenguas a retorcerse juntas, seguía todavía sin creer lo que estaba pasando, separó mi boca se su boca con un leve movimiento.

-¿quieres probar lo que tengo abajo?, Porque yo no hay nada mas que desee, ver mi nabo en tu boca-, le mire fijamente a los ojos, y dándole un último beso, mi lengua comenzó a recorrer su cuello, más tarde sus pezones, sus pronunciados pectorales, recorrí a lametazos sus abdominales, mientras yo bajaba, el acariciaba todo mi cuerpo, yo seguía sin poder creer que ese cuerpo fuera mió ahora, hasta que baje hasta su gran polla, era enorme, estaba en estado semirrecto, empecé a darle pequeños lengüetazos, de vez en cuando miraba hacia arriba y lo veía mordiéndose el labio y mirándome mientras me acariciaba la cabeza, cogí su rabo y me lo metí en la boca, no podía metérmelo entero, era grandísimo, así que comencé a chupar por sus costados, de abajo arriba, después agarre sus testículos y también me los metía y sacaba en la boca, Roberto gemía y gemía.

-chupa cabronazo, cométela entera- sus palabras me ponían muchísimo mas cachondo

-dios como la comes Marquitos-

, volví a métemela en la boca, metiéndola todo lo posible, así un buen rato hasta que me separo de su polla y toda su lefa cayo en mi cara, pasando por mis labios. Rápidamente se acerco a ellos y comenzó a besarme tomando él su propia lefa, antes de que me diera tiempo a darme cuenta, él ya tenía mi nabo en su boca, mi nabo al principio tampoco cabía en su boca, pero él estaba como loco por tragárselo entero, se notaba que no era novato en esto, me miraba mientras me chupaba la polla y sus manos apretaban mis nalgas fuertemente, mientras subía y bajaba su boca por mi polla hasta que su nariz chocaba con mi abdomen; no era la primera vez que me la chupaban, pero era el primer chico que lo hacía y la verdad no había comparación, le avise que no podía mas, pero él no se aparto, así que me corrí en su boca y a él no le importo, lo derramó por mi abdomen y una vez allí volvió a lamerlo, me dio la vuelta y comenzó a pasar su lengua por mi ojete , siguió con sus dedos, pronto se dio cuenta que era un culito casi virgen, apretadito, que todavía no había sido usado de verdad y era la verdad; me había masturbado con objetos, pero todavía no había sido penetrado por un chico,

-Métemela Marcos, quiero que me folles el culo-dije yo extasiado; no me estaba conociendo, entonces se levantó y se sentó en una silla, me dijo que fuera donde estaba él, me levanté con agilidad y me coloque encima de él, comencé a menearme encima de su nabo,

-eres un cabrón-dijo Roberto con una pequeña sonrisa

-Desde que viniste aquí estas pidiendo esto-, me hizo intenciones hacia que me levantara, fue entonces cuando metió la punta de su polla en mi ojete preguntándome como iba, yo le conteste empezando a bajar y a subir lentamente (sentía dolores, pero la excitación podía con eso), cada vez hacia movimientos mas largos y los dolores se transformaban en placer.

-te voy a romper el culo , sabes marquitos, te voy a follar como no te han follado nunca-dijo entre gemidos y con respiración entrecortada; esas frases me ponían a cien, el agarraba mi cuerpo y yo podía notar su respiración contra cuerpo, me pidió que me diera la vuelta, mis piernas quedaron por encima de las suyas, y sus labios cogieron enérgicamente los míos, mientras yo votaba notando sus pelotas en mis nalgas; me di cuenta que era un experto en el sexo, se le notaba, me sacaba 3 años(el tenia en ese momento 21años) y eso se veía, acabamos estando yo de cuatro patas en el suelo, mientras el agarrando mis nalgas, estrujándolas me metía su nabo hasta el fondo, volvía a notar sus bolas chocando en mis nalgas, yo cerraba los ojos y no podía dejar de gemir, el dejó todo su semen dentro de mi, note todo su calor, toda su pasión, su energía, yo me corrí también sobre el suelo.

-¿te ha gustado marquitos? -yo asentí cansado y sin creerme lo que me había pasado.

-entonces lo vamos a pasar muy bien este verano, sobre todo los días que te pongas malo, créeme-

Y así fue, recuerdo ese verano como uno de los mejores de mis 19 años de vida, había olvidado todas mis ataduras y había disfrutado de mi sexualidad, aunque fuera dentro del cuarto de mi primo, ese polvazo significó un antes y después en mi, en mi manera de concebir la vida; en la actualidad sigo viendo a mi primo Roberto, él ahora por trabajo, vive en Madrid (muy cerca de donde yo vivo y estudio) y en cuanto tenemos un hueco siempre pasamos buenos ratos.