El verano de 1.995 (3)

Capítulo III. Lydia

CAPÍTULO III. LYDIA

Aquella tarde hablamos mucho sobre lo que nos había pasado, y mi madre me preguntó que qué tal me había ido con mis primeras experiencias sexuales.Yo le dije que muy bien, y que estaba loco por repetir, con lo que ella se rió y me dijo que no perdiera la esperanza, ya que había mucho verano por delante, y que pensaba seguir yendo a la playa nudista para ver si ligaba más.

A eso de las diez nos acostamos y durmimos plácidamente hasta la mañana siguiente.Era ya 4 de julio y efectivamente teníamos 27 días para ligar en la playa nudista, así que me puse muy contento y deseando de irme a ella.Y eso fue lo que hicimos después de desayunar en un bar que había en las proximidades del paseo marítimo.

Como de costumbre, nos desvestimos cerca del cartel y esta vez ni se me empinó el pene al ver a mi madre desnuda.Ella lo notó y me dijo sonriendo: "Vaya, ya no te la pongo, dura, eh...".Yo me puse un poco colorado ( y la verdad es que no sé por qué después de las cosas que le habíamos estado haciendo ) y no dije nada, así que nos dirigimos hacia la zona nudista y paseamos lentamente.

Las primeras personas que vimos fueron dos niñas de unos once u doce años que venían corriendo del agua y se dirigían a sus toallas, donde un hombre de unos cuarenta y cinco años y una mujer algo más joven las esperaban.Tenían pequeños bultos por tetas y no tenían pelo en sus vulvas, por lo que se podían ver sus rajas.Eran, en definitiva, dos jovencitas inocentes, que me sonrieron y se fijaron en mi pene, semierecto ahora, al pasar.

"A esas dos les has gustado...", me dijo me madre."¿Tú crees...?", le pregunté incrédulo."Nada más que hay que ver cómo te han mirado...Seguro que les han empezado a picar sus chochitos...", dijo."¡Mamá...!", dijo yo algo extrañado por su forma de hablar."Hijo, hay que ver cómo eres...", dijo ella.

Los dos seguimos paseando muy lentamente, respirando el aire puro del mar y fijándonos en la gente que quedaba sentada a nuestra derecha.Eran gentes de todo tipo, jóvenes, muy jóvenes, maduros, muy maduros...pero todos ellos iban desnudos y muchos se besaban y tocaban sin importarles ni un ápice quién los estuviera mirando.

Al cabo de diez minutos, nos cruzamos con dos chico de unos 17 años de edad, no demasiado musculosos o atractivos, pero sí muy bien dotados.Los penes de ambos debían rozar los 18 cm en erección, que así era como estaban.Al pasar, los dos se quedaron mirando a mi madre y empezaron a decirle cosas, en plan de broma, por supuesto."Tía buena...", "Vaya par de melones..." "Mmm, qué culo...", decían los calenturientos adolescentes, que parecían haberse metido en la zona nudista por primera vez.Mi madre se limitaba a sonreír y yo le dije: "A esos dos sí que les has gustado...".

Siguiendo con nuestro paseo, vimos a nuestra derecha algo sorprendente, si no escandaloso.Un niño de unos doce años  estaba acariciándose de forma obscena con una mujer de unos cuarenta años, que debía ser su madre.Ésta tenía una figura muy similar a la de mi madre, aunque era francamente más fea que ella.Tenía grandes tetas y una vulva que, según pude ver, parecía haber sido depilada unos días antes, ya que estaba cubierta por una fina superficie negra de vello como el que tienen los hombre en la barba después de una semana sin afeitarse.

El niño estaba tocándole los pechos y la mujer estaba jugando con su pequeño pene ( de apenas unos diez centímetros en erección ).Los dos sonreían y parecían disfrutar mucho de las caricias del otro.Mi madre me dijo que me sentara con ella a unos veinticinco metros de los dos.Parecía darle un morbo especial verlos hacer aquello, y casi se le cae la baba cuando vio que el chico empezaba a deslizar su mano por entre sus piernas para tocar su sexo.

Un rato después de estar acariciándose, el chico se metió de rodillas entre las abiertas piernas de la mujer e introdujo su pene dentro de su coño.Empezó a empujar hacia delante y hacia atrás, primero lenta y luego rápidamente.La mujer gozaba enormemente, gimiendo en voz bastante alta mientras se la follaba un niño de doce años.El chico, por su parte, parecía estar como en un sueño, ya que estaba tenso y no sabía muy bien lo que hacer aparte de meter y sacar.

Al cabo de un par de minutos, el chico se echó súbitamente hacia atrás y una descarga de semen salió a chorros de su pene cayendo sobre la barriga de la satisfecha mujer, cuyo orgasmo se había producido un poco antes que el de él.Los dos se quedaron uno encima del otro y luego uno al lado del otro acariciándose y toqueteándose.Mi madre los miraba aún con cara de envidia, pero no dijo nada.

Nos pusimos en marcha de nuevo y pasamos por el sitio donde habíamos estado los días anteriores, dejándolos atrás.Nos cruzamos con algunas parejas de hombres y mujeres, la mayoría de unos treinta y tantos años, y sin niños.Parecían ser la mayoría extranjeros, franceses, alemanes, ingleses, holandeses, suecos, etc. Todos se fijaban mucho en nosotros dos, y la verdad es que no era para menos.Era muy sospechoso eso de ver solos a un chico de trece años con el pene semierecto y a una mujer de treinta y tantos con los pezones erectos y su vulva semihúmeda ( aunque eso no se notara a simple vista ).

El caso es que la playa nos pareció cada vez más interminable, y nos encontramos con un cartel que decía: "FIN DE ZONA NUDISTA 5 KM." Ya debíamos llevar unos dos kilómetros andando, y saber que quedaba tanto por delante ponía cachonda a mi madre, que disfrutaba viendo a la gente desnuda.

Poco después del cartel, vislumbramos lo que parecía ser un chiringuito de madera con techo de paja de color pardo.Todo estaba hecho de madera y lo que había era una barra cuadrada con dos camareras y un camarero sirviendo copas.Los tres eran, para su sexo, bastante atractivos y charlaban desenfadadamente con algunos clientes que estaban tomándose algo, todos ellos desnudos.

La mayoría de la gente que estaba en el chiringuito era de unos treinta y tantos, muchos de ellos extranjeros y algunos solamente españoles.Detrás del chiringuito había otro edificio, que no era de madera y en el que había un letrero que decía: " DUCHAS, ASEOS, VESTUARIOS, HABITACIONES ".Mi madre aprovechó para ir al servicio y luego darse una ducha refrescante.Yo también me metí en una para quitarme un poco el sudor y la arena.

Mientras manejaba los grifos para graduar el agua a una temperatura agradable, oí gemidos que venía de la ducha contigua.No cabía duda de que había allí una pareja copulando, en un sitio con mucha intimidad y refrescante.En realidad no eran los únicos, ya que pude ver cuando salí a una pareja al fondo del pasillo que daba acceso a las diferentes duchas.La chica, de unos veinte años, estaba a cuatro patas mirando hacia el otro lado, y un hombre de unos cincuenta años la estaba penetrando de rodillas desde atrás.

El sitio desde luego era ideal para la práctica del sexo, ya que era fresco y húmedo, así como bastante íntimo y resguardado de la molesta arena.Mi madre salió de una de las duchas y se dirigió hacia mí, que estaba en la puerta de acceso al pasillo de las duchas completamente empalmado.Me dijo que aquel era un sitio ideal para follar y que la gente más tímida lo utilizaba para eso, algo que yo ya había notado.

Después de tomarnos una Coca-Cola en el chiringuito, continuamos nuestro largo paseo.Una camarera nos había dicho que a tres kilómetros encontraríamos otro chiringuito simialr con áreas de "descanso" con duchas, etc.Desde allí, así como desde el final de la playa ( a cinco kilómetros ), había autobuses baratos que llevaban a la urbanización, así que nos marchamos tranquilamente sabiendo que encontraríamos un autobús de vuelta, cuyas últimas salidas eran a más de las once.

La playa seguía teniendo la misma apariencia que había tenido en los últimos kilómetros, y la cantidad de gente era similar a la de la otra zona, incluso un poco superior.Nos cruzamos con otros dos muchachos un poco mayores que yo ( de unos quince años ) que se quedaron mirando a mi madre con sus penes de 15 cm completamente empinados.Mi madre se reía y yo también, sabiendo cómo estaban muriéndose de envidia creyendo que era un ligue mío mi madre.

Un kilómetro después del chiringuito, mi madre y yo nos detuvimos y nos sentamos en nuestras toallas.Estuvimos viendo a alguna gente pasar.Por ejemplo, vimos a una chica delgada, con unas tetas del tamaño de naranjas grandes muy turgentes y pezones no muy gordos sobre areolas de unos 4 cm de diámetro.Tenía el pelo de un precioso castaño rojizo que parecía ser de bote, y su vulva tenía la cantidad justa de vello, que la cubría toda entera teniendo un espesor de un centímetro.Sus piernas eran delgadas y considerablemente largas, aunque bastante rellenitas y sus pies eran pequeños y muy sexys, con las uñas pintadas en negro.Su piel era bastante blanca y su cara era de las más inverosímiles por su belleza que jamás he encontrado en mi vida, con la nariz simplemente perfecta, los labios ligeramente regordetes y los ojos verdes.

Mi madre me vio admirar a la chica, que no debía pasar de 18 años y me compadeció porque sabía que yo no podía aspirar a ella todavía.Sin saber cómo ni por qué, salí corriendo detrás de la chica hasta situarme detrás de ella a unos cinco metros, pudiendo ver su ancho, firme y duro culo enfrente de mí.La chica se dio cuenta de que andaba detrás de ella y sonreía, pudiéndola yo ver de perfil.Me acerqué más a ella y la llamé.

"¡Oye...!", le dije.Ella se dio la vuelta y la vi de frente.Me había equivocado, no era guapa, era casi sobrenatural.Me sonrió y me preguntó con la voz más dulce y femenina que se pueda imaginar: "Hi, what do you want?".Yo me quedé de piedra, había creído que era española, pero no, era británica, al menos eso creí por su acento."Eh...", dije yo nervioso."Is there anything I could do for you?", me preguntó sonriente.Yo sabía perfectamente que había algo que podía hacer por mí, pero no se lo dije.

"Yes...Listen...I don't know how, but I've fallen in love with you...I need you...", dije en un ataque súbito de buen inglés."I love you", añadí finalmente.La chica empezó a reírse, pero de una forma que yo no esperaba.Se sonrojó y su mirada era tímida e inocente."You what...?", dijo nerviosamente."I love you, I adore you...You are perfect...I want to be with you...Please...".La chica se me acercó, reparando en mi semierecto pequeño pene y me dio un breve y tímido beso en los labios."You are so sweet...", me dijo sonriendo pícaramente ahora.

Me cogió de la mano y nos dirigimos hacia mi madre, la cual no podía salir de su asombro y nos miraba perpleja.La chica se acercó a ella y le dijo: "¿Puede yo ir con su hijo...?".Mi madre sonrió y asintió.Luego los dos nos fuimos hacia las dunas muy despacio.Yo no me lo podía creer: voy, le dijo que la quiero y la chica va y me lleva a las dunas.Era el colmo de la buena suerte.Más tarde supe que a la chica nunca le habían dicho tan  seriamente "te quiero" y eso la había hecho sentirse atraída hacia mí.

Cuando llegamos a la dunas la chica se tiró de espaldas a la arena y abrió las piernas dejándome ver su raja perfectamente."Come to me, sweetheart...", me dijo dulcemente.Yo me lancé sobre ella y me estrellé contra sus labios, sumiéndome en un profundo beso en el que exploramos nuestas bocas.Yo acariciaba sus tetas mientras la besaba y mi pene presionaba contra su vulva, pero sin penetrarla.Ella me acariciaba también y gemía un poco mientras nos besábamos.

Paramos un momento y yo me senté con las piernas cruzadas  a su lado."There's something I must tell you...", me dijo.Yo lo entendí milagrosamente y ella dijo: "I haven't done it before...I'm still a virgin, so you are going to be the first boy to do it with me...".Yo entendí algo, pero no demasiado.Luego, ella añadió: "You'll have to snap my hymen...".Tampocó entendí, así que lo que hice fue ponerme de nuevo sobre ella y besarla suavemente, a lo que ella respondió con nuevos gemidos y jadeos.

Después de un rato, la chica no podía aguantar mas y me dijo:"Do it now, please...! I need you inside me now!" Eso sí lo entendí y ella agarró mi pene y colocó mi glande en la entrada de su agujero del amor.Entonces empujé y hundí mi pene en la vagina de la más preciosa joven que haya existido.No tardé en encontrar cierta resistencia cerca de la entrada y tuve que empujar más fuerte hasta que finalmente se rompió su himen y ella profirió un grito ahogado seguido de un suspiro.

Salieron unas gotas de sangre, pero yo no les presté atención y empecé a penetrarla hasta el fondo.Luego suavemente de dentro a fuera.Ella gemía en voz bastante alta y yo seguía haciéndole aquello, que tanto le gustaba.Su vagina era muy estrecha, pero cálida y muy lubricada, por lo que la penetración era agradable.Cuando llevaba un minuto follando con ella, rodeó mi culo con sus piernas y me empujó más hacia su coño.Seguí penetrándola, ahora con más fuerza, hasta que alcanzó su primer orgasmo, poniéndose rígida y revolviéndose como loca entre gritos de placer.

Yo no paré y seguí metiendo y sacando mi pene hasta que mi clímax se acercó.Paré un poco y acaricié sus tetas, pellizcándole los pezones.Luego seguí estrellando mi pelvis contra la suya hasta que el orgasmo se acercó tanto que no pude parar.Saqué mi falo de su coño y me corrí sobre su barriga y tetas.Ella sonrió y cogió todo el semen que pudo con una mano y se lo llevó a la boca, saboreándolo lentamente para luego tragarlo.

Tras este excepcional polvo, los dos nos fuimos agarrados de la cintura hacia donde esperaba mi madre, que estaba tumbada tomando en sol.Ella me dio su dirección en Inglaterra y me dijo que le escribiera, que me quería volver a ver algún día.Por cierto, se llamaba Lydia.Yo me fui a la toalla con mi madre y ésta se incorporó sonriéndome y me dijo: "Vaya con el ligón...¿Qué tal te ha ido...?"."Genial", le dije yo sonriendo también."Hoy has tenido tú mucha más suerte que yo...", dijo."Bueno, podías haberles dicho algo a los chicos de antes...", le sugerí."Bueno, ya veremos...", dijo sonriendo.