El verano mas caliente de mi vida. (4 parte)
Por fín pasa algo con Sara (la chica del lago).
Por el camino no dejaba de pensar en Sara y en lo que pasaría esa noche, mi imaginación volaba sin limites, Clara había ayudado mucho a que tuviera esos pensamientos, tenía bastante cosquilleo en mi entrepierna.
Llegué a mi casa, me preparé la pizza que había comprado antes, no me gustaba mucho las pizzas carbonara, pero no había mas donde elegir, era una tienda pequeña de pueblo, tampoco tenia mucha variedad. Comiéndomela, le di vueltas a lo que me iba a poner esa noche, quería que Sara se fijara en mi igual que yo lo hacia en ella, ¿camisa?, ¿camiseta?, ¿tal vez un polo?, estaba súper indeciso, por suerte se me vino a la cabeza una noche de fiesta que pasé en donde vivo, (Sevilla), en donde conocí a dos estudiantes de Eras-mus con las que pasé una noche de ensueño .- solo os diré que despertamos los tres en la misma cama completamente desnudos y sudorosos. Me acordaba perfectamente de lo que llevaba esa noche, así que, decidí que me pondría la misma ropa, ya que me trajo suerte con esas chicas extranjeras, pantalón vaquero oscuro y camisa estampada de varios colores, aunque resaltaba el blanco mas que nada, Me duché y me arreglé con sumo cuidado, quería que todo estuviera perfecto, le dediqué bastante tiempo al pelo, ya que soy un poco maniático en ese aspecto, y esa noche mas aún, que tenía que hacer que Sara se volviera loca nada mas verme.
Sonó el móvil, era Lucas, estaba listo y me preguntaba si podía pasar a recogerme ya, .-por supuesto que sí, le dije.- estaba deseando ver la cara de mi diosa al verme.
Llegamos al pub donde habíamos quedado con las chicas, tardamos demasiado poco en vestirnos, ni rastro de ellas aún. Pedimos dos gin-tonic y nos sentamos en la terraza, hacia una noche buenísima, nada mas sentarnos no pasaron ni 5 minutos de charla, cuando oí un .-Pi-Pi.- “tardamos cinco minutos, estamos yendo para allá”, le puso Carmen a mi amigo. Note un calor interno que subía, los nervios se empezaban apoderar de mi, odiaba esa sensación, pero los intentos por arreglarlo eran en vano, pensé que después de los dos besos iría a menos, después de cortar el hielo desaparecería un poco ese malestar de cosquilleos.
.- Buenas noches guapetones .- dijo Carmen, que llevaba una faldita larga veraniega color verde agua y una blusa blanca.
.- Buenas noches respondimos, a la vez que nos levantábamos para saludarlas.
.- Vamos a pedirnos una copa, ¿ No Sara?
Me fijé en la cara de ella al verme, me desanimé un poco, no noté ninguna expresión fuera de lo normal, pero bueno sabia que mi simpatía saldría en cualquier momento y quien sabe... era otra opción para que se fijara en mi. Se dirigieron hacia dentro del local, yo aproveché ese momento para ver que modelito llevaba ella, pantalón vaquero apretado que le hacia un trasero bastante apetecible y blusa estampada de flores, con escote de pico (lo mejor sin duda) insinuaba lo que poseía pero con discreción absoluta, acompañados de tacones que le hacia resaltar la figura. Era imposible no fijarse en ella a su paso, me lo confirmaron los demás chicos que estaban sentado en la terraza, la seguían con la mirada, al igual que yo.
Salieron con dos copas, que en vez de cubatas, parecía que llevaban una menestra, de la cantidad de cosas que le había puesto el camarero, se sentaron y comenzamos a conversar, el rato pasaba ameno , por mas que intentaba adivinar lo que pensaba Sara de mi, me era imposible, era dura como el hielo, pero muy agradable, eso si. Me contó que vivía en Madrid, y que estaba allí porque le había invitado su tía en las vacaciones, era la primera vez que venia, me dijo que trabajaba de administrativa en una clínica dental, me dijo que se marcharía en 3 semanas, puesto que tenia que volver al trabajo. Ami me quedaba casi todo el mes aún, tenia que ser rápido si quería conquistarla.
Nos tomamos otra copa mas entre charla y charla hasta que Lucas comentó de ir a la única discoteca del pueblo para cambiar de ambiente. Prefería quedarme allí, sabia que en la discoteca no podríamos hablar igual pero al ver que las dos respondieron con un ¡¡Si, por favor!! no me quedo otra que unirme a ese ¡Si!.
Llegamos al local, casi todo el pueblo estaba esa noche allí, nos dirigimos a la barra para pedirnos unas copas, la discoteca no es muy grande, no se podía andar apenas de la multitud que había, aproveché la gente para pegarme a Sara y disimuladamente con la mano tonta palpar su trasero. Estaba durito, y el meneo que llevaba al andar me estaba volviendo loco, noté como mi pene se despertaba poquito a poco, me dieron ganas de cogerla de la mano y llevármela a un sitio tranquilo donde poder charlar, pero decidí esperar a que el alcohol me ayudara un poco. Tomándonos la copa observé que las dos iban ya un poco afectadas, no paraban de bailar entre ellas, rozándose y moviendo sus caderas. Se terminó la canción, momento que aproveché para invitarlas a un chupito que aceptaron de inmediato.
Ya me veía con fuerzas de entrarle, así que, me acerque a ella con intención de bailar y a la mas mínima llevármela fuera con la excusa de que allí dentro hacia mucha calor.
Así fue, espere un par de canciones y se lo propuse, ella aceptó, estaba acalorada me dijo, acalorada la quería dejar yo en mi cama, pensé para mi.
Ya fuera estuvimos charlando en el aparcamiento, empecé hablarle de su belleza y lo sexy que iba esa noche, se que a las mujeres les gusta oír esa clase de alagos, vi como se ruborizaba por momento, los ojos tenían un brillo que me querían decir algo pero no adivinaba el que.
Ahora me tocaba ami saber que había pensado ella sobre mi.
(ELLA):.-Eres un chico muy guapo, se podría decir que eres mi prototipo de hombre.- me confesó
(ELLA):.- Pero no te lo creas tanto eh!! me dijo para cortarme la sonrisa de pícaro que se me puso.
(ELLA):.- Te lo vas a tener que currar para tener algo conmigo. Dijo.
(Yo):.- ¿No te vale con el chupito que te he invitado entonces?
(ELLA):.- jajajajaja. Ni loco, ademas tampoco estaba muy bueno.
Sabía que ella quería algo mas conmigo, su comportamiento me lo delataba.
Sin pensarlo, me lancé a besarla, despacito, con toda la dulzura del mundo, agarrándole con mi mano la mejilla con mucho cariño, quería que se derritiera allí mismo y que no olvidara ese beso jamas. Noté como se erizada su piel. No quería demostrarle que me moría de ganas por penetrarla allí mismo, apoyados en aquel coche que estábamos, pero mi cabeza no dejaba de pensar en ese momento, mi pene luchaba por salir del pantalón, pero creo que ella no se dio cuenta.
(ELLA):.- Ha estado muy bien campeón. Me dijo con chulería.
(YO):.- No te creas que beso siempre así, solo lo hago con las mujeres bonitas de verdad. Le respondí sonriendo.
(ELLA):.- Vamos para dentro, tengo ganas de bailar. Dijo cortando aquel momento y dejándome con cara de tonto.
Tengo que reconocer que no me apetecía nada entrar, quería quedarme allí y continuar hasta ver donde llegaba la cosa, pero accedí para complacerla.
Dentro se notaba la complicidad que teníamos ya, pusieron su canción favorita, que la desató por completo, el baile se volvió mucho mas sensual, se pegaba ami haciéndome temblar de emoción contoneaba el culo al ritmo de la música, se daba la vuelta para pegarlo ami, yo no podía creerlo como había cambiado la cosa por un simple beso, pero me encantaba el cambio. Mi pene creció rápidamente al sentir su trasero restregándose en él, creo que ella también lo noto porque giró la cabeza y me sonrió de una forma muy especial. Pero no dejó de hacerlo, se respiraba mucho morbo en ese baile. Yo la giré para pegarla frente a mi, quería que notara mi excitación si aun no lo había hecho. Me acerqué al oído para decirle lo bien que bailaba, pero que si seguía así, iba a tener consecuencias, en vez de parar, parece que la motivé mas aún, ahora se movía mas sexy y sus manos se posaron en mis nalgas empujándome hacia ella, iba a estallar del calenton que me estaba subiendo.
Me acerqué para besarla, esta vez olvidé la dulzura, estaba súper excitado y ella también, nuestras lenguas se buscaban mutuamente, le agarré y la traje hacia mi para que viera lo que estaba consiguiendo en mi pene, estaba a punto de estallar, me agarró de la mano y tiró de mi, no sabía donde me llevaba, pero tenía claro que iría al fin del mundo con ella.
Entró en el baño soltándome antes la mano, pensé que querría ir a hacer pis, pero no, salió y tiró de mi, metiéndome en uno de los baños, cerrando la puerta con el pestillo. Me arrinconó con la puerta besándome con lujuria y deseo, no podía creerlo, el morbo se apoderó de nosotros, la respiración se aceleraba y los besos pedían pasar a otro nivel, le metí la mano debajo de la blusa, quería palpar sus maravillosos senos redonditos, eran algo mas grande que mi mano, los pezones se empezaron a poner duros del calenton que llevaba. Bajó su mano hasta llegar a mi entrepierna, apretaba mi pene con deseo, empezó a desabrocharme el cinturón bajando mis pantalones, apartó los bóxer y dejó al descubierto mi pene, estaba enorme y todo gracias a ella. Se agachó y se lo introdujo en su boca, empezó lento, aumentando rápidamente el ritmo, no podíamos mas, el placer se había adueñado de nosotros. No pude aguantar los suspiros que me salían, me estaba dando una de las mejores mamadas que había recibido en mi vida. Estaba a punto de desmayarme del gusto. Ella paró y seguimos besándonos, ahora con mas lujuria, la agarré e invertimos posición, ahora era yo el que la empujé contra la puerta, desabrochándole los pantalones y quitándole el tanguita que llevaba, era negro de encajes, transparentándose su cochito, que morbo me dio esa imagen, no pude contenerme y de un tirón se lo rompí.
La cogí en peso, posando la punta de mi glande en la entrada, iba a estallar, la deje caer hasta notar su calor interior por mi pene, no pudo contener un suspiro, le encantó sentir de una estocada todo mi miembro caliente y a punto de reventar. Con mis brazos la levantaba para bajarla después de golpe, dios que gusto sentir mi polla dentro de Sara, estaba viviendo uno de mis mejores polvos, y ella también porque no dejaba de gemir cada vez que mi miembro se abría paso por su interior ardiente. Me quedé sin fuerza así que la bajé y sin esperar mas tiempo le di la vuelta haciendo que se apoyara ahora con sus manos en la puerta, la imagen de ese culito y de su coñito húmedo me puso mas cachondo aun, cogí mi pene, lo restregué por su entrada, quería hacerla sufrir, pero no espere mas de 1 minuto cuando la penetré por segunda vez, empecé suave quería que sintiera cada centímetro de mi polla hinchada a la perfección y me pidiera a gritos que aumentara el ritmo. No aguantó mas de 2 minutos cuando me pidió por favor que la follara como nunca nadie la había follado, sus palabras me pusieron a mil, la obedecí, ahora nuestras respiraciones se acompasaron, noté como arqueaba la espalda para facilitar aun mas que entrara todo mi miembro, iba a correrme ya, así que aumenté aun mas el ritmo, Sara iba a morir de gusto, sus gemidos eran mas fuertes ahora, le tuve que poner la mano en la boca para que no nos oyeran desde fuera. No pude remediar echarme sobre su espalda en el momento que exploté, me estaba ofreciendo una corrida de ensueño.
Nos repusimos rápidamente, nos pusimos la ropa y salimos de allí, al salir, nos encontramos de frente con Carmen, nuestras cara lo decían todo pero no nos importó, ofreciéndole una sonrisa, los dos nos marchamos a la pista de baile para disfrutar del resto de la noche.......