El verano de la Expo (5)

Continua con la aventura. Esta vez el chico incita a su primita a meterle mano a su tío, pero la madre de ella le cambia los planes.

V

Me deje caer sobre la cama. Mi intención era deleitarme un poco con lo ocurrido y planificar el siguiente paso, pero me fue imposible. Creo que me dormí antes de caer sobre la cama.

Cuando desperté era tarde, miré el reloj y pude comprobar que efectivamente, me había dormido mas de lo que yo deseaba, eran cerca de las ocho de la tarde. Estaba visto que tanto ajetreo y emociones me habían cansado mas de lo que yo creía. Con mucha pereza me levante, abrí las ventanas para que le cuarto ventilase (el olor a sudor y sexo era inconfundibles), tome mi ropa y me dirigí al cuarto de baño para darme una ducha. En el camino me encontré con mi tía, quien con una amplia sonrisa se dirigió hacia mí y me pregunto:

¿Ya has vuelto?, ¿qué tal el partido? .

A mi se me había olvidado por completo la excusa que le había dado a mi tía, por lo que salí como pude de la situación.

Bueno, pues, bien, solo que creo que estoy reventado. Voy a ver si me ducho y me acuesto, no puedo con mi alma.

Mi tía cambio de cara, de pronto se puso entre sería y triste y se pego a mi para decirme al oído:

¿Tan cansado estas?, yo pensaba que esta noche se la ibas a dedicar a tu tía, después de todo yo me he portado hoy bien contigo. Espero que seas agradecido y sepas corresponderme – Mientras decía esto me acariciaba lentamente a polla por encima del pantalón.

Yo no sabía que decir, era obvio que mi tía no me iba a dejar escapar así como así. Por lo que no pude mas que intentar huir hacia delante.

Claro tita, – dije melosamente - Quise decir cansado para salir, pero para ti tengo todas las fuerzas del mundo, pero ahora déjame que me voy a dar una ducha, vengo todo sudado y quiero estar limpito para que me lamas entero.

Si por mi fuera te lamería de arriba a bajo ahora mismo, cabroncete, que solo con olerte me pones cachonda.

Entonces me lamió la cara y dándome un apretón en los huevos me contesto:

Vamos vete para la ducha y después espérame en tu cuarto.

No, mejor espérame tu en tu cuarto, quiero follarte en tu cama.

Eso pareció sorprenderla, quedo un poco pensativa y luego sonriéndome me volvió a lamer la cara y me contesto:

Eres un verdadero cabrón, pero vale cuando estés listo vete para el salón yo te avisaré cuando esté el camino libre.

Así que me dirigí a la ducha dándole vueltas a la cabeza, tenia que ingeniarme algo para que mi tía quedase satisfecha sin que yo tuviese que hacer muchos esfuerzos. Era una lastima pero de verdad que no podía con mi cuerpo. También, pensé, quizás una vez en el ajo me saliesen las fuerzas de algún sitio. En esos pensamientos estaba cuando entré en el cuarto de baño, pero un grito me sacó de mis pensamientos.

Allí estaba Susana recién salida de la ducha con el cuerpo aun húmedo y tapándose con una toalla.

Pero bueno, ¿¡es que hoy me quieres fastidiar el día completo!? – Me dijo con una cara de mosqueo que casi hace que me empalme de nuevo, la verdad es que cuando se mosqueaba se ponía de lo mas sexy, y mas en aquella estampa. El pelo mojado, el agua le resbalaba por el cuerpo moreno y la toalla no le tapaba mucho, los muslos fuertes y redondeados le brillaban con las gotas de agua. La verdad es que me dejo sin habla, solo acerté a decir un " perdona...., lo siento,,,,, no sabía... es que yo iba a.... ". Pero eso a ella aun la enfado mas

Nada, que no me vas a dejar en paz, ¿verdad?, que te cuelas en el baño cuando estoy en pelotas, y aun así no te sales , te quedas ahí parado como un pasmarote. Si es que vamos, tienes mas cara que espalda. ¿Tu que quieres ver carne?.

Y diciendo esto se dio la vuelta para coger su ropa, lo que me permitió verla completamente desnuda de espaldas. El culo era perfecto, no tan grande como el de la madre, pues mi tía tenía mas caderas que ella, pero en cuanto a los glúteos, eran como ya digo perfectos, ni en las revistas los había visto mejores, y además lo tenía bronceado (a saber donde puñetas se bronceaba el culo mi prima). La cosa es que si antes estaba pasmado, ahora estaba pasmado al cubo, y lo único que se me ocurrió decir fue:

¡¡Ostias!!, ¡¡que preciosidad!!.

Mi prima se volvió lentamente y mirándome a los ojos:

¿Cómo has dicho?.

No.... nada, yo no he dicho nada.

Pareció que aquello la había desconcertado, me miraba incrédula y sorprendida, hasta parecía sonreír.

Te estas estabas refiriendo a mi culo, ¿verdad?.

Bueno,... yo lo siento, no quería...., pero...me salió así....

Vale, vale, primito. Desde luego que a mi culo le han dicho de todo, sobre todo obscenidades, pero eso no me lo habían dicho nunca. – Comento, mientras sonreía, estaba claro que le había hecho gracia mi comentario, lo que permitió que se relajase la tensión que había entre los dos.

Finalmente se dispuso a salir, lo que la obligaba a pasar junto a mí. Yo me aparte de la puerta para dejarla pasar, claro está sin perderme un centímetro de su piel. Al pasar a mi lado me sonrió y guillándome el ojo me dijo:

Espero que me respetes .

¿Respetar el que? . – Estaba tan desconcertado que no sabía a que se refería. Ella vio que no había entendido nada y sonriendo me miro el paquete.

Que haber que haces ahora en la ducha solito.

AAAAHHHH!!!!, eso!!! – Dije con cara de bobo – Pues no, ahora estoy demasiado cansado, pero no te ofendas que en cuanto recupere las fuerzas te haré el honor que mereces, que por cierto es mucho – Le dijo con toda la cara de pillo que sabía poner.

Ella se marcho sonriente, dándome de nuevo el espectáculo de ver su trasero desnudo. Era obvio que sabía que la estaba mirando pues contoneaba las caderas con un descaro brutal.

Con esas cerré la puerta, y me aseguré que el pestillo quedaba puesto, no quería interrupciones, necesitaba un baño tranquilo y relajado. Normalmente tomo una ducha, pero aquel día necesitaba relajarme. Una vez tumbado en la bañera, recapitule en todo lo que había pasado en tan poco tiempo. Me había follado a mi tía y me había comido a mi primita Olga, y la cabeza la tenía en Susana, de verdad que hubiera cambiado a las dos por ella, el incidente de hacía un rato me había confirmado que verdaderamente a la que me quería tirar a toda costa era a Susana. Con las otras dos no estaba mal, y desde luego que lo aprovecharía al máximo, pero la que de verdad me traía loco era ella, y este incidente ha había hecho mas que confirmármelo a mi mismo. Pensé en miles de forma de abordarla, pero ninguna me llevaban a buen termino (en mis pensamientos), era obvio que mentalmente ella me podía, ni siquiera me atrevía a abordarla con el tema del chantaje, tal y como hice con Olga. Seguro que a la primera mirada dura de ella me vendría abajo. Tanto a la madre como a la hermana pequeña me las había encontrado prácticamente de casualidad, bueno mas que de casualidad por un toque de fortuna, pero con ella se me hacía muy cuesta arriba. Quizás lo primero que tendría que hacer era cambiar mi actitud con ella, en vez de estar picándola constantemente, y aprovechado que habíamos tenido un encuentro un tanto picante, acercarme a ella con otra actitud. Al fin pensé que sí, que eso era lo que haría a partir de hoy.

Una vez aclare mis pensamientos en lo que espectaba a Susana, debía pasar al problema mas inminente que tenía, mí tía. No es que no quisiese follar, pero no me encontraba con las fuerzas suficientes como para cumplir con las expectativas que, seguro, tenía mi tía para esa noche. Ponerle excusas tontas no me parecía que fuese a colar y el decir simplemente que no, tampoco me parecía oportuno. Una cosa es que hoy no me encontrase con muchas fuerzas y otra muy distinta ofender a mi tía y que ésta prescindiese de mi en un futuro, y pasase de niño mimado a niño odiado. Por lo que no me quedaba mas remedio que coger el toro por los cuernos e intentar cumplir lo mas dignamente posible. Por otro lado, el echo de habernos citado en su cuarto, me beneficiaba, pues aunque los Domingos Susana y Marta salían, volvían a casa temprano, por lo que mi tía y yo no disponíamos de tanto tiempo.

El resto del baño lo pase relajado y recreándome en los acontecimientos ocurridos. Eran como diapositivas que pasaban por mi cabeza a cámara lenta. ¡Que barbaridad!, cuanta perversión había en esta casa y yo me estaba dejando atrapar por ella. Y por supuesto que no me arrepentía, solo pensaba que ya no sería el mismo nunca mas, ¿qué ocurriría con mi novia?, o se espabilaba, en cuanto a lo del sexo, o no duraría nada con ella. Me estaba acostumbrando a cosas fuertes. O al menos eso pensaba yo en esos instantes.

Cuando salí del baño parecía una pasa, estaba todo arrugado. Pon un momento pensé que me había desaparecido la polla. Me vestí en el mismo baño y salí hacia el salón.

Allí estaba mi tío y mi prima Olga. Pregunte por el resto y me Olga comentó que Susana y Marta habían salido y que mi tía estaba en la cocina. Decidí que lo mejor era quedarse en el salón a esperar los acontecimientos. Me senté junto a Olga, que estaba sentada en el sofá viendo la tele, mi tío se encontraba sentado en un sillón al otro lado del salón, se limitaba a mirar por la ventana hacía la calle. Olga me esbozo una leve sonrisa, la verdad es que estaba preciosa, desde que la veía como mujer comencé a apreciar sus rasgos suaves, era una niña que encerraba dentro toda una mujer, y esa mujer se moría de ganas por salir. Bueno era lo que se suele llamar toda una "lolita". Tenia el pelo recogido en dos coletas, las piernas cruzadas, llevaba puesto un mini pantaloncito muy ajustado y una camiseta interior de hombros que la tenía súper ajustada al cuerpo, lo que hacía que se le señalasen totalmente las tetitas. La verdad es que era todo un placer para los ojos. Yo también la sonreí, puse una mano sobre uno de sus muslo, y le susurré:

¿Todo bien? – Ella asintió . – Quedaste en contarme mas cosas.

¿Ahora? – Respondió ella mirando a todos lados, por si me habían oído.

¿Porque no?. Dime una cosa, el otro día, con tu madre en mi cuarto, tu madre te acuso de acostarte con Susana, y tu no lo negaste, al contrario, lo afirmaste y distes que lo pasaba mejor con ella que con tu madre, ¿es cierto?.

No, por Díos, ¿cómo puedes pensar eso? - respondió sería y un poco enfadada.

¿Entonces, como me explicas eso?.

Fácil, a mi madre le ponen esas situaciones. Fue ella la que me incitó, la segunda vez, a que le dijera esas cosas. ¿Cómo puedes pensar que yo y Susana...?, desde luego.

Bueno hija, tampoco es tan extraño. No me puedes decir que oír eso en el escenario que lo oí, no es para creérselo.

Bueno, sí tienes razón, pero ni por asomo.

Vale, ¿así que a tu madre le ponen las relaciones incestuosas?, ¿no?, Y no solo de palabra, ¿verdad? – Ella frunció un poco el entrecejo, no le hacía gracia las bromas de ese tipo – ¿y que otras cosas te ha hecho decirle?.

Ella pareció dudar un poco, quizás estaba yendo demasiado lejos. ¿Y que sí era así?, no iba a tratar a mi primita como una amiga.

¿Qué que cosas mas le has dicho?– Le dije serio mientras le apretaba su muslo con mi mano.

Pues.., – estaba nerviosa, la sonrisa ya hacía rato que se le había borrado de su cara – ...con él – dijo mirando de reojo a nuestro tío.

No pude aguantar la risa, se me escapo una pequeña carcajada. No pude evitar el pensar en la noche en que pille a Susana y a Olga con el tío. A ella no le hizo mucha gracia como me lo había tomado yo.

¿Qué pasa?, yo no le veo la gracia.

¿También le dices que te acuestas con él?.

No, en este caso es ella la que me habla de su gran polla y de cómo ella es capaz de meterse esa pedazo de polla por todos su agujeros sin inmutarse, en fin todas las guarrerías que se le ocurren imaginarse.

¿Imaginarse?, ¿estas segura de que solo son imaginaciones?.

Sí, claro – la cara le había cambiado, creo que en ningún momento ella se había planteado que quizás su madre se acostase con su hermano - ¿cómo puedes pensar eso?, ¿ella y su hermano?, ¡¡estas loco!!.

Bueno guapa, si se acuesta contigo, que eres su hija, ¿por qué no se va a acostar con su hermano?, que además tiene polla.

Ella miraba con incredulidad al tío, que permanecía en el sillón junto a la ventana.

No, no puede ser – decía incrédula mientras seguía mirando hacía él – que no , que no puede ser .

¿Por qué no lo compruebas?, – le dije mientras mi mano le acariciaba el muslo cerca de la ingle.

¿Como? – me dijo, girándose hacía mi.

Pues que lo compruebes, es facil.

¿Cómo?

Pues te vas para el y miras si en verdad tiene la polla tan grande como dice tu madre.

¿Tu estas loco o que?. – me dijo con la cara completamente roja.

Yo no había dejado de acariciarla, y había subido la mano hasta su chochito, que acariciaba por encima del pantalón. La situación que se había creado me había puesto cardiaco, tenía la polla a reventar (y pensar que hace un rato no podía con mi cuerpo). No pensaba sacar nada de esto, solo lo hacía por putearla, pero me iba a servir para afrontar mi compromiso con mi tía.

Venga, solo tienes que ir hacía él y meterle mano, Seguro que ni se entera, no ves que esta ido – le decía mientras le apretaba su chochito con mi mano .

Ignoraba si ella sabía algo de lo que había entre el tío y sus hermanas. O incluso si ella también había tenido algo que ver con él. Así que me decidí por presionar mas, no teníamos mucho tiempo, de un momento a otro mi tía nos llamaría para cenar.

Ya me has oido, – le dije mientras le apretaba su chochito, pero esta vez sin ninguna delicadeza y con un tono que no dejaba lugar a dudas .

Ella me miro como ya me había mirado esa mañana, con miedo en los ojos, pero no le di lugar a que respondiera, solté la mano de su coñito y la empuje, levantándola del sofá, hacia el tío. Ella se dirigió hacia él despacio. Yo me levante y me coloqué en un ángulo que me permitiese ver si ser visto. Ella alternaba la mirada entre mi y el tío, el cual no parecía enterarse de que ella se le aproximaba. Cuando llego a su sitio se sentó en el brazo del sillón y saludo al tío.

¿Qué tal tío?. – le pregunto en un susurro.

Él pareció salir de su asilamiento mental.

¡O sobrinita!, ¡que sorpresa!, me alegro de verte, ¿dónde has estado?.

Pues aquí en casa tío, ¿dónde voy a estar? – respondió Olga con naturalidad. Los desvaríos del tío ya no causaban sorpresa a nadie.

Y dime, ¿ya no me quieres?.

Por díos tío, ¿cómo puedes decir eso?, claro que te quiero. – y diciendo esto Olga le dio un beso en la mejilla.

Que mala eres, hay qué ver lo que me haces sufrir. Si me quieres tanto, ¿por qué no pasaste ayer por mi cuarto?.

Me quede con los ojos como platos, ¿también con Olga?. Miré incrédulo a Olga, pero esta parecía tan sorprendida como yo. Mirándome, me hizo indicaciones con la cabeza y una de sus manos de que no sabía de que le estaba hablando. Yo por mi parte la anime a que continuara.

¿A tu cuarto, tío?, ¿y para que iba yo a ir a tu cuarto?.

Él intento girarse, pero el cuerpo de Olga le impedía ver nada.

¿Hay alguien?. – le pregunto.

No tío estamos solos, ¿por?..

Y ni corto ni perezoso se llevo las manos a la bragueta y se la abrió. Olga no salía de su asombro.

Vamos Susanita, no seas mala, tócame, aunque solo sea un poquito.

Estaba visto que el tío iba a peor, había confundido a Olga con Susana. Si bien ellas iban siempre vestidas con el mismo estilo (estilo de fulanas), el volumen de una no era comparable al de la otra. Pero con el estado de su cabeza no era de extrañar, pues si hay que decir que Olga es muy parecida a Susana cuando ésta tenía la edad de Olga.

Olga me volvió a mirar como preguntando y yo la anime a continuar. Estaba claro que el tío nos había facilitado el trabajo. Olga con mucho cuidado metió una de sus manos por la bragueta, y conforme iba entrando y tocando se le iba cambiando la cara. Estaba confirmando lo que su madre le había contado, la polla del tío era descomunal.

Muy bien pequeña, así como sabes que me gusta...,. vamos sácala que le de un poquito el aire.

Olga le desabrocho el pantalón para poder manejarse mejor. Después despacio le bajo un poco los calzones para poder sacar semejante polla. Desde mi sitio no podía apreciar todo el espectáculo, alguna acciones las intuía por los movimientos. Cuando por fin la saco, el tío puso una mano en el muslo de Olga y tiro la cabeza hacía atrás, se estaba preparando para disfrutar del momento. Olga, por su parte, no decía nada, se limitaba a mirar hacia su entrepierna con la boca y los ojos muy abiertos. Creo que incluso en algún instante se olvido de mí. El ritmo que le impuso Olga no era rápido, pero si continuo y acompasado. La mano de él cada vez iba subiendo mas arriba del muslo de Olga, en un momento dado, ella se acomodo en el brazo del sillón para permitir que su mano avanzara con mayor facilidad. Yo por mi parte estaba totalmente alucinado, en esta casa nadie tenia reparo en nada, bien está que el tío se había confundido, pero Olga, no estaba nada confundida, ella, a la mas mínima presión le estaba haciendo una paja a su tío en mitad del salón, sabiendo que en cualquier momento podría entrar su madre. O bien era muy sumisa, o una guarra de cuidado, o lo que era mas probable, las dos cosas.

Efectivamente, tal y como no podía ser de otra forma, mi tía nos devolvió a todos a la realidad, pero por suerte fue con una voz y no con su presencia. Nos llamaba para cenar. Olga dio un respingo del asiento, soltando al momento lo que traía entre manos. Pero antes de que se pudiese escapar, mi tío que para nada había sacado la mano de donde la tenía, le susurro.

¿Verdad que no vas a dejar a tu tito preferido así? – le dijo mientras se miraba la entrepierna.

Vamos tío, déjame que nos llama mama. – decía ella un tanto nerviosa.

Sí, sí, te dejo, pero antes prométeme que esta noche vas a pasar por mi cuarto. Por favor no te hagas de rogar, además tengo preparado para ti un regalito, ya sabes que yo estos favores los agradezco muy bien.

Vale, vale tío – Le comento Olga a la vez que se levantaba, pero el tono me pareció que era para quitárselo de encima.

Yo por mi parte ya me había dirigido a la puerta del salón y la esperaba a ella. Rápido nos dirigimos a la cocina. Por el camino le pellizque el culo, y le comente.

¿Qué?, ¿la tiene gorda?.

No te puedes hacer una idea, pero aun así no me creo que mi madre y él.....

¿Vas a ir después a su cuarto?.

¡¡¡NO!!!, ¿estás loco?.

¿Y que me dices de lo de tu hermana?, ¿porque te ha confundido con ella?, valla sorpresitas que tiene está familia ¿eh? – le dije haciéndome el nuevo.

Bueno.... - titubeo.

Por la cara que me ponía sospeche que ella ya debía de saberlo, pero ya no me dio tiempo a sacarle mas nada. Entrábamos los dos en la cocina con paso ligero. Mi tía ya tenía la comida puesta en la mesa, y parecía tener prisa.

Vamos, hoy hay que cenar rápido que nos tenemos que acostar temprano. – Inquirió con toda la rudeza que ella era capaz de poner.

¿Acostarnos?, pero si es temprano. – comento Olga sorprendida y disgustada.

He dicho que a acostarse, y no se rechista, que mañana tenemos que madrugar y hay mucho trabajo.

¿Qué hay que hacer mañana de especial? - Olga no parecía darse por enterada. Pero una mira de mi tía fue suficiente para convencerla.

¿Y tu tío? - Le pregunto a Olga.

En el salón.

¿Y porque no le habéis ayudado a venir?, ya sabes que él no se puede mover con agilidad. Bueno comed vosotros, que ya voy yo a por él. – y diciendo esto salió de la cocina.

Olga y yo nos miramos, y de pronto caí.

¿Le has guardado la polla al tío? – a ella le cambio la cara, y me negó con la cabeza – Pues esperemos que se la haya guardado él.

Mí tía se iba dirigiendo en busca de él hablándole en voz alta, "vamos tío que es para hoy", "cuando llegues la comida estará helada". Pero de repente se hizo el silencio. Olga y yo nos miramos interrogándonos con la mirada, el silencio se prolongó, y al ratito apareció mi tía muy rápida. Nos miró y a la vez que nos indicaba que comiésemos, nos dijo que tío no se encontraba bien y que ella le llevaría la comida a su cuarto y le daría de comer allí, así que no la teníamos que esperar. También nos dijo que una vez que terminásemos nos retiráramos cada uno a nuestro cuarto. Cuando mi tía salió no puede contener la risa, Olga me miraba sorprendida.

¿Se puede saber de que te ríes?.

¿De que va a ser chiquilla?. – ella seguía mirando sorprendida sin enterarse de nada, en verdad que era inocente, aun teniendo ya las experiencias que había tenido, seguía siendo una chiquilla sin maldad – Pues que tu madre a pillado al tío con la polla fuera, seguramente todavía dura, y no se lo ha pensado dos veces. Se lo lleva al cuarto y creo que no para darle de comer sino para comérselo – Aun así ella no parecía dar crédito.

Pero que dices, eres un mal pensado, mi madre siempre ha cuidado de su hermano, y no es la primera vez que le lleva la comida a su cuarto.

¡¡Ya!!, ¿y a que adivino que Susana también le ha llevado la comida mas de una vez a su cuarto? – ese comentario pareció abrirle los ojos y la mente.

Pues sí, ella también le ha llevado la comida a su cuarto mas de una vez.

Vamos, no te hagas la nueva tu sabes algo de lo que ha pasado entre tu hermana y el tío, ¿verdad?. – Ella agachado la cabeza, no hacía falta que me dijera nada su cara lo decía todo – Bueno, ya me contaras, ahora vamos, deja la comida que no me quiero perder el espectáculo.

La cogí de la mano y la arrastre fuera de la cocina, cuando llegamos al cuarto entre la cocina y el baño le indique que permaneciera un silencio, miré alrededor buscando algo sobre el que nos pudiéramos aupar los dos. Una vez encontrado lo acercamos a la pared que da a la habitación de mi tío. Antes de subirnos me acerque a su oído y le susurre: " ahora vamos a ver si estoy en lo cierto o no". Yo fui el primero en montarme, pero antes de ayudarla a ella a subir me asome a la habitación y no me había equivocado en nada, mi tío se encontraba tumbado en la cama con los pies colgando, vestido y con los pantalones bajados hasta los tobillos. Mi tía no había querido esperar a desnudarlo, ni creo que se fuera a entretener en eso, pues su objetivo ya lo tenía a la vista, bueno mejor dicho a la boca, pues ella estaba arrodillada a los pies de la cama y con toda la polla en la boca, eso si que era una garganta profunda (y ancha). Dejé de mirar solo el instante de ayudar a Olga a subir. En el momento que Olga se asomo mí tía tenía la polla fuera de la boca y masturbaba con suavidad la gran polla del tío, parecía que no tenía prisa. Quizás al final del todo yo me iba a quedar sin mi ración de follada con ella, pues no creo que después de esa polla a mi tía le quedasen fuerzas para mas. Por un lado era lo que había deseado hasta hace un rato, pero ahora ya no me acordaba de mi cansancio, yo ya estaba completamente en forma.

Olga permanecía callada, con una cara de asombro que no podía con ella, no se si era por el hecho de que su madre le estuviese haciendo una paja al que era su hermano, o bien por que en la postura que estaba el tío se le podía apreciar con toda claridad el pedazo de polla que tenía. En verdad era descomunal no solo en lo ancho si no también en lo larga que era, era oscura y muy venosa, en aquellos ,momentos rebosaba liquido preseminal, que mi tía iba recogiendo delicadamente con la lengua, era como si estuviese recogiendo el néctar de un capullo en flor. Así permaneció durante un rato, hasta que volvió a introducirse semejante columna en su boca, lo hacía despacio, acomodando poco a poco la boca. Supongo que por mucho que hubiese chupado ya esa polla nunca una boca debe de estar acostumbrada a dicho tamaño. Poco a poco la polla iba entrando cada vez mas adentro, yo alternaba ese espectáculo con el de mi prima. Su cara lo decía todo, apenas decía nada, simplemente se limitaba a negar suavemente con la cabeza, no daba crédito a lo que estaba viendo, y eso que no es que tuviese una idea idílica de su madre. Pero estaba claro que ese espectáculo podía con ella, tenia las manos apoyadas en la pared, y la cara cada vez mas pegada al cristal, tanto, que la tuve que retirarla, pues, aunque mis tíos estaba muy entretenidos como para reparar en nosotros, tampoco era plan de arriesgarse demasiado. Mientras tanto mi tía ya se había metido en la boca casi tres cuartas partes de semejante polla, no solo tenía que haber acondicionado la boca, sino también la garganta, pues yo estaba convencido de que esa polla ya había atravesado hacia rato la campanilla. No solo tenia entretenida la boca, las manos no las tenía quietas, con una le masajeaba los huevos y la otra la tenia metida entre sus piernas. Mi tío parecía totalmente ido, no parecía tener tantas ganas de hablar como cuando lo vi con Susana y Marta, él permanecía tumbado con los ojos perdidos en el techo de la habitación y la boca abierta. Conforme ella aceleraba el ritmo de la mamada, él aceleraba el ritmo de su respiración. Ella subía y bajaba cada vez mas rápida la cabeza, y las manos cada vez se movían con mas rapidez, tanto la de los huevos como la que tenía entre sus piernas. En un momento dado el tío comenzó a respirar con mas fuerza y ha emitir algún que otro suspiro. Mi tía, supongo que para prevenir posibles escándalos, paro y se levanto, con rapidez se quito la bragas e inclinándose sobre su hermano se las metió en la boca, aprovecho esa ocasión para restregar la polla tiesa de él sobre su coño. Cuando le tuvo bien tapada la boca se volvió a arrodillar y comenzó a chuparle los huevos, alternaba los lametazos con el introducírselos en la boca, mientras con una de sus manos lo volvía a pajerar, aunque esta vez con mas intensidad. Mi tío ya comenzaba a mover la cabeza e intentaba decir o jadear algo, pero las bragas se lo impedían. En un momento dado, mi tía le termino de quietar los pantalones y le subió los pies a la cama, de forma que quedo con las rodillas subidas. En ese momento hincó la cara en el culo y comenzó a chuparselo, pasaba la lengua del culo a los huevos y de los huevos al culo, parecía que no tenia claro donde quedarse. Con las manos separaba los cachetes del culo para poder chupárselo mejor, así estuvo por un tiempo, hasta que quito las manos de su culo, y mirándolo por entre las piernas llevo una a la poya y la otra a la entrada del culo, y comenzó a dar masajes con las dos manos mientras lo miraba con verdadera lujuria. Los masajes de la polla no pararon, pero los del culo los paro para poner su dedo índice en la entrada y a la vez que lamía el culo su dedo lo iba introduciendo poco a poco. Mi tío noto la entrada e intento retirar el culo e incorporarse, pero tenía tan pocas fuerzas que apenas ofreció resistencia. Mi tía iba animando la paja conforme iba entrando el dedo en el culo, una vez dentro acompasó el movimiento de las dos manos. Cuando ya el tío pareció acostumbrarse ella volvió a meter otro dedo, así hasta que le tubo metido en el culo cuatro dedos. Yo pensaba que mi tío se quedaba en el sitio, no estaba para muchos trotes (o eso pensaba yo viéndolo en el día a día) y además las bragas en la boca verdaderamente le estaban asfixiando.

Ante ese espectáculo me había olvidado totalmente de que no estaba solo, era obvio que Olga también se debía de haber olvidado de que estaba conmigo, pues estaba ahora apoyada solo con una mano en la ventana, pues la otra la tenía entre sus piernas. Había desabrochado el botón de su pantalón y bajado la cremallera de éste para meter las manos dentro de sus bragas y tocarse con verdadera pasión, por otro lado su cara estaba totalmente desencajada y con la boca abierta. Por la comisura de los labios se le caía la baba y ella no parecía ni darse cuenta. Yo por mi parte estaba totalmente empalmado (como es normal) pero ni siquiera me estaba tocando, no se si porque estaba demasiado atraído por el espectáculo, o bien por que me encontraba totalmente satisfecho y solo me guiaba el morbo y el placer de mirar.

La cosa es que ahora alternaba la vista entre las dos escenas, pues ver a la que yo consideraba hasta hace dos días una niñita como una verdadera mujer en celo era otro verdadero espectáculo.

Volviendo a lo que estaba ocurriendo en el dormitorio. Mi tía dejó por un momento de pajear a mi tío para volver a chuparle la polla, esto sin sacar los dedos de su culo. No estuvo así mucho tiempo, pues estaba visto que ella también tenía que satisfacer sus necesidades. Poco a poco se fue incorporando, primero dejó de mamarle la polla, sin sacarle los dedos del culo se inclino sobre él para chuparle la cara y la boca. Después saco los dedos del culo y se quito la falda dejándola caer al suelo. Después se dío la vuelta y sentándose sobre falda del tío comenzó a restregarse la polla por el culo y el coño. Si se había metido casi toda la polla por la boca no creo que su coño ofreciera mucha resistencia, de sobra le cabría entero en su gran coño. Pero mi tía tenía otra cosa en la cabeza. Cuando se hubo restregado bien, cogió sus manos y separándose los cachetes del culo apoyo su entrada en la punta de la polla. Hizo varios intentos por metersela por el culo, pero en todos se le termino resbalando, entonces, un tanto alterada, se volvió hacia mi tío y le dijo en voz baja pero enérgica:

Vamos cabrón, pon algo de tu parte, no solo va ser recibir. Venga coge la polla con las manos y aguántala, ¿no ves que yo sola no puedo? – fueron las únicas palabras que había pronunciado en todo el tiempo.

Él obedeció sin rechistar, y entonces ella repitió los mismos movimientos que antes, solo que esta vez con mas suerte, pues a la segunda vez logró su objetivo. Había logrado meterse la punta de la polla en el culo. Sobre nosotros dos (al menos sobre mí) paso como un rayo un pensamiento "No irá a meterse todo eso por el culo". Al principio ella se movía despacio, movía las caderas pero no hacía por meterse mas polla dentro. Así estuvo por un tiempo, al parecer acomodando el culo, pues no se si era la primera vez o ya se había metido eso alguna otra vez. La cosa es que poco a poco se fue sentando e introduciendose mas polla por el culo. Ahora estaba convencido de que no era la primera vez, pues aquello entraba, poco a poco pero entraba. Quizás hacía tiempo que no lo hacía y solo estaba haciendo tiempo para que su cuerpo recordase cuanto tenía que dilatar, pues era imposible que aquello entrase así en un culo que lo probase por primera vez. Si la boca no fue capaz de tragárselo entero, su culo no estaba dispuesto a renunciar, así que poco a poco fue entrando hasta que finalmente quedo totalmente sentada en la falda de su hermano, y con toda la columna metida por el culo. Por los movimientos estaba claro que semejante volumen no daba para muchos movimientos. Ella movió un poco las caderas, como digo la cosa no daba para mas, e inmediatamente debió de sentir un fuerte orgasmo pues apretó las uñas en los muslos de él y estiro la cabeza hacia atrás con la boca completamente abierta, estaba claro que le faltaba el aire, pues debía de tener todos su órganos apretados en la garganta. Un momento después caía al suelo sacándose la poya ya medio flácida del culo, de éste rebosaba semen, mí tío también se había corrido, no se si antes o a la vez, pues él ya no hacía movimientos ninguno, ahora si que estaba totalmente ido.

Cuando miré a Olga ella tenía los pantaloncitos por los tobillos, los muslos, brillantes y pegajosos de su abundante flujo, separados y los dedos como locos restregando su coñito. En ese momento me miró, creo que fue la primera vez desde que comenzó a mirar que se percataba de que yo estaba allí. Sin mediar ni una sola palabra, se arrodillo y desesperadamente me saco mi tiesa polla para en un instante metérsela por completo en la boca. Comía con verdadera hambre, gracias a que yo estaba mas que satisfecho no temía por correrme, podría haber estado así toda la noche. Pero el hecho de que mi tía hubiese terminado me tenía en alerta, en cualquier momento podía salir. Aunque viéndola desde allí arriba no parecía que tuviese fuerzas para nada. Mientras Olga no dejaba de comerme la polla, me había bajado los pantalones y de la polla pasaba a los huevos con verdadera desesperación, al igual que su madre hacía tan solo unos instantes, ella se masturbaba a la vez que me comía la polla y los huevos. Mis ojos iban de Olga al cuarto de mi tío alternativamente, en un momento dado mi tía pareció reaccionar, se levantaba con verdadera dificultad. Ni siquiera se digno a mirar a su hermano. Con dificultad se fue hasta la puerta y salió, dejando al tío allí tumbado con los pantalones bajados y sus bragas en la boca. Yo en ese instante retiré rápidamente la polla de la boca de Olga, me subí los pantalones y le indique a Olga que permaneciese en silencio, que su madre había salido de la habitación, los dos quedamos expectantes, pero lo que oímos fue otra puerta que se abría y se cerraba. Intuí que se trataba de la puerta del dormitorio de ella. Nos bajamos con cuidado y nos dirigimos a la puerta, esperamos un momento para después, poco a poco, abrir la puerta y ver si había moros en la costa. Pudimos observar que la puerta del dormitorio de mi tía estaba cerrada, pero por debajo de ella se apreciaba la luz encendida. Era obvio que mi tía ya había tenido suficiente por hoy, y que no iba a buscar mis favores. Me volví para decirle a Olga que su madre se había retirado, y me volví a olvidar de lo cansado que estaba. La cara de lujuria de Olga era total, ahora era ella la que parecía ida. Continuaba con los pantalones y las bragas medio bajados y no dejaba de tocarse. Me acerque a ella y le comí toda la boca mientras le metía la mano entre las piernas. Ella volvió a su locura, comenzó a comerme la boca tal y como me había comido hacía tan solo unos segundos la polla (está niña parecía comerlo todo igual), a la vez que sus manos volaban hacia mi entrepierna. Así estuvimos por unos instantes, después me separe y le dije al oído:

¿Te ha gustado el espectáculo?, ¿verdad que ahora quieres tu ración de polla? – Ella asentía con la cabeza mientras me seguía hurgando en la entrepierna y me chupaba la oreja.

Pues vamos que está noche no se te va a olvidar fácilmente.

La cogí de la mano y la saque del cuarto, pensaba dirigirme a mi cuarto, pero al pasar por el dormitorio del tío, se me ocurrió algo mejor. Me pare y abrí la puerta, el tío permanecía en la misma postura que lo había dejado mi tía. Entré tirando de Olga, al principio ella se sorprendió y ofreció algo de resistencia, pero con un leve tirón basto para derrumbar dicha resistencia. Una vez dentro cerré la puerta, el suelo estaba lleno de semen y de algo de mierda, al parecer no había podido aguantar y se había casi cagado en el suelo, quizá por eso se fue corriendo a su cuarto. Me coloque a la espalda de Olga, comencé a besarle el cuello y a meterle mano, a la vez que la iba empujando hasta la cama de mi tío. Cuando estábamos prácticamente encima de él, le dije al oído.

Bueno, ya has visto lo que ha hecho tu madre, ahora demuéstrame que eres tan puta como ella – y con una mano apoyada en su cabeza la fui empujado hacia la poya del tío, la cual colgaba flácida entre sus piernas.

No esperaba que el pobre hombre tuviese mas fuerza, lo que pretendía era que ella tuviese la boca llena. Lo necesitaba para lo que pensaba hacer con ella. De todas formas, aunque el pobre hombre se encontrase con ánimos no creo que ella le cupiese dicho instrumento en ninguno de sus agujeros. Ella, conforme se iba aproximando a la polla de él, iba ofreciendo mas resistencia, pero apenas era una resistencia que no se pudiese vencer con un leve aumento de la presión. La polla, aun estando flácida era de un tamaño considerable, no debía oler muy bien, pues nada mas se la pegue a la cara ella dio un tirón para a tras, yo me incline hacía ella y le dije, tranquilo pero tajante:

Ni se te ocurra ofrecer resistencia, o te juro que te meto la polla del tío por el culo. Vamos métetela en la boca, a ver si eres capaz de resucitarlo.

Eso pareció convencerla y a la siguiente vez que le pegué la cara a la polla abrió la boca e intento metérsela, pero por el tamaño y su flácided no conseguía dominarla, por lo que se tubo que ayudar con las dos mano. El espectáculo volvía a ser asombroso. Mi tío tumbado en la cama como un monigote con la polla al aire, y Olguita inclinada entre sus piernas intentando dominar esa columna flácida con las manos y la boca. Yo por mi parte me encontraba de pié detrás de ella, restregando la polla por el culo y su coñito. Una de mis manos la tenía en su entrepierna y con la otra aguantaba fuerte la cabeza para que no se le ocurriese levantarse. Así estuvimos por un rato, ella ya había dominado la polla y se la metía y sacaba de la boca con facilidad, aunque el tamaño no había cambiado, si parecía que había recobrado algo de compostura y ya no estaba tan flácida. Eso hacía que cuando se la metía en la boca se la llenase por completo, fue en una de esas ocasiones cuando yo, agarrándola fuertemente por los pelos apreté con mas fuerza su cabeza, de forma que no se pudiese sacar la polla de la boca, y en ese instante apoye mi poya en el ojete de su pequeño culo y comencé a empujar sin ningún miramiento. Al instante ella intentó levantar la cabeza y zafarse de mí, pero la tenía fuertemente agarrada y solo tenía opción a mover las caderas, tuve que sacar mi mano de su entrepierna para asirla con fuerza por la cintura. Yo seguía empujando sin prisa pero sin pausa, verdaderamente tenía el culito estrecho, y mi polla sentía como se iban desgarrando sus músculos. Con la mano sequía apretando con fuerza su cabeza, lo que le impedía a ella emitir ningún sonido inteligible. Yo no le veía la cara, pero sí sabía, por los sonidos que emitía que estaba llorando, e imaginaba que me suplicaba que parase, pero nada mas lejos de mis pensamientos. Conforme iba entrando ella iba moviendo las caderas resistiéndose a la penetración, tanto se movía que en un momento dado tuve que darle un par de azotes en el culo e indicarle, acercándome a su oído, que parase o le iba a doler mas. Cuando le tuve metida mas de media polla por el culo paré, dejé que sus músculos se acomodasen, ella dejó de patalear. Cuando pensé que ya debían de haberse acomodados de un golpe seco metí el resto de la polla, ella comenzó a tener espasmos, no se sí eran que se estaba corriendo o de dolor, la cosa es que yo comencé a mover la polla dentro de su culo con desesperación, miraba como la polla entraba y salir de su culo con rapidez. Cuando miré para ella había vomitado por lo que de su boca llena de polla salían vómitos que había puesto perdido al tío. Pensé que se podía ahogar y tiré de sus pelos para levantarle la cabeza y sacarle la polla de la boca. De su boca salieron vómitos a borbotones que fueron a parar a la vientre del tío. Yo no paraba de moverme, acerque su cabeza a la mía y comencé a decirle improperios.

Eres tan puta como tu madre, guarra, asquerosa, ¿te gustan las pollas eh?, vamos mueve ese precioso culo puta de mierda. Vamos así así mueve el culo.

AAHHHHH, YAAAAAAAA, YAAAAAAAA, PAARAAAAAAAAA POR FAVOR PARAAAAAAAAA, ME DUELE ME DUELEEEEEEE........

Tanto gritaba que tuve que taparle la boca con la mano. El que me suplicara me puso aun mas caliente, tanto que di un último empujón y me corrí en su precioso culito. Mi cuerpo se puso tenso y le llené de semen todo su precioso culo, mientras me corría tiraba de su cabeza para atrás y apretaba con mas fuerza su boca, para que no gritase. Cuando terminé de correrme le saque la polla del culo y ella se derrumbó al suelo, yo me quede de pié mirándola, estaba hecha un ovillo, el suelo estaba hecho un asco, mi semen salía de su culo junto con mierda (ella tampoco había podido controlar el esfínter y se estaba cagando) y se mezclaba con sus vómitos, y el semen y la mierda que había salido del culo de mi tía.

Tras reponerme un poco, exhausto salí de la habitación y me dirigí hacía mi cuarto. Llegue totalmente reventado, me desnude y me tire sobre la cama donde al momento caí dormido. Había dejado a Olga tirada en el suelo del cuarto de mi tío, pero no me importaba, en esos momentos todo me daba igual.