El ventanal

Cuatro amigos y vecino mirón

Un vestido de gasa blanco hasta medio muslo contenía las formas de las caderas mientras se apreciaba la figura de las nalgas. Sensual y bonito a la vez. Clara estaba guapa y lo sabía.

Se alzó ágil y con paso decidido se plantó frente al gran ventanal de la casa de Santi. La luz suave y color miel bañaba el contorno de ella, y era así, que el vecino comenzó a prestar atención a lo que ocurría en la casa de al lado. La escasa distancia que separaba las dos viviendas permitía a nuestro fisgón no perderse un detalle.

Mientras Ximo y Santi se situaban junto a Clara, Carol se ponía otra copa de Champán, y con un movimiento sutil se desprendía de las braguitas sin llevarse su vestido corto y ceñido.

Ambas manos comenzaron a acariciar el abultado bulto de la entrepierna de ellos.

Como no podía ser de otra forma, las manos masculinas también jugaban con el cuerpo de ella, se entrelazaban los brazos mientras escondían las manos dentro del vestido, unos dedos alcanzaban el bello público mientras otros hacían malabares entre las nalgas de nuestra excitada amiga.

A cierta distancia y como siempre le gustaba hacer, Carol comenzó masturbarse.

Los párpados cerrados ayudaban a Clara a concentrarse en el intenso placer que recorría toda la espalda, apresurándose para que el momento no se perdiera consiguió gracias a su habilidad, sacar dos pollas y empezar a recorrer con dedos y palma todo el grosor y extensión de los falos. Miembros duros y calientes que aceptaban gustosos el masaje riguroso de una experta masturbadora.

Mientras Santi le quitaba las bragas Clara se dejaba hacer, su cuerpo era un campo de guerra donde dos pollas la iban a hacer prisionera.

El vecino no creía lo que veía, a escasos metros y frente a su ventana dos hombres estaban metiendo mano a una mujer mientras ésta los masturbaba de forma compulsiva. Y al fondo, otra mujer se pajeba al ritmo que marcaba su compañera.

Agradecido por el espectáculo se baja los pantalones para mostrar a los presentes un falo enorme que haría ruborizarse al Dios de fertilidad.

Sabiendo lo que le gustaba, Santi con su enorme erección se coloca detrás de Clara para darle con la polla en el interior de las nalgas, y así, obligarla a restregarse como una gata en celo.

De improviso Carol aparece completamente desnuda y se sitúa entre Ximo y Carol, así, haciendo de barrera física pega el culo a la polla de Ximo mientras comienza a besar en la boca a su compañera.

Cuatro cuerpos pegados que no dejan un centímetro de piel sin ser manoseado y besado.

Santi se arrodilla y levantando con la cabeza el vestido de Clara empieza a lamerle las nalgas, los gemidos de ella llenan la habitación. Pegando las nalgas a la cara de su amigo se deja llevar abriendo la boca para que su amiga la llene con su lengua. Ximo empieza muy poco a poco a penetrar a Carol analmente, un agujero estrecho que ella agranda separando las nalgas con sus manos.

Santi incorporándose pega a la mujer de su amigo contra el cristal, rápidamente y bruscamente a la vez le arranca el vestido y la penetra desde atrás. Viendo los pechos y rostro surcando el vidrio el vecino acelera su masturbación.

Ella grita y siente en su coño un enorme falo que la obliga a abrir más sus piernas permitiendo ser follada con toda intensidad. Mezcla de calor y placer que la hacen enloquecer.

Una polla gruesa la folla delante de su pareja mientras un desconocido se masturba viendo el espectáculo.

Dándole una vuelta a la escena Ximo se separa de Carol dejándola que se masturbara sola de nuevo, para de improviso, trae un consolador que pega haciendo ventosa al cristal del ventanal. Separando a Clara de Santi la obliga a ponerse a cuatro patas para que se metiera el consolador, un panorama increíble que hace al voyeaur correrse sobre sus propios pantalones.

Y es así que se folla el consolador pegando el culo al cristal para pedirle a Santi que se acerque.

Agarrando la polla enorme comienza a chuparle el glande sin parar de moverse para que el consolador le taladre el coño llegando hasta las entrañas.

Con movimientos firmes de delante atrás y tragando polla se encuentra a punto de climax, pero no es hasta que Ximo y Carol que comienzan a tocarle el clítoris que no alcanza un orgasmo memorable mientras su amigo le eyacula en la cara.