El verano de Ruth

Ruth, una chica adolescente con aires de "cool", se decide a acompañar a su amiga Ainhoa a pasar unos días de vacaciones junto a su familia: sus padres y su hermano mayor Adán.

Esto es una confesión escrita, que me enviaré por email a mi misma. Así será cómo si le explicara a alguien lo que ocurrió este verano:

Fui a pasar unos días con mi más mejor amiga Ainhoa y su familia a su casa de la playa. O sea, en principio era un plan inocentedivertido, es que era perfectogenial todo. Normalmente Pablo se pone algo celoso cuando salgo con mis amigas, pero como iba a estar ella, su novio, su hermano, sus padres...  pues no le importó tanto, es que era el plan ideal...

Además, Pablo conoce a Ainhoa, somos los tres de la misma edad, y sabe que tiene novio de hace un par de años y todo eso... quiero decir, que daba a pensar que no íbamos a salir por ahí de marcha en plan lobashambrientas y se quedó más tranquiconforme mientras yo me iba con mi amiga.

La verdad es que si soy sincera, los tres primeros días resultaron súper ideales, todo muy tranquilo: íbamos a la playa, comíamos con su familia, lo pasábamos bien en el agua o tumbadas en la arena de la playa, cogiendo color... ayyyyyysssssssssssss...

Pedro, el novio de Ainhoa, y Adán, su hermano mayor, se iban juntos muchas veces al agua, o a pasarse el balón de fútbol, mientras que nosotras estábamos allí posando recostadas en la toalla, sintiendo como el sol nos iba bronceando, y los chicos nos miraban.

Yo llevaba un bikini en blanco y negro, con una franja diagonal, que me había comprado ese mismo verano. A Pablo le gustaba regulín, porque decía que cuando se me mojaba, la parte blanca transparentaba un poquitín de nada, que realmente había que mirar fijamente para ver algo, pero él decía que se me veía todo...

Aquella tarde, cuando el sol iba tomando color rojizo antes de empezar a esconderse, Pedro y Adán estaban jugando en la orilla a las palas. Nosotras nos habíamos decantado por darnos un buen chapuzón para aprovechar antes de que se hiciera más de noche e hiciera frío y no nos secáramos bien.

Estábamos nadando mientras cotilleábamos sobre cosas, y cuando nos hartamos, al ir a salirnos, a Ainhoa se le apeteció que jugáramos con los chicos un par de partidas para secarnos mejor. Yo soy torpemalísima en el deporte. No se me da nada bien. Pero Ainhoa me estaba insistiendo en que hiciésemos dos equipos y había que irse pasando la pelota. Ella iría con su novio y yo con su hermano.

En fin, los chicos también se animaron y ayyyyyyyyyyyyyyssssssssss... bueno yo... estaba haciendo un papel pues lo mejor que podía, Adán se reía de mi porque era muy torpepatosa, menos mal que no se enfadaba, porque casi siempre nos acababan haciendo punto porque a mi se me escapaba la pelota... al contrario, me decía: "Venga Ruth, que no pasa nada, que les ganamos..." Ayssssssssssssssssssssssssssssss...

No sé qué pasó pero... en un salto que di, me torcí el tobillo... me hice un montón de daño, y empecé a chillar llorosadolorida, y Adán se acercó a ayudarme, y me estuvo tocando la pierna suavemente, preguntándome... yo me estaba sintiendo súper deseadaprotegida, porque además me miraba con ojos tiernos pero mientras tanto yo observaba que me echaba miradas a la parte blanca del bikini, era como si me lo estuviese apartando con la mente y cuando me cogió en brazos para llevarme al coche, me regañé a mi misma por ser tan suciapervertida, por pensar que el hermano de mi amiga que tan gentilmente había acudido a ayudarme, se estuviese fijando en mi de manera cochina.

Al llegar a casa, no había nadie. Había una nota en la puerta de que salían a cenar, y donde estaban. Ainhoa les llamó al móvil y les contó lo sucedido y ellos le comentaron que mejor que no me llevaran hasta allí sólo por cenar todos juntos, que en la casa había pizzas, que nos hiciéramos un par de ellas y que a mi me pusieran hielo y que reposara en casa.

Total, que les hicimos caso y cuando nos terminamos las pizzas, estábamos viendo una peli en el salón y a los quince minutos, Ainhoa se levantó un momento con su novio y se fueron al cuarto que tenían que mirar nosequé en el ordenador. Yo en ese momento no imaginé nada, pero diez minutos más tarde, en un silencio que hizo la peli, oímos a Ainhoa gimiendo bajito.

¡¡¡PUUUUUUUUUUUUUFFFFFFFFFFFFFFFF!!! Ainhoa y su novio estaban en la cama teniendo sexo, y yo allí con el hermano de Ainhoa, viendo una película, mientras escuchábamos a su hermana gimiendo. ¡Menuda situación más vergonzosacomprometida!

Adán me miró fijamente con cara de circunstancias y me confesó que nunca había oído a su hermana tener sexo, que se estaba poniendo colorado de la vergüenza, y yo le confesé que la verdad es que no me lo esperaba, que a mi también me había pillado fuera de juego y que pensaba que lo mejor era seguir viendo la película y no meternos...

Empezamos a hacer eso, pero es que a los dos minutos, ¡pum! otro silencio... y otra vez los gemidos de Ainhoa, y esta vez hubo un momento que se la empezó a escuchar mejor y de pronto escuchamos: ¡¡Fóllame!! ¡¡fóllame viva!! ¡¡fóllame Pedro!! ¡¡fóllame ee ee ee ee!!. Lo último lo dijo super entrecortado, como que sólo pronunciaba las palabras después de cada embestida y dirigí la mirada hacia Adán y él me la devolvió con la cara descompuesta, mientras observaba que tenía la mano cerca de la bragueta. ¡¡¡PUUUUUUUUUUUFFFFFF!!!

  • "Me estoy poniendo cachondísimo, Ruth..." y yo, lo cierto es que también me estaba poniendo cada vez más rojacalorada, con los gemiditos de mi amiga Ainhoa, y comencé a respirar más fuerte, mientras me concentraba en escucharla cerrando los ojos...

Pedro bajó el volumen de la tele y pudimos oir a Ainhoa perfectamente... yo... yo sabía lo que estaba pasando en ese momento, pasaba que me estaba poniendo zorracachonda con la situación, y en ese momento abrí los ojos yme di cuenta que tenía a Adán a un palmo de mi cuerpo, y me posó suavemente la mano en la pierna y comenzó a acariciarme desde la pantorrilla, despacio, despacio, subiendo por mi muslo, y yendo a parar sobre la zona de mi coñito. Lo comenzó a acariciar y a frotar por encima del short con mucha tiernosensualidad y  yo, la verdad es que estaba comenzando a traspirar y a acelerar la respiración.

Entreabrí la boca y me comencé a morder suavemente el labio de abajo mientras Adán me tocaba, yo creo que Adán leyó perfectamente que era el momento y me quitó el botón del short y me dejó sólo con las braguitas... yo... ayyyyyyyyyysssss ¿cómo pude ser tan...?

En menos de un segundo lo tuve entre mis piernas, apartando la braguita hacia al lado y dejando al descubierto mi coñito. Me lo empezó a lamer como a mi me gusta. Me metía la lengua y luego la extendía por toda mi rajita, me lo lamía hacia arriba... y luego bajaba de nuevo para comenzar a comérmelo... ayyyyyyyyyyyyyssss ¿pero qué estoy diciendo?

Él notaba que se me estaba poniendo húmedomojado, y me metió un par de dedos. Empecé a gemir al igual que ya hacía Ainhoa, y me llevé un dedo a la boca mientras lo saboreaba con deseo... pensé: ¿cómo puede ser que otra vez esté a punto de hacerlo?. Pensé en Pablo, y eso me hizo sentir mal.

  • "Espera... Adán... no puedo... Pablo... ahhhh", pero Adán seguía allí debajo trabajándose mi húmedo coñito con su lengua y sus dedos...

  • "Adán... Adán... ahhh... te lo digo en serio... de verdad... ahhh"

  • "Adán... ahhh... me estoy enfadando... ¿qué pasa? ¿que no me crees?", Adán me miraba con ojos de deseo mientras continuaba excitándome...

En ese momento, hice un acopio de fuerzas y subiendo las piernas en el sofá, le aparte el coñito de la boca.

  • "Ya está... ¿vale?... te he dicho que me estaba enfadando,  me estoy poniendo ya bordeseria, ¿no entiendes?" e hice un pequeño mohín con la cara al apoyar el pie en el sofá.

  • "No te enfades... preciosa... no te vayas a hacer daño, ¿vale?..."

  • "Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh... oooouuuuuuuuuummmmmmmmmm...." - Gimió Ainhoa de puro placer.

  • "Vale..." - Respondí yo mientras oía claramente el gemido de Ainhoa.

  • "Además... tú hoy has pasado una tarde un tanto extraña... te mereces un poco de placer... unos cuidados..." - Me dijo mientras volvía a acariciarme.

  • "..."

  • "¿Dónde estaba Pablo mientras te torcías el tobillo? ¿ehh? ¿te ha llamado acaso a preguntar? ¿Pablo el que se pone celoso porque una chica como tú sale a la calle a pasarlo bien con sus amigas? ¿le has dado tú motivos acaso para que sea tan celoso?, ¿eh?" - Preguntaba mientras me pasaba la lengua por las piernas... subiendo... subiendo...

  • "Una vez... pero... ¡no digas nada, Adán!... una vez, pasó algo con un compañero de clase, pero ¡fue sin querer! ¡un desliz!"

  • "Y esto... también es un desliz..." - Dijo el con voz muy calmada mientras comenzaba de nuevo a pasar la lengua por mi coñito.

  • "Es un desliz... ¿verdad Adán?"

  • "Por supuesto, preciosa" - Respondió mientras introducía nuevamente su lengua y sus dedos en mi húmeda rajita.

Comencé de nuevo a traspirar mientras mis argumentos se venían abajo... en el fondo sabía que no tenían sentido. Adán me estaba lioengañando. Pero en ese momento ya no podía pensar con la misma limpioclaridad y en un pequeño alarde de fiel hipocresía le pregunté:

  • "Adán... ¿tú piensas que soy una suciazorra?"

  • "Para nada... eres una princesa y estás muy buena... y hoy necesitas que te den unos mimos... ¿sabes?... necesitas FOLLAR"

  • "Sí..." - En ese momento mi mente se obnuviló y ya lo vi todo raroconfuso. Comencé a mover la cadera para que la lengua de Adán me penetrara con mayor facilidad, y traspiraba, me sentía muy acalorada y comencé a llevarme los brazos sobre la cabeza mientras me balanceaba y a meterme los dedos en la boca y a acariciarme los pechos... Me iban a follar. Otra vez... otra vez...

Pero en aquella sucesión de suciopensamientos y placerdeseo comenzó a dijujarse en mi mente aquella palabra de nuevo: pollagrandeygruesa... quería pollagrandeygruesa... quería pollagrandeygruesa....

No lo pude remedioevitar, y mis labios balbucearon aquellas palabras, o sea, yo no sé a que nivel las dije... el caso es que Adán me oyó y me preguntó:

  • Tu coñito quiere una polla grande y gruesa, ¿verdad, Ruth?. Ven... me voy a tumbar en el sofá... cómemela entera, quiero que me la pongas lo más grande y gruesa que puedas, para poder darte todo el placer que te mereces.

Y tal como anunció, se apartó y se tumbó en el sofá mientras yo me reubicaba entre sus piernas dispuesta a hacerle una pajafelación.

Me acoplé con mi nariz justo al lado de su polla, mientras le miraba fijamente y pensé en Pablo... en las veces que me pedía una mamada y le pasaba suavemente la lengua de arriba hacia abajo, sin meterla en mi boca. Pensé en lo putazorra que era. Porque sabía lo que iba a ocurrir... Ayyyyyyyyyssssssss

Tenía muchísimo calor, y coloqué mi mano derecha bajo sus ... y entonces con la izquierda le agarré firmemente su polla mientras giraba la muñeca suavemente hacia detrás. Me la iba a mamar... ¿qué estoy diciendo? ¿cómo puedo escribir estas cosas así? pufffffff... que basta. Me sentí como ahora, me sentí sucia, me sentí una zorra, me sentí una mentirosa. Me sentí muchas cosas, pero me metí aquel enorme falo entero en la boca y comencé a mamarle mientras sentía como me agarraba la cabeza para que me entrara más.

  • "Ooooh... oooooh.. ¡¡qué bien la chuuuuuuuuu-pas, JODER!!"

Yo no podía decir nada, tenía toda mi boca ocupada por su polla.

Seguí mamando y mamando, chupando, succionando, tragando sus fluidos, mientras le miraba a los ojos y él me apretaba contra su polla. Me estaba atragantando de inmensofalo. Aquello cada vez más se parecía a una pollagrandeygruesa.

Hice un sonido al tragar, y le miré dándole a entender que aquello estaba dispuesto. No le dejé hacer nada. Perdí la vergüenza. Estaba completamente ida... ni siquiera fui vagaprincesa. Me coloqué de cuclillas y me la metí yo sóla hasta el fondo...

Comencé a mover las caderas... comencé a mover las caderas mucho encima del mojadotremendo falo de Adán, le apoyaba las manos en los pectorales y continuaba moviendo las caderas. Gemía.

Gemía y las movía más rápido. Adán bramaba de placer con sonidos graves.

  • "Um... Um.. Um.. Um.. Um... Um... Umm... Um... Umm. Um... Um!" - Gemía yo entrecortadamente mientras cabalgaba fuerterápido la pollagrandeygruesa de Adán.

  • "Mmmmmm.... ¡qué puto gusto! sigue... sigue... ¡¡métetela hasta los mismos huevos!!" - Bramaba él completamente extasiado.

Ni siquiera me percaté que Ainhoa había dejado de gemir hacía ya un rato y que ahora era ella la que me oía a mi. Me estaban oyendo de forma disimulodescarada.

  • ¡Pedazo de polvo que le está echando! - Intuí que comentaron entre susurrosvozbaja y aquello me hizo caer en que me estaban espiando y me puse nerviosaexcitada y comencé a correrme mientras cabalgaba.

  • "AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!"

Continué balaceando mis caderas cada vez más rápido hasta que sentí como Adán se iba a orgasmocorrer. Ya me habían visto, ya era una suciazorra, ya era una putaguarra... entre el calor, el éxtasis, el clímax perfectoideal que se respiraba, descabalgué a Adán, y me introduje aquella pollagrandeygruesa en la boca mientras notaba como su lefa chorreaba por mis labios.

  • "Ni se te ocurra, Pablo. Eres un auténtico cerdo. ¿Sabes?. No quiero volver a hablar contigo en todo el día" - Aquellas palabras que una tarde le repliqué a Pablo cuando me insinuó de correrse en mi boca volvieron a mi mente mientras saboreaba la espesa y cálida leche de Adán.

  • "Es denigrante... ¿cómo se te puede ocurrir algo así?. Eso lo sacas de ver películas cochinas, eres un cerdo. Te vas a tener que trabajar más nuestra relación a partir de ahora..."

Dirigí la mirada a Adán con un sentimiento de vergüenzaculpa mientras su leche se derramaba por mi cuerpo...

Pablo...